Discleimer: Los personajes y el Universo donde se desarrollan, pertenecen a Marvel y demás, yo sólo los uso para mi entretenimiento.

Beteado por Paradice-cream (¡Muchas gracias, guapa!)


Uno: La Capital del Mundo

El Cairo era, por decir lo mínimo, un infierno.

No sólo por su gente, de mirada adusta y desdeñosa ante aquello que le resultase ajeno o creyeran no era su problema, como los niños hijos de la guerra civil y las personas sin hogar; ni por sus mugrosas y terriblemente pequeñas calles que apretaban su pecho y le daban una sensación de asfixia constante, tan frenética como el mismísimo latir de su corazón. Ororo había aprendido hacía tiempo a moverse con ellos deslizándose sin mucha gracia a través de las oraciones crueles, llenas de un odio ponzoñoso y vívido, mientras sobrellevaba de forma admirable la apabullante sensación de ahogarse entre las cercanas paredes, las zonas estrechas y el hedor penetrante de la miseria.

Lo que en definitiva hacía a El Cairo el retrato de la desesperanza, era sin lugar a dudas, el hambre. Estaba marcado en sus vacías mejillas y sobresalientes costillas, en la apariencia vacía de aquellos que la rodeaban, quienes más que vivir, se dejaban llevar sin rumbo fijo por una corriente torrencial que arrastraba sus enfermizos cuerpos estrellándolos contra las sinuosas piedras de la desolación. La Guerra Civil, aunque terminada en el papel y cuidadosamente oculta debajo de las joyas y el "No volverá a suceder" de los ricachones, continuaba tibia en los rincones donde la podredumbre de los menos afortunados como ella se hacía evidente.

Ciertas veces, merodeando en los barrios bajos junto a Nari, Hakiim y el resto de niñatos que jugaban a ser grandes en la pandilla de Achmed El-Gibar, Ororo veía cara a cara la gloria que la batalla había dejado atrás: montones de casas en ruinas y malas imitaciones de lo que alguna vez fue el epicentro del mundo, rodeado del vomitivo aroma de la basura y las personas que no tenían un lugar donde dormir.

Morirán pronto. — Solía murmurar Nari de inmediato, sin que ella dijese apenas una palabra, sus ojerosos ojos verdes contrarrestando lo que alguna vez fue un hermoso rostro infantil. Era pues, una niña menuda y silenciosa, a la cual Munroe nunca vio sonreír, ni conoció su nombre completo. Todo cuanto supo de ella en años de convivencia fue que apareció una noche caminando detrás de El-Gibar, sin hacer ruido ni mirar a los lados, luciendo demasiado adulta, demasiado cansada, para una mocosa que a lo sumo tendría nueve años. Y, Ororo (cuya sensibilidad para ver a través de las personas la perseguiría hasta la muerte) se preguntó quién era, al igual que lo haría siempre, aún en otras épocas.

Cierra la boca. Respondía Hakiim, dándole un golpe en la cabeza. Era una sincronía tan perfecta, que cuando no ocurría, Munroe sabía que algo andaba mal. Eres sólo una enana muy rara, le decía, sonriendo mientras jalaba sus absurdas trenzas. Porque él era así, desnutrido y flaco como muchos, pero de espíritu incontrolable y risa contagiosa. Nunca hubo una persona, antes o después, que fuese capaz de calmarla con sólo una mirada a sus profundos ojos oscuros. A veces, cuando las paredes de la guarida amenazaban con derrumbarse sobre ella y escapaba al techo a encontrarse con la noche helada del desierto, él la acompañaba en un silencio cálido, cómodo, que le dejaba el suficiente espacio para pensar pero no el suficiente para perderse. Otras, era recibida por la fría brisa totalmente sola, aunque jamás sintiera que lo estuviese realmente. Pero al final, cada vez que los hilos de la realidad acababan por atarle los tobillos y la devolvían a la desquebrajada teja, al mugroso techo que no la vio derramar una lágrima (pero sí al cielo, siempre al cielo) él estaba allí, esperándola incluso cuando ella le pedía repetidamente que no lo hiciera (pero aguardando, muy en el fondo, que sí)


Muchas gracias por leer. Haré una pequeña serie de Drables sobre Ororo y su vida en el Cairo antes de unirse a los Jinetes del Apocalipsis. La idea originalmente era del foro Groovy Mutations, pero lamentablemente por razones ajenas a mi no pude terminarlo a tiempo, pero aún así quería publicarlo. Si gustan, pásense por allí, tienen fics realmente buenos

¡Hasta luego!