Hola a todos, he aquí yo con un nuevo proyecto que espero les guste, sé que a muchos no les sonará lo del harem, pero aquí lo habrá.

Bueno, volviendo al tema, en el poco tiempo que llevo en el fandom dxd en español, he visto muchos fics donde Issei es un dragón, ya sea el hijo de Trihexa, Ophis, Gran Rojo, incluso los tres o un superdemonio godlike, en un par lo tienen de vampiro, y en otro par como ángel y unos cuantos pocos como ángel caído o humano (generalmente en el papel de general o comandante de X resistencia, aunque no siempre es así), y también hay uno de un excelente autor, donde lo pone como terrorista, (muy interesante por cierto, me gusta mucho) y otros tantos que me da hueva mencionar, el punto es que no recuerdo en el fandom, también debe deberse a mi reciente acceso a este, ¡que solo hay uno donde el prota sea Yōkai!, cuando curiosamente hay un arco de las novelas donde se aborda este tema, aunque no con la profundidad suficiente, de hecho creo que fue una jugada de Ichibumi para darle cabida a la facción de los héroes en la franquicia. Por eso le presté especial atención a Broken Wings y el proyecto de Hgabrielzdu, y no, no es publicidad.

¿Y qué pinta esto aquí? Bueno, que si se tiene la mentalidad de cambiar los estereotipos del NTR-sama y el tema de los dioses dragones, es posible abordar algunas otras mitologías que apenas están de paso en las LN, dando como resultado obras diferentes al sobre-reventado abandono.

Ojo, no es que me moleste, de hecho, estoy de acuerdo con la libre expresión en la página, pero a lo que quiero llegar es a lo siguiente:

Cuando ya has leído dos o tres fics donde se aborda el tema del NTR y las traiciones, sinceramente se vuelve predecible el resultado, por eso creo que es lenitivo para la salud del fandom que se aborden nuevos "horizontes", yo me decidí por el tema de los Yōkai, creo que la mitología oriental puede ofrecer algo diferente a lo que se ha visto antes aquí y bueno, ya ven por donde va el agua al molino.

Si les ha gusta este proyecto comenten, háganlo también si tienen alguna duda o inquietud, si no les gusta algo entonces háganme saber mis errores de forma respetuosa para ver si puedo solucionarlos, y si no les interesa en absoluto, entonces no puedo hacer nada más por ustedes, busquen más fics que sean de su agrado…


Crimson Yōkai Emperor


Capu1: el prólogo de un inicio

Un nuevo día rutinario hacía arribo en la ciudad de Kuoh, el mercader de RE4 vendiendo armas robadas, las hermanas de Jehová visitando casas, Deidara causando explosiones y Tsunade sobornando a Jiraiya con mostrarle sus envejecidos pechos si le presta unos cuantos leros para apostar, si, un día normal…

- ¡encuentren a esos malditos, no los dejen escapar! – era el grito que soltó una bella chica castaña con un shinai en la mano.

- ¡100 yenes para quien traiga "la bestia"! – gritaba otra chica, pero esta tenía el cabello rosa corto.

…si, excepto por eso.

-vamos a encontrarlos- con esa respuesta, la cacería comenzó.


-uff, por poco y nos pillan- fue el comentario de un chico rapado con mirada pervertida, respondía al nombre de Matsuda - ¡oye! ¿Cómo que pervertida? –

Ya deja de romper la cuarta pared idiota, déjame narrar.

-sí, ellas son cada vez mejores- secundó otro chico, este era de cabello negro corto y lentes en los ojos que impedían que estos se vieran, añadiéndole un tono aún más perverso y maligno a su mirada, ese pendejo se llamaba Motohama –pinche autor, sabes que aún no te perdono que me hayas matado en tu otro fic ¿verdad? –

Si y que, para tu información, no me importa.

El otro chico era diferente, su mirada mostraba una inusitada serenidad, el chico tenía cabello castaño medio largo y ojos marrones claros, no era un sex-appeal, pero si era más agraciado que los otros dos merluzos, el chico era conocido como Issei Hyōdō, "la bestia pervertida"

-ellas ya vienen- comentó el castaño.

-no lo creo, este escondite es impenetr… ¿Issei? Hijoputa- el calvo observó que en donde antes estaba el castaño, se encontraba una pelirrosa con un shinai es su mano.

Los dos pervertidos al verse jodidos pusieron las minúsculas neuronas que tenían en su cerebro para formar una sinapsis que les ayudara a salir de esa.

La idea les llegó a la mente…usando a su amigo como carnada.

- ¡miren! ¡Es Issei Hyōdō! – gritó el par al unísono señalando hacia la espalda de la pelirrosa.

- ¿donde? – la chica se giró observando la nada, rápidamente volteó hacia donde estaban los dos pervertidos, encontrando solo un par de troncos –esos malditos-


Si, para nadie era un secreto la fama que precedía aquel trio de jóvenes, la cual no era muy buena precisamente, ellos eran "la paria de la escuela", "el trio pervertido" de la academia.

Su líder, Hyōdō Issei, tenía un intachable record de escapadas, ya que extraña y curiosamente, aquel chico de cabello castaño nunca había sido apresado y/o ajusticiado por las chicas que espiaba, siempre lograba escaparse de su castigo de una u otra forma.

Dicho hecho era alabado por sus dos compañeros de perversión quienes le atribuían su enorme suerte a algún tipo de bendición del Dios Ero.

Pero nada más lejos de la realidad, según las palabras del chico, era solo una reacción natural refinada con el paso del tiempo, algo así como un instinto de supervivencia.

Por tal razón era que muchas chicas ofrecían exorbitantes precios por su cabeza.


El chico, ahora solo e ileso, caminaba tranquilamente por el pasillo principal de la academia, antes de comprar una pequeña gaseosa con un modesto sándwich.

No tardó mucho en dirigirse hacia la confortable y cómoda sombra del árbol presente en el patio trasero de la academia, recostándose allí y sintiendo el burbujeante sabor de su bebida al pasar por su garganta, el chico cerró sus ojos.

Para luego abrirlos de repente al sentir un extraño escalofrío en su espalda, dirigiendo su mirada hacia la ventana del viejo edificio frente al árbol donde él se encontraba.

Encontrándose con una bella chica de cabello rojo escarlata y hermosos ojos azul verdoso.

-Rias-sempai- fue el susurro del chico, quien solo observó como la mujer le daba la espalda para alejarse de la ventana –aah, que bueno sería tener una mujer tan bella como novia-

Sin más que hacer, el chico cerró sus ojos de nuevo, concentrándose en su mundo.


- ¿ves algo interesante Rias? – fue la pregunta de una voluptuosa mujer de cabello negro y ojos amatista al ver como la pelirroja se alejaba de la ventana.

-no, ¿Quién es ese chico, Akeno? – preguntó la llamada Rias.

- ¿él? – La morena señaló al distraído castaño –según los expedientes de Sōna, se llama Hyōdō Issei, es conocido como "la bestia pervertida", es huérfano, tiene nuestra edad, pero por causas desconocidas asiste a segundo año en vez de tercero- informó Akeno

-ya veo, te pediría que mantuvieses un ojo sobre él, pero parece que no es necesario, es solo un humano normal- comentó la pelirroja algo decepcionada.

-entiendo, bueno, si es todo, te veo luego Rias- la morena salió de allí, dejando a la pelirroja sola y sumida en sus pensamientos.

-si tan solo hubiese alguien que pueda ayudarme- susurró la pelirroja.


Ding. Dong. Ding.

La campana de salida escolar sonó con fuerza, dando por terminada la clase del día, el chico salió tranquilamente, acompañado de sus dos amigos pervertidos.

No demoraron en llegar a un puente en donde el camino de los tres se separaba, el castaño se disponía a despedirse de sus amigos cuando…

-umm, hola, ¿Quién de ustedes es Hyōdō Issei? –

Una sutil y melodiosa voz femenina se escuchó atrás del trío pervertido, estos giraron su rostro hacia atrás, los dos subordinados se maravillaron ante lo que parecía ser una maravilla de la creación.

En efecto, frente a ellos se encontraba una hermosa chica de largo cabello negro y ojos violetas, sus medidas superaban el promedio y eran acentuadas por el ajustado uniforme escolar que usaba en esos momentos.

El castaño por su parte solo se rascó disimuladamente uno de sus brazos, el cual ardía y picaba levemente.

-soy yo, ¿quién pregunta? – cuestionó el líder, tratando de no mirar los esplendidos pechos de la chica.

-so-soy YūmaAmano, ¿e-estas saliendo con alguien? – se presentó la chica para luego soltar la bomba, el cerebro del par de secuaces se fundió ante tales magníficas palabras.

-n-no, de hecho, yo…-

-qué suerte la mía, ve-verás te he estado observando de vez en cuando, al momento de pasar por este puente, no pude resistirme y me enamoré de ti, p-por eso quiero pedirte que salgas conmigo-

-ya veo…- el chico comenzó a sopesar la situación, una voz en su interior le advertía sobre aquella chica, y como siempre ha hecho, le obedecería –lo siento, pero no saldré contigo-

- ¿q-queeee? – Sus dos compañeros estaban atónitos ante la respuesta de su líder - ¿a-acaso enloqueciste? –

-e-entiendo, c-creo que no soy suficiente para ti- la morena agachó su cabeza, resignada y triste.

-n-no es eso Amano-san, de hecho, me siento halagado- el chico se acercó a ella mientras le daba una sonrisa atenta –digo, eres muy bonita, pero…-

-en-entonces…-

-…es una lástima que no te creo- esas palabras salieron de la boca del chico quien ni siquiera las pensó, aquellas palabras tenían un tono diferente al que el chico usaba.

- ¿pe-pero que estoy diciendo? joder, es una hermosa chica, te culpo a ti por esto, ¡maldito cerebro! – gritó el castaño en su mente

-verás "Yūma-chan" – el tono usado por el chico contenía una insana cantidad de sarcasmo –dices que me amas ¿verdad? – la chica asintió temerosa mientras las manos del par de pervertidos estaban en llamas, literalmente -…y si es así como dices… ¿por qué preguntaste quién de nosotros tres era yo en primer lugar? –

Sus compañeros de perversión y la mujer quedaron sumamente sorprendidos ante la brillante y fría deducción del chico en primer lugar.

-e-es que yo…umm…y-yo- la chica sudaba balas, no lograba articular palabra alguna.

- ¿lo ves? Es mentira eso de que me amas- el chico se quedó estático por unos instantes, para luego parpadear confundido, ¿él había dicho eso? – Lo siento, pero debo irme, hasta otra ocasión chicos, Amano-san- el castaño se alejó de allí mientras el dúo se acercó a ella.

-o-oye Amano-san, Hyōdō no es el único chi…- el calvo Matsuda se quedó estático al ver que la dulce e inocente "Yūma-chan", le lanzó una mirada cargada de enojo –ha-hasta luego, va-vámonos Motohama-

-s-sí, vámonos, hasta luego- el par de chicos salieron de allí huyendo, literalmente.

Lo que ellos ignoraban, era que estaban siendo vigilados por una pequeña loli de cabello blanco, quien comía una paleta.

-él…ha vuelto, debo avisar sobre esto- susurró la pequeña, retirándose de allí.


Ya en su casa, el castaño se recostó para dormir un poco, sin embargo, tampoco lograba hacerlo, su cuerpo se revolvía entre las sabanas y su frente sudaba a mares, al parecer estaba teniendo una especie de pesadilla.


Sueño de Issei


El chico se encontraba de pie sobre una especie de plataforma, su cuerpo se encontraba rodeado por un circulo ígneo de color rojo, sin embargo, atrás del fuego que lo rodeaba, se encontraba aproximadamente una decena de siluetas, un par de ellas eran masculinas y el resto femeninas, pero, quizás las que más resaltaban eran dos siluetas femeninas, estas emitían un aura de color azul oscuro con ligeros rasgos negros.

-ya es la hora Ise~ una de las dos siluetas se acercó a él, acariciando su mejilla.

-muy pronto nos veremos amor mío~ secundó la segunda silueta haciéndole un pequeño rasguño en el rostro.

Por alguna razón, el chico se llenó de rabia al escucharlas, pero no podía moverse o emitir palabra alguna, lo más extraño era no saber por qué sentía enojo al escucharlas si él nunca las había visto ¿verdad?

El fuego comenzó a apagarse lentamente, sumiendo aquel lugar en las mismas tinieblas en que antes se encontraba.


De vuelta a la realidad.


El chico abrió sus ojos abruptamente, no entendía ni jopo de aquella psicodélica visión, su rostro se mantenía sudoroso al igual que sus manos y su respiración era agitada.

- ¿q-que mierda fue eso? – el castaño llevó sus manos a su rostro, llevándose una extraña y aterradora sorpresa.

Su mano sangraba levemente.

Rápidamente se dirigió al espejo más cercano, quedándose en shock al ver que en su rostro reposaba un pequeño rasguño que ardía al contacto del sudor con este.

El castaño ahora estaba seguro de algo…

Tal vez las películas de Freddy Krueger si podían estar basadas en hechos reales.


Había pasado cerca de una semana desde aquello, el castaño no había vuelto a ver aquella chica que lo invitó a salir y ahora se dirigía hacia su casa.

Su lugar de residencia era una pequeña habitación con baño y cocina, el chico trabajaba medio tiempo como tendero en un cibercafé, lo cual le servía para sustentarse.

Su turno comenzaba en cuanto salía de la academia y volvía a su casa cerca de la media noche.

Justo a un par de cuadras de su casa, el chico debía pasar por un parque solitario y con poca iluminación.

Y eso nos sitúa en estos momentos.

Flush.

En cuanto el chico puso un pie en el concreto del parque, el cielo cambió de color, por más extraño que sonase, no solo eso, los ruidos nocturnos y las bocinas de autos también dejaron de oírse.

-pe-pero…q-que carajos…-

-vaya- una voz femenina se escuchó atrás del chico, este sintió un familiar ardor en su cuerpo, girándose sin encontrar nada -…arriba tuyo Ise-kun-

El castaño alzó la mirada, observando aterrado y extrañamente excitado, a una hermosa mujer de cabello negro y ojos violetas, el chico se aterró al ver que la mujer flotaba en el cielo gracias a un par de majestuosas alas negras emplumadas, y se excitó debido a que la chica tenía muy poca ropa para cubrirse.

-di-disculpa… ¿a-acaso te conozco? – preguntó el chico.

- ¿acaso no me reconoces? – la poca ropa que la chica tenía se deshizo totalmente, dándole a Issei por un par de segundos, una anhelada y placentera vista, para que luego el cuerpo de la chica brillara y su ropa se transformara en un uniforme escolar a la par que su cuerpo se hizo menos desarrollado, luego de unos segundos este uniforme se deshizo, y repitiendo el mismo proceso anterior, la chica se quedó con sus reveladoras vestiduras.

-l-lo siento, pero creo que no te reconozco- negó el chico falsamente, se negaba a aceptar que estuvo a punto de aceptar salir con una exhibicionista con poderes sobrenaturales.

- ¿e-en serio? – repitiendo el mismo proceso de destrucción y trasformación de ropajes, la chica se exhibió de nuevo.

-nop- negó este tratando de enfocar el cuerpo de la mujer.

-grrr, ya verás- la chica volvió a transformarse de nuevo, con los mismos resultados negativos.

-no- al parecer el chico ya le había cogido el truco, la recordaba, pero se aprovechaba de los pocos segundos de desnudez que la chica le ofrecía en los intervalos de transformación, también le excitaba ver como sus tetas crecían y se achicaban con cada transformación, no negaba que los pechos eran su motivación en el mundo, por eso el chico tomaba cada chance, ya que al parecer ella no era tan brillante, de hecho, él tampoco lo era, excepto cuando de perversión se trataba.

El proceso se repitió una y otra vez, hasta que el chico se memorizó CADA DETALLE del desnudo cuerpo de la chica, haciendo un gesto de "eureka".

-aaaahh, ya te recuerdo- asintió el castaño.

- ¿e-enserio? – preguntó la morena, esperanzada.

-sí, eres la chica que rechacé-

-grrr, eres un maldito, aunque admito que eres más inteligente de lo que pensaba en un principio-

- ¿por qué lo dices? – cuestionó este.

- ¿en serio creíste que no me daba cuenta que te hacías el imbécil tratando de recordarme, solo para ver mi cuerpo desnudo por unos segundos? – Reveló la morena arrogantemente, sorprendiendo al chico y haciendo que este girase su rostro apenado –además, descubriste mi farsa cuando te invité a salir, de ser otro no te hubieses negado-

-y-ya veo…- el chico enfocó su rostro hacia el frente.

-ya habrás notado que no soy una chica normal, por eso te diré un par de cosas antes de matarte, tienes una curiosa energía, por eso comencé a vigilarte, luego me aburrí y he decidido matarte, no me culpes, culpa a…emm, n-no se me ocurre un chivo expiatorio, ah ya sé, culpa a tus padres por traerte al mundo- la chica creó en su mano una extraña cosa brillante y alargada.

-no los conozco- reveló el castaño.

-entonces solo muere con una de mis lanzas de luz- exclamó la morena.

- ¿lanzas? ¿En serio? Eso no se parece a una lanza, se parece más a una rama chuzuda- negó el castaño.

-sob, sob- la morena comenzó a hipear levemente, antes de alzar su rostro lloroso y enojado –maldito, voy a matarte, nadie se burla de mis lanzas de luz- la chica lanzó aquella rama, perdón, aquella cosa, la cual avanzó velozmente, incrustándose en el vientre del chico.

-guagh- el castaño vomitó una considerable cantidad de sangre, muy a deleite de la pelinegra.

-sí, sufre maldito, sufre en agon…-

Crash.

Un sonido similar a un cristal al romperse se escuchó en el parque, el cielo y el entorno en general volvieron a sus condiciones originales.

- ¿q-que? – La morena retrocedió impactada - ¿qui-quien logró romper mi barrera? –

-o-oye eso…sonó como si te hubiesen desflorado sin darte cuenta ¿sabes? – el agonizante chico sacó fuerzas y se las arregló para burlarse.

-ara ara, ¿Qué tenemos aquí? Parece que un pequeño cuervo rebelde está causando problemas- una nueva voz femenina hizo acto de presencia, ya para ese momento, el chico no escuchaba ni veía en absoluto.

- ¿qui-quién eres? – cuestionó la morena poniéndose en guardia.

-eso no te incumbe, ángel caído- la pelinegra se vio obligada a esquivar una enorme bola de fuego que avanzó hacia ella, reconociendo la especie de su atacante.

- ¿qu-que es lo que hace un Yōkai en este lugar? –

-como dije antes- un par de ojos dorados hicieron aparición, cambiando su color a un verde intenso, a la par que una descomunal cantidad de esferas de fuego flotaban en el aire –eso no te incumbe…ahora solo muérete… ¿sí? -


-ugh, rayos, no sé por qué, pero siento como si me hubiese atropellado un camión- el chico castaño comenzó a despertar, lo curioso es que estaba en su cama, sin embargo, por más que tratase de levantarse, le era imposible lograrlo.

Girando su vista un poco, logró ver que a su lado izquierdo se hallaba un pequeño bulto envuelto en sabanas, y al lado derecho…también.

Lentamente, el chico logró mover uno de sus brazos retirando la manta que cubría aquel extraño bulto, quedándose asombrado al ver de quien se trataba.

- ¿q-que hace Koneko-chan en mi cama? – en efecto, en el lado izquierdo de su cama reposaba una niña peliplatina de primer año que tenía una reconocida reputación en la escuela como verdugo de pervertidos, lo sabía porque sus camaradas fueron ajusticiados por ella en muchas ocasiones, y no mentían al decir que ella era un demonio a la hora de hacerlo –mierda, si me ve en esta posición va a matarme-

Pero el miedo no era la sensación dominante en el chico en este momento, lentamente llevó su mano izquierda a su abdomen, notando que la herida que aquella exhibicionista con alas debió causarle, no se encontraba.

-oookey, esto ya es demasiado raro- luego de decir aquello, dirigió su recién liberada mano derecha a su costado derecho, para comprobar que otra cosa había ahí.

Para su sorpresa, en ese lado se encontraba una hermosa niña rubia que aparentaba la edad de la conocida como Koneko-chan, pero quizás lo más extraño de todo era que ella tenía un par de orejas de zorro de color dorado y nueve colas en su espalda baja.

- ¿u-un kitsune? –

Era cierto, según los libros de historia y las leyendas que contaba su maestro o sus conocidos, existía una raza de seres humanoides con rasgos de zorro, que generalmente tomaban la forma de hermosas y voluptuosas mujeres para seducir a los hombres.

Pero aquella niña rompía sus estereotipos, no negaba que era muy bella, pero su cuerpo de loli no era lo que esperaba en realidad.

-fuuaaah- un sonoro bostezo se hizo presente en el lugar, captando la atención del chico, quien giró su rostro, notando que ambas chicas comenzaban a despertar, mostrando que ambas compartían el mismo color de ojos, un dorado intenso.

- ¿q-que hacen aquí? – preguntó el chico, obteniendo la atención de la rubia, la cual lo miró extrañado.

- ¿acaso no es obvio Ise-kun? Estamos aquí para acompañarte- contestó la rubia de forma neutral.

-s-sí, pero tú eres un ki-kyūbi no Kitsune ¿o es un cosplay? – ante las palabras del chico, la rubia lo miró extrañada, mientras la peliplatina se mantenía neutral.

-no veo por qué te sorprendes, tú también eres un kyūbi no Kitsune- reveló la rubia dejándolo en shock.

- ¿u-un kyūbi no Kitsune? – la rubia asintió –jejeje, JAJAJAJAJAJAJA, que buena broma Kunō-chan, yo no soy un…- el chico se quedó callado al ver como la rubia le mostraba un conocida espejo - ¿¡pe-pero que carajos me pasó!? – interrogó el chico alterado, ignorando el hecho de que llamó a la rubia por su verdadero nombre.

En efecto, su rostro había cambiado, aparentaba ser un poco mayor que antes, sus ojos cambiaron su color a un verde esmeralda y su cabello se hizo más largo y de color rojo con puntas rubias oscuras.

Pero como si no fuese suficiente, en la parte superior de su cabeza reposaba un par de orejas peludas de color rojo, similares en forma a las de la rubia.

Rápidamente volteó hacia atrás, notando como en su espalda baja se movían nueve colas peludas y gruesas, también de color rojo escarlata.

-al parecer Ise-san no ha recuperado sus recuerdos- analizó la peliplatina, captando la atención de la rubia, y la del chico.

-ya veo, eso parece Shirone- respondió la pequeña rubia soltando un leve suspiro.

- ¿Shirone? ¿No te llamabas Koneko? – cuestionó el ahora pelirrojo.

-así es- la peliplatina asintió monótonamente, mientras su cuerpo comenzó a brillar intensamente al igual que el de la rubia.

Cuando el brillo se detuvo, el chico pudo admirar el cambio que ambas tenían, la altura de la peliplatina aumentó un poco al igual que sus rasgos físicos, haciendo que su uniforme estudiantil le quedara bastante chico, su cabello creció hasta llegar a su espalda baja, de donde ahora salía un par de colas de gato de color blanco, y en su cabeza se hallaba un par de orejas a juego.

Pero ella no era la única que cambió, la rubia también sufrió un cambio resaltable, su altura se incrementó considerablemente, sus ojos adquirieron un tinte más serio y seductor al igual que su rostro, el cual lucía más maduro que antes, el Kimono de Miko que usaba fue reemplazado por una especie de traje negro hecho de cuero, mezclado con un kimono, el cual resaltaba su figura curvilínea.

-vamos a ponerte al tanto para que recuperes tus recuerdos más fácilmente- explicó la rubia –verás, mi nombre es Kunō, soy la princesa del pueblo Yōkai – la chica infló su formado pecho, con notorio orgullo, el par de acompañantes solo rodaron sus ojos de forma sincronizada.

-por alguna razón no me sorprende- comentó el pelirrojo.

-tu eres un kyūbi no kitsune de sangre pura, aunque eres de otra raza que está casi extinta, los Aka kyūbi no kitsune, nos conocemos desde niños al igual que Shirone y otras más- gruñó la rubia en la última parte -hace un par de años se libró una batalla contra un poderoso enemigo, en la batalla tú lograste ganar, usando tus poderes y tus recuerdos como catalizador, sellaste la amenaza, pero solo por un tiempo, al perder tus poderes y recuerdos, cambiaste tu apariencia, tus recuerdos y tu personalidad, viajaste a esta academia para pasar como un estudiante huérfano normal, por eso Shirone te acompañó para vigilarte, ella también cambió su apariencia a una loli petanko-

-oye- reclamó la peliblanca furiosa.

-el punto es que cuando el sello comienza a debilitarse, tus poderes y tus recuerdos vuelven a ti, por eso es que hacías y decías cosas que antes no hubieras sido capaz- explicó la rubia –antes de sellarte, nos pediste que cuando tus poderes y recuerdos regresaran, te lleváramos con tus padres para prepararnos, ya que cuando el sello se rompa la amenaza volverá-

-entiendo- suspiró el chico –así que era eso-

-así es, ahora debemos irnos, las demás ya deben estar esperándote-

-espera un momento Kunō-chan… ¿las demás? –

-sí, tus novias-

- ¿eh? ¿EEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHHHHHHHHHHHH?


Fin del capu.


Bueno gente, ¿Qué les parece? ¿Genial? ¿Bueno? ¿Regular? ¿Malo? ¿Vomitivo? Comenten.

Ahora sí, iré a las explicaciones.

Verán, este fic es parte de la cuatrifuerza, no mentiras, es una idea que tenía hace tiempo y me animé a plasmarla por las razones que mencioné al inicio.

La obra está planeada en su totalidad y según mis cálculos (matemáticos, no renales) tendrá 20 capus, 25 como mucho, y estará estructurada de esta forma:

-prologo (este cap)

-arco flashback (con dos miniarcos [infancia y adolescencia] de dos y tres capus respectivamente). Esto es con el fin de explicar lo que más se pueda.

-arco actual (el cómo Issei entrena para recuperar sus poderes y algunas otras cosas). Comienza desde donde va hasta el cannon de los jóvenes demonios. No tengo un número fijo, aunque estará entre cuatro y siete capus

-arco de Kyoto (contará con dos capus). No explicaré más.

-arco final (no revelaré ni mierda) contará con tres capus.

-arco zuculemtho, no mentiras, (ovas del fic, con alta probabilidad de precipitación, tormentas eléctricas y lemmon)

De esa forma estará organizado el fic.

Como sabrán, en este proyecto muchos de los personajes tendrán algunos cambios, las apariencias de los personajes estarán en mi página de Facebook, la cual aún está sin crear, yo les aviso cuando esté lista kbrons.


Como siempre, si tienen alguna duda o sugerencia, comenten o mándenme un PM y yo les responderé con gusto, no les de pena XD.

Bueno, ahora sí, eso es todo por hoy, disfruten esta actualización, ahora este escritor subnormal se despide de ustedes.

Nos leemos.