Fandom: Naruto.
Desafío: #011 - Prendí otro fuego por ella
Pairing/Personaje: Kakashi, Rin.
Rating: G.
Palabras: 298.
Disclaimer: Naruto es propiedad del Sr. Masashi Kishimoto.
Advertencia: Spoilers del Kakashi's Gaiden.
Comentarios: Esta es la nueva tabla que he iniciado en Fandom Insano: Temas Musicales. Las parejas y personajes irán variando según el tema, trataré de escribir con la mayor variedad de personajes posible.
Dedicado a Kyuri quien me dio la idea para este tema :D
Prendí otro fuego por ella
Cuando tenía menos de seis años, llegó a casa para encontrarse con su padre desangrado en el suelo. Construyó un altar y prendió una vela para él durante todos los días, respetándolo a pesar de las circunstancias de su muerte y los errores que había cometido antes de marcharse.
Después de todo, era su padre y le debía la vida y respeto.
Poco después de que cumplió los siete años, una tarde particularmente fría, al llegar a casa después de la escuela, lo llamaron del hospital. Su madre estaba enferma, le dijeron, y no duraría mucho. Falleció un par de días después y en honor a ella, puso su fotografía junto a la de su padre en el altar.
Prendió una vela para ella, también, todos los días.
A los catorce años fue promovido a chunnin, ganó el sharingan, se desintegró su equipo y murió Obito. Todo en el Mismo. Jodido. Día.
Los eventos de aquella ocasión sucedieron tan rápido, que ahora no son más que recuerdos dolorosamente surrealistas. La promoción, invasión, el secuestro de Rin, la pérdida de su hija, el rescate, sharingan, Obito…
Nunca dejó de tener pesadillas por ese día, así como nunca dejó de prender una tercera vela en el altar. Por un amigo, por un camarada. Por Obito.
Años más tarde, es Rin de quien debe despedirse.
Se suponía, era una misión simple, algo tan fácil como transportar un pergamino a otra aldea. Nunca pensó que perdería a su compañera de forma tan fácil. Era dolorosamente extraño verla recostada sobre el ataúd blanco, con la cara pálida y carente de sonrisas brillantes.
Y ahora, mientras escucha el monótono tic-tac del reloj y la gente se le acerca, con rostros sombríos por la tristeza, a apretarle la mano y darle palmaditas en la espalda, piensa en la nueva vela que debe prender cuando llegue a casa. Sabe donde exactamente donde la pondrá, justo al lado de la vela de Obito. Así lo querría Rin.
Le parte el corazón tener que prender otro fuego por ella.
