Nota del autor:
Hola mis queridos lectores aquí vengo con una nueva historia, se me ocurrió hace unos días y dije: ¿Por qué no?
Ya saben mis historias suelen ser muy oscuras así que tomen sus precauciones, y como siempre es un fanfic Shadonic mi trauma.
Bien sin más que decir les dejo disfrutar de la historia, nos vemos de nuevo en las "notas finales."
"Close your eyes."
Capítulo 1.
"El brillo en tu mirada."
Decir que lo había visto todo era una mentira, pero eso no quitaba el hecho de que había pasado por muchas situaciones, las cuales unas se tornaban peligrosas, otras no tanto con resultados aceptables, lamentablemente también existían unas las cuales no siempre terminaban del todo bien.
Shadow había visto muchas cosas, pero nunca se vio afectado de algún modo, no desde la muerte de María; sin embargo, en esa ocasión la rutina cambio y no fue muy bienvenido que digamos.
Ojos rojos observaron a su alrededor, analizando cada rincón del hogar en el cual se encontraba. La última vez que había visitado la casa de Sonic recordaba como todo estaba un poco más en orden como para decir que era un lugar decente, por otro lado en solo un mes todo era un desastre.
Basura, platos, ropa entre otras cosas se encontraban por todos lados. No tenía derecho a juzgar la vida del erizo y el pequeño zorro después de lo había sucedido, pero eso no quita el hecho de que Sonic estaba haciendo las cosas difíciles, aunque no podía culparlo.
Un suspiro escapo de sus labios al verse parado bajo el marco de la puerta de la entrada, esperando por Tails quien había ido a buscar a la maravilla azul. Ambos brazos estaban cruzados sobre su característico pecho blanco mientras sus dedos enguantados se encontraban con el pelaje oscuro a un ritmo que mostraba su impaciencia en el tamborileo de los mismos.
Un poco antes de que su paciencia se agotara, el pequeño zorro hizo acto de presencia bajando las escaleras del lugar con un aspecto cansado denotado en sus claros ojos azules.
–No quiere bajar –fue todo lo que dijo con grandes ojos brillantes dejando ver su derrota. El temblor se hizo presente demostrando como ferozmente trataba de controlarse a sí mismo, mientras el par de colas gemelas se crispaban nerviosas.
Cejas oscuras mostraron molestia y preocupación al ceñirse, brazos negros abandonaron su posición cayendo a ambos lados, uno se recuperó descansando en uno de los hombros temblorosos del pequeño niño tratando de dar un poco de consuelo.
–Déjame hablar con él –dijo apretando su agarre, suavizando su rostro en un intento de tranquilizar al otro–. Deja que yo me encargue de él en lo que tu limpias este desastre ¿Qué te parece? –pregunto mirando a su alrededor forzando su punto.
Un asentimiento tembloroso fue lo que recibió como respuesta junto a una pequeña sonrisa húmeda–. Gracias Shadow.
–No lo menciones –descarto rápidamente dirigiendo su mirada a las escaleras mientras preguntaba –: ¿Esta en su habitación?
–Sí, subiendo las escaleras segunda puerta a la izquierda –instruyo el menor frotando sus ojos borrando toda evidencia de tristeza. Asintiendo comenzó su andar dejando a Tails con sus propios problemas para enfrentar al testarudo erizo.
Ya había sido un tiempo desde la última vez que lo había visto, después de la última jugada de Eggman todo se había tranquilizado un poco. Todo el asunto con Infinite y la resistencia había sido un dolor en el culo, sobre todo para Sonic, ya que fue el que recibió la peor parte al ser encerado durante seis largos meses torturado entre otras cosas. Cuando por fin lo habían encontrado todo lucia normal, aparte de uno que otro rasguño el erizo lucia bien, pero bendito caos estaban tan equivocados.
Ignorando sus pensamientos por un momento, miró fijamente la puerta de madera frente a él, el color blanco lastimaba sus ojos gracias a los rayos del sol que se reflejaban. El día era bonito y soleado contrastando con la felicidad de todo Mobius al ser finalmente liberado, desgraciadamente al parecer ese sentimiento cálido y reconfortante no alcanzaba al ser al otro lado de la puerta.
Puño enguantado hizo contacto con la madera pulida, el sonido se hizo presente perturbando el lúgubre silencio. Sin esperar respuesta ya que estaba seguro que no recibiría alguna, giro el pomo abriéndose paso con el rechinar de las bisagras en sus orejas.
La oscuridad lo recibió con una leve astilla de luz solar que se colaba a través de una pequeña rendija entre las cortinas sobre la ventana. Dejando la puerta abierta permitiendo que la luz se hiciera presente se adentró el erizo ónix permitiendo que su mirada se adaptara al lúgubre lugar.
Ojos rojos examinaron la sombría habitación apreciando el desastre a su alrededor, la vista era similar a la planta baja solo que en lugar de una sala de estar se encontró con un pequeño escritorio abarrotado de quien sabe que cosas, por otro lado se encontraba un closet lleno de ropa hasta el tope dejando desparramar otra poca a su alrededor, repisas donde suponía que debían haber libros entre otras cosas se encontraban vacías dejando el contenido sobre el suelo alfombrado, una mueca se formó en su rostro al observar todo con mayor claridad y debido al olor a tierra y sangre que se mezcló con todo lo demás.
Dando una última mirada observo la pequeña mesita de noche donde se encontraba un marco boca abajo escondiendo la fotografía que portaba, junto a el se encontraban frasco que contenían medicinas recetadas.
Finalmente la mirada rojiza hizo contacto con la fuente de sus problemas. Sentado sobre la cama revuelta se encontraba el erizo azulado recargando su espalda sobre la cabecera, la derrota se palpaba en toda su forma aun después de su victoria. Hombros aleonados melocotón azulado estaban caídos dejando ver el cansancio en su dueño, púas una vez erguidas y orgullosas se encontraban caídas y opacas junto con todo el pelaje revuelto y enmarañado, ambas piernas azules estaban estiradas dejándolas descansar bajo las sabanas sucias y mal olientes, ambos pies estaban cubiertos por los característicos zapatos rojos que en ese momento no mostraban nada más que suciedad, ojos esmeraldas estaban ocultos gracias a que su dueño mantenía su cabeza baja perdido en sus pensamientos en un punto inexistente en sus manos enguantadas las cuales descansaban sobre sus piernas. A través de la jungla azul y melocotón logro observar las heridas llenas de tierra y sangre, he ahí el desagradable olor.
Conteniendo la respiración Shadow se quedó estático en medio de la habitación, la vista no era para nada reconfortante, no podía reconocer al erizo derrotado sobre la cama, era doloroso incluso para él observar en lo que se había convertido su rival.
Soltando un suspiro tembloroso, se aclaró la garganta, humedeciendo sus resecos labios se preparó para hablar.
–Pero miren a quien tenemos aquí –se escuchó la voz rasposa escurriendo en sarcasmo–. Pero si es la forma de vida perfecta. Dime ¿Qué te trae por aquí? ¿A qué se debe el honor de tu visita? –pregunto con burla mientras una sonrisa se extendía en su rostro.
Tratando de asimilar las palabras ojos rojos solo parpadearon "!¿Pero qué mierda?¡", fue en lo único que pudo pensar ante el amargo recibimiento.
–Vaya sorpresa parece que el gato te comió la lengua –prosiguiendo con el trato frió, Sonic solo se dedicó a mirar sus manos mientras pequeñas risas lastimosas salían de su garganta–. Vete de aquí Shadow no tengo el ánimo para soportarte –levantando su cabeza miro inexpresivo el techo sobre él mientras su sonrisa se extinguía–. No quiero tu lastima –gruño mostrando los dientes dejando en claro su molestia.
Tomándose un momento Shadow se dedicó solo a respirar, el ingrato erizo estaba presionando sus botones ante el trato cruel; sin embargo, estaba muy equivocado si creía que con unos cuantos insultos se desharía de él.
–Estas comportándote como un imbécil y ni siquiera he estado aquí por más de un minuto –dijo con voz monótona observando al obstinado erizo quien había sonreído una vez más.
– ¡Ah! ¿Verdad que no es bonito? ¿Dime que se siente que te desprecien a cada minuto del día cuando solo quieres ayudar? Es hermoso el karma ¿Verdad? –riendo como un loco dejo caer su cabeza a un lado sin apartar la mirada del techo–. Aunque pensándolo bien el karma es una mierda –dio a conocer frunciendo ambas cejas en pensamiento–. En realidad todo es escoria, la vida es muy injusta.
– ¿Crees que me importa? Despréciame todo lo que quieras Sonic, no me interesa –veneno se escuchó en sus palabras mientras apretaba los puños en ira pura.
– ¡Oh! Al parecer toque un punto sensible –dejando caer su cabeza nuevamente el joven héroe oculto su boca con una de sus manos amortiguando una risa sínica.
Rodando los ojos ante comentario absurdo se dedicó a tomar unas cuantas respiraciones calmando su burbujeante genio–. Y ¿Qué diablos te paso? –pregunto con curiosidad al ver el desastre que era.
–Oh ya sabes, salí a correr –presunción gritaron sus facciones mientras se encogía de hombros tomándole menor importancia al tema.
La tristeza reflejo el rostro de Shadow al escuchar las palabras, verlo tan indiferente respecto a su situación era chócate, tanto que por un momento se arrepentía de haber hecho la pregunta.
–Vasta, no me mires así –la amargura se hizo presente cuando ambas cejas azuladas se fruncieron en molestia–. No me mires.
Asombro fue la respuesta del erizo ónix, después de mucho tiempo si no desde el principio desde que conoció a su igual, nunca había sentido lastima, nunca mostraría tal sentimiento, debido al hecho que sería un insulto hacia el otro y por más odio mutuo que sintieran nunca lo despreciaría; sin embargo, en esa ocasión en un descuido imprudente se atrevió a mostrar compasión sin medir las consecuencias de su acto.
–No te atrevas Shadow, no tú, no me des la misma mirada que me dan los demás que no te queda –la ira y frustración se escurrió por el borde junto al sarcasmo. Puños enguantados temblaron mientras el rechinar de los dientes perlados inundaba la habitación con el lastimoso sonido.
–Tú no eres así Sonic –ahogándose con su propia saliva apenas logro pronunciar la oración. Cuerdas vocales se negaban a hacer su función debido a la tensión expuestas, agua el vital líquido fresco era lo que rogaba su reseca garganta provocando pequeños gruñidos de mal estar ante la rasposa sensación.
– ¿En qué te has convertido? –el susurro se escuchó a través del respirar trabajoso de ambos, orejas azuladas captaron la oración ocasionando que una mueca sínica se pintara en los labios melocotón.
– ¿Qué te importa? Es mi vida y no es de tu incumbencia –una carcajada faltante de gracia le siguió provocando pequeñas convulsiones en el azulado cuerpo revolcado entre las sabanas sucias mientras su dueño en un intento poco convincente trataba de amortiguar mientras enterraba su rostro entre sus manos.
– ¡Oh no! Ahí estas equivocado idiota, es de mi incumbencia desde que arrastraste a Tails a tu mierda lastimosa –ojos rojos llameantes fulminaron al erizo azul cuando su dueño soltó las palabras sin tacto alguno. Shadow estaba hirviendo en furia mal contenía ante el comportamiento del otro y no se detendría hasta que lograra meter un poco de razón en esa cabeza de espinas azuladas.
La risa se detuvo abruptamente, el silencio inundo el lugar y por un momento Shadow tuvo temor de romperlo.
–No metas a Tails en esto –la sentencia fue fría causando un escalofrió a través de la oscura espina dorsal hasta su cola, púas negras y rojas se levantaron en señal de defensa.
–No tienes derecho a exigir, estas arrastrando al niño porque no puedes cuidar de ti mismo, estás haciendo su vida miserable –exponiendo la verdad sin adornar la lastimosa realidad se esforzó por hacer entender al otro. Shadow no lo engañaría, todo era un desastre y Sonic no tenía la culpa, pero el erizo no estaba manejando las cosas de la mejor manera, y si seguía ese camino de auto destrucción no llegaría a ningún lado y solo la situación empeoraría.
– ¿Estas culpándome? –la emoción en su voz se había escapado en esa cuestión, ojos verdes miraron la pared que tenía enfrente perdiéndose un momento en sus pensamientos dejando ver la miseria acumulada en el pequeño cuerpo azulado–. Yo no quería esto, yo no lo pedí.
–Nadie lo quería, yo… entiendo…
–No, no entiendes, nadie nunca entenderá –interrumpió el menor con amargura cansándose de la tediosa conversación.
–No puedes seguir así Sonic, necesitas a alguien que te ayude y Tails no puede hacerlo solo –palabras suaves salieron de sus labios, después de mucho tiempo desde su tiempo con María no había usado ese tono de voz, pero era necesario romper por una vez sus reglas debido a la desesperación que sentía.
–Entonces ahora soy una carga –escupió venenoso mientras una pequeña sonrisa lastimosa se colocaba en sus labios y orejas cobalto se inclinaban defensivas.
–Yo nunca dije eso.
– ¡No me hagas reír Shadow! Y dime ¿Quién se supone que debe cuidarme? ¿Tú? Que acaso ya se te olvido que le sucedió a la última persona que estuvo bajo tu cuidado –burla pura junto al sarcasmo se escurrió en la declaración, ojos rojos se abrieron en consecuencia, dejando ver lo herido que se encontraba su dueño, la traición se dibujó en todo su rostro y por un momento rogo a cualquier dios porque sus oídos hubieran escuchado mal.
– ¿Sabes? Aunque pensándolo bien debería quedarme contigo tal vez y así muera más rápido ¿no lo crees? –el alivio se apreció en la sentencia ignorando las consecuencias.
Sacudiendo la cabeza Shadow negó con vigor, negándose a creer que Sonic, el dulce y tierno Sonic, el erizo al cual le había confiado sus más profundos secretos estuviera hiriéndolo de la peor manera: burlándose de lo que más amaba, abriendo las heridas de su pasado, manchando la memoria su amada María, pisoteando su dolor, escupiéndolo pasando por encima de él destrozando todo a su paso.
La imagen del sonriente erizo azul, las dulces y comprensibles miradas, su aura protectora, todo lo bueno que era se desvaneció en un instante, estropeado la hermosa imagen con el sucio color sangre nublando su juicio.
La ira se hizo cargo, la tristeza se escurrió grotesca susurrándole al oído como había sido traicionado. Dejándose guiar por sus oscuras emociones arremetió contra el erizo azul; tomándolo por el cuello lo estrello sin piedad contra la pared, levantándolo sobre sus pies acorralándolo en la pared junto al ventanal.
Un bufido salió de los labios melocotones al quedarse sin aire debido al impacto, manos enguantadas logro sentir sobre su cuello impidiendo el paso del preciado oxigeno mientras estas se tensaban con cada minuto que pasaba; sin embargo, Sonic no lucho, brazos flácidos se encontraban a sus costados al momento que se encontraba suspendido por encima del suelo gracias al fuerte agarre.
¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! , Su mente se tambaleaba alrededor de la pregunta, mientras ojos rojizos se humedecían negados a dejar caer el líquido salino. La luz y oscuridad jugaba en el lugar gracias al zangoloteo sobre su presa golpeándolo una y otra vez sobre la pared provocando que las cortinas bailaran dejando entrar un poco de luz al lugar.
Sonic era un muñeco sin vida dejándose manipular a su antojo y no lo entendía. Estaba furioso y sobre todo herido, pero una parte de él quería que el otro se defendiera, que le suplicara que se detuviera; sin embargo, ahí estaba la misma respuesta.
El movimiento y el ruido en el lugar se detuvo dejando tras de sí un silencio sepulcral, ojos rojos miraron consternados la figura floja sobre sus manos cuando un travieso rayo de sol se coló a través de las cortinas permitiendo apreciar su rostro, la tranquilidad que despedía aquel erizo era extraordinaria. Ojos esmeraldas estaban ocultos bajo su manto cobalto mientras su dueño mostraba una sonrisa satisfecha sobre su rostro causando que la ira nuevamente se elevara por un momento, debido al claro descaro y burla de su amo, pero Shadow se contuvo de nueva cuenta analizando cada emoción en aquel semblante.
El miedo se apodero de sus características al entender aquel rostro pacífico y búrlenlo. Púas negras bailaron en negación y horror, ojos escarlatas reflejaron desconsuelo mientras erizo ónix bajaba a su presa sobre sus pies colocando ambas manos sobre los hombros cobalto melocotón.
Sonic se sorprendió ante al acto de su rival. Púas traseras se encontraron con la pared permitiéndole a su espalda recargarse sobre ella mientras era colocado sobre sus pies y manos oscuras se colocaban sobre sus hombros con un agarre sorprendente, debido al trato gentil por primera vez se permitió mirar al erizo frente a él.
Atragantándose con su propia saliva miro como el par de ojos esmeraldas se dignaban a mirarlo desde que llego a ese lugar o eso intentaban, ya que el par de gemas una vez llenas de vida se encontraban opacas recordándole la desgracia.
Sonic estaba ciego…
Finalmente sus travesías lo habían alcanzado cobrándole una muy cara factura, y Sonic estaba sufriendo, matándolo lentamente, porque no solo su vista se había ido si no también su velocidad, su amada velocidad, todo lo que era le fue arrebatado, después de meses de tortura y una dura batalla Sonic había perdido, aun después de su fascinante victoria.
Sonic estaba ciego…
Nunca vería nuevamente brillar esas hermosas gemas…
Porque Sonic estaba ciego…
Una exhalación estrangulada se escuchó en el lugar proveniente del macho oscuro en un intento inútil de respirar. Era un cobarde, era uno y muy grande, porque después de un largo mes se había negado a visitar a la bella creatura azul, debido al miedo de mirarlo, debido al miedo de ver en que se había convertido, debido al sufrimiento del erizo, no soportaba mirar esos ojos vacíos y la miseria pintada en sus cansadas facciones.
–Se lo que estas intentando –después de una larga pausa Shadow tuvo el coraje para hablar con voz inestable, reuniendo cada una de sus emociones se preparó para sus siguientes palabras, apretando el agarre sobre el erizo frente a él aclaro su garganta–. No voy hacerlo.
Ojos verde opaco parpadearon en pérdida total mientras el par de orejas azuladas se alzaban tratando de comprender a su compañero.
– No me importa lo que digas, no me interesa ser herido –declaro con voz inestable mirando el vacío en los ojos que tanto amaba–. Digas lo que digas, no terminare el trabajo por ti.
Labios melocotones temblaron mientras las manos enguantadas se convertían en puños dejando en claro la frustración y derrota de su dueño–.Yo…
–No voy a matarte Sonic, no lo hare.
–Yo quiero morir… –un nudo insoportable se formó en su garganta impidiéndole hablar, por segunda vez en su vida Shadow sintió un dolor insoportable, las emociones en su interior lo herían al igual que las palabras de su doble.
–Tu… tu siempre quisiste desacerté de mi –le recordó con voz desconsolada dejando ver en su cara las emociones amargas–. ¡Eres un hipócrita! –grito desgarrador resonó en toda la habitación provocando que ojos opacos se volvieran cristalinos debido al dolor acumulado–. ¡Ahora que tienes la oportunidad!, ¡ahora que yo te lo pido no quieres matarme! –puños enguantados se estrellaron contra el cofre blanco de Shadow dejando tras de sí un entumecimiento ensordecedor.
– ¡¿Cómo te atreves?!
La lluvia de golpes no se detuvo, furiosa y escandalosa siguió con su cometido arremetiendo en esa ocasión en el rostro inexpresivo de Shadow, sin defenderse dejo que el histérico erizo siguiera con su tarea aceptando todo el dolor como castigo por su cobardía, por su equivocación y cada uno de sus errores, si tan solo hubiera sido más rápido , el pensamiento paso por su mente mientras su rostro se inclinó a un lado debido a un golpe en su mandíbula, Nada de esto estuviera pasando .
– ¡¿Por qué me haces esto?! –la cuestión revoto en las paredes del lugar ensordecedora y desgarradora.
Brazos negros se aferraron a la figura azul en un fugaz abrazo tranquilizador, Sonic se revolcó en su interior tratando inútilmente de zafarse del fuerte agarre–. ¡¿Por qué ahora que lo perdí todo decides estar a mi lado?! –continuo la lucha por unos minutos más hasta que las rodillas le fallaron cayendo al suelo alfombrado como una muñeca rota sostenido por los fuertes brazos.
– Te odio –la amargura y desprecio se arrastró en las palabras. Puño enguantado siguió golpeando el pecho blanco; sin embargo, la intensidad del golpe se redujo a una suave caricia debido a la falta de energía.
–lo se… –contestó Shadow con voz tranquila mientras recargaba su mentón en la coronilla de pelaje azulado sosteniendo al joven héroe manteniéndose a su altura cayendo de rodillas a su lado.
–Te odio tanto Shadow… –finalizado su forcejeo, Sonic se permitió recargar su mejilla sobre el pelaje blanco con la mirada perdida.
–Lo se Sonic… –repitió como un mantra en un intento de arreglar todo, por un momento miró la pared frente a él para después ocultar el par de jemas rojizas angustiadas bajo su manto oscuro, cejas negras se fruncieron mientras labios bronceados se apretaban en una línea dolorosa.
–Te odio…
–"Me gustas…"
Rodeado de la bella naturaleza, donde se encontraba ese viejo árbol y el hermoso lago, rodeado de flores y verde pasto, se encontraban ambos erizos a la luz del sol mientras sus púas eran sacudidas por el fresco viento.
–Me gustas…
En medio del grande espacio solitario se escuchó la dulce confesión tomándolo por sorpresa mostrando su asombro e incertidumbre en sus grandes ojos rojos.
Por primera vez fue capaz de apreciar la vulnerabilidad del otro. Orejas azules contraídas y mejillas sonrojadas demostraban su vergüenza junto al molesto tic inquieto en su pie y ojos verdes negados a mirarlo, manos nerviosas jugaban con el dobladillo de los guantes denotando la incomodidad.
Shadow no dijo nada, no sabía cómo contestar, su cerebro proceso las palabras y por primera vez en su vida se quedó en blanco.
Ojos esmeraldas finalmente se dignaron a mirarlo después de una larga pausa de silencio y se asombró por el hermoso brillo que en ese entonces poseían; la vida se reflejaba junto al amor puro e inocente. Una sonrisa cagada de un afecto que no se sentía merecedor se dibujó en el colorido rostro iluminando todo a su paso, jurando por un momento que su corazón se detuvo.
–Shads…
Si hubiera sido valiente en ese entonces…
–No tienes que decir nada…
Hubiera estado a su lado…
–Solo quería que lo supieras…
E Infinite no habría sido capaz de arrebatarlo de sus manos…
–Quiero morir…
Un silencioso sollozo salió de su cerrada garganta, todo era su culpa, después de todo fue la causa de la furia de Infinite, abandono a Sonic cuando más lo necesitaba y no fue capaz de salvarlo.
– No digas eso –suplico por primera vez en su vida dejando escurrir la tristeza. Ojos rojos se cerraron con furia luchando en una batalla contra las lágrimas.
– ¿Por qué no? –cuestionó con voz hueca mientras sus opacos ojos se cerraban y una desolada sonrisa se colocaba en sus labios. Cuerpo azulado se acurruco en la calidez que le proporcionaba erizo ébano provocando un leve cosquilleo sobre su rostro enterrado en el suave pelaje blanco–. La vida me ha quitado mi libertad.
El agarre alrededor del erizo cobalto se tensó ante las palabras, hocico bronceado se enterró por encima del pelaje y púas revueltas de Sonic.
–Si la vida me la arrebato, tal vez la muerte pueda regresármela… –la tranquilidad en su voz era abrumadora ya que, Sonic no lloró, nunca lo hizo y al parecer no iba a empezar a hacerlo, en lugar de tristeza y miedo reflejo tranquilidad al pensar en la muerte, y eso lo asusto porque por primera vez no sabía qué hacer.
Shadow había visto muchas cosas, se había enfrentado a la muerte, a la desesperación y al dolor de perder a María, había hecho frente a muchas situaciones; sin embargo, no estaba preparado para eso…
Continuara…
Notas finales:
Bueno espero que haya sido de su agrado, me gustaría saber su opinión de esta nueva historia, a comparación de las otras dos de este género que estoy escribiendo, esta será más corta, no puedo decir cuentos capítulos se llevara, debido al hecho que se me ocurre ideas locas debes en cuando.
Si desean que continúe con ella déjenmelo saber en los comentarios dependiendo de la cantidad que reciba decidiré si seguir con ella o no.
Sin más que decir me despido gracias por su amable atención ¡Saludos!
