Prologo.

Dolía ¿no es así? Dolía tanto que lo único que pude hacer fue sellar aquellos sentimientos. Cada día estuvo yendo de llanto y este dolor comenzó a transformarse poco a poco en miedo, tuve que hacerlo de lo contrario no podría seguir adelante, dejar el pasado atrás y seguir caminando hacia adelante, era fácil de decir, sin embargo el dolor seguía apareciendo contantemente como un fantasma, la herida logro ser tan profunda que nunca logro sanar completamente. Era la primera vez que había amado a alguien, era la primera vez que sentía que había encontrado un nuevo sentido a mi vida, y aunque nada fue perfecto siempre di lo mejor de mí por ver una sonrisa en su rostro, porque esa era mi felicidad, le di tanto a el que me olvide de mi misma, y al final… ¿de qué sirvió?

El amor que entregue fue pagado con traición y el dolor que vino con esta marco mi alma y cuerpo llevándome a tomar la decisión de encerrar dentro de mi cualquier mínimo deseo y sentimiento de volver a estar con alguien, nadie jamás volvería a lastimarme, nadie jamás se atrevería a tocar mi corazón y jamás volvería a derramar ninguna lagrima, ningún ser humano lograría abrir la cerradura con la que con tanto esfuerzo cerré mis sentimientos al mundo.