El suave sonido que emiten las máquinas y el constante pitido del monitor logran calmarme un poco. Estoy sentada en la misma silla cubierta de cuero marrón tan incomoda que se encuentra al lado de su cama, cogiendo su pequeña mano y entrelazando nuestros dedos. El constante sonido en la habitación me dice que él sigue vivo y que aún hay esperanza de que se ponga bien. Algún día, pero hoy no.
"Estoy haciéndome el valiente para mama, pero estoy muy nervioso" Le confieso en voz baja, apoyando mis codos en un lado de su cama mientras me acerco más a él para contarle mis secretos "La universidad de Trost...se trata de algo muy importante ¿sabes? Pero esta muy lejos. Me preocupa dejaros aquí solos".
Angelo sigue quieto, sin responder a ninguna de mis palabras. Cada vez le crece más ese pelo grueso y rizado e incluso parece que es más alto, a pesar de esta tumbado en la cama del hospital. Esto lleva así desde hace dos meses, y mientras me siento aliviado por el susurro que hace la máquina que le ayuda a respirar y el monitor muestra que tiene un pulso constante, también es nauseabundo. Angelo, él ni siquiera puede respirar por sí mismo, no puede ni levantarse, incluso si la mayoría de sus heridas ya están curadas.
"Esto es bueno para nosotros"Digo finalmente, intentando convencerme más a mi que a él. "Cuando me gradué y tenga un buen trabajo en un hospital, seré capaz de poder cuidaros a ti y a mama. No más facturas del hospital, no más comas... será como antes, solo que mucho mejor."
Suspiro dándome por vencido, miro el reloj de mi muñeca. Casi estamos a mediodía, y mi tren sale en menos de una hora. Empujo la silla hacia atrás, logrando estirar mis piernas antes de agacharme para dejar un delicado beso en la frente de mi hermano pequeño.
"Deséame suerte, Angelo" Le susurro, sonriendo mientras revuelvo su pelo. "Cuídate. Te vendré a visitar esta semana y te contaré todo sobre la universidad."
Cojo mi maleta encaminándome hacia el exterior, parándome un instante para mirar atrás, antes de abandonar la UCI y entrando en el ascensor. Una enfermera en la recepción me sonríe con simpatía mientras me voy, inclino mi cabeza a modo de agradecimiento, esforzándome por darle una sonrisa. Aún así es duro, sobretodo si estas en la peor parte del hospital. La UCI es donde muchas personas no lo consigan, de hecho que Angelo este ahí por quien sabe cuanto hace que mi estomago se revuelva.
El camino desde el hospital hasta la parada de bus es corta y ya me se la ruta de memoria después de todas esas visitas que le hago a Angelo. Espero pacientemente, pateando distraídamente a la acera hasta que el autobús llegue. Sin mucha atención reviso si tengo algún mensaje en el móvil, pero no hay ninguna que me distraiga demasiado. No puedo parar de pensar en el hecho de que hoy voy a mudarme a la universidad de Trost, donde viviré durante todo el año.
La universidad de Trost e una de las mejores. De hecho que alguien como yo entre ahí es bastante impresionante, sobretodo considerando que mi madre no conoce al decano y que si he entrado es gracias a mis buenas notas.
Pero también esta a cuatro horas en tren. Lejos de mi madre soltera, que se esfuerza en pagar el alquiler de nuestra pequeña casa y las facturas del hospital. Sin ayuda del dinero que yo le daba gracias a mi trabajo, me preocupa que ella se explote a si misma. Aún así se que si no voy este año, perderé mi oportunidad y nunca podré estudiar para así en un futuro poder cuidar de ellos.
Suspiro de nuevo. Últimamente he estado haciendo esto un montón. Me hago una nota mental de que tengo que dejar de hacerlo si quiero conseguir algún amigo cuando llegue a la uni.
El autobús se asoma por la curva y yo saco mi abono para pasarlo por el scan mientras entro, dirigiéndome hacia la parte trasera para sentarme. El paisaje del exterior pasa rápidamente y yo mientras muevo mis dedos sobre mis pierdas mientras espero llegar a mi parada. El hospital esta solo a diez minutos de viaje de la estación de trenes, y cuando finalmente me levanto para bajar siento como mis piernas tiemblan.
El conductor del autobús me sonríe mientras me bajo y yo intenta hacer lo mismo, aunque es una sonrisa lamentable.
Durante todo el viaje me siento al lado de la ventana, mirando por esta. Intento pensar en cualquier otra cosa que no sea conocer a mis compañeros de piso en la residencia y perderme en el recinto universitario. Primero intento leer, pero me doy cuenta de que eso va a ser difícil. Después me pongo a escuchar música para intentar calmarme, pero aún así no logró calmarme y me veo forzado dejar eso. Finalmente me propongo dormirme, sin embargo no puedo mantener mis ojos cerrados el suficiente tiempo como para dormirme, aunque consigo adormilarme un poco durante unos quince minutos.
Cuando el tren para en Trost, cojo mi maleta de la rejilla portaequipajes y salgo para entrar en la estación. Hace un día bastante bonito, se siente un poco el frío del otoño pero no molesta y las vistas de la cuidad son preciosas. No puedo evitar admirar esos edificios enormes que hacen honor al nombre de rascacielos – No se parece en absoluto a mi hogar. Toda la estación esta ajetreadra y hay tantas personas en esta que me siento mareado.
Abandono la estación y me encuentro con unos cuantos coches y buses lanzaderas. Me acerco a la lanzadera más cercana; ya que estos son mucho más baratos que un taxi.
"¿Hacía donde se dirige?" Me pregunta el conductor, sosteniendo una tablet en su mano con la aplicación del GPS abierta.
"A la universidad de Trost" Le contesto, alzando mi cabeza. Mis nervios han sido sobrepasados por la emoción mientras miro todas las cosas tan increíbles y diferentes que hay a mi alrededor. Observo como el conductor se sienta y se prepara poniendo la dirección y esperando a que le de la ruta. Al parecer hay otras cuatro personas a las que tiene que llevar, pero yo soy el segundo.
"Trost ¿eh?"Dice un hombre joven mirando hacia mi dirección. Con una sonrisa llena de emoción en mi cara asiento con la cabeza. "Que bien. Es una de las mejores universidades que tenemos por aquí."
"Lo se señor" Le contesto con el tono más animado que puedo.
El señor me sonríe y señala mi maleta. "A juzgar por tus ánimos diría que eres del primer curso."
"¡Sí, lo soy!" Apenas puedo retener las emociones que me asaltan en ese momento. Me muevo en mi sitio, ansioso por salir de este autobús y andar, para así poder ver la cuidad que sera mi hogar durante todo un año.
"Bueno, mucha suerte chico." Me contesta el hombro mientras el autobús para en un polígono industrial. Él es el primero es abandonar el bus, saludando con su mano para despedirse.
El bus continua circulando por las ajetreadas calles de Trost. Desde la ventana observo como las personas caminan y se dirigen a las pequeñas tiendas y cafeterías para la hora de comer. Incluso pasamos delante del Hospital traumático de Trost, el hospital en que algún día seré residente y donde llegaré a ser un cirujano.
Esta vez suspiro con felicidad mientras me imagino a mí mismo siendo un doctor, dando a mi madre y a Angelo una buena casa aquí en Trost. Todo podría ser mucho mejor si me tomaba el tiempo suficiente para estudiar.
"Universidad de Trost" Anuncia finalmente el conductor, apartando al lado de dos pilares enormes que sostienen el letrero de "UNIVERSIDAD DE TROST" y nada más verlo siento que mi estomago se encoge de nuevo. Salgo del autobús, dándole gracias al conductor mientras saco mis cosas. Poco después el sonido del autobús se ha ido y estoy delante de mi futuro con nada más que una maleta.
Así que doy mi primer paso, sintiendo como la piel se me ponía de gallina y las mariposas de mi estomago revolotear.
Camino por el campus durante unos veinte minutos intentando encontrar el edificio de mi dormitorio. Consigo encontrar la común y comedor, donde muchas personas están tumbadas por ahí, otros juegan a videojuegos en la gran tele de plasma y comen pizza, también logro encontrar el edificio de la biblioteca, que es precioso con grandes pilares de piedra y estanterías que van desde el suelo hasta el techo. Pero ninguno de estos sitios son mi dormitorio, así que sigo caminando por ahí, sabiendo que debo darme prisa encontrarlo porque con la caída del sol ya esta empezando a hacer frío.
Me paro para entrar en otro edificio, el edificio Jason C. Black, esperando poder preguntarle a alguien ahí por las direcciones. Los pasillos están casi vacíos, así que sigo caminando hasta toparme con un salón lleno de sofás y mesas para que los alumnos puedan estudiar cuando quisieran.
Mis ojos se fijan en un flyer que esta en la pared más cercana a mi y me acerco un poco para poder fijarme mejor en este. Posar para clases de arte, inconscientemente asiento, dándome cuenta de que pagan muy bien. No suena mal.
"¿Estás interesado en ser modelo?" Dice una voz en en bajito detrás mi. Salto un poco, girándome y alzando mi cabeza para mirar a el chico. El es más alto que yo, para ser exactos es una cabeza más alto que yo y su color de pelo era oscuro. Llevaba puesto ropa para el gimnasio con una toalla colgando de su hombre y se le veía sudoroso – obviamente debía haber venido de correr.
"Yo, bueno, no estoy seguro," Me encojo un poco un tanto incomodo. "Quiero decir ¿Sería valido para hacer eso?
El chico me mira de arriba a abajo- ¡Literalmente! Para una simple pose que utilizaría como referencia un alumno de arte, parecía demasiado sencillo e incómodamente cambio el peso de mis pies. Finalmente su mirada oscura se choco con la mía y me ofreció una pequeña sonrisa.
"Serías perfecto" Me dice "A todo esto, soy Berthold. Me encargo de conseguir modelos para los de primer y segundo curso en la carrera de artes."
Me ofrece su mano para que la agite y lo hago con gusto, aunque me doy cuenta de que sí es un poquito sudoroso. "Soy Marco Bodt" le respondo con amabilidad." De hecho ¿Podrías decirme donde están los edificios de los dormitorios?
"¡Claro" ¿En que edificio vas a residir?"
Saco un papel arrugado de mi bolsillo y lo aliso contra mi cartera. Mi horario de clases también está escrito ahí, en la parte de abajo, están escritas las palabras Dormitorio Rose.
"Rose" Contestó de nuevo, esta vez doblando como es debido el papel y poniéndolo de nuevo en mi bolsillo. "Es que estoy un poco... abrumado. Este campus es enorme."
Bertholdt sonríe de nuevo y, notando el sudor que caía de su frente, se lo quita con la toalla. "De hecho, tengo unos cuantos amigos que residen ahí. Acabo de estar ahí durante un rato. Podemos andar juntos hacía ahí, si quieres, para que así no te pierdas de nuevo."
"Eso sería genial ¡Muchas gracias!"
Sigo a Berthold hasta que salimos del edificio Jason C. Black y me guía atravesando el campus sobre un puente. No puedo parar de mirar a mi alrededor, alucinado por lo grande que es este sitio - Es como si fuera un mundo completamente diferente de mi hogar. Arrastro mi maleta mientras intento mantener el rito de mi guía, aunque es un poco difícil mantener su ritmo cuando ni le lejos mis piernas son tan largas como las suyas.
Llegamos a un edificio bastante alto hecho de piedra blanca y un azul pálido. Berthold usa su DNI para pasar por la puerta y le sigo. El vestíbulo es como una especie de hotel – hay algunos sofás, una buena tele y una estación para ordenadores. Incluso hay una recepción donde una chica bajita con cabellos rubias esta sentada. Nos mira y sonríe con entusiasmo, saludando con la mano a Bertholdt.
"Hola Christa" Le dice el más alto mientras se apoya contra el recibir. "Me estaba preguntando si podrías hacer le favor de encontrar la habitación de Marco."
"¡Por supuesto! La chica - Christa - contestó con animo. Me dirige sus sonrisa y le da a clic a la pantalla, haciendo que se ilumine. "¿Cuál es tu apellido, Marco?
"Bodt" Nada más decírselo lo escribe.
"Tu habitación esta en la 432. Esta en el cuarto piso y hacia la derecha." Me ofrece una llave y vuelve a sonreírme. "El ascensor y las escaleras están en esa dirección".
Berthold también me sonríe y mira el número de mis llaves. "Eres compañero de habitación con mi novio,"Al decírmelo siento como mis mejillas se sonrojan. Ni siquiera me había dado cuenta. "Hace nada que estaba ahí. El otro chico parecer ser legal también ¿Quieres que andemos juntos hasta ahí?"
Avergonzadamente asiento porque me siento nervioso de nuevo y de alguna manera, Berthold me da un poco de confort. Nos dirigimos hacía el ascensor juntos, una vez que estamos dentro le presiona al número cuatro. Es un viaje corte, pero cuando las puertas se abren siento como mi estomago de un vuelco. Tiro de mi maleta, andando con Berthold por el pasillo. Entonces, finalmente nos encontramos ante la habitación 432.
Utilizo mi llave para abrir la puerta.
"Hey ¡Ya has vuelto!" Un alto, rubia y muy musculoso hombre nos dice mientras entramos en la habitación. Cierro la puerta detrás de mi y dejo mi maleta ahí, observando como los dos hombres se abrazan y el rubio besa al más alto. Debe de ser su novio, pienso mientras analizo la habitación con mis ojos.
Hay un cuarto de baño que es bastante básico con dos puertas – una da a una habitación con dos camas y una mesa, y la otra llevaba una habitación con una cama y una mesa. Mientras miro alrededor siento un escalofrío en la parte posterior de mi cuello, y siento como si alguien estuviera observándome. Antes de lo que me esperaba, mis ojos se encontraron con otro par de ojos marrones que me miran a mi con el ceño ligeramente fruncido.
Esta sentado en la silla junto a la mesa de la habitación con dos camas, mirándome. Es delgado y alto, aunque al parecer yo le saco un par centímetros, lleva un corte de pelo extraño, rapado por abajo de color negro y arriba tiene un tono de marrón muy claro. Sus facciones son afilada – una nariz puntiaguda, con un mentón también puntiagudo y hasta sus labios están en una fina linea – y eso le hace que me intimide bastante.
"¿Quién coño eres tu?" Me dice, aunque por su tono de voz no se si esta siendo cruel o intenta ser amable
"S-soy Marco" Carraspeo un poco, sintiéndome incomodo con la manera tan irritada en la que me mira. "Em, voy a residir en esta habitación."
Sus cejas se juntan y mira al chico rubio y a Berthold como esperando una explicación.
"Oh mierda ¡Lo siento Jean!" Dice el rubio con una risa muy sonora. "Berthold no es nuestro compañero de habitación. Pero estará tanto tiempo aquí que pensarás que lo será."
El chico, Jean, me vuelve a dirigir la mirada. Antes de que me pueda sentir demasiado incomodo bajo su mirada, el rubio se pone delante de mi vista, bloqueando la mirada de Jean. Pone una mano sobre mi hombre y siento como mis nervios se disipan por que al menos me está sonriendo.
"Soy Reiner, encantado de conocerte, Marco" Me saluda, dándome la mano y sacudiéndola con firmeza
"Lo mismo digo" Logró decir educadamente. "¿Cuál sera mi habitación"
"Bueno, dado que yo fui el primero en llegar aquí, ya he reclamado la habitación individual para mi," Me explica Reiner, rascándose la nuca. "Así que tú y Jean compartiréis habitación"
Trago nervioso mientras vuelvo a mirar a Reiner y de nuevo a Jean. Ya no me esta observando y en cambio esta escribiéndole a alguien desde su móvil, con una expresión aburrida en su cara. Puedo ver que ya ha elegido su cama y que ha deshecho un poco su maleta.
"Esta bien" Lo digo como si no suponiera ningún problema, pero he de admitir que me ponía un poco nervioso porque Jean no parecía ser el tipo de chico al que le caería bien.
Reiner y Berthold se dirigen hacia su habitación y cierran la puerta, dejándonos a Jean y a mi solos. Cojo mi maleta y la pongo sobre la cama para colocar lo que me he traído. Hay un pequeño armario para mi ropa y las pongo ahí de forma ordenada, ignorando la sensación de que Jean esta observando todo movimiento que hago, y me hago la cama con las sabanas y mantas de mi casa.
No me he traído muchas cosas, solo necesito un par de minutos para deshacer todo. Después pongo mi maleta sobre mi cama, abriendo mi boca para intentar empezar una conversación con mi nuevo compañero. Pero cuando le miro de nuevo, lleva los auriculares puestos y me esta dando la espalda, mientras esta escribiendo o dibujando sobre un cuaderno sobre la mesa.
Suspiro, tumbándome sobre mi cama. Tal vez mi futuro no es tan maravilloso como me esperaba.
A la mañana siguiente despierto pronto. Es el primer día de clase y eso me hace sentirme de los nervios de nuevo. Me tomo mi tiempo poniéndome mi ropa favorita, mi sudadera verde, para sentirme más cómodo, sin embargo por alguna razón hoy pica. Después de lavarme la cara y cepillarme los dientes, me pongo a preparar mi bolsa con mis libros, los cuadernos, los bolis y los lápices lo más ordenado posible, para que mi mente se deje de centrar en el sonido del reloj.
Jean duerme hasta el último minuto posible antes de levantarse para ir a clase. Cuando la alarma de su teléfono comienza emitir heavy metal a todo volumen, doy un salto sobresaltado y el pone su dedo sobre su móvil, moviéndolo hasta que deja de sonar. Observo como se revuelve debajo de su manta antes de abrir sus ojos y luego entrecerrarlos a causa de la luz del sol.
Miro hacia otro lado, mordiéndome la parte interior de mi labio, ya que no estoy seguro si debería de decirle buenos días o no. El es muy gruñón, incluso anoche no hablamos nada después del lío que tuvo pensando que Bertholdt era su tercer compañero de habitación.
"¿A que hora tienes clase?" Murmura soñoliento, estirándose mientras sale de la cama.
"¿Me lo dices a mi?" Pregunto estúpidamente, mirando alrededor. El solo me mira con sin ninguna expresión y yo toso sobre mi puño de manera incomoda. "A las nueve y media en el laboratorio de ciencias."
Jean asiente y se dirige hacia el baño para prepararse. Durante los siguientes veinte minutos me siento en la cama jugando con mi móvil, mirando a la pantalla para distraerme. No tengo ningún mensaje de texto de mis antiguos amigos, y no es como que tenga uno de esos nuevos IPhones tan guays, así que no tengo internet en el móvil. Suspiro de nuevo, poniéndolo en mi bolsillo de nuevo y mi mochila sobre hombro.
Tal vez deba de ir dirigiéndome hacía allí un poco antes para que no me pierda de nuevo, decido finalmente, poniéndome mis zapatos negros que deje en la puerta. Estaba justo apunto de irme, cuando Jean sale del baño con nada más que una toalla alrededor de su cintura y el cepillo de dientes entre sus labios.
Me mira a mi, totalmente preparado para irme, y luego a el reloj sobre la mesa.
Por alguna razón, aunque el no me ha preguntado, siento como si le debiera una explicación. "Voy a irme antes para que así no me pierda," Se lo digo y el se encoge de hombros, andando hacía su armario y sacándose unos vaqueros oscuros y una camiseta con una chaqueta vaquera puesta por encima de esta. "Em, bueno te veré luego."
Salgo de la habitación cuando esta apunto de vestirse y ando con prisa por el pasillo para llegar a el ascensor. Espero unos minutos a que este llegue, en el momento en el que la puerta se abre y yo entro, veo a Jean andando hacia mi dirección con una bandolera colgando sobre su hombro y sus manos en los bolsillos. Dejo la puerta abierta para que luego él no tenga ninguna razón por la que odiarme, y entra dentro.
El viaje en el ascensor solo reina el silencio entre nosotros, aunque hay una musiquita bastante agradable de fondo. Muevo mi pie un poco y el me ignora, y eso es a lo máximo que a lo que nuestra amistad ha llegado.
Ambos salimos del edificio y nos dirigimos hacia la misma dirección, hacia el puente. El laboratorio de ciencias se encuentra entre el edificio Garrison y recuerdo haber pasado por ahí ayer, cuando estaba perdido en el campus. El que va encaminado la dirección sigo siendo yo, andando un poco más lento cuando admiro toda la arquitectura y lo bonito que es este campus. Hay estudiantes sentados afuera en unos bancos hablando y riendo; gente montando en bicicleta por el campus y incluso algunos que van en coche que parecen bastante amigables.
"¿Estás siguiéndome o que?" Dice Jean, girando su cabeza para mirarme sobre los hombros. Le miro a él y luego al edificio Garrison, que esta justo delante de mis narices, y niego con la cabeza.
"No, mi clase esta en este edificio," Le digo, ralentizando mi ritmo. Él se detiene y me me mira, forzando su vista como si estuviera intentando ver a través de mi. "¿Qu-qué?"
"Mi clase también esta aquí," Dice finalmente antes de meterse dentro. Le sigo y aclaro mi garganta un tanto avergonzado mientras, una vez más, nos montamos en el mismo ascensor."¿A qué clase vas a ir?"
"Química con el profesor Pixis."
Jean alza una ceja una ceja y contesta, "Yo también."
Mi estomago se revuelve cuando el ascensor se detiene. Por un lado, debería estar contento de tener al menos un rostro familiar en mi primera clase para hacer que transición no me tanto...miedo. Pero por otro lado, el hecho de que sea Jean hace que me ponga aún más nervioso, porque no se si le caigo bien o no.
Tal vez es que solo tiene pinta de gruñón, me intento convencer a mí mismo a la vez que andamos juntos por el pasillo. Con andar juntos, me refiero a que ando detrás suya porque es un pasillo estrecho y lo último que quiero es invadir su espacio personal. Puede que en realidad sea majo y muy amigable cuando le conozcas. Como, que se hace el duro o algo así.
Él es el primero que entra en la clase y yo le sigo. Es una habitación bastante simple - una encimera negra sobre todas las mesas del laboratorio con herramientas para dos en cada estación. La mayoría de estas ya están ocupadas por estudiantes a la espera de la llegada del profesor. Me doy prisa en coger un sitio libre, poniendo mi mochila sobre la encimera, sacando mi cuaderno y mi libro de química.
Alzo la mirada y noto que Jean está mirando por toda la habitación antes de que finalmente se acerque a mi mesa. Me hecha una mirada antes de sentarse y yo , estando un poco en shock, siento una pequeña sonrisa surgir de mis labios porque ha elegido sentarse conmigo, así que no debo de caerle tan mal.
"¿Te molesta si me siento aquí?" Me dice, poniendo su bolsa sobre la encimera.
"¡Por supuesto que no" Le contesto un demasiado entusiasmo. Me mira un tanto extrañado y yo miro hacia otro lado, algo avergonzado.
"Dios ¿Eres una de esas personas que se levanta de buen humor por las mañanas, no?" Dice repentinamente.
Parpadeo un par de veces antes de darme cuenta de que probablemente es una broma, Entonces le sonrío, es una sonrisa pequeña y se nota que sigo algo intimidado, pero el me él devuelve con una sonrisa descarada. Toda duda sobre que Jean me odiaba desaparece y siento que puedo dejar de ponerle nervioso cerca suya. Ya no tendré que escabullirme de la puerta.
Entonces es cuando el profesor Pixis entra en la habitación. Es un hombre alto con un bigote verde y lleva un chaleco de lana que claramente es de los setenta. Se queda delante de la clase y nos mira a todos uno por uno durante un buen rato, alrededor de unos dos minutos, antes de decir nada.
"Bueno, voy a empezar esto rompiendo el hielo," Al decir esto todos bufan molestos. "Los asientos en los que estáis ahora serán vuestros por el resto del semestre. Ustedes y la persona con la que están sentados serán compañeros de laboratorio"
Comienza a poner a todos una copia de la actividad para romper el hielo en todas las mesas antes de decirnos que comencemos y que, sí, va a evaluar nuestras respuestas.
"¿Una entrevista?" Pregunto mientras miro el papel. Jean abre su cuaderno y saca un lápiz, quitándome la hoja para que así pueda hacer lo mismo.
"Esto es estúpido" Me informa, dejando que el papel caiga sobre la mesa. "No quiero hacer esto"
"Hagámoslo solo para quitárnoslo de encima" Le digo, sobretodo porque no me puedo permitir no hacer bien un ejercicio que será evaluado. "¿Nombre y apellido?"
"Jean Kirschtein."
"¿Tienes algún apodo?" Le pregunto tras anotar su nombre en mi cuaderno.
"Nope" Dice haciendo énfasis en el sonido.
"¿Cuál es tú cuidad natal?" Pregunto parando para mirarle.
"Aquí" Contesta con un tono de voz aburrido.
"¿Tienes algún hermano o hermana?" Sacude la cabeza en respuesta y escribo en la hoja que no tienen ninguno. "De acuerdo, ¿Cuál es tu talento especial, hobby o interés?"
"No tengo ninguno" Dice simplemente. "Soy bueno en todo lo que hago."
"...De acuerdo ¿Qué estás estudiando?"
"No lo he decidido." Coge el papel de las preguntas y empieza a contestarlas para que no tenga que preguntar "Me gusta el rock y no leo ¿Mi película favorita? Jesús ¿Como de impreciso puede llegar a ser esto?"
"¿No tienes una película favorita?"Cuestiono tras haber escrito todas sus respuestas.
"Me gustan algunas películas pero ¿Una favorita? ¿Cómo puedes elegir solo una?"
"Bueno, entonces di una o dos que se gusten para que así podamos pasar a la siguiente pregunta," Le digo un poco impaciente. No tengo tiempo para estar soportando su mala actitud hacía la tarea.
"Pon El Club de la Lucha" Dice encogiendo los hombros. "¿Cual es la siguiente?
"Tres palabras que te describan"
"Increíble, atractivo y genial"
Por supuesto, suspiro mientras escribo sus respuestas. Le miro con expectación, preparado para las responder las preguntas sin que me pregunte, aunque yo sean algo más fáciles que las suyas.
"Ah, cierto" Salta cogiendo el lápiz. "Tu nombre es Marco Bodt ¿Tienes algún apodo, Marco?"
"La verdad es que no" Le digo "Soy de la ciudad de Jinae. Desde aquí esta al sur."
Lo anota y entonces mira el papel para leer la siguiente pregunta. "¿Tienes hermanos, Marco?
"Uno. Un hermano menor." Siento como mi pecho se contrae al mencionar a Angelo.
"¿Algún talento o lo que sea?"
"Realmente nada" Contesto mordiéndome el labio inferior. "No soy muy bueno en nada excepto estudiando."
"¿Y que estás estudiando?"
"Medicina" Respondo. "Ah y me gusta mucho la música clásica y cosas del estilo de los Beatles. Mis libros favoritos son la saga de Percy Jackson. Solía leer esos a menudo cuando era más joven"
Jean me hecha una mirada como si hubiera dicho demasiado. Mira hacía otro lado y arranco una esquina de mi cuaderno para hacerla una bolita, distrayéndome. Antes de que pueda contestar le digo que me gustan mucho las películas de Tim Burton.
"Esta bien, tres palabras con las que te describirías a ti mismo y así acabamos con esta mierda."
"Um, diría que tímido, alto y emm ¿pecas?" Le digo algo avergonzado. Jean se ríe por lo último que he dicho y lo escribe antes de arrancar la hoja de su cuaderno y entregárselo al profesor. Hago lo mismo tras escribir mi nombre en la parte superior de la hoja, para que así me de la nota.
Nos sentamos y esperamos a que los demás terminen para que así el profesor Pixis pueda empezar la clase. Al estar sentado al lado de Jean, miro por encima como esta revisando su móvil, escribiendo un mensaje de texto a alguien. Su boca vuelve a estar en una fina línea de nuevo y mi mente repentimanente piensa que el se ve mejor cuando esta sonriendo.
Suspiro y pongo mi cabeza sobre la mesa.
Esto es una traducción del fic en ingles "As Much As I Ever Could" hecho por ShingekiNoBoyFriends. Ambas autoras crearon este maravilloso fic, que es bastante largo pero esta cargado de emociones y risas.
Esto es para aquellos que no controlen tanto el inglés puedan disfrutar de esta hermosa historia, y para que aquellos que lo leyeron en original ahora puedan hacerlo en su idioma ¡Por que esta historia debe de ser conocida por todo el mundo!
Yo(Lucia) junto con mi amiga y escritoria Nam(SheenaRogers) nos encargaremos de traducir la historia, cada domingo de principios de mes subiremos dos capítulos. Yo haré la parte de Marco y Nam la parte de Jean, espero que lo disfrutéis.
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To te authors:
thank you so much for letting us do it, me and my friend SheenaRogers will translate this story, I will translate the Marco POV's chapters and Sheena the Jean ones. The first sunday of every month we arre going to post two new episodes
