Descargo de responsabilidades: CCS le pertenece a Clamp yo solo tome prestado sus personajes. Esta historia no es mía, la leí en un foro de escritores y me encanto, la autora original es: xxjannideathxx quien gentilmente me dio la autorización de adaptarla.
El Cazador…cazado
"Hola, amigo o desconocido. Mi nombre es Sakura y esta es una grabación. Si quieres puedes dejar el mensaje y pronto me contactaré contigo. Adiós" *pip* *pip* *pip*
Colgó con aire derrotado.
Esta era la novena vez que escuchaba ese maldito mensaje de contestadora. Llevaba más de una semana queriendo contactarse con ella, pero desde "ese" día, las cosas ya no eran como antes.
Una llamada con el lugar y la hora del encuentro. Entrada sin saludos ni mimos insignificantes para ir a la parte interesante: sexo puro y salvaje. Luego, sin "adiós" ni "te veré más tarde", cada uno tomaba rumbos diferentes.
Así era su "relación".
¿Cómo se conocieron? Era una pregunta realmente vaga, porque la realidad es que no se conocían. De ella sólo sabía el nombre, y de hecho fue gracias al estúpido mensajito del buzón de voz que pudo entenderlo. Antes sólo le llamaba por su apodo: "Flor"; una bella castaña de preciosos ojos esmeraldas, sonrisa brillante y piel blanca. Ni hablar sobre su contextura física… era una verdadera escultura...
…Ya estaba teniendo una erección.
Cogió nuevamente el celular y marcó el número que, a pesar de no tenerlo grabado en el directorio, se lo sabía de memoria, incluso cuando era él quien recibía la llamada.
Pero ahora nada de nada.
Mentalmente se culpaba por la indiferencia de su "compañera de cama", es que ¿Quién le manda a hablar?… si se hubiese aguantado un poco, quizás esperado un par de encuentros más… o una cita a comer…
Pero es que nunca se la encontraba después de la "sesión" de sexo.
Estos días han sido una tortura. Los problemas familiares, la conducta de su no-novia, los problemas de la empresa, el acoso, el stress… lo único que lograba sacarlo de su estúpida monotonía era esa castaña alegre y soñadora.
Nuevamente marcó el sagrado número para cortar antes de que el mensaje se acabara y se recostó en su mullido sillón de cuero italiano. Su cabeza dolía horrores ideando "encuentros casuales" con aquella flor. Imaginando los posibles escenarios para embaucarla, anhelando sus abrazos apaciguadores y dulces, su olor a cereza y vainilla… su suave piel chocando con su pecho desnudo, sus sedosos cabellos meciéndose al compás de las embestidas… gimiendo…
Ni se había dado cuenta de que su mano estaba frotando su intenso bulto. Se miró con indiferencia. Ni hablar de duchas heladas, era una semana completa de "castidad".
Tomó con sutileza su miembro, tal y como lo haría Sakura. Suave, lento… pasaría esa lengüita rosada por los costados, con la mirada sonrojada, brillosa… se acomodaría lo suficiente para tocar sus testículos suavemente y avanzar con lentitud sus dedos en la abertura a su entrada… y en el momento de incomodidad introduciría todo su pene en la boca.
No podía evitar gemir con ella, como tampoco ahora que frotaba su miembro con rapidez y vigor.
Sentía la mirada esmeralda con ese deje picarón, lamiendo sus testículos para ver su reacción, susurrándole esas palabras calientes…
"Dame más leche, gatito"
Se la regalaría toda si con ello la obtenía por un par de horas más…
"Báñame de esperma…"
Sí… sería tan feliz con un poco más…
"Sabe tan exquisita"
¡Oh! Un pinchazo en su miembro le recordaba el final…
"Fóllame fuerte…"
Cuando quisiera… donde quisiera… se lo daría todo, abandonaría todo por ella…
"Párteme en dos, márcame con tu semen…"
Sus manos se frotaban vertiginosamente, una fricción placentera que le recorría como una corriente eléctrica atravesando su espalda, retorciéndolo. No quedaba mucho. Imaginar a Sakura así, desnuda, con los labios húmedos y el rostro sonrojado… los gemidos, el sonido de la penetración firme y potente…
"Así un poco más… yo también me corro…"
—Me corro, ¡Sakura!…
"¡Lobo!"
…Ahora observaba la culminación de su orgasmo, sus manos llenas de esa sustancia viscosa y desagradable a la vista pero, cuando escurría por esa boquita…
¡¿Por qué demonios se calentaba tanto?!
No podía evitarlo, no es que lo quisiera tampoco. En la calle alzaba la vista y buscaba a toda aquella que tuviera cabello castaño claro con brillos rojizos; luego de conseguirla, aspiraba el aroma de ellas notando la diferencia de inmediato con su singular mujer, tocaba aquellas pieles con premura extrañando esa suave y cremosa piel, y cerraba los ojos imaginándola a ella.
Desde la primera vez que compartió su noche con Sakura había perdido el interés en todo su alrededor. Había mujeres castañas de ojos verdes, de cuerpos formados y esculturales, pero ninguna llenó sus expectativas luego de acostarse con ellas. No había nada con que comparar... es decir, era contrastar la textura de la seda con simples trapos.
¿Que tenía de especial?
Tal vez nada o quizás todo. Su forma de hablar, de susurrar, de mirar, de tocar... se sentía prisionero de su cuerpo, de sus deseos. Sakura podía pedirle que se tirara de un puente y él gustoso lo hubiese hecho... siempre y cuando ella estuviera ahí para verlo.
La primera vez que se vieron fue en un estacionamiento. ¿Acaso pensaron que era por medio de esas salas de chateo? ¡Ja! Shaoran Li, Casanova empedernido, de rebelde cabello color castaño oscuro, mirada ámbar, altivo y orgulloso, prepotente y sensual; el jamás necesitaría de esos medios para cazar a sus presas temporales.
Pero a él lo cazaron... y fue una flor astuta y juguetona.
Tampoco se comenzaron a ver a la primera, ni terminaron acostándose en el momento justo en el que se vieron. No había amor, ni siquiera palabras. Sólo se vieron esa noche en el estacionamiento, cada uno esperando a su pareja. Sakura a un joven de cabello claro con tonos grises y mirada color miel, y él a una morena de ojos rubís y coqueta. ¿Coincidencia? Sí, la pareja de ella vivía en el mismo piso que el de su novia; vecinos para ser más exactos.
Esa noche su novia se había auto-invitado a una cena familiar, saliendo cerca de las ocho de la noche para que ambos regresaran como a las diez, Shaoran la acompaño hasta su edificio pero solo hasta el estacionamiento. En el momento en que besaba a Meiling con una frialdad inigualable, vio a la misma castaña de la tarde besar al mismo hombre con el que se había encontrado horas antes.
La conexión fue inevitable.
Esos ojos esmeraldas le observaron brillantes, deseosos, con un fulgor casi palpable. Tanto que, él mismo, besaba a su novia con toda esa pasión que esa mujer le hacía sentir. La jovencita ladeó el rostro para saborear los labios del peligris sin quitar la vista del ambarino, y Shaoran se encontraba en las mismas condiciones, ahogando a su pareja en un beso húmedo y necesitado que la enviaba al mejor de los paraísos, sin sospechar siquiera que el joven a su lado ni pensaba en ella.
Ambos despacharon a sus parejas al mismo tiempo. Ambos esperaron que sus parejas subieran por el ascensor y se retiraran. Ambos intercambiaron sus celulares sin grabar su nombre real y ambos se presentaron con un simple apodo.
"Flor"
"Lobo"
Continuara….
N/A: ¡ja autora!, mejor léase como notas de la adaptadora, en fin esta es la primera historia que publico para CCS, por mi parte estoy escribiendo dos originales o más bien dicho intentando escribir cuando logre darles un rumbo me animare a publicarlas pero por mientras quise publicar esta historia que como ya dije la adore en cuanto la leí y no me aguante la tenía que adaptar a una de mis parejas favoritas, espero les haya llamado la atención y por supuesto espero sus reviews para saber que opinan. Nos vemos. o mejor dicho nos leemos.
