Ipod

Dangerous & Moving

T.a.t.U.

Naruto © Masashi Kishimoto.

Su corazón palpitaba fuerte y rápidamente en su pecho, dándole la impresión de que se saldría de su lugar y bailaría alegremente salsa en el piso. Y es que era la primera vez que se sentía tan desnuda ante él, ante su mirada. Era la primera vez que sentía el peligro que conllevaba el estar con él.

Aunque, probablemente, también podría deberse a que era la primera vez que ella y Neji estaban tan consientes de su cercanía. De lo que estaban haciendo. Él la miraba con esa mirada que solo dedicaba a ella en sus momentos privados, prohibidos. Porque era bien sabido en su clan y en Konoha que él y su prima no deberían llevar este tipo de relación. Mas ahí estaban, escondidos en el bosque, ella con su espalda contra el grueso tronco de un árbol y el aprisionándola con sus brazos a ambos lados.

—Esto no está bien—murmuró ella mientras el posaba sus manos en las caderas de ella.

—Pero eso no impide que lo hagamos, ¿o sí?—replicó él con el tono levemente burlista que lo caracterizaba. Comenzó a besar sus mejillas, su frente, sus párpados…

—No—la palabra salió de sus labios en un suspiro. Apoyo sus manos en el trabajado abdomen de él. El soltó una risa grave, baja.

—Supongo que esto lo hace más interesante, de todos modos. El peligro de ser descubiertos lo hace, de alguna manera más… excitante.

—Muévete—dijo ella comenzando a sacarse la camisa—. No contamos con mucho tiempo. Hay que hacerlo antes de que nos descubran.

Y es que lo gemidos que salían de la boca de ella le eran eternamente vedados, y la masculinidad de él debería ser para ella un secreto oculto en sus pantalones. Pero no. Las cosas simplemente no eran así, al menos no desde su punto de vista. Porque ellos también merecían amarse, aunque fuese un secreto.