Otra vez regreso con un fic donde los protagonistas son los merodeadores, un wolfstar y prongtail (así llamaré a la pareja de James y Peter)

Este es el prólogo, espero les guste.


Prólogo:

Mi corazón latía con demasiada fuerza, y eso generaba un dolor fuerte en mi pecho que aceleraba mi respiración. A mis cortos quince años, nunca había experimentado algo de este tipo.

-Soy su nuevo profesor de lenguaje, espero nos llevemos bien – el solo escuchar su voz me derretía por completo, esto no es lo correcto maldición.

Sentía que esto era algo cliché, pero quien podría no enamorarse de ese hombre que se encontraba parado delante de todo el salón con una hermosa sonrisa y con ese porte.


Las lágrimas bañaban mis ojos, dificultándome ver el peso que indicaba la balanza sobre la cual me encontraba. Esperaba haber bajado de peso ya que no veía mejora alguna, aunque mis padres consideraban que estaba delgado, para mí eso no era suficiente. No quería seguir siendo el niño gordo del que todos se burlan.

Al momento de bajarme de la balanza sentí un fuerte mareo remecer todo mi cuerpo, traté de sujetarme del escritorio de mi habitación, pero mi cuerpo perdió fuerza y todo lo vi oscuro.

El sonido de la puerta abrirse fue lo último que pude escuchar.


Tenía que reivindicar todas las malas acciones que había cometido por culpa del consumo de drogas que me habían absorbido por completo.

Ahora tenía una nueva oportunidad, haber terminado una carrera en letras y ahora encontrarme frente a estos jóvenes que serían por todo este año mis pupilos y quería enseñarles que no cometan los mismos errores que yo.

Todos eran jóvenes, aunque no había mucha diferencia de edad entre nosotros, tal vez unos diez años nada más, por eso tenía la mirada de todas las chiquillas puestas en mí, pero lo que más me sorprendía era la intensidad con la que un jovencito en la tercera fila me observaba,llamándome la atención inmediatamente.


Me encuentro acomodando los papeles que corresponden a la información de algunos pacientes que ya están listos para ser dados de alta. Es una enorme satisfacción ver que he logrado ayudar a algunas jóvenes con trastornos alimenticios.

En medio de mi concentración escucho harto bullicio provenir de la primera planta del hospital, era un hecho que otro paciente había arribado.

Es una lástima el hecho de que todos los días el hospital reciba enfermos nuevos.


-Mi nombre es Sirius Black- se había terminado de presentar el profesor, su nombre me parecía sacado de un cuento, llamarse igual que una estrella, era muy raro.

-Ahora es momento que se presenten ustedes – dijo y su mirada se enfocó en mí – comencemos contigo, ¿cuál es tu nombre y tus hobbies? – preguntó y poniéndome de pie respondí.

-Mi nombre es Remus Lupin, mi hobbie es la lectura y suelo pasar mi tiempo libre jugando algunos vídeo juegos – una vez terminado de presentarme, tomé asiento, pero sentía su mirada penetrante sobre mí.


No sabía qué pasaba, solo escuchaba gritos y más gritos y el llanto preocupado de mi madre, así como a mi padre tratando de calmarla.

Traté de abrir los ojos, pero los sentía extremadamente pesados, y a eso se le podía agregar un dolor horrible en mi cuerpo, así como la sensación de una aguja pinchar mi brazo.

-Con este suero esperemos que recobre algunos nutrientes que ha perdido, de haberse demorado en llegar el chico no hubiese sobrevivido – esas palabras eran de una persona que no conocía, pero lo que había dicho provocó el aumento del llanto por parte de mi madre – necesito su nombre y su edad para poder derivarlo al área especializada para su caso.

-Peter Petttigrew enfermera, quince años.


Escuchaba a los alumnos presentarse uno por uno, pero mi atención no se despegaba de aquel chico de cabello color castaño y esos ojos dorados que ahora me miraban con nerviosismo, supongo que el sentir mi atención sobre él provocó ese efecto.

Su nombre retumbaba con fuerza en mi mente, así como el sonido de su voz la cual era ligeramente ronca, típica en un joven a esa edad, debido a los cambios hormonales.

Hablando de eso, no puede ser que me comporte como si fuese un adolescente, no puedo tener este tipo de pensamientos hacia el que será mi alumno durante este año.


El ruido de la primera planta ya había cesado, eso me permitió terminar de ordenar mis papeles con mayor calma y sin distracciones. Me dispuse a sentarme en mi escritorio frente al computador, cuando escucho que la puerta de mi oficina se abre.

-¿Qué quieres? – pregunto de mala forma y es que la persona que había ingresado me caía muy mal, pero debía aguantarlo porque era el jefe de piso.

-Potter tienes un nuevo caso, quince años, hombre, presenta anorexia nerviosa.

-¿Espera dijiste varón? – pregunté confundido, era la primera vez que tenía el caso de un varón con trastorno alimenticio, siempre me tocaban chicas.

-Sí, así que espero que vayas inmediatamente a su habitación para que los analices, es la 302.

Diciendo eso último se retiró.


Espero les haya gustado, las actualizaciones se harán una vez por semana, debido a mis estudios. Aunque el primer capítulo lo publicaré este lunes, decidiendo que ese día será el asignado para las actualizaciones.

Nos vemos :3