Hola!
esta idea surgio... hoy cuando me levante!
Pensaba que hay varios fics sobre la academia shinigami y tambien pense: ¿que tal si en este fic hubieran historias sobre la academia pero con diferentes autores?
Entonces decide crear esto!
a mi me gusta innovar y creo que seria muuuuy genial que los que esten interesados puedan mandarme su historia enfocada solamente al IH y la academia shinigami. Seria como una historia con varios autores XD Se aceptaran cualkier tipo de genero: comedia, romance, fluffy, tragedia, lemon, lime, etc... pero siempre y cuando sean puramente IH y ke tengan que ver con la academia. Solo drabbles!
ke les parece la idea? Por favor diganmelo en el review y si tienen alguna idea contactenme para ke les pase mi correo y suba su historia
Esta idea dependera de cuantos digan ke si y de cuantos no
Sino resuelta, continuare por mi cuenta XD
Ahora si los dejo con la primera historia
Disclaimer: Bleach no me pertenece, es de Tite Kubo-sama XD
MENTIA
Por Aiko1991
Mentiría si dijera que no estoy molesto.
Mentiría si dijera que no tengo ganas de golpearlo.
Mentiría si dijera que no estoy frustrado.
Mentiría si dijera que no me importa nada de lo que está pasando frente a mis ojos.
Mentiría si dijera que no fue mi culpa.
Cuando salí de casa esa tarde, iba con toda la intención de ir directo a la biblioteca de la academia a estudiar mis conjuros de Kido para los exámenes de la próxima semana.
Antes de poder entrar a la academia, los vi.
Un sujeto alto, de cabello castaño claro y ojos verdes. Llevaba puesto el uniforme shinigami de la academia, blanco con bordes azules. Iba sonriendo ampliamente… y lo entiendo. ¿Quién no estaría feliz teniendo a la mujer más bella del mundo a tu lado?
Yo la tuve y por estúpido la perdí.
Esa mujer no es muy alta, máximo me llegara a la altura de mis hombros. Tiene unos ojos castaños brillantes y grandes pestañas. Un hermoso rostro con forma de corazón, mejillas rosadas, y labios perfectos y deliciosos. Cabello largo y sedoso, de un naranja muy poco usual. Su cuerpo es totalmente divino… curvas cerradas y definidas, piernas bien torneadas, piel cremosa al tacto… La perfección echa humana. Ese uniforme de la academia le sentaba realmente bien.
Su personalidad contrasta mucho con su apariencia porque al verla, la primera impresión que te da es la de una chica presumida y ego centrista pero no es así. Ella es dulce, noble, alegre, sus sonrisas son como el mismo sol, le encanta ayudar a las personas, nunca espera nada a cambio y tiene una imaginación desbordante. En fin, es la mujer perfecta.
¿Su nombre?
Inoue Orihime, mi ex novia y la chica de mis sueños.
Conocí a Orihime en un día de verano.
Ella venía bailando y cantando por los jardines de la academia. Yo me encontraba sentado debajo de un gran árbol, estaba leyendo un libro de Shakespeare.
Ella paso enfrente de mí. Su cabello ondeo con el viento, dejando un aroma a fresas mezclado con vainilla detrás de ella.
Ese aroma capturo mi atención, embriagando cada uno de mis sentidos.
Fue adictivo… Ella es adictiva.
Mi mirada siguió al ser de tan exquisito aroma, viendo el perfil de esa chica de cabello naranja. Hermosa, pensé al instante.
Esa fue la primera vez que la vi.
Y puedo asegurar que me enamore a primera vista de ella.
El chico de cabello castaño tomo a Orihime de la mano, ante la mirada sorprendida de ella.
Pude sentir como mi sangre hirvió por la furia.
¿Cómo se atrevía ese sujeto a tocar a mi Orihime?
Jamás se lo perdonaré.
Estaba a punto de ir a romperle la cara a ese tipo, cuando un recuerdo pasó por mi mente.
– ¿Por qué haces esto Ichigo-kun? –
Su dulce voz resonó en mi cabeza. Es cierto… Esto es mi culpa… Yo le pedí que se alejara de mí… No tengo derecho a ponerme celoso ni mucho menos a reclamarle algo.
Soy un imbécil.
Esta vez ese chico se atrevió a abrazar a Orihime, quedando sus rostros muy cerca. Él le decía algo al oído, que le estaba provocando un sonrojo a la pobre chica.
Ella solo se sonroja ante mí. ¡Lo mataré!
Sin pensarlo me dirigí hacía ellos, dispuesto a arrancarla de sus garras. Ya no me importaba nada más que recuperarla.
Cuando por fin llegue enfrente de ellos, de un jalón la separé de él.
El chico me miro con el ceño fruncido, sus ojos estaban llenos de molestia. – ¿Quién demonios…?– antes de que terminara de hablar, estrellé mi pie en su cara. Estoy realmente furioso.
– ¡Ichigo-kun! – exclamo Orihime. – ¿Qué crees qué estas haciendo? – me pregunto con un tono algo molesto. Se giro para poder ayudar al chico de ojos verdes. – ¿Estás bien, Koganesawa-san? –
– Sí Hime-chan… Ahora que me estás ayudando, estoy muy…– mi pie volvió a golpearlo en la cara. ¿La llama Hime-chan? ¡Cómo se atreve!
– ¡Ichigo-kun! ¡Ya basta! ¡Deja de lastimar a Koganesawa-kun! – me dijo ahora más molesta Orihime.
– ¿Por qué lo estas defendiendo Orihime? ¿Acaso están saliendo? – le dije con el ceño fruncido y cruzándome de brazos.
Orihime se sonrojo hasta las orejas. – Si así fuera, eso a ti no te importa. Tú ya no eres nada mío– dijo viendo hacía otro lado, como cuando decía una mentira. Eso me hizo sonreír un poco… Ella mentía. – En todo caso… ¿Por qué lo golpeaste? Eso fue muy grosero de tu parte–
– Lo golpee porque… – ¿Qué le decía? ¿Por celos? ¡Claro que no! –… porque te estaba poniendo nerviosa– respondí torpemente.
Ella entrecerró lo ojos. – No te creo. ¡Estabas celoso! ¿Verdad, Ichigo-kun? – me dijo con una sonrisa.
Pude sentir mi cara arder.
– Es cierto amigo, estabas…–
– No digas ni una palabra o te mataré– le dije a Kogua… Kosaga… al chico de cabellos castaño.
El sujeto trago duro. – Lo siento Hime-chan… Hablaremos después. Adiós– dijo antes de salir corriendo de ahí.
– ¿Eh? ¡Espera Koganesawa-san! – exclamo Orihime pero él ya se había ido. – Eso era innecesario Ichigo-kun. Koganesawa-san es realmente agradable–
– No me importa si el amable o si esta hecho de oro… Solo sé que no lo volverás a ver– le dije con los brazos cruzados.
– ¿Por qué no? – pregunto con la mirada seria.
¿Me estaba retando? ¿Qué ocurrió con la Orihime dulce y sumisa?
Sonreí de lado. – Porque yo lo digo–
Pude ver como esa respuesta la hizo enojar, apretó los puños con fuerza. Rápidamente alzó su mano derecha, dispuesta a darme una cachetada. Sabía que me la merecía pero no se lo iba a permitir.
Siendo más rápido que ella, tome su muñeca, deteniendo el ataque. Sus ojos se agrandaron por mi reacción y por la cercanía de nuestros cuerpos.
– ¿Desde cuándo eres tan intrépida Orihime? – su respiración agitada golpeaba en mi rostro. Olía muy bien.
– Desde que me dejaste Ichigo– me contesto. Con esa respuesta fruncí el ceño, soltándola de su agarre. – Tú fuiste el que dijo que debíamos terminar Ichigo… Nunca me diste un por qué, nunca me consultaste nada… Solo lo hiciste– me dijo con la mirada gacha. – ¿Por qué lo hiciste Ichigo? ¿Ya no sentías nada por mí? ¿Ya no me amabas? – me pregunto viéndome a los ojos. Sus preciosos ojos castaños estaban comenzando a nublarse por las lágrimas.
Soy un patán.
Soy un patán por haber hecho llorar al ser más puro de este mundo.
Sin poder contenerme la envolví en un abrazo. No me importo tener todas esas miradas curiosas sobre nosotros.
Hacía mucho tiempo desde la última vez que la había abrazado, desde la última vez que había sentido su cuerpo contra el mío… La sensación era realmente agradable, era reconfortante… Era correcto.
Sus manos que hasta el momento permanecieron inmóviles, recorrieron mi pecho hasta llegar a mi espalda. Sentí como sus frágiles manos se aferraban a mi uniforme. Correspondiéndome.
– Mentí Orihime– dije ocultando mi rostro en su cuello. – Mentí cuando dije que quería terminar contigo, cuando en realidad quiero estar a tu lado. Mentí cuando dije que ya no me importaba lo que hicieras, cuando en realidad me muero de celos al verte con otro. Mentí cuando dije que iba a estar bien sin ti, cuando en realidad estaba perdido sin ti. Mentí en todo Orihime–
Sus lágrimas silenciosas se volvieron en sollozos.
– ¿Por qué Ichigo-kun? –
– Porqué tengo miedo de lastimarte Orihime– confesé por fin. – Hay un poder oscuro dentro de mí… Tú lo has visto… Tengo miedo que algún día pierda el control y pueda lastimarte pero…– inhale su aroma una vez más para darme fuerzas y seguir hablando–… pero ya no puedo estar sin ti. Ya no puedo…– termine casi en su susurro.
Orihime se separo un poco de mí para poder verme a los ojos. Desvié la mirada hacía un lado. No era fácil verla después de todo lo que había dicho.
– Ichigo-kun…– me llamo.
La observe y me sorprendí con lo siguiente que paso.
Sus labios capturaron los míos.
Fue un mero roce, tan ligero como el aire… pero que bien se sentía.
Mi mano izquierda se coloco detrás de su cabeza, sintiendo cada hebra de cabello sedoso. Suave y cálido. Mis dedos se enredaron en su cabello. Colocando un poco más de fuerza logré que se acercará más a mí.
Utilizando mi lengua, separe sus labios para poder entrar. Ella me lo permitió gustosa. Con la punto de mi legua jugué con la suya, comenzando un hermoso vals lleno de pasión y amor.
Su sabor era tan delicioso como lo recordaba y teniéndolo a mi merced era aún mejor. Sus manos dejaron mi espalda para dirigirse a mi cuello y terminar en mi cabello anaranjado.
Nos separamos en busca de aire.
Junta mi frente con el de ella, cerrando mis ojos dije: – Te amo Orihime–
Sin la necesidad de verla, sabía que ella estaba sonriendo. – Yo también te amo Ichigo-kun pero…– dijo antes de empujarme, rompiendo el abrazo. La mire totalmente perplejo. –… pero si quieres que te perdone por completo, tendrás que invitarme a cenar esta noche–
– ¿QUÉ? ¿De qué coño hablas Orihime? – exclame enojado. ¿Qué coño le sucede a esta mujer?
– Mmmmmm– coloco su dedo índice debajo de la barbilla, como si estuviera pensando. – Si quieres que te responda, tendrás que atraparme– acto seguido me saco la lengua y se fue corriendo.
Mi vena de la sien se resalto. ¡Esa mujer se está burlando de mí!
– ¡Orihime! – grite antes de salir detrás de ella.
En verdad que es mi perdición pero también… es mi todo.
Sonreí al escuchar la risa de Orihime delante de mí.
ke tal? merezco review?
besos y cuidense XD
