Adrien suspiró ante la incoherencia que decía su Kwami. Negó con la cabeza al oír como su inconsciente repetía sus palabras: "El amor es como el queso, mas oloroso mejor" Dió un suspiro más largo, ya creyendo que a Plagg, el apestoso olor del Camembert lo estaba drogando sin poder dar sentido a sus palabras.

Hasta que la olió, hasta que su aroma dulce inundo sus fosas nasales. Si, hablaba de Ladybug. No era perfume, no era ninguna fragancia de ninguna clase. Era dulce, dulce de panadería, era un aroma como pan recién horneado; de galletas recién salidas del horno, era delicioso. Era algo que lo embriagaba, algo que deseaba oler por siempre.

"El amor es como el queso, mas oloroso mejor"

Volviéndose a repetir esas palabras que había dicho Plagg de forma tan seria que pareció un sabio donde su conocimiento es indiscutible. Por eso, Adrien rió. Nunca creyó que Plagg podría tener razón.