No pensé que haría una segunda parte del fic que fue para el reto del foro de I am Sherlocked del año pasado donde estoy. Pero cuando acabé el segundo libro, pensé que debería hacerla porque me encantó el segundo libro y si no la hacía pues me sentía mal conmigo misma y también con vosotros queridos lectores. Vamos hacerlo y aquí vamos. Si no queréis spoilers no leáis e ir al fic El Diario de John y leerlo antes que este. Comenzamos:

Enero:

Desde que Sherlock y yo nos prometimos han pasado meses. No sé cuándo piensa Sherlock poner fecha al enlace. He mirado mucho para la boda y no he llamado a nadie porque no sé qué decir.
Ahora está durmiendo, que guapo es cuando duerme. Me encanta. Me siento en la silla libre y me limito a observarle.

— John, ¿no tienes nada mejor que hacer? - me pregunta molesto por mirarle dormir.
Me levanto y voy a la cocina. Donde me preparo un café. Acto seguido Sherlock aparece duchado y vestido, me da un cachetazo en el culo y yo doy un pequeño salto sonriendo.
Cuando salimos de mi apartamento, nos damos un beso y cada uno va por su lado. Aunque yo antes de que desaparezca le mando un mensaje y aparece a mi lado para volverme a besar.
Llego 5 minutos tarde al trabajo. Pero no me importa. Ni que mi jefe se cabree ni nada. Tengo un prometido y es lo que cuenta. Estoy feliz con él.
"¿Le llamo o espero a qué él lo haga?" Me pregunto jugueteando con el teléfono de mi mesa. Al final le llamo.
Mi jefe aparece y hace que corte la llamada algo molesta. Sonrió forzado y luego voy a su despacho. Soy un periodista íntegro. No voy a desperdiciar tiempo hablando de estupideces.
Al final no ha dicho estupideces. Me ha alabado por mi último programa. Me alegro.

Los días pasan hasta que quedo con mis amigos.
— ¿Qué tal con Sherlock Holmes? - me pregunta el odioso de Anderson que se nos acercó cuando nos vio sentados hablando amistosamente.
— Bien - comento con una sonrisa.
— Pues le vi con Greg Lestrade - "¿Quién?" Me auto pregunto algo furioso por dentro, pero no por fuera - un joven de 24 años muy atractivo. Mejor dicho muy sexy. Una joven con unos pectorales bien definidos y marcados

Me pregunto qué haría con él, no me quiero poner celoso, pero es que es como estoy ahora. Así que cuando descubro donde vive ese tal Greg Lestrade voy a su casa y llamó al timbre después de haberme caído en los matorrales. Mi pastosidad no tiene límites.

— Hola, tú debes de ser John Watson - que sepa mi nombre me abruma - pasa.

Me hace pasar y veo a Sherlock allí de pie frente a una tabla de gráficos.

— ¡¿John?! - pregunta mi prometió sorprendido - ¿qué haces aquí?
— Nada, el estúpido - comento y me marcho intentando que no se noten mis lágrimas que empiezan a caer.

Camino por la calle, llegó a mi coche y me subo a él. Conduzco hasta casa y allí me tiro en el sofá.

Llaman al timbre, sin ganas pregunto quién es. Cuando sé que es Sherlock no sé qué hacer. Al final opto por bajar y aclararlo en la calle.

— Siento que te sintieras celoso antes - comenta mientras se frota las manos, ya que tiene algo de frío - pero yo te quiero a ti. Solo quiero pasar mi vida contigo. Ser felices.

Aquello hace que mis lágrimas salgan de mis ojos, le abrace y luego le bese. La gente nos mira y me da igual.
Le agarro de la corbata y le hago subir a mi casa. Donde lo hacemos.
Los días pasan y la rutina es aburrida. Sherlock no me llama y me espero de esa actitud no sea algo habitual.
Cuando por fin me llama, no le cojo el teléfono porque no estoy en casa.
Escucho su mensaje.
Siento no haberte llamado ni mensajeado. Pero te compensaré. Sherlock.
Me siento derrotado en el sofá y luego pienso en el mensaje que me ha dejado en el contestador.
Cojo el diario nuevo y me pongo a escribir. Llevo poco, pero me gusta empezar uno nuevo, es el tercero que empiezo.
Este año no voy a contar lo que bebo, ni lo que fumo, solo lo que adelgazo o engordo. Peso a día 31 de Enero unos 58 kilos, mucho, no me gusta. Novios: por el momento uno y dudosamente estable.

Hasta aquí el primer mes. Espero que os haya gustado. Tanto como si no, dejarme review.