Yakío: Muy buenas tardes, y gracias por pasarse a leer el fanfic. Esta es una actualización del capítulo 1. Decidí remasterizar todo el fanfic, parte por parte, para que las personas que lleguen tengan oportunidad de disfrutar de esta historia con la mejor calidad posible.

Este fic empezó a ser escrito en el 2005, cuando su servidora tenía 15 años. He decidido dejar muchas cosas como están, enfocándome en estilo y redacción solamente, para respetar las ideas de aquella adolescente con mucho tiempo libre que comenzó la historia.

Gracias, y disfrútenla.


ELEMENTAL

1.- Agua, Viento, Fuego...y Acero.

Tantos años preparándome para ese día. Largas sesiones de entrenamiento, días sin conciliar el sueño pensando en la ecuación correcta, meses sin ordenar mi casa por practicar incansablemente con el viento las más complicadas transmutaciones, y claro, todo se complica cuando nadie de tu familia puede ayudarte por no saber alquimia...Todo para aprobar el gran examen de admisión para Alquimista Nacional.

Aún soy muy joven, tengo solo 13 años, pero mis padres me animan diciéndome que soy lo suficientemente capaz de aprobar. El tío Maes también ha sido una gran ayuda, me ha dicho que si logro entrar siendo tan joven tal vez me convierta en una heroína o algo así…

A todo esto deberás estarte preguntando, ¿Quién soy? Mi nombre es Melissa Hughes. Tengo el cabello largo y negro, y mis ojos son azules. Me interesé en la alquimia cuando vi a un hombre transmutar un poco de tierra en una joya. Desde entonces me enfoqué en aprender a usar esa misteriosa ciencia que todos conocemos como alquimia. Al principio mis padres decían que era algo inútil, que mejor me dedicara a otra cosa. Pero gracias al tío Maes descubrieron que no solo era algo grandioso, si no también redituable. Mi tío me dio la opción de entrar al cuartel con un poco de ayuda, dado que él trabaja ahí, pero me negué rotundamente, desde pequeña me ha gustado mostrar de lo que soy capaz, y esta vez no será la excepción, (aunque tengo que agradecerle que me haya ayudado a obtener el permiso para hacer el examen).

Mi travesía hacia Ciudad Central no fue la más placentera. Vivo en un pueblito lejano, así que tuve que tomar el tren. Abordé algo apresurada ya que se me había hecho un poco tarde. Sin embargo, unos hombres de complexión gruesa me hicieron a un lado para pasar primero. Además de ser necia, siempre he tenido un carácter explosivo.

¬ ¡DISCULPE, SEÑOR, PERO ME PARECIÓ MUY GROSERO DE SU PARTE QUE ME EMPUJARA ASÍ!

El hombre más grande me miró burlonamente y comenzó a reír a la par de sus compañeros. Yo me molesté muchísimo más...y decidí darles una lección de modales. Saqué una tiza que cargo siempre en la bolsa y me puse a dibujar un círculo de transmutación en la pared del vagón.

Sin embargo, una mano fría y metálica en mi hombro me detuvo.

¬ No creo que sea bueno hacer eso aquí dentro.- me dijo la persona dentro de esa gran armadura.

¬¡Pero ellos...!

¬ La alquimia no debe usarse para lastimar a otros, si no para su beneficio, ¿No lo crees?

Yo asentí con la cabeza, algo apenada. El chico de la gran armadura se alejó, buscando asiento en otro vagón. Miré hacia todos lados para ver si seguían por ahí los sujetos groseros, pero se habían ido. Me senté en mi asiento correspondiente y saqué mi sombrero de viaje, me lo puse de manera que nadie me viera dormir.


Han pasado unas horas. Un gran estruendo me despierta. La gente de alrededor parece asustada, y una niña que no conozco se me acurruca en el regazo.

¬¿Qué está pasando?- pregunté. Ahí, la niña me miró asustada al darse cuenta de que se había equivocado de persona y que su madre iba en el asiento de al lado. Sin embargo, ella me contestó.

¬...Unos hombres malos dicen que tomaron el tren. Están enfrente, tienen al General y su familia.

En eso alguien irrumpió el lugar. Era uno de los tipos que me había empujado.

¬ ¡Yo cuidaré este lugar!- le dijo a alguien que iba atrás de él. Luego se dirigió a nosotros- Escuchen, damas y caballeros, mis colegas y yo tenemos secuestrado el tren. No hagan nada estúpido o saldrán lastimados.

¬ "¿Tomaron el tren?"- pensé- "...¿Se refieren a un secuestro? Y con tanta gente aquí..."

Recordé las palabras del chico de la armadura. Era mi oportunidad de usar mi "don" en beneficio de todos. Saqué de nuevo la tiza y dibujé en la pared un círculo de transmutación. Estaba a punto de activarlo, cuando la puerta se abrió bruscamente, distrayéndome. Un sujeto arrojó a una joven al interior de nuestro vagón.

¬ ¡Vigílala! Estaba causando problemas allá adelante. Le quité un pedazo de tiza, con eso estaba dibujando cosas raras...

¬ No te preocupes, la tendré bien cuidada.- contestó el otro tipo, tomando con brusquedad a la chica.- Camina, y no intentes nada. Siéntate ahí.- dijo indicándole el asiento detrás del mío. Al acercarse, noté que ella tenía un golpe en la mejilla, y se veía enojada.

¬ ¿Estás bien?- pregunté en voz baja.

¬ Si, gracias.- dijo la chica, que llevaba una trenza y un mechón de cabello adelante, vestida con un vestido de una sola pieza. Ella miró lo que yo había dibujado y que los secuestradores no habían notado.- ¿Eres alquimista?

¬ Si...

¬ Debemos ayudar a estas personas. ¿Qué sabes hacer?

¬ Trabajo con el viento y todos los componentes que hay en él.

¬ Yo practico con el agua, tal vez podamos hacer algo...

¬ ¡Silencio!- ordenó nuestro captor.

Le presté la tiza a mi nueva amiga para que hiciera su círculo. Ya teníamos un plan para distraer al fulano ese...

Activé mi círculo. No hice gran cosa, sólo aproveché que el aire urbano es un poco más contaminado, así que condensé gases como el amoníaco, dióxido de carbono y algunos elementos pesados del aire alrededor del sujeto que nos mantenía presos a todos, impidiéndole respirar unos instantes. Ahora era el turno de la chica de la trenza, ella tomó el vapor de agua presente en el aire y en un pedazo grande de melón que ella llevaba en su bolsillo, disparando la poca agua resultante hacia el rostro del sujeto. La gente entendió y salió corriendo en dirección al vagón trasero con la esperanza de refugiarse mientras llegaban a su destino. La chica y yo los dirigíamos.

¬ A propósito, ¿Cómo te llamas?

¬ Melissa, ¿Y tú?

¬ ¡Milly! ...en realidad es un diminutivo, me llamo Millennium.

¬ "¿Eso es un nombre?"- pensé, divertida.

En eso el sujeto notó que estábamos escapando y disparó al azar mientras se le aclaraba la vista, empañada debido al agua. La bala pasó cerca de mi rostro.

¬ ¡YA VERÁN, MOCOSAS! ¡VOY A ATRAPARLAS!

¬ ¡Tengo una idea, Milly! ¡Saltemos por la ventana!

¬ ¿De un tren en movimiento? ¿Estás loca?

¬ Tú confía en mi, ¡Vamos!- la apresuré mientras dibujaba otro círculo de transmutación.

Milly titubeó un poco, pero al fin saltó. Con mi transmutación condensé el aire alrededor de ella, lo suficientemente fuerte como para elevarla, aunque se quejó de que estaba muy caliente. Luego salté yo, pero mi transmutación no era lo bastante fuerte para elevarme a mi también, y se deshizo. Menos mal que un fuerte chorro de agua me elevó hasta el techo del tren, donde estaba Milly.

¬ Creo que todo viene de allá- dijo ella señalando la parte delantera del tren.

¬ Vamos, tal vez podamos ayudar en algo.

Corrimos a lo largo del tren, intentando llegar a la parte del frente. En eso un pensamiento inquietante me asaltó: ¡El tío Maes iba ahí! Ha habido muchas explosiones...Espero que esté bien.

En eso el suelo debajo de mí retiembla un poco y se abre, con lo que me caí dentro del vagón. Milly parecía no haberse dado cuenta, pues siguió su camino. Un hombre gigantesco con un arma en lugar de brazo me apuntó a la frente.

¬ ¡Nadie escapará de mí, mocosa!

¬ ¡Ella no tiene nada que ver!- dijo alguien más...el chico de la armadura.- Lo siento, sin querer yo abrí el techo, no sabía que estabas arriba.

¬ No te preocupes...- dije mirando a mi alrededor. Noté que estábamos en un pasillo cercano al cubículo privado del General.Y entonces una fantástica idea se me ocurrió: Si podía demostrarle al general que era capaz de salvar a todo un tren con alquimia, era probable que ni siquiera tuviera que hacer el examen para Alquimista Nacional. ¡Tal vez me darían el puesto de inmediato! Rápidamente dibujé un círculo de transmutación mientras el captor discutía con mi amigo de la armadura.

Sin embargo, segundos antes de que activara mi círculo, un curioso altavoz apareció por ahí con una luz de transmutación.

¬ ¡Todos los pasajeros, cúbranse!

¬ ¿Eh?

El chico de la armadura se hizo a un lado, inmediatamente después apareció una especie de cañón que disparó cientos de litros de agua sobre el terrorista...y sobre mí. No supe qué pasó después.

¬ ¡Mely! ¡Mely!...Por Dios, ¿Dónde puede estar?...¡Mely, querida! ¿Estás bien?

¬...No, tío Maes...¡NO ESTOY BIEN!

Yo acababa de salir del agua, ayudada por un bote de rescate...No sólo no pude ayudar, ¡Quedé como una tonta!

¬ ¿Qué pasó, tío?

¬ Unos sujetos capturaron el tren, menos mal que iba un alquimista a bordo, él ayudó a su captura.

¬ ¡Yo también soy alquimista!

¬ Si, querida, y me sorprende que no hayas hecho nada al respecto.

¬ ¡SI LO ESTABA HACIENDO, PERO UN TORRENTE DE AGUA ME ARROJÓ AL MAR, Y...!

¬ No discutamos, mejor vayamos a casa, la tía Glacier te preparó una ve hermosa ahora que está embarazada, ¿Sabes?

¬ Si, lo sé...¡Atchú!...Rayos, ahora estoy toda mojada...¡Y era mi vestido favorito...!

No me quedó más remedio que subir al auto del tío Maes, y dirigirme a su casa, donde me hospedaré hasta el día de mi examen.

Mi tía Glacier siempre ha sido muy dulce conmigo, no puedo enojarme jamás con ella. Los días pasaron muy rápido en compañía de mi familia. Me gustaba ayudar a mi tía con las cosas de la casa, y ahora me han mandado por ingredientes para hacer un pastel. Aún no he preguntado para quién será, pero creo que lo sabré a su tiempo.

Me encontraba en un puesto, comprando unas cuantas fresas. Hacía algo de frío debido a que ya era invierno, y la tonta de mí no me había llevado una chamarra adecuada. No pude evitar tiritar de frío.

Alguien me tendió un suéter sobre los hombros. Miré a mi benefactor con sorpresa.

¬ Casi está nevando y tú sin suéter, mujer...

¬ ¿Milly? ¿Eres tú?

¬ ¡Sip! Me alegra que te acuerdes de mí. ¿Qué haces?

¬ Estoy comprando unas fresas para mi tía...

¬ Llévaselas y regresa, me gustaría mucho charlar contigo, ¿Siiiii?- dijo Milly. Entonces me di cuenta de que era una chica bastante alegre.

¬ Claro, me encantaría.

Me despedí y regresé pronto a la casa de los Hughes. Dejé las fresas en la mesa y miré con carita de ternura a mi tía.

¬ Ne, Glacier-san...

¬ ¿Si, Mely-chan?

¬ ¿Me dejarías salir con una amiga un momento?

¬ Mmmm...- ella pareció pensarlo un poco- ...Quería que me ayudaras a preparar la fiesta...

¬ ¿Qué fiesta?

¬ Un amigo de tu tío cumple años hoy, y vamos a hacerle una pequeña fiesta en familia.

¬...Prometo no regresar tarde, ¿Si?

¬ Está bien, linda...- dijo ella dulcemente- , pero regresa antes de la fiesta.

¬ ¿Segura que puedes arreglártelas sola?

¬ Claro, linda, ve y diviértete.

¬ Bien, ¡Nos vemos al rato!

Salí muy alegre, llevándome puesto mi abrigo favorito. Regresé a donde estaba Milly esperándome.

¬ ¡Hola de nuevo!- me saludó ella- Estoy muy alegre por verte otra vez, me caíste muy bien.

¬ Puedo decir lo mismo n.n...

¬ Discúlpame por haberte dejado atrás en el tren...no sabía que te habías caído...

¬ No te preocupes...

En eso recordé...El tren...el agua...Milly...¡ELLA HABÍA SIDO!

¬ ¡TU FUISTE!

¬...¿Fui qué?

¬ ¡TU HICISTE ESE GRAN TORRENTE DE AGUA QUE ME SACÓ DEL TREN!

¬...¡Ah, ese!- dijo Milly como si tal cosa- No, no fui yo, fue otro alquimista.

¬¿Otro alquimista?...Si, recuerdo que el tío Maes me dijo algo de eso...¿Sabes su nombre?

¬ Nopi... Pero es muy guapo...

En realidad no me gustaba hablar mucho de chicos...tal vez porque nunca he tenido nada que ver con uno. Mi mamá dice que soy muy joven para esas cosas.

Empezó una nevada. Milly me sugirió que pasara a su habitación de hotel donde estaba hospedada. La nevada se convirtió en una tormenta intensa. Se me había hecho tarde para regresar a casa, y me sentí mal por romper mi promesa con la tía Glacier.

¬ ¡Adoro las nevadas!- dijo Milly, mirando por la ventana- Mucho agua por todos lados...igual cuando llueve...

¬ ¿A qué viniste a Ciudad Central?

¬ A hacer mi examen para alquimista nacional. Tengo solo 12 años, pero me gustaría intentarlo siendo joven. Aún no tengo el permiso para el examen, pero ya me las arreglaré.

¬ Yo también quiero hacer mi examen, y vengo dispuesta a aprobarlo.

¬ En realidad sólo para ganar experiencia para el próximo año. Habrá mucha gente mayor y más sabia, así que no importa si no lo logro, lo intentaré el próximo año.

¬ Yo si tengo que lograrlo este año, se lo prometí a mi familia.

¬ Vale...

La noche avanzó rápidamente. Llamé varias veces a casa, pero las líneas se cayeron y no pude comunicarme. No tuve más remedio que pasar la noche en casa de Milly, quien muy amablemente me cedió la cama y se quedó en el sillón.

Al día siguiente, lo primero que hice al despertar fue telefonear a casa. Me llevé una enorme sorpresa al enterarme de que Glacier-san había dado a luz en mi ausencia! El tío Maes estaba como loco de alegrí regresé a casa (Acompañada por Milly), la tía Glacier me mostró a mi nueva prima, Elisya-chan, y dijo que, si no hubiera sido por los amigos de mi padre, aquella abría sido una noche muy difícil...¡No me pareció justo! Esperé tanto tiempo para ayudar a Glacier-san a dar a luz y ser la primer en conocer a la bebé...¡Y llegan un par de pelmazos y me quitan ese privilegio!


Por fin, el gran día, el día del examen. Me levanté temprano, aún nevaba un poco. El tío Maes me llevó al cuartel, y Glacier-san dijo que pasaría a recogerme más tarde. Hoy será el examen escrito. Pero estoy lista para todo.

¬ ¡Te deseo mucha suerte, querida!- dijo el tío Maes dejándome en la entrada- ...¡Vaya, se me ha hecho tarde! Está bien, linda, ¡Si no regresas con tu título de Alquimista Nacional, no te dejaré entras a la casa, jajajajaja!

¬ Daré lo mejor de mí, tío. - dije con seriedad.

¬ Salúdame al vago de Mustang de mi parte. Lo veo a diario, pero no puedo dejar que se quede sin conocer a mi sobrina...¡Qué barbaridad! Como ha estado muy ocupado no ha visto a Elisya-chan...¡Toma esta foto y muéstrasela!...¿Verdad que se ve hermosa?

¬ Eh ¬¬...Si, tío...Ya me tengo que ir.

¬ ¡Nos vemos en la tarde, Mely!

Aproveché ese momento para escabullirme hacia adentro. Tal y como lo había pensado, el lugar estaba abarrotado de personas de entre 20 y 40 años. Busqué a Milly con al mirada, pero no pude verla. Tal vez no había conseguido el derecho a hacer examen...

Una persona resaltaba entre la multitud, era inconfundible, se trataba de aquel chico con armadura del tren. Tomé asiento detrás de él.

¬ ¡Hola!- saludé. El volteó a verme.- ¿Me recuerdas?

¬ Ehh... ¡Ah, si!...Eres la chica del tren, ¿Verdad?

¬ Me llamo Melissa, ¿Y tú?

¬ Alphonse Elric, mucho gusto.

¬ Debes ser muy grande para poder estar dentro de esa armadura.

¬...Algo.

¬ ¡Al!- le gritó alguien- ¡Ven acá, ese no es nuestro asiento!

¬ ¿Eh? ¡Ya voy, hermano!...Hasta luego, Melissa-chan, te deseo suerte con tu examen.

¬ Igualmente n.n

Volteé a ver quien era el que lo había llamado, pero sólo pude ver una rubia cabellera entre la multitud...porque alguien se me atravesó.

¬ ¡Holitas!

¬ ¡Milly! Me da gusto que hayas logrado entrar al examen.

¬ ¡Shhht!- dijo ella tapándome la boca- ..No lo digas tan fuerte...

¬ ¿Eh?...- entonces comprendí...- ¿Te colaste al examen?

Milly asintió, algo nerviosa. No me pareció correcto lo que había hecho, pero yo no podía delatarla...

Un hombre de penetrantes ojos negros como su cabello enfundado en un traje azul que estaba al frente comenzó a dar órdenes. A su señal, el tiempo del examen comenzó. Llevaba apenas una hora cuando algunos hombres comenzaron a salir. Me puse algo nerviosa. Milly salió al cabo de dos horas, y yo no llevaba ni medio examen. Eran casi las tres horas de límite cuando por fin terminé. Entregué mi examen, algo nerviosa. No estaba segura de mis últimas 4 respuestas, pero puse toda mi fe en ellas.

Cuando salí, Glacier-san estaba ahí con Elisya-chan en brazos. Milly también me estaba esperando.

¬ ¿Cómo te ha ido, Mely-chan?- dijo mi tía.

¬...Algo difícil, pero creo que lo superaré.

¬ ¡A mi me ha parecido muy sencillo!- dijo Milly con los brazos detrás de la cabeza.- Pero no pude contestar la pregunta 111.

¬ Tanto esfuerzo merece una recompensa.- dijo la tía Glacier con una gran sonrisa- ¿Quién quiere un pedazo de pay de queso?


Al día siguiente me levanté más temprano aún, debo estar despejada para el Examen psicológico. El tío Maes me llevó de nuevo.

¬ ¿Cómo te sientes, Mely-chan?

¬ Muy bien, tío, gracias por preguntar.

¬ Me da gusto que hayas podido llegar a hacer este examen, eso significa que pasaste el escrito, ¿No?

¬ Si, pero no estoy muy conforme con mi resultado, obtuve un 92%

¬ Es un muy buen resultado, Mely-chan, debes estar orgullosa de ti. Será mejor que entres ya, al parecer han comenzado a llamar a los aspirantes.

¬ Si, tío, nos vemos en la tarde.

Entré de nuevo al cuartel. La gente se congregaba en una sala en espera de escuchar su nombre. Paseé un poco por ahí para ver si encontraba a alguien conocido (A Milly o Al-kun), pero ninguno estaba por ahí. En eso la puerta se abrió y de la habitación donde se estaba realizando el examen salió Milly. La vi muy nerviosa. Me acerqué a ella.

¬ ...¿Y bien? ¿Cómo te fue, Milly?

¬...Es...una tortura...¡NO PUDE CONTESTAR A LO MAS ELEMENTAL!

¬ ¿Eh?

¬ ¡Seguro que no pasaré este examen!...Los resultados los dan hasta dentro de tres horas...¡NO PUEDO ESPERAR, EL SUSPENSO ME MATA!

¬...Tranquila, Milly...Seguro que lo hiciste bien...

En eso salió aquel hombre de cabellos negros con una lista.

¬ ¡Elric Edward!

¬ Es el Teniente Coronel Mustang...- me dijo Milly al oído- Es muy guapo, ¿Verdad?

¬...Si, lo es...- dije algo apenada. No acostumbraba hace esa clase de comentarios.

Un muchacho algo más alto que yo entró al cuarto del examen. Era rubio de ojos dorados, vestido de negro con una gran capa roja. Creí haberlo visto en algún lado, pero no logré reconocerlo.

¬ ¡Es él! ¡Es él!- me dijo Milly- Ese chico me parece más guapo que todos...Se ve que tiene su carácter, pero debe ser muy lindo...

¬ Si tu lo dices...

¬ Te esperaré afuera...y te deseo mucha suerte, Melissa.

¬ Gracias.

15 minutos después aquel rubio de ojos dorados salió, y no se veía tan mortificado como Milly. Lo vi salir de la sala, algo apresurado. Había algo en él que me llamaba la atención.

¬ ¡Hughes Melissa!

Cuando escuché mi nombre me sobresalté. Me dirigí apresurada hacia el señor Mustang.

¬ Vaya, otra niña...-dijo Mustang mirándome como con burla, cosa que no me pareció, pero no podía decirle nada, tal vez él llegaría a ser mi superior...- ...Espera: tú debes ser la sobrina de Hughes...

¬ Creo que es obvio que si.

¬ Te deseo suerte...vas a necesitarla.

Entré, algo contrariada por la manera en que ese sujeto me había hablado. Sin embargo, al ver el lugar en el que estaba, me calmé un poco. El lugar era totalmente oscuro, salvo por la parte central, donde estaban un circulo de transmutación y una silla dorada flotando en medio de él. Pude ver también a mis superiores al frente, el Fuhrer y el General de Brigada con Mustang junto a ellos.

¬ Siéntate...- dijo el Fuhrer- ...Si en verdad eres una alquimista, no habrá problema.

Me senté, algo nerviosa...además de que el asiento estaba algo alto para mí. No soy la persona más alta del lugar, precisamente...

¬ Tu nombre y edad.- dijo el General.

¬ Melissa Hughes, trece años.

¬ ¿Por qué quieres ser Alquimista Nacional?- me dijo ahora el Fuhrer.

¬ Porque...yo...quiero servir a mi país usando la Alquimia como mi mejor herramienta para repartir justicia.

¬ ¿Tienes alguna razón personal para ello?

¬...Eh...- lo pensé un poco. ¿Qué me había llevado a querer ser alquimista Nacional?- ...Yo...Quiero demostrarle a los que no creen en mí que si puedo...puedo lograrlo.

¬ ¿Cómo aprendiste a usar Alquimia?

¬ Desde pequeña me he interesado, por lo que busqué por mis propios medios la información necesaria...Al principio no podía entenderla bien, por lo que mi familia decidió ponerme un tutor. Cuando yo tenía 8 años, mi maestro, de nombre Melvin Cruise, me enseñó lo básico para transmutar. Desgraciadamente él falleció, así que tuve que continuar mi educación yo sola.

¬ ¿Te especializas en algún elemento? Agua, fuego, viento, hielo, metal...

¬ El viento, señor.

¬ ¿Por qué?

¬ Hay muchos elementos presentes en el aire que se pueden usar para muchas cosas.

¬ ¿Has usado alguna vez la alquimia para ayudar a alguien?

¬ Pues...- era mi oportunidad, tenía que decir lo del tren...- Hubo hace un tiempo un atentado en un tren, yo estuve ahí y ayude a la gente a ponerse a salvo en los vagones de la parte posterior.

¬ ¿Te ayudaron?

¬ Eh...No.- mentí...Me sentí mal por dejar a un lado a Milly, pero no me quedaba de otra...luego pensé:- "Si estas preguntas se las han hecho a todos, a Milly también...y ella debió decir también lo del tren...¡Rayos!"

¬ ¿Para ti, que es la Alquimia? ¿Una simple ciencia, un don o algo mágico? Tomate tu tiempo para contestar.

Agaché la cabeza...¿Qué era para mi la Alquimia? Una ciencia, por supuesto; una ciencia que no todos pueden manejar. Entonces sería una especie de don porque solo algunos la pueden usar. Y los que no pueden lo ven como magia...Ahora entiendo por qué me dijeron que me tomara mi tiempo, ¿Esta era la pregunta del millón? Rayos...

Entonces los entendí, era una pregunta capciosa. Tenía que escoger bien mi respuesta, porque la respuesta estaba ahí, pero no era ninguna de las tres...

¬ Es un don mágico de la ciencia.

Todos me miraron, sorprendidos por mi respuesta.

¬ Vaya...solo otra persona nos ha respondido eso...Pasemos a la pregunta final, es la que decidirá tu personalidad...

Tomé aire...¿La pasada no había sido la "pregunta del millón"?

¬...¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

-Toing-

¿Qué tenía que ver eso con alquimia? ¡Absolutamente nada! Y bueno, yo tenía que contestar...¿El huevo o la gallina? ¿Era una broma o algo así?...Me decidí a verlo por el lado científico...No podía verlo de otro modo, los alquimistas serios somos así...

¬...el huevo, señor.

¬ ¿Por qué, señorita Hughes?

¬...En términos evolutivos, lo sería porque las aves descienden de los dinosaurios, por lo que un dinosaurio pondría un huevo cuya cría tendrá rasgos de ave, esa dino-ave pondría un huevo, del cual saldría otra criatura con más rasgos de ave. Así seguiría hasta que por fin naciera una gallina verdadera.

Todos los presentes me miraron dubitativamente. De repente, la luz se encendió, y tuve que cerrar los ojos un momento. El Fuhrer me miró con serenidad.

¬...Le daremos su resultado ahora, señorita Hughes.

¬ ¿Qué?- pregunté, algo confundida- ¿No se supone que los iban a entregar hasta dentro de tres horas?

¬ No, se lo daremos ahora, pero le agradecería que no dijera nada...- revisó un papel.- Pude notar que tienes un carácter decidido y fuerte, cosa esencial en batalla. Sin embargo, tu visión analítica de las cosas te convierte en alguien con poco tiempo, según veo...También he visto que puedes llegar a ser vulnerable en algunas situaciones porque tu carácter fuerte te puede hacer perder el control, y serías un blanco fácil...

El General y el Fuhrer se dijeron algo en secreto. Miré a Mustang, que estaba serio. Sin embargo, me dedicó una sonrisa. Yo le correspondí de igual manera. El Fuhrer volvió a mirarme.

¬ Señorita Hughes...La esperamos mañana para el examen práctico.

¬ ¡Gracias, señor!- dije casi con un grito de alegría- ¡Estaré muy honrada de pasar el examen y estar bajo su mando!

Salí de ahí, eufórica. Le conté todo a Milly, quien me dijo que también había pasado y que lo de los resultados era una broma. Se estaba haciendo tarde, así que nos despedimos y regresé a mi casa dispuesta a escribirles a mis padres para decirles que solo me faltaba un examen.


El día del examen me desperté tarde. No tuve tiempo de desayunar. Me vestí rápidamente y salí de ahí corriendo. ¿Por qué el tío Maes no me había esperado ahora? Tuve que llegar caminando al cuartel. Sin embargo, no tardé mucho. Antes de entrar, alguien me llamó.

¬ ¡Ne, Melissa-chan!

¬ ¿EH?...¡Alphonse-kun!...no te vi ayer en el examen...

¬ Je, surgió un imprevisto y no pude presentarlo...

¬ ¿Es tu novia, hermanito?- dijo una hermosa niña que estaba en sus hombros.

¬ ¡No, Nina-chan, te equivocas!- dijo Al moviendo frenéticamente los brazos.- Es solo una amiga. Por cierto, Melissa-chan, me preguntaba, ¿Qué vas a hacer para el examen práctico?

Ya había oído hablar de eso...pero no había pensado en nada a propósito.

¬ No lo se, siempre me ha gustado improvisar.

¬ ¿Eh? Mi hermano se quebró la cabeza pensando en qué hacer, ¡Y tú vas a improvisar! Eres muy lista...

¬ Gracias, pero no es para tanto...Espero que tu hermano tenga suerte.

Me despedí de él y su linda amiga, y entré. Me quedé sorprendida: en medio del todo había un campo con muchos elementos transmutables, como agua, árboles, tierra,¡De todo! No había muchos competidores.

Las reglas eran simples: tenías que transmutar algo en lo que fuera siempre y cuando les gustara a los demás e impresionara a todos. No había un orden de comienzo, así que decidí esperar a que todos acabaran para darme una idea de que hacer...

Para mi sorpresa, la primera en pasar fue Milly. Trazó en la tierra un círculo de transmutación y arrojó en medio de este algo de agua. Lo activó. Cuando la luz se hubo disipado, todos pudieron ver una hermosa fuente de un angelito que arrojaba agua por un jarrón. Los presentes aplaudieron.

¬ "Nada mal"- pensé- "Hacer arcilla y después transformarlo en fuente...muy original"

Luego pasó otro sujeto. Este solo dibujó un círculo de transmutación y lo activó, haciendo un gigantesca torre. Sin embargo, el sujeto quedó bastante agotado.

¬ "A ver...la gente tiene la decisión: al parecer les gustan las cosas lindas y grandes..."

Otro sujeto pasó y, con algo de madera y agua, hizo un enorme globo de hidrógeno...La gente estaba maravillada, al igual que el Fuhrer, el General y el Teniente Coronel.

¬ "...También les gustan las cosas que vuelan...Mi especialidad...No será difícil complacerlos con un espectáculo de fuegos artificiales visibles a la luz del día..."

Me preparé para hacer mi sorprendente acto, hice un circulo de transmutación y me preparé a activarlo...Al hacerlo, los gases pesados como el Xenon y el Argón harían el ambiente oscuro para una mejor apreciación del espectáculo. Con algo de calor producido por la luz del Sol podría hacer fácilmente que los demás gases como el Hidrógeno y el Neón estallaran haciendo caprichosas formas que deleitarían a todos...Iba a ser un enorme gasto de energía de mi parte, pero valdría la pena si eso me daba el derecho a ser Alquimista Nacional.

Activé mi círculo...me iba a llevar algo de tiempo concentrarme lo suficiente para lograr el efecto deseado, pero estaba dispuesta a todo...Sin embargo, un gran estruendo me distrajo. El globo había chocado contra la torre, y esta se venía abajo encima del otro sujeto...yo no pude hacer nada para ayudar, aunque me hubiera gustado hacerlo...Mi círculo se desactivó por mi distracción. Intenté activarlo de nuevo, no podía darme por vencida ahora...En eso vi al muchacho que le gustaba a Milly, aquel rubio de larga trenza, corriendo para salvar a aquel hombre...Hizo algo que me dejó boquiabierta: ¡Transmutó sin círculo!...y no solo eso...¡Lo transmutó todo en una enorme corona de flores! Era algo bonito, grande y volador...¡MI IDEA!

Me sentí mal por haber fallado, pero aún podía lograrlo...Activé mi círculo, mirando enojada cómo todos halagaban al rubio por su acción...Los gases nobles en el aire comenzaron a oscurecer el lugar, llamando la atención de unos pocos...Era tanta mi concentración en ese momento que no me fijé en que la corona de flores no se iba a quedar arriba para siempre y se desplomaba sobre mí.

¬ ¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAA!

-PLAF-

Me quedé tirada en el suelo con ojos de garabato...¡Y si tan solo hubiera sido la corona de flores, pero no! después de eso, mi transmutación a medias hizo explosión, mandándome a volar unos metros atrás...Pude escuchar como todos se reían de mi.

Hughes Melissa: No aprobada.


¬ Vamos, Melissa, no lo hiciste mal...- me consolaba Milly mientras nos dirigíamos a mi casa.- Te aseguro que si te hubiera salido habría sido lo más bonito de todo el lugar.

¬ ¡PERO NO ME SALIO! ¡TODO QUEDO ARRUINADO POR CULPA DE ESE...ENANO!

¬ No deberías de culpar a otros por tus errores. –Milly se veía algo enojada- Nadie tiene la culpa de que no hayas podido pasar el examen...Yo tampoco lo pasé, pero sé por qué.

Así es, Milly tampoco pasó el examen debido a que su desempeño en los últimos dos exámenes no había sido del todo satisfactorio, aunque por lo menos ella pudo hacer su práctica y no quedó en ridículo. Antes de alejarme del todo, me quedé mirando melancólicamente hacia el cuartel...¿Con qué cara iba a regresar a casa y decirles a mis padres que no pude lograr mi sueño?

En eso, del cuartel salió aquel muchacho rubio de ojos color miel, seguido por Al y la pequeña Nina. Milly puso cara de borrego a medio morir, como diría mi tío.

¬ Ese sujeto me parece tan apuesto...Al parecer fue el único que aprobó el examen.

¬ Por una estúpida corona de flores...

¬ No solo eso, obtuvo además uno de los más altos puntajes en el examen escrito. Era de suponerse, después de cómo salvo ese tren...

¿El tren?...¡Él era el "villano" en mi vida! No pensé lo que hacía, no escuché al Milly que me decía que me detuviera, sólo me dirigía hacia él, dispuesta a decirle hasta de lo que se iba a morir. Pero es tanta mi mala suerte que no se con que tropecé, e inevitablemente caí a sus pies. Él me miro, como con ganas de reírse.

¬ ¿Estás bien?

¬...¡NO, NO ESTOY BIEN! TU ERES EL CULPABLE DE QUE MI VIDA SEA MISERABLE! DIME TU NOMBRE!

¬...Edward Elric...- dijo él mirándome algo desconcertado.- ...¿Y tú eres...?

¬ MELISSA HUGHES, ENANO!

¬ ¡OYE! ¿ESTÁS DICIENDO QUE SOY TAN ENANO QUE...?

Edward se detuvo al mirarme. Al lo miró como sorprendido.

¬...¿Hermano?...¿No vas a golpearla o algo por estilo por decirte enano?

¬...Esta vez no, Al...Esta jovencita me acaba de dar una oportunidad genial...¡ENANA!

¬ ¡hermano!

Ese inepto se estaba burlando de mi estatura...Solo porque es algo más alto que yo. Nunca me ha molestado mi estatura, siempre he sido algo bajita...¡Pero por ningún motivo dejaré que este loco se burle de mi!

Con el dedo dibujé en la nieve un círculo de transmutación, dispuesta a darle su merecido a esa pulga enclenque.

Sin embargo, una barrera de hielo se interpuso entre Elric y yo. Miré a Milly, enojada.

¬ ¡Millennium, DEJAME DARLE SU MERECIDO A ESTE TONTO!

¬ Este no es el lugar ni el momento, Melissa. Si yo fuera tú, lo que haría sería estudiar duro para lograr ser alquimista nacional y darle su merecido en un mejor ambiente, ¿No?

No me quedó de otra mas que borrar mi círculo con el pie. Elric me miraba, divertido.

¬ Así que tú también hiciste el examen, ¿Eh? Vaya vaya... – me dijo él mirándome de pies a cabeza- ...¿Cuántos años tienes? ¿10? ¿11?

¬ ¡TRECE!

¬ ...¿13?...¡JAJAJAJAJAJAJAJAAAAJAJAJAJAJAJA!

¬ ¡Hermano!- protestaba Al-kun.

¬ ¡No te rías, hermanito! -Dijo la pequeña Nina-chan- Es la novia de mi hermanito Al, ¿Verdad?

¬ ¡No!

¬ ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! Trece años y sigues así de chiquita...¡JAJAJAJAJA!

¬ ¡Por burlarte de mi, te apuesto a que tu te vas a quedar así de enano el resto de tu vida!

¬..¡¿ESTÁS DICIENDO QUE SOY TAN ENANO QUE NO PUEDO NI HACER EL INTENTO DE CRECER?!

¬ Ahí van de nuevo nnU...- dijo Milly- Será mejor que los separe...¡Kya!

Milly hizo una transmutación, derritiendo el pequeño bloque de hielo frente a mi…haciendo que éste me mojara. Creí que moriría por tanto frío.

¬ Ahora si, tienes que irte a tu casa, ¿No?

¬...Ya verás, Edward Elric...No descansaré hasta ser Alquimista Nacional para vencerte en combate SIN INTERFERENCIAS, ¿Eh, Milly ¬¬?

¬ Esperaré con ansias ese día...- contestó Elric- ...Nos vemos luego, Chiquilla-chan.

¬ ¡Hermano!

Los tres se alejaron. Me quedé mirando hasta que se perdieron...En verdad no odiaba a Elric, pero mi orgullo es más que cualquier otra cosa que pudiera surgir...

Continuará…