Te quiero
Cuando el miedo te supera, cuando tiemblas escondido tras un árbol, cuando hay alguien que quiere acabar con tu vida, sufres un momento de adrenalina, y es en ese momento, cuando sientes la fuerza correr por tu cuerpo, por las venas, por el corazón.
¿?: akira-chaaan!.- grita desesperado un niño de unos ocho años corriendo por el bosque, lo que no sabía era lo que iba a pasar, de repente una rama cruje detrás de él, siente un escálofrio recorrer su pequeño cuerpo, no estaba solo.
¿?: estoy aquí shindo-kun .- dice la chica con voz entrecortada por la carrera que ha hecho desde el otro lado del bosque, donde había varias personas detrás de ella, pero no para jugar.
Shindo: ¡no vuelvas a irte así! Me has tenido muy preocupado, ¡pensé que te habían capturado!.- su tono de alegría paso a uno de terror absoluto, cuando al mirar detrás de la chica vió a uno de ellos, sobre un árbol, a punto de atacar.- ¡cuidado!
El niño tira a su amiga al suelo, protegiendola, pero al hacerlo, la "cosa" le atrapó a él, y le subcionó cada gota de su sangre. El corazón dejó de latir. La "cosa" se fue, dejando a la niña insconsciente, y al niño "muerto".
La niña despertó, pero a su lado tan solo había un rastro de sangre, se quedó horrorizada, le habían convertido, es lo peor que te puede suceder. Es peor...que la muerte.
Salió corriendo en su busca, él seguía siendo su amigo y ahora estaría desorientado, sediento, confuso. Todo ese tiempo leyendo en bibliotecas prohibidas sobre vampiros, licántropos y criaturas de la noche por fin le iba a servir de algo.
Y le vió, por fin, después de tanto correr, de tener los pies llenos de sangre, de llorar hasta que se quedó sin lágrimas, le vió.
Él se acercó a ella temeroso de que le rechazara por ser diferente, ahora se debería acostumbrar. Pero para su sorpresa, ella se acercó a él y le dió un fuerte abrazo, sin darse cuenta sus mejillas se tiñieron de rojo y correspondió al abrazo.
La niña se percató de ello y le dió un beso a la mejilla.
Akira: tranquilo, que seas diferente no significa que yo deje de quererte.- dijo e inmediatamente le sonrió de la manera más dulce que ella sabía.
Shindo: yo...yo...no quiero hacerte daño, akira.- sentenció shindo, y le miró a los ojos, dejando al descubierto los suyos, rojos como la sangre.
Akira: tu nunca me harás daño, yo confío en ti, y después de haberme salvado...creo que te has ganado mi confianza, shindo-kun.
Shindo: akira-chan...yo...quiero decirte algo
Akira: dime, mi pequeño vampiro
Shindo: debes saber que yo me iré muy lejos y quizás nunca más nos veamos, así que quiero preguntarte algo, ¿quieres casarte conmigo cuando nos volvamos a encontrar?
Akira: sí, sí que quiero- contesta emocionada akira.- si nos volvemos a encontrar, aunque sea en otra vida, nos casaremos, y quiero decirte que...Te quiero
Shindo: yo también te quiero mi pequeña humana ;)
Y así es como el pequeño niño de ahora ojos rojos se fue a Seattle junto a otros de su especie. La niña volvió a casa con la mayor confianza en que, se volveran a encontrar.
