Capitulo 1.
Comienzos.
¿Quién pensaría que sería capaz de enamorarse de alguien tan torpe como él?
Como todas las mañanas un joven morocho se levantaba temprano para desayunar e ir a la Universidad, Trafalgar Law estudiaba medicina, tenía 25 años y llevaba ya tres años en su carrera.
Bostezando con algo de pereza y cansancio se levantó de su cama yendo hacia la ducha, un buen baño siempre ayudaba en esas mañanas difíciles las cuales le costaba despertar por completo, casi siempre que pasaban era por haber estado hasta muy tarde haciendo trabajos o simplemente estudiando para algún examen. Minutos más tarde ya aseado y cambiado desayunaba un café en el living de su apartamento, una pequeño bola blanca se acercaba paseando por sus piernas llamando su atención.
- Buenos días, Bepo -
Un adorable minino blanco y esponjoso le saludaba y hacia compañía antes de que partiera, solía tomarse su tiempo disfrutando de la tranquilidad de las mañanas, era como un momento de calma para el antes de iniciar por completo el día. Ya una vez terminado su pequeño desayuno, tomo sus cosas, despidió a su peludo amigo y salió camino hacia la Universidad.
Mientras tanto en otra parte de la ciudad, un joven rubio despertaba con una caída torpe al suelo causada por una pesadilla.
- Tch..-
Sobando su cabeza a causa del golpe miro la hora, se le hacía tarde para su primer día de trabajo, tenía suerte de haberse duchado la noche anterior, ya tenía planeado que esto le pasaría y se quedaría dormido. Tomo la ropa que el mismo había preparado cambiándose lo más rápido posible, se miró al espejo un par de veces y tomo aire.
- Bien! Estoy bien así!-
Tomando su bolso y sus llaves salió de aquel cómodo apartamento, "Mi primer día de trabajo y en un lugar lindo y lleno de estudiantes!" pensaba para sí, Rosinante había estado viviendo solo dependiendo de sus padres, al finalizar con sus estudios decidió comenzar a mantenerse por sí mismo. Había finalizado el Profesorado de Literatura, pero aun no lograba encontrar vacante para poder ejercer dicha profesión, por lo que se enfocó en buscar un trabajo, había encontrado un pequeño café cerca de una Universidad, le hacía recordar la épocas donde él estudiaba, con 28 años para él ya había completado una gran parte de su vida.
Tenía suerte de que aquel café no quedaba tan lejos de su apartamento, pero aun así llegar tarde a su primer día no era bien visto, podía divisar el cartel de aquel lugar "East Blue" , su dueño se encontraba afuera del lugar acomodando mesas para pronto poder abrir por completo.
- Buenos días señor!-
Dijo animado ya una vez frente a su ahora nuevo jefe, un rubio de pelo corto con unas extrañas cejas en forma de rulo que le causaban gracia y cierto interés.
- Ah! Tu eres el nuevo, Rosinante ¿cierto?, Buenos días, llegaste justo a tiempo, ve a cambiarte, te deje tu uniforme en la parte de atrás luego vienes y me ayudas con las mesas, te explicare lo que harás de ahora en adelante.-
Asintió lo más rápido que pudo y entro al lugar, la primera vez que había ingresado para buscar trabajo lo había inundado un aroma a café, lleno de estudiantes y personas de trabajo compartiendo un momento agradable, fue ahí cuando supo que ese era un buen lugar para estar. Sin más distracción fue hacia atrás a un cuarto donde era el lugar de descanso para los empleados, en una mesa se encontraba su uniforme, una camisa negra junto a unos pantalones blancos y un delantal negro haciendo juego con las iniciales grabadas del lugar.
Ya una vez cambiado y listo, salió hacia afuera, comenzando a acomodar las mesas junto a su jefe, era temprano, pero veía tantos estudiantes pasar yendo hacia aquella universidad, le provocaba una sensación de orgullo, era raro.
- Bien, escúchame Rosinante, tu trabajaras en la caja y de mesero cuando sea necesario, si alguien falta yo tomare tu lugar y tu atenderás las mesas ¿De acuerdo?, tus horarios son desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde, tendrás francos semanales pero con un buen sueldo.-
Sonriente aquel rubio terminaba de acomodar y limpiar las mesas mientras le hablaba, escuchaba con atención, sabía que aquel lugar era perfecto para el al igual que sus horarios.
- Me parece bien! Gracias por dejarme trabajar aquí, ah… ¿Puedo saber su nombre?-
Desde que había llegado no había preguntado ni como se llamaba y aun no sabía el nombre de sus compañeros de trabajo.
- Claro, soy Sanji, tus compañeros son tres, Zoro, Nami y Luffy. Los dos chicos son meseros y hacen limpieza de vez en cuando, Nami se encarga de hacer el café y armar bandejas, yo por mi parte soy el cocinero y tu atenderás y tomaras los pedidos, seremos un gran equipo.-
Era como una pequeña familia a la que pronto pertenecería, se llenó de ilusión y esperaba que sus compañeros le cayeran bien al igual que el a ellos, era bueno para socializar pocas veces encontraba gente que lo odiaba, como los amigos de su hermano. Ya terminado con las mesas de afuera, entro y limpio las demás dejando todo bien arreglado antes de abrir por completo.
- Buenos días.-
Un joven peliverde ingresaba al lugar un tanto despreocupado, lo observo con detenimiento y sonrió por conocer a uno de sus compañeros.
- Buenos días! Soy Rosinante, desde hoy trabajaremos juntos, espero nos llevemos bien.-
Extendió su mano hacia el para saludarlo de manera respetuosa, el joven lo miro por un segundo pero devolvió la sonrisa, aceptando su saludo.
- Soy Zoro, no seas tan formal, seguro nos llevaremos bien.-
Rio leve dejándolo solo yendo hacia la parte de atrás seguramente a cambiarse, suspiro luego de haber pasado por el primero de sus compañeros, esperaría a los demás mientras estuviera detrás de la barra y en su lugar, ordeno un poco las tazas y espero viendo ingresar a dos personas juntas, una mujer y un varón.
- Buenos días! Oh! Alguien nuevo!-
El joven morocho por poco y se abalanzaba sobre él, quedando acostado en la barra, sorprendido parpadeo por ello, culpa del susto casi tropezaba pero lo evito justo a tiempo.
- Luffy! No hagas eso, lo asustaste! Ah… Discúlpalo... Buenos días, soy Nami y él es Luffy, ¿Tu eres el nuevo cierto? Sanji nos comentó que entraría alguien más junto a nosotros.-
- S-si soy Rosinante, un gusto conocerlos! Conocí a Zoro hace poco, espero nos llevemos bien los cuatro.-
Ya una vez más calmado sonreía con ánimos de poder caerles mejor, ya quería comenzar a trabajar y demostrarles que era bueno con sus tareas asignadas.
- Claro! Cualquier duda puedes consultarnos no te preocupes! Nami nos ayudara…aunque es un poco ruda, si cometemos algún error nos matara!.-
Luffy era quien ahora animado le daba buenas vibras dando un salto para volver a estar parado frente a él, pero un golpe en su cabeza no tardó en aparecer, pero el joven solo reía.
- Luffy! Ya cállate y vamos a cambiarnos!-
La pelinaranja tomo por el brazo al joven arrastrándolo hacia atrás. Si estaba en un buen lugar, aquel sería un gran trabajo a partir de hoy.
