Pensamientos: "Ojala Que Le Guste Mi Preciado Sol."

El Resplandeciente Cambio

Pasaron Varios Años Hasta Que Finalmente Volvieron A Encontrarse, Por Primera Vez Para Ellas Fue Un Encuentro Muy Especial, Ese Día Fue Inolvidable En Aquel Lugar En Ese Parque, Donde Se Destacaba Una Gran Fuente De Agua Y Más Aun En Ese Sitio Se Hallaba Una Hermosa Joven Aquel Rostro Iluminado Por La Luna, Cuya Mirada Estaba Fijamente Admirándola Firmemente En Sus Ojos Se Apreciaba Una Serenidad Profundamente Como Siempre Lo Hacia, Pacíficamente En Sus Ojos Penetrantes De La Encantadora Chikane Siempre Esperando Algo Fuera De Su Rutina Pero Esta Vez En Este Mismo Lugar Se encontraba Otra Jovencita Que Se Dirigía Su Rumbo A Un Departamento. Su Presencia Se Trataría Como Del Mismísimo Sol En Persona El Cabello Dorado Dejándose Llevar Por El Frío Viento De La Noche, De Pronto A Chikane Se Le Hizo Muy Tarde Así Que Se Anima Cerrando Sus Ojos Y De A Poco A Poco Levantándose Del Lugar Para Marcharse A Su Casa Pero Antes Se Acercaba Una Alegre Sol Tratando De Iluminar Aun Mas El Lugar De La Fuente, La Joven De Ojos Amatistas Se Dio Cuenta De Que Había Una Persona Cerca En La Fuente De Agua, La Joven De Cabellos Dorados Pensaba Que Se Sentía Mal Y Tuvo Una Necesidad De Ayudar A La Desconocida Fue Corriendo Para Poder Ayudarla, Mientras Tanto La Joven De Cabellos Azulado Murmuraba Unas Palabras Para Sí.

-Comenzamos De Nuevo Cuando Será El Día En Que Pasara…- Sonriéndose, Hasta Que Sintió Una Corriente De Viento Se Oyó Un Susurro De La Esplendorosa Joven De Cabellos Dorados Diciéndole.

-Estas Bien?...-Sus Ojos Amatistas Quedaron Por Un Momento Del Poder Capturar Toda La Figura De Aquella Joven De Cabellos Azulados Y No Pudo Ver Sus Ojos Ya Que Estaban Cerrados Pero La Joven De Ojos Amatistas Muy Preocupada Y Tratando De Ver A Reaccionar A La Otra Joven De Ojos Zafiros Y Su Pelo Iluminada Por Efecto De La Luna En Ese Encuentro Tan Inesperado. La Hermosa Joven De Cabellos Azul Al Escuchar Esa Dulce Voz De La Joven De Cabellos Dorado Su Cuerpo Reacciono De Una Forma Muy Rara Pero Era Una Sensación Muy Agradable, Lentamente Comenzó A Abrir Sus Ojos Para Buscar Esa Tierna Voz.

-Si Estoy Bien.- Le Dice Suavemente Con Su Tono De Voz Respondió Dulcemente A La Joven De Cabellos Dorados. De Pronto La Joven De Cabellos Azul Abrió Sus Ojos Hasta Que Ambas Jóvenes Quedaron Muy Perplejas En Ese Instante Fue Como Si Se Hubiera Congelado El Tiempo, La Joven De Ojos Amatistas Interrumpió Este Momento.

-Gomene (lo siento) pensé que se sentía mal- Se sonroja al ver el radiante y perfecto rostro de la joven de cabellos azulados, mientras que ella rápidamente hace una pregunta de que se vaya sin poder verla de nuevo.

-Vives cerca de aquí o vives más allá?.-Tratando de capturar todo lo que iba a hacer la joven de cabellos dorados y esta le se sonroja un poco mas de lo indebido responde medio avergonzada.

-Vivo muy cerca de aquí.-Cada palabra pronunciada para la joven de cabellos azulados era un sueño que jamás quisiera despertar.

-Y tú por cierto donde vives.- La Joven Estaba Jugando ambas manos con sus dedos índices en la cual estaba sonrojada tratando de evitar esa profunda mirada de la dulce mirada de la joven ojos zafiros.

- Mmm... Pues muy cerca de aquí, me alegra mucho que estés cerca, por cierto esto no es un sueño verdad?.-Tratando de comprobar todo lo que sucedía, para la hermosa cabellos azulados no era verdad, lo que tanto había anhelado desde el fondo de su corazón.

-No, es un sueño.-Dice la tierna ojos amatista siendo muy comprensible con la otra joven de cabello azul.

-Esto es un sueño.-Se balancea en donde se encuentra la dulce joven impactante y le da una respuesta dándole un beso delicadamente en la mejilla de la hermosa ojos de zafiro y al ser esto su rostro mostró un leve sonrojamiento que pudo notar la radiante joven de cabellos dorados, mientras que la otra joven se toco su mejilla con su mano frotándose suavemente.

-Era necesario esto que hiciste?.-En ese momento la joven Chikane estaba muy calmada su mirada fija con los de la amatista.

-Es que para mi fue la mejor respuesta Gomenasai (Perdóname) si no te agrado.-Se sentía culpable de aquel acto que hizo, su mirada lentamente bajo.-Será mejor que me vaya Lo Siento.-De a poco estaba dando pasos para alejarse de la hermosa joven de cabellos azulados, La joven Chikane tratando de reaccionar rápidamente murmurando para sí.

-No quiero perderla…-Así que corrió un poco detrás de ella y mientras que la otra joven de ojos amatistas no se daba cuenta de la reacción que tuvo la encantadora Chikane, A Himeko se le cian algunas lagrimas y murmura para si misma.

-…Siempre les hago daño…- Algunas palabras las escucho Chikane.

Y ella le toma el antebrazo y le da un giro inesperado y la jala en donde se encontraba la hermosa joven Chikane respondiéndole.

-…Eso no es verdad, por cierto…-Mirándola seriamente.-…No me dejes, me gustaría demasiado que fueras mi amiga.-Se vio un leve sonrojo por parte de Himeko le encanto esta reacción que tuvo la joven hacia a ella.-Quiero que nos veamos seguidamente me lo prometes?.-Himeko llorando abrazo a Chikane.

Las dos se veían muy tiernas y feliz por este maravilloso momento inexplicable era hermoso lo que realmente comenzaban a sentir estas jóvenes iluminadas por los radiantes rayos de la luna y un proveniente murmullo de Chikane hacia el oído de Himeko pronunciándole aquella palabras.

-Por supuesto que si mi hermoso Sol.-Con esa respuesta Himeko se sintió muy halagada.

"Me dijo hermoso Sol que lindo me hace sentir esta joven, es tan hermosa como la mismísima Luna".

-Por Cierto me encanta la forma delicada en que me tratas. Tú también mi Luna encantada Y brillante, sabes es la primera vez que no me quiero separar así como estamos ahora y que estabas haciendo por estos lugares a estas horas.-Preguntaba curiosamente Himeko y la joven de cabellos Azulados no tardo en responderle a la tierna joven, un poco sonrojada por aquellas palabras.

-Mi resplandeciente Sol se me olvidaba presentarme, Himemiya Chikane.-La Joven De cabellos dorados no tardo en presentarse ante su protectora.

-Kurusawa Himeko , Chikane-Chan esta haciendo mucho frío porque nos veremos mañana en este mismo lugar que te parece?.- Mientras que Himeko estornudaba por tanto frío que dejaba la noche en la fuente que se encontraban.

-Que tal si duermes en mi casa por hoy si?.- Tratando Chikane de convencer a Himeko con sus dulces y tiernas palabras su mirada gentilmente hacia ella.

-Esta cerca de aquí Chikane-Chan?.-Muy atenta y curiosa a la vez.

-Por Supuesto que si Himeko, vamos caminemos por mientras…-Le da su chaleco de un color plateado, que se lo ponía en las espaldas mientras caminaba junto a Himeko.

-…No quiero que tomes un resfriado por mi culpa Himeko.-Al escuchar eso las palabras de la peliazul, la joven radiante se sonrojo y le devolvió una mirada hacia Chikane.

-Sabes, nunca me han invitado ir hacia a una casa, Chikane-Chan puedo tomar tu mano?.-La joven amatista siéndole muy sincera a la resplandeciente peliazul.

Chikane se dio cuenta de que su Sol había sufrido lo pudo notar mirándola fijamente, hasta que se volteo para poder pensar con mas claridad hacia la otra joven de cabellos dorados, su mirada tranquila y relajante marcando el horizonte, Chikane le copio delicadamente la mano de su adorada Sol Entrelazándose sus dedos con los de ella.

-No te he respondido la pregunta que me hiciste anteriormente...-A Himeko se le había olvidado con facilidad.

-Umm…Esto…Chikane-Chan, Se me ha olvidado la pregunta que te mencione hace rato.-Dedicándole una sonrisa dulcemente hacia Chikane.

-Himeko… -Volteo para mirarla y fácilmente le sonrío de una manera muy elegante, cosa que a Himeko le agrado y también le devolvió la mirada.

-…Veras, sierre tengo una rutina que empezó levantándome muy temprano para ir a la escuela y todas las chicas me admiran porque soy muy talentosa, toco el piano, juego tenis y muchas otras cosas mas pero que de importar. Luego de que terminara la escuela me dirijo hacia mi casa, tomo una Ducha, y enseguida me iba a esta fuente siempre me ha agradado estar en este lugar porque estoy en un lugar en donde nadie me molesta.-Himeko miraba a Chikane muy atenta de cada palabra que pronunciaba su Luna, mientras sin haberse percatado que había llegado a su casa.

-Chikane-Chan, debe ser muy aburrido haciéndolo una y otra vez, ahora que lo pienso, creo que voy a la misma escuela porque en todos lados he oído tu nombre pero no le di mucha importancia y jamás te he visto, hasta ahora.-Mientas Chikane se detuvo, soltó la mano de su Sol cuidadosamente para abrir la reja de su casa, por otro lado la joven de cabellos dorados miraba el palacio demasiado atento no podía creer que su Luna viva en este lugar.

-De verdad vives aquí Chikane-Chan? Es sorprendente y muy lindo.-Muy maravillada mirando a Chikane.

-Himeko, no es para tanto vamos.-Mientras le toma su mano cuidadosamente para dirigirse hacia la puerta, las dos iban corriendo para llegar. Después, Chikane estaba muy fascinada al tener a alguien con quien estar su mirada serenamente mirando hacia la puerta hasta que llego y la abrió rápidamente se vio unas de las empleadas de confianza esperando a la joven Chikane.

-Lo Siento por llegar tarde, traje a alguien conmigo.-Himeko estaba muy nerviosa estaba atrás de las espaldas de Chikane viendo la casa.

-Señorita desea comer algo.-Pregunto la sirvienta de confianza de la joven Chikane, mientras que las demás fueron a descansar.

-Vamos, Himeko no tengas miedo.-Siendo muy agradable con su Sol, mientras que ella le había sonado un rugido proveniente de su estomago, la joven de cabellos dorados ambas manos se la dirigió en donde se produjo el sonido provocando que se sonrojara fácilmente.

-Ve a preparar la cena Otoha-San.-Siendo muy cortes, mientras que la sirvienta fue enseguida a preparar la cena para ambas jóvenes encantadoras, cuando se retiro la empleada a la hermosa Chikane se le escapo una risita entre dientes.

-Himeko, porque no me dijiste que tenias hambre?, te hubiera comprendido, vamos a tomar un baño juntas por mientras este listo la cena.-Estando muy entusiasta con su Sol.

-Si, Chikane-Chan también vas a comer o no tienes hambre?.-Caminando con Chikane dirigiéndose al cuarto del baño, ambas entraron la joven de ojos amatistas vio lo espacioso que era pareciera un santuario majestuoso solo para La hermosa joven de cabellos Azulados, en el cual era muy sagrado.

-Puedes esperarme Himeko tengo que traer unas cosas enseguida volveré a acompañarte si?-Dedicándole una sonrisa a su más preciado Sol fue a buscar algunas prendas de dormir para ella y a Himeko, por otro lado se desnudaba poco a poco quitándose su ropa para poderse meter, era una especie de aguas termales pero en privado solamente para su luna protectora, Himeko esperaba a su Chikane no se iba a bañar sin que apareciera primero dijo para si.

-Todo lo que ha hecho por mí hasta ahora, acaso siento algo más por ella.-Tocándose su pecho y se escuchaba sus latidos fuertemente por ella.

-Que este sentimiento es producido por Chikane-Chan, es muy calido me hace sentir segura cuando estoy a su lado…-

Se escucho que abrieron la puerta del baño en la cual apareció la encantadora Chikane con las prendas de dormir.

"Ojala que le guste a mi preciado sol".Mirando las prendas de piyama una era de un rojo de color carmesí y el otro transparente que era para Himeko.

La joven de cabellos Dorados, al ver a su encantada Luna quedo demasiado sorprendida observándola y Chikane volteo directamente en donde se encontraba su Sol antes sus ojos desnuda quedo pasmada, a la joven Himeko no pudo contenerse más ella salto para dirigirse en donde estaba su protectora y le dio un beso muy apasionado abrazando frágilmente a Chikane, ella también hizo lo mismo, la joven de cabellos Azulados sintió como un calor proveniente del beso de su sol que le recorría todo su cuerpo lentamente que era una sensación demasiado agradable, la tierna joven Himeko se separo del contacto de los labios de su protectora muy lentamente.

-Chikane-Chan, creo que…-Interrumpió Chikane, alzando su mano izquierda en la cual estaba libre, su dedo índice hizo su parada en los dulces labios de Himeko.

-Te quiero, desde que rompiste este círculo vicioso.-La joven de cabellos dorados estaba sorprendida.

"Es justo lo que le iba a confesar".

-Chikane-Chan…-Mientras la veía perdidamente en sus ojos.

-Te espero, no te tardes demasiado.-Himeko se sentó cerca del agua para jugar con sus pies, esperando a su preciada Luna se desnudara para estar junto a ella, mientras tanto a la encantadora joven Chikane rápidamente se quito uno a uno sus ropas y sigilosamente caminaba en donde se encontraba la tierna joven Himeko en la cual estaba sentada, Chikane se agacho para dirigirse en su objetivo el oído de su Sol.

-Me tarde mucho.-Para Himeko fue muy agradable el susurro blindado por su protectora.

-Claro que no.-Le respondió la joven Himeko dulcemente.

-Que alivio, vamos.-Suspiro tiernamente dirigiéndose a los encantadores ojos amatistas para perderse en ellos.

-Chikane-Chan.-Les brillaba sus ojos al verla.

Ambas se metieron al mismo tiempo en bañarse, estuvieron en un largo periodo viéndose la una a la otra en silencio que les bordeaba contemplaba este preciado momento, luego recordó Chikane la cena por lo cual ha pasado, mucho tiempo juntas bañándose, pero ambas se sentían este calido sentimiento.

-Vamos a mi cuarto.-La joven Himeko quedo muy pensativa.

-Lo quieres hacer ahora, Chikane-Chan.-A la encantadora Luna no pensó que su Sol le pronunciara aquellas palabras quedo por un segundo perpleja.

"Pero no estaba nada mal la idea".

-Himeko…-Le sonrío.-No era eso, es que debemos ir a cenar porque la comida debe estar en mi cuarto ya preparada.

-Verdad, Chikane-Chan, Gomene (Lo Siento) por decir eso, no me acordaba lo de la cena.-Mientras estaban poniéndose las prendas de dormir que había traído su encantada Luna.

A Chikane la llamo la atención del como le quedo perfectamente el piyama a su sol su corazón comenzó a latir rápidamente por Himeko comenzó a sonrojarse su mirada estaba enfocada en ella.

-No tienes que disculparte, fue un impulso para ti…-Himeko se dio cuenta de que Chikane la estaba viendo muy fijamente sobre ella.

-Pasa algo Chikane-Chan tengo algo raro en mí.- Se estaba viendo la joven de cabellos dorados en si misma.

-No es que la verdad no puedo quitar mi mirada fija en ti porque te ves demasiado hermosa para mi Himeko.- sus ojos zafiros enfocaba un brillo especial al decir aquellas palabras.

-Umm…Esto… Chikane-Chan, no se que decirte gracias.-Se sonrojaba y se movía de un lado para otro.

-Himeko, ahora vámonos en donde esta mi cuarto, ven conmigo.-Tomándole la preciada mano de su Sol, saliendo de la habitación del baño y se notaba una sombra a lo lejos que era la sirvienta de confianza en la cual las estaba esperando a las jóvenes, llegaron al cuarto de su Luna encantada.

-Espero que los disfruten.-Siendo amablemente con ambas jóvenes.

-Gracias.-Respondió gentil.-Te puedes retirar Otoha-San.

-De Nada Señorita Señorita.-Hizo una referencia leve y se fue.

-Entremos a cenar, mi princesa resplandeciente.-Entro en la habitación, la Peliazul dando unos pasos y luego volteo para ver a Himeko alzo su mano para que pasara en el cuarto de la protectora joven. Himeko vio como la ventana de la habitación de su preciada la iluminaba completamente a la perfección, sus ojos amatista trataba de capturar todo ese segundo. La joven de cabellos dorados levanto suavemente su mano izquierda para estar junto a su protectora, ambas se dirigieron a la cama en donde se veía unos platillos que contenían langostas, camarones, lechugas y varios tipos de ensalada.

-Todo se ve muy delicioso Chikane-Chan.-Mientras se sentaron en la cama.

-Ojala que te guste mi resplandeciente Sol.-Mirándola fijamente, con su tono de voz dulce.

-Por supuesto Chikane-Chan.-Dedicándole una hermosa sonrisa.

-Bueno, Himeko comenzamos a comer.-Siendo muy gentil.

Ambas jóvenes empezaron a comer por lo visto a Himeko estaba siendo hambrienta, cada alimento ingerido por el resplandeciente Sol sin embargo se puso a observar que detenerse se le notaba en su preciado rostro alrededor del labio superior tiene rastro de comida, por lo tanto Chikane a punto de terminar la cena se dio cuenta de que a Himeko, tiene algo en la cara en la cual se trataba un pedazo de comida, la hermosa cabellos azulados quedo en un instante viéndola, y su preciada Himeko se dio cuenta por lo que le devolvió la mirada, pero a la vez e sonrojaba poco a poco.

-Chikane-Chan…-Le brillaba los ojos al ver a la joven.

-Tienes Algo…-Mientras alzo su mano derecha para sacarle el pedazo de comida y se lo lleva a su boca, comiéndoselo.

-Mmm…, que delicioso, ahora tengo el sabor de Himeko en mis labios.-La Joven de cabellos dorados quedo pasmada viendo a la hermosa joven Chikane observándola del cada detalle de su acto por lo que miro a un lado para que su luna no se pudiera percatar de que estaba sonrojaba en sus mejillas.

-Creo que hemos terminado.-Mirando el techo y luego volteo para mirarla.-Que te parece si duermes en mi cuarto, por lo que a mi dormiré al lado si?.-Le propuso con gentileza y una dulzura a la tierna Himeko.

La joven de cabellos dorados se volteo para mirar a la joven.

-S…Si…-Chikane se levanto de la cama para irse al cuarto del al lado.

-Chikane-Chan?-A la encantadora joven se detuvo y se volteo para ver que es lo que le pedía su amada.

-Pasa algo malo.-Le dedico una sonrisa tiernamente.

-No, es necesario de que te vayas al otro cuarto a dormir.-Dijo seriamente.

-Y donde tengo que estar?.-Le contestó media dudosa.

-Pues, conmigo si te vas a dormir en la otra habitación me sentiría muy insegura e inquieta si no te tengo a mi lado.-Siendo muy amable y al término de sus palabras le dedico una maravillosa sonrisa.

-Himeko…-Mirándola fijamente le bordeaba en sus ojos un brillo especial.

-Ven conmigo, Chikane-Chan.-Su gesto de amabilidad ofreciéndole su mano para la joven. Mientras que su protectora daba unos cuantos pasos, estando frente a ella de su preciado Sol en la cual tomo su mano y la beso, el gesto tan delicado para Himeko que se ruborizo mientras tanto que Chikane se sentó junto a la joven de cabellos dorados en su cama.

-Chikane-Chan, Te Quiero.-Mirándola fijamente y también con ese brillo especialmente en sus ojos hermosos amatistas, delicadamente sus manos suaves se deslizaron hasta llegar el rostro de la piel blanca de la encantadora Chikane, acariciando ambas mejillas que se detuvo el cario hasta que la tierna Himeko se acercaba poco a poco sus labios en contra de su Luna encantada hasta que los labios alcanzaron su objetivo en contra de Chikane, un beso muy delicado las preciadas manos de la joven de cabellos dorados se deslizaron para acariciarle alrededor de la espalda recorriendo lentamente hasta llegar a la cintura de su amada Luna, que esto se convirtió un tierno abrazo, tratándose de algo muy valioso no se fuera alejar de ella. Un murmuro se escucho de la otra joven de cabellos Azulados hacia la otra joven.

-Him…-Tratando de pronunciar su nombre de la otra joven.

Himeko, se detuvo con las caricias hacia su amada y alzo su dedo índice hasta llegar en los labios suaves de Chikane.

-No tienes que decir nada en este momento, quédate conmigo si?.-Al término de sus palabras le dedico una sonrisa y enseguida de ese gesto le dio un beso.

De pronto su amada Luna comenzó a bostezar y a la joven de cabellos dorados soltó una leve risita.

-Chikane-Chan, Porqué no me dijiste que estabas cansada así hubiéramos descansado quiero que siempre me digas lo que te pasa, no quiero que me lo ocultes, Chikane-Chan lo que siento por ti es verdadero y no puedo estar ni un segundo sin Chikane-Chan.-El tono de voz de la joven cada vez era más triste por lo que la encantadora joven de cabellos Azulados, miro atentamente a la joven de ojos amatistas.

-Gomenasai (Perdóname), Himeko-Le dio un beso.-Por favor no estés triste.-Acariciándole la mejilla de su preciado Sol.-Sinceramente, no deseo ver tu rostro de ese modo, Himeko tu sonrisa es todo para mi, sin embargo no me gusta separarme de tu lado mi resplandeciente Sol, Himeko.-Bostezo otra vez.-Sinceramente, deseo dormir.-Abrazando a la tierna joven de ojos amatistas.-Lo siento por arruinar este momento.-Sintiéndose culpable tratando de mirar hacia abajo.

-No, tienes porque sentirte culpable, Chikane-Chan.-Acariciándole, los cabellos Azulados de su hermosa Luna.-Ya, que estamos juntas, mañana almorzamos en la escuela o demos un paseo… .

Mientras que la joven Himeko daba ideas para sugerir y pasar el resto del día planeándolo y por otro lado la encantadora Chikane se quedo dormida pero abrazando a su hermoso Sol de ojos amatistas. De pronto la joven Himeko se dio cuenta de que no le respondia su amada Luna ninguna de sus ideas.

-…Chikane-Chan?...-Media desconcertada.-Que te parece?."Se habrá quedado dormida?, intentare una vez llamarla."-Chikane-Chan…-No hay respuesta por la otra joven de cabellos Azulados, solamente se oía su respiración.

Himeko se dio para sí misma una sonrisa muy satisfactoria, muy delicadamente acomodo el delicado cuerpo de la joven de ojos zafiros en la cama, después de que terminara de acomodar el frágil cuerpo de Chikane. Himeko se adentro a la cama tomando las frazadas para poder cubrirse junto con su amada Luna, la joven de cabellos dorados permaneció contemplando al mirar a la hermosa Chikane cara a cara poderla admirarla de cada perfección en su delicado rostro, los ojos amatista de aquella joven se podía observar que le brillaban, busco una mano de la otra joven de cabellos Azulados delicadamente entrelazándose en contra la suya.

"Duerme tan placidamente, quien diría que este fue el mejor día al haberte encontrado en la fuente, iluminada por aquellos lunares por la cual tu presencia era resplandeciente."

-…Chikane-Chan…-Susurro la joven, acaricio una de mejilla expuesta de el hermoso rostro de la joven Peliazul.

Parece que la encantadora joven Chikane escucho aquel susurro pronunciando su nombre llamándola su querido Sol, aunque pareciera que tuviera un sueño profundo la joven le respondió con un murmullo.

-…Gracias, Himeko me alegra al haberte encontrado, estoy muy contenta del tenerte aquí en ese instante conmigo…-La Dulce voz de la encantadora Chikane pronunciándole, fue una melodía maravillosa para la tierna joven Himeko, su mirada se concentro e los labios de la joven de cabellos Azulados, la joven Himeko en sus ojos amatistas comenzaron a cerrarse lentamente y dirigiéndose a un especifico objetivo muy fácil en la cual era los preciados labios de la encantadora joven Chikane en lo que fue un beso dulce y sincero, se separo del contacto que tuvo y le respondió aunque estuviese dormida.

-También te debo las gracias mi hermosa, Chikane-Chan.-Himeko, comenzó a tener sueño también sus ojos cansados pero no de ver el calido rostro de la joven Peliazul, lentamente los cerro uno a uno tratando de contemplar cada vez más de cómo dormía su luna hasta quedándose dormida con su preciada Chikane.

ARIGATO A "jessi", "CARLA-CHELITHO" Y POR ÚLTIMO A "KARIN MIYAZAWA" (POR CIERTO ME ENCANTAS COMO HACES TUS HISTORIAS ME HACEN SENTIR EN EL AMBIENTE, ESPERO QUE SIGAS CON TUS HISTORIA O PROYECTOS QUE PRETENDAS HACER SIGUE CON "ILUSION DE EPSILON" SALUDOS A TODOS LOS QUE LEERON MI HISTORIA CONTINUA POR SI ACASO ESTEN PENDIENTES DE QUE ACTUALICE EN MI HISTORIA...)

HE VISTO QUE SALIO OTRO MANGA ES LA ACONTINUACION DE KANNAZUKI NO MIKO SE LLAMA ZETTAI SHOUJO SEIKI AMNESIAN CONOCIDO COMO HIMEGAMI NO MIKO CON LOS MISMOS PERSONAJES CHIKANE & HIMEKO PERO LES CAMBIO LOS APELLIDOS PERO SE CONSERVA LOS PERSONAJES EN TODOS SUS ASPECTOS BUENO ME DEJAN UN REVIEW SALUDOS ^_^… CONTINUO SI O NO?