El Día En Que Todo Cambió
-Entonces, tu no sabias en la guerra en la que te estabas metiendo – El anciano hombre calvo miró a sus hombres, los cuales sonreían divertidos por el personaje que tenían frente a ellos.
-No – La rubia negó con la cabeza con sus grandes ojos verdes muy abiertos, delatando desde hace algunos minutos la mayor transparencia que el anciano había visto en alguien. Sin duda en ese trabajo eran pocas veces las que podía tener la oportunidad de encontrar a alguien así.
-Déjeme entender Srta. Fabray, usted viaja por todo el continente americano, llega a su ciudad natal y por una cantidad de situaciones bastante improbables termina reuniéndose con cada uno de sus amigos y compañeros de "equipo" – Quinn miro dudosa a los demás hombres, era obvio que nadie le creía allí – Incluso, – agrega el hombre riendo – la mujer a la que alguna vez trato de estafar, decide creer en usted y termina colaborando con todo lo que usted le pide.
-No es como si ella tuviera muchas opciones, ella se encontraba sin trabajo en esos días, no tenía un hogar donde vivir y mucho menos podía volver a su país.
El calvo anciano se tomo unos segundos para pensar, y durante esos segundos Quinn trato de elaborar en su cabeza cada una de las opciones que tenia para salir de ese, era una pérdida de tiempo, aun tenía que hacer un par de cosas y no tenía tiempo para juegos.
Cuatro personas sentadas alrededor de una mesa, ella sentada con las muñecas atadas con un nudo impecable, otros tres hombres sentados frente a ella, dos a cada lado del "jefe" y otros dos de pie, uno cerca de una ventana con barrotes que daba a algún callejón y otro cerca de la puerta, el techo no presentaba ninguna posibilidad para escapar, la puerta no tenia ningún candado y no recordaba que alguien hubiera puesto seguro en ella. Los pasillos estaban desiertos, y es que ese hombre que se hacía llamar "Don Vito" debía suponer que ella era un caso manejable, cualquiera lo pensaría de la despeinada y despistada rubia.
-Creo que mi error, señorita Fabray, es que le pedí comenzar su… fantástica historia desde el final, pero eso en realidad no me sirve, no, lo que quiero saber es como usted, una chica que, perteneciendo a la peor condición social que pueda tener esta ciudad, terminó planeando el mayor robo que se ha visto al más grande, el más importante y el más protegido banco de todo Nueva York – Quinn sonrió con complicidad, el hombre la observo con los ojos entrecerrados, tenía cierta reticencia a no poseer ciertos conocimientos – Por eso le tendré que pedir que comience desde el principio, desde el día en que su vida cambió hasta el punto de convertirse… – Don Vito la apunto elegantemente con su mano – en esto.
Quinn se encogió de hombros – Es una historia algo larga – aseguro.
-Yo no tengo nada más que hacer. ¿Ustedes tienen algo que hacer? – Los hombres volvieron a reír y negaron con la cabeza – Ellos no tienen nada más que hacer, así que puedes comenzar… cuando tú quieras… Oh, espera, David, ¿podrías ir a buscar algunas pizzas a Brandy's? – El musculoso chico se mostró descontento, pero por ningún motivo le iba a negar algo a Don Vito. Salió sin más y fue a buscar las dichosas pizzas – Ahora sí, puede comenzar.
Asintió, era precisamente el tiempo que necesitaba para que alguien fuera de esa habitación notara su ausencia, para buscar una salida, para conocer la personalidad de cada uno de ellos y también sus debilidades.
-Todo comenzó cuando Rachel… cuando Rachel me abandonó.
N/A
Aquí está, la misma historia, lo mismo que iba a narrar en los últimos capítulos de "Ultima Misión" pero esos hechos están descritos de otra manera acá. :B
Espero que lo disfruten.
Saluden mis queridas Visitors.
