Este fic es viejísisismo, de antes de todo el final del manga y demás y por lo tanto, yo creo que es considerado un AU. Por favor no sean crueles XD

Cap 1.

"Sayonara"

Era ya de tarde, lentamente, las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, tapando con su resplandor el brillo de las estrellas… que hermosas eran.

Quería acabar con su soledad. Estaba completamente harto de la mascara que siempre llevaba, para qué mostrar la verdad escondida tras su sonrisa?... porqué mostrarle al mundo su vulnerabilidad?... si ya bastante miserable se sentía, además de que eso no lo ayudaría.

Se sentía atrapado, asfixiado… quería salir, gritar, y llorar… pero no lo hacía… nunca lo había hecho, a pesar de que sentía su alma hecha garras, a pesar de que se sentía que solo vivía por el impulso de un poco mas, un poquito mas y tal ves encontrar la respuesta que buscaba…

-Humm… jefe?

Ayame salió de sus pensamientos y se volteó hacia su asistente, que lo veía con una expresión muy curiosa.

-Necesitas algo Mine?

-Si… el día de hoy necesito salir temprano- movió un poco un pie- es que, viene a visitarnos un primo de Hong Kong y pues… me gustaría verle cuando llegue…

-Y que se supone que haces aquí?- exclamo el chico de cabello plateado palmeando sus manos- nononono señorita, ya deberías haberte ido- comenzó a empujarla hacia la puerta- vamos, date prisa!

-Hai- dijo la chica sonriendo pero luego, cambió su expresión a una seria- seguro que estará bien jefe?

-Claro que si- dijo Ayame soltando una de sus risitas rompe tímpanos- porqué no habría de estarlo, siendo yo, tan perfecto?

-Desde hace rato- dijo la chica- lo noté muy extraño… tenía dos horas al menos de estar viendo por la ventana, con una mirada muy triste- Ayame levantó una ceja- y bueno…

-Oh, no te preocupes- dijo Ayame en deformet agitando una mano- estaba pensando en un nuevo diseño, inspirado en la lluvia de otoño… tu sabes… algo melancólico

-GUAU JEFE!... usted si que sabe inspirarse en todo

-Por supuesto que si, por algo soy el jefe- dijo y luego, volvió a abrir grandemente los ojos- pero dejemos ya de hablar! Tienes que ir a casa!

-Hai, hai!- Mine salió del establecimiento- que pase muy buenas noches!

-Y tu diviertete!- gritó Ayame de una manera tan fuerte que varios transeúntes se le quedaron viendo

-Loco- murmuró uno

Ayame puso sus manos en la cintura y entro de nuevo en su establecimiento. Todo estaba en silencio y vacio… tan vació como se sentía en ese momento. Sus ojos amarillos, tan llenos de alegría de antes, ahora estaban muy tristes; se agarró la cabeza mientras caminaba lentamente al baño… le dolía mucho la cabeza.

Entro al pequeño cuarto, donde sus multicolores psicodélicos no mejoraron ni su humor, ni su dolor de cabeza. Se recargó en el espejo del baño, de donde sacó unas pastillas que se tomó de inmediato. Su cabeza parecía a punto de estallar.

Se miró al espejo… que era lo que veía?... se veía realmente mal… y así se sentia… su vida… su vida estaba tan vacía como su tienda en esos momentos…

Sonrie siempre… se decía una y otra vez… sonrie siempre, no importa que tan deprimente, mal o peligrosa se ponga la situación, tu siempre sonrie… incluso ante la presencia de Akito… incluso aun cuando tus padres te hayan dicho siempre: "Tu nunca serás como tu pequeño hermano… el es la rata… tu tan solo la serpiente".

Sonreir ante los abusones de la escuela… sonreir aunque lo tildaran de chiflado… a pesar de que estaba tan solo… Shigure y Hatori se hallaban muchisimo mejor que el… se tenían el uno al otro… y como siempre, el era el mal tercio… el chico que siempre tenía ideas tontas o locas…

Cuando era mas pequeño, siempre lloraba… lloraba por todo… sus padres estaban hartos de el…

-Tan solo quiero salir…

-Claro que no!... eres un fenómeno, como vas a salir?

-Quisiera ir con Hatori y Shigure…

-Ahora no, el jefe de la casa quiere que te quedes

-Pero el solo me lastima!

-No te quejes!... esta es tu vida, así que acostumbrate!

Ayame golpeaba lentamente su frente contra el espejo del baño, mientras recordaba su vida.

Siempre rechazado… incluso por su hermano pequeño… Ayame recordaba, que no quería ver a Yuki… el era el importante no?... mientras que Ayame solo era la serpiente… Yuki no tenía la culpa, pero el era demasiado inmaduro en ese entonces como para darse cuenta de su error…

Ahora, su hermano estaba haciendo un esfuerzo por entenderle… pero nunca podría… nunca nadie podría…

Comenzó a llorar de manera silenciosa… porque seguía ahí?... porque no… Ayame abrió lentamente los ojos… se odiaba a si mismo… odiaba sentirse tan abandonado… odiaba estar tan solo… comenzó a reir de manera fuerte mientras seguían cayendo lagrimas de su rostro… era tan sencillo!

Lentamente, sacó de una cajita en su bolsillo, un pequeño cuchillo que utilizaba muchas veces para cortar la tela de sus trajes… lentamente, fue sacando el filo y lo levantó a la altura de su vista… no dolería mucho… no mas de lo que le había dolido la vida…

-Buenas noches?

Un chico entró lentamente a la tienda por la puerta trasera… era extraño, parecía que no había nadie.

-Mii-chan?- dijo este levantando mas la voz- Mine?

Era extraño, pensó rascandose la cabeza… si habían quedado en que el la recogería!. El chico movió la cabeza, cuando un ruidito en una de las puertas lo hizo voltear.

-Mine?

El chico afiló los ojos… si la puerta trasera estaba abierta… tal vez hubiera un ladrón. Había un tubo de madera cerca de ahí, que usaban para alisar los trajes así que lo tomó y se fue acercando lentamente a la puerta; tomó la perilla y abrió rápidamente la puerta levantando el arma.

Esta cayó al suelo con un golpe seco, mientras el chico sostenía a la persona que se encontraba tirada en el suelo. Estaba muy pálida y parecía que ya llevaba rato en el piso; mientras lo sostenía, no pudo dejar de notar que era una persona muy hermosa… hmm… sería el jefe de su hermanita?

Mientras lo incorporaba un poco, un liquido extraño se embarró en una de sus manos… era sangre. Miró horrorizado el líquido caliente que manchaba su ropa y rápidamente ubicó la fuente de donde salía el líquido vital… al parecer se había cortado las muñecas.

El chico con el signo de la serpiente sintió algo cálido contra el, que lo agitaba mientras un aire frío le daba en la cara. La noche se tragó al chico que se llevaba en brazos y a toda prisa al moribundo Sohma.

TBC