Disclaimer: No es mío, si lo fuera no estaríamos de parón. JJ Abrams estaría trabajando como chino escribiendo nuevos capis XD.
Spoilers: Post 3x09 Marionette, mejor dicho, escena perdida entre lo que se vio de Peter y Walter al final y nuestro amigo calvo.
A/N: Es lo único que he escrito sobre Fringe. Y considerando que es la serie que más me gusta y me frikea, es raro...pero en fin. Corto, no soy de fics largos. Críticas y comentarios bien recibidos, siempre con respeto.
Gracias por pasarse y leerlo.-
Hopelessness
Sonríe con suavidad ante los intentos de Walter de distraerlo de sus pensamientos con una charla absurda sobre la uniformidad y consistencia del milkshake de fresas que toma con entusiasmo. De vez en cuando, Walter aprieta su mano para hacerle saber que todo estará bien, y él cierra los ojos lentamente, como asegurándole que lo sabe, que todo estará bien. Ambos saben que aquello no es cierto. O por lo menos él lo sabe y su padre, el hombre que en estos momentos le mira impotente por no poder hacer nada-aunque intente fingir con su charla disparatada que no es así-no pierda la esperanza de que todo mejore. Su razonamiento, aquel que en estos momentos más que ninguna otra cosa, le dice que no existe esperanza alguna para ellos.
Sabe que la ha perdido. Sabe que no hay disculpa que sea suficiente y que logre que ella algún día, le perdone. Existe demasiado dolor, demasiada amargura y traición en su alma como para que aquello ocurra. Lo ha visto en sus ojos cuando, en aquel jardín, le ha preguntado aquello que él no ha sabido responder. Se ha hecho la misma pregunta una y otra vez desde esa noche en que supo que la mujer que estaba a su lado, no era la misma de quien se había enamorado. Y no ha encontrado respuesta alguna. Tan sólo más preguntas, que no hacen más que torturarlo. ¿Acaso sólo la ama por lo que puede ver? ¿Acaso en su interior sabía que ella no era quien decía, y aún así le fue más cómodo cerrar los ojos?
-Te perdonará algún día, hijo-Walter le asegura, hablando por primera vez desde que están en ese lugar, de lo que ha pasado entre él y Olivia.
Él quiere sonreír, decir que lo sabe y desviar el tema a cualquier otro tópico-lo más disparatado posible-que le haga olvidar todo lo que ahora mismo, aprieta su garganta como si quisiera asfixiarlo. En cambio, una mueca amarga aparece en su rostro, sus ojos se llenan de lágrimas y de su boca no sale palabra alguna. Walter aprieta su mano con fuerza y él agacha la cabeza, su cuerpo sacudiéndose en espasmos violentos; su dolor, tristeza y culpa liberándose en forma de lágrimas. En esos momentos, para él no existe nada, ni la gente a su alrededor, ni el hombre que frente a él y que trata de confortarlo. En el caos de sentimientos en el que se ha convertido su corazón, lo único que subsiste, es una pregunta.
¿Cómo podrá perdonarlo ella, si no puede perdonarse a sí mismo?
