Un pelinegro de 5 años recorría curioso la tienda de antigüedades de su abuelo, era algo tarde y el chico se había quedado ahí esperando a que todos regresaran, estaba aburrido y se dispuso a caminar por todo el lugar mientras admiraba las piezas únicas y hermosas del lugar…

-¿Estás buscando algo? – Una voz femenina se escuchó atrás del chico. – Has estado andando todo este rato. – La silueta de una pequeña niña de 4 años se hizo presente sentada en un pilar que se encontraba detrás del chico.

-No realmente. – Contestó sin mirar atrás, no parecía asustado. – Me siento en casa cuando estoy aquí, Muñeca-san. – El pequeño volteó su rostro hacia atrás y miro a la niña, tenía el cabello blanco y sus ojos de un color carmesí hermoso, un vestido celeste hacia juego con su belleza. – Te venderán aquí, ven a mi cuarto. –

-No sigas, estoy maldita… - La niña agachó su mirada algo deprimida.

-¿Qué pasaría? – Preguntó el niño.

-Te enamorarás de mí, es la maldición que yo tengo, yo tengo dentro de mí un mecanismo llamado "asesinato de órganos". – La pequeña extendió su brazo al niño y abrió su puño. – Hay varias cuchillas dentro de mi cuerpo, en el momento en que nuestro amor alcanza su punto crítico el mecanismo comenzará. "Abrazar una sola vez", el primer y último abrazo es el asesinato, es el final de nuestro amor. – La niña miró al techo con una sonrisa deprimente. – No puedo tomar las cuchillas por mí misma, tampoco las puedo detener. – La peliblanca se volteó al otro lado y volvió a agachar la mirada. – Así que olvídate de mí, no morirás si lo haces. –

-Entonces, ¿Por qué me hablas? – Preguntó el niño pelinegro con seguridad.

-te veía solo… –

El chico se volteó y habló. – Entonces ven conmigo, el cuarto está por aquí. – Sin prestar mucha atención, el niño continuó caminando.

-¿Me escuchaste? – Volteó confundida la muñeca.

-No pasa nada. – Detuvo su andar.

-¿Por qué? –

El pequeño se acercó a ella y puso su mano en la mejilla de aquella muñeca. – Se supone que tú amas a un muñeco. –

-¿Quién…eres…? – Preguntó la muñeca. - ¿Cómo te llamas? –

El pelinegro sonrió y le miró con dulzura a los ojos. - Kazami Shun… ¿Y tú? –

-¿Yo? Sovereignty… Sovereignty Perfection Doll. –

-Ven conmigo, Sovereignty-san. –

-De acuerdo… Pero ten en mente lo que estás haciendo… ¿Entendido? –

-Lo sé, así que no te preocupes, vamos. –

La muñeca bajó del pilar y camino detrás del humano que sostenía su mano.

Saikugan I: "Vestroia's Princess, Perfect Doll"

Capítulo 1: "Te Encontré"

-¿Qué demonios eres tú? – Un pelinegro de 13 años se veía furioso.

-No tengo porque decírselo a ustedes. – El rubio con el que combatía el pelinegro comenzó a reír.

-¿Qué demonios es él? – Un castaño que usaba un chaleco rojo corto sobre una playera desmangada amarilla comenzó a enfurecerse también.

-No lo entiendo… ¡Un humano común no puede hacer cosas como esas! – Una peliceleste de dos coletas que usaba una blusa amarilla con los tirantes rosas y una falda blanca se cuestionaba lo que había pasado…

-Horas Antes-

-¡Vamos Shun, no seas así! –

-Dan tiene razón, solo es una película, ¡vamos! –

-Tengo otras cosas que hacer. –

-¡No! Tienes que venir con nosotros Shun-chan. – Una peligris morena tomaba del brazo a Shun mientras le jalaba para que accediera.

-Por favor, por favor, por favor. –

-Sí voy ¿prometen dejar de joder? –

-¡Sí! – Gritaron todos al unísono.

-Vámonos entonces, Marucho debe estar esperándolos. –

-Tienes razón, ¡todos al cine! –

En ese momento el tiempo se congeló y un aura de colores claros envolvió el lugar.

-¿Una batalla? ¿En este momento? –

-¿Quién podrá ser…? –

-¡Marucho-kun! –

Los chicos corrieron hasta el lugar de la batalla, efectivamente… El menor del equipo estaba luchando con un joven de 15 años extraño, tenía el cabello rubio, ojos dorados y piel blanca, su vestimenta era una gabardina negra, una playera desmangada dorada, un pantalón negro, dos guantes dorados y unos tenis negros con franjas doradas, sonreía macabramente y parecía que el menor estaba perdiendo.

-¡Marucho! – Todos corrieron hacía el chico frustrado. -¿Qué sucede Marucho-kun? –

-Si esto sigue así voy a perder… -

-¡¿Quién eres?! ¡¿Qué quieres?! – Una pelinaranja que vestía una gabardina desmangada color crema, con una blusa desmangada verde y unos shorts blancos se dirigió furiosa al contrincante.

-No busco pelear con escoria… Deseo pelear con Kazami-sama. –

-¿Kazami-sama? –

-¿Por qué conmigo? –

-No tengas miedo de perder, solo mandaré a tu Bakugan a la Dimensión de la Perdición. – El rubio comenzó a reír lunáticamente, lo cual hizo a Shun salir de sus casillas.

-Acepto el maldito reto. –

-¡Shun-chan! Es peligroso… -

-No hables morenita, esto es entre Kazami-sama y yo… - En un dialecto raro, el de ojos dorados comenzó a pronunciar una oración que hizo que tanto el Bakugan como las cartas de Marucho regresaran a manos del chico. – Adelante, Kazami-sama. –

-¡Impresionante! –

-¿Cómo hizo eso? -

-¡Carta Portal lista! – Shun lanzó su carta al campo de batalla. - ¡Bakugan surge! – El pelinegro lanzó a su Bakugan en ese momento.

-Skyress Ventus, no me sorprende mucho… ¡Carta Portal lista! ¡Bakugan Surge! - El chico lanzó su Bakugan a la carta de Shun.

-¿Un Blade Tigrrera? –

-¿Cómo es posible? -

- Ventus contra Heos, será interesante ¿no crees? –

-¡No me subestimes! –

-Actualidad-

-Es la última batalla y ese tipo lleva ventaja… -

-¿Qué vas a hacer Shun-chan? –

-"Mierda, mierda ¡Mierda! Ni siquiera yo lo sé… ¿Qué voy a hacer?" –

-Me estoy aburriendo, acabaré de una vez contigo… Blade Tigrrera hay que acabar esto de una vez. –

-"¿Qué voy a hacer? Un ataque más y Skyress perderá…" –

-¡No te atrevas a atacar! –

Una voz femenina desconocida se escuchó detrás de los Peleadores Bakugan.

-¡No interfieras escoria! –

-No me llames así… No tienes ese derecho. –

-¿Una peleadora? –

-¿Cómo llegó a aquí? –

-"Esa voz… La conozco…" –

-Pelea conmigo, una batalla solamente, el perdedor entrega su Bakugan al ganador, ¿aceptas el trato? –

-Me parece bien… ¡Te haré llorar maldita mocosa! – La chica utilizó el mismo dialecto extraño que el rubio usó antes, haciendo que el campo quedara libre y los Bakugan regresaran con sus respectivos dueños. - ¿Preparado? –

-¡Carta Portal lista! – Gritaron ambos al unísono mientras tiraban su carta al campo de batalla.

-Tú primero. –

-Como quiera la dama, ¡Bakugan surge! – Blade Tigrrera volvió a aparecer en el campo de batalla. – Tu turno. –

-Je… ¡Bakugan surge! – Un Bakugan extraño apareció en el campo de batalla, un zorro de 9 colas negro con las puntas de la cola, las orejas, los ojos y parte de las patas color violeta intenso, todos se impresionaron.

-¿Qué es esa cosa? –

-Nunca había visto algo así… -

-¡¿Qué demonios es eso?! –

-¡Mi Bakugan! Nixevelius Darkus. –

-Tira el monstruo que quieras, ganaré. ¡Capacidad Activada! ¡Movimiento de Luz! – El poder G de Blade Tigrrera se duplicó.

-¿Eso es todo lo que puedes hacer? Patético… ¡Capacidad Activada! ¡Ojo de Zorro! – Los G's de Blade Tigrrera se restaron a la mitad.

-No subestimes niña, ¡Capacidad Activada! ¡Colmillo Hyper Veloz! – La capacidad de Nixevelius se anula, por lo tanto los G's de Blade Tigrrera se duplican y recibe 300 G's de la oponente.

-Idiota… ¡Carta Portal abierta! – Una niebla oscura comenzó a rodear a ambos Bakugan. - ¡Eve acaba con él de una vez! ¡Poder Activado! ¡Niebla Fúnebre! –

Ambos Bakugan regresaron a manos de sus respectivos dueños.

-Cumple tu parte del trato, entrégame a tu Bakugan. –

-Maldita bruja… ¡¿Qué demonios hiciste?! –

-Eso no te incumbe, ¡dámelo! –

-¡Perra, lo pagarás! – El rubio aventó su Bakugan a la chica, quien lo tomó en su puño.

-¿Cómo te llamas? ¿Eres un Shinzoku, no es así? –

-Veo que tu igual… Soy descendiente de los Matsumoto, mi nombre es Kirio, ¡recuérdalo escoria! – El campo se desvaneció y junto a él Kirio…

Todos los luchadores se quedaron impresionados mientras observaban a la chica que conversaba con su Bakugan. – Lo hiciste bien, gracias Eve. –

-No ha sido nada, Nagi. –

-Kazami-chan, ¿estás bien? ¿Estás herido? –

-¿Eh? –

-¿Shun-chan, la conoces? –

-¿Quién es ella? –

-Te he dicho que no me digas así, somos amigos ¿o no es así, Nagisa? –

-Lo siento, Shun-chan. – La castaña voltea a verlo y el a ella, Shun se acerca e intenta abrazarla, pero ella se quita y le mira. – No me toques… Estoy maldita… -

-Tsk… - Shun ignora el comentario de la chica y la abraza. – No me importa… ¿Cuántas veces debo repetirlo Na-chan? –

-Shun-chan… ¡Shun-chan! – La chica abraza con fuerza a su recién encontrado amigo. – Te extrañé… Te extrañé demasiado… -

-¿Dónde estabas? ¿Por qué te fuiste? –

-No me fui… Me secuestraron… -

-¡¿Qué?! –

-Shun-chan… Yo… Yo ya no soy la misma… -

-¿A qué te refieres? –

-Yo soy… Yo soy… -

-¿Qué sucede aquí? ¿Quién es ella Shun? –

-Cierto, chicos ella es Fujiwara Nagisa, una vieja amiga de la infancia… -

-Es un placer conocerlos, soy Fujiwara Nagisa y estoy a sus órdenes. –

-Na-chan, ellos son Kuso Dan, Misaki Runo, Makimoto Julie, Marukura Marucho y Gehabich Alice. –

-Es un gusto en conocerte Nagisa-san. – Alice le sonrió.

-Se bienvenida. – Dijo Runo.

-Es un gusto conocerte. – Julie le saludó.

-Es un placer conocerte, espero que seamos amigos. – Se dirigió Marucho a la castaña.

-Para lo que necesites puedes contar conmigo, somos amigos ahora. – Dijo Dan tomándole la mano.

-Muchas gracias a todos, me alegro de que Shun-chan ya no está solo… Gracias por cuidar de él. –

-Oye… ¿Qué era ese dialecto que tú y ese tal Kirio utilizaron? –

-¡Sí! ¡Sí! ¿Y qué es un Shinzoku? –

-Ese dialecto se llama "Vestroiano" y un Shinzoku es un habitante de Seisakoku. –

-¿Vestroiano? ¿Seisakoku? –

-¿Qué es eso? –

-¿Eh? ¿No lo saben? ¿Pelean con los Bakugan y no lo saben? –

-Conocemos acerca de Vestroia, pero… Nunca habíamos oído de eso. –

-Nee~ Dragonoid, ¿me ayudarías a explicarles? –

-¿Conoces a Drago? –

-Sí, es un viejo amigo de mamá ¿verdad? –

-Sí, cuanto tiempo sin verle Majestad. –

-¡¿Majestad?! –

-¿Qué está sucediendo aquí? –

-Les explicaré, ¿podemos ir a un lugar más privado? –

-Claro, por aquí. –

-Oye Nagisa, ven por favor. – Shun tomó a Nagisa del brazo y se apartaron un poco del grupo. – No les digas todo aún, ¿de acuerdo? –

-¿Eh? ¿Por qué? –

-Solo confía en mí y trata de darles la menos información posible, si descubren ahora lo que eres y lo que tienes que hacer estaríamos en graves problemas tú y yo, ¿lo entiendes verdad? –

-Sí, no te preocupes Shun-chan. –

-Bueno, regresemos. –

-¡Sí! –

Así, todos se dirigieron a un callejón totalmente solo y aislado, los chicos dirigieron sus miradas a la castaña esperando a que pronunciara palabra alguna.

-Bien, les contaré… ¿Están listos? –

-Sí, cuéntanos. –

-Bien… Aquí voy entonces… -

Todo el lugar se llenó de un silencio profundo…

-Es una historia lejana… -

Continuará…