Copyright: Candy Candy y todos sus personajes son propiedad de Kioto Misuko, Yumiko Igarashi y TOEI Animation Co. 1976. Fanfiction sin fines de lucro.
Ideando el amor
Capítulo 1
Dudas de un joven corazón
Una hermosa joven de cabellos ensortijados color oro y ojos tan verdes que parecían esmeraldas se encontraba sumida en sus pensamientos con la vista perdida en algún punto de Southhampton, su corazón latía rápidamente mientras ella se despedía de su amado país…
Candy había comenzado su estricta educación a muy temprana edad, siempre demostró ser una niña muy inteligente, obediente, con un carácter fuerte y decidido pero con una naturaleza libre y noble, todos sus tutores tuvieron que ser ingeniosos para poder tener siempre la atención de la pequeña rubia que siempre quería jugar y embarcarse en todo tipo de aventuras; Candy ahora a su corta edad sabía todo lo que una dama de sociedad debería de saber, desde modales, ser una excelente anfitriona, pintar, tocar el piano, bailar, hablar 4 idiomas, y además, había insistido a su padre que le enseñase un poco de economía y finanzas, no tanto porque le interesara realmente, sino como un pequeño acto de rebeldía al notar que las mujeres eran totalmente rechazadas en el mundo de los negocios, sus padres al principio se habían rehusado, pero la rubia no desistió y logró convencerlos a pesar de sus múltiples negativas y argumentos basados en que ella nunca tendría que preocuparse por, ello puesto que su futuro estaba asegurado en manos de su padre y en un futuro próximo de su prometido...
Mi prometido – dijo la joven en un susurro y no pudiendo evitar hacer un gesto de hastío – siempre tuve la ilusión y la esperanza de casarme por amor y no por un compromiso hecho por mis padres a su conveniencia – se aclaró la garganta y corrigió con una triste sonrisa – a mi conveniencia, cuantas veces habré escuchado que me casaré con un caballero responsable, que me dará todo lo que merezco, que viviré como una reina, que tendré todo cuanto quiera… - suspirando – ¿que de cierto hay en eso? Si lo único que yo quiero es ser libre para poder escoger de quién enamorarme, que ropa usar, que hacer en mis tiempo libre y decir lo que realmente pienso – dijo mientras se recargaba un poco en la barda del barco mientras observaba como los rayos del sol jugaban en el agua – pero no soy capaz – murmuró pensativa – no soy capaz de decir que no quiero casarme, no deseo defraudar a mis padres, siempre supe que sería de esta manera "los matrimonios arreglados son la única forma de mantener la sangre noble en la familia y asegurar nuestros intereses" – dijo imitando la voz de su madre
Lady Candice Alexandra White Condesa de Blanchebourg ¿Qué son esas formas de imitar a tu madre? – Escuchó una dulce y conocida voz detrás suyo – esta vez has tenido suerte en que haya sido yo quién te ha escuchado y no tus padres – terminó riendo la recién llegada
Rose me has dado un tremendo susto, por un momento creí que era mi madre – dijo mientras esbozaba una franca sonrisa – Oh Rose no sabes lo afortunada que eres al poder elegir con quién casarte y aún más afortunada porque te quedarás con mi hermano – dijo pícaramente
Oh vamos Candy verás que tu prometido será una buena persona, que te cuidará, te respetará y terminarás enamorándote perdidamente de él – contestó la hermosa chica en tono conciliador
Si lo se Rose pero realmente me mortifica mucho casarme con alguien a quién no he visto en mi vida, al menos tengo el consuelo de que no será un viejo, pero no se cómo será el hombre con el que voy a unir mi vida para siempre, imagínate que el ya este enamorado de alguien más y él tenga que casarse conmigo porque no desea defraudar a sus padres, ó peor aun es un hombre como la mayoría que conocemos y cree que se merece a mundo: arrogante, egoísta y
Basta Candy – interrumpió una tercera voz – no me gusta escucharte hablar así, ¿dónde está la Candy luchadora, que no se rinde ante nada? ¡Pequeña! – dijo el chico de hermosos ojos azules y cabello dorado abrazándola y hablándole dulcemente – ya te he dicho muchas veces que sí entre los dos hablamos con mamá y papá ellos entenderán tus miedos y conseguiremos que te dejen libre de este compromiso
No Anthony, calla, por favor no sigas con eso – se reprimió a ella misma por haber hablado de más - siempre supimos que este día llegaría y que yo tendría que casarme con quién nuestros padres eligiesen no puedo defraudarlos y además yo nunca he amado a alguien antes así que probablemente ellos tengan razón será alguien que me cuidará y con suerte terminaremos enamorados como mamá y papá o como tu y Rose – terminó sonriendo
Está bien pequeña, será como tú lo desees pero yo estoy dispuesto a enfrentarme a nuestros padres o a quién sea para que tú seas feliz, ¿sabes que te quiero verdad? – preguntó el rubio con ojos azul cielo mientras abrazaba a su hermanita
Por supuesto que lo se Tony, se que me quieres y que por eso no le dirás nada a nuestros padres, eso no serviría de nada más que para causarles molestias y que se enfaden contigo – dijo mientras abrazaba a su hermano
¡Tengo una idea Candy! – dijo el rubio con voz entusiasta veremos como es tu prometido, lo conocerás si es una buena persona te casas con él y si no pues nos enfrentamos a nuestros padres, si no nos comprenden volveremos a Londres de inmediato, la noble familia de tu futuro esposo lo tomará como un desaire y romperán el trato ¿Qué te parece? – Preguntó el rubio con mucho entusiasmo
Si Candy es una idea perfecta, aunque un poco descabellada pero yo haría lo mismo si estuviera en tu lugar, no aceptaría casarme con alguien que no tuviera nada en común conmigo – agregó la hermosa chica de ojos marrones – eres muy joven y además eres bella por dentro y por fuera así que no tendrás problema alguno en encontrar otro prometido digno de ti, al contrario yo se de algunos a los que la idea de que no estés comprometida haría muy felices – dijo con una cara pícara pero intentando sonar inocente
Rose, Anthony – reía la rubia – agradezco mucho que me quieran tanto y se preocupen por mi, pero todo estará bien ya lo verán, y si mi prometido resultara ser un patán o un cabeza hueca aceptaré su plan
Perfecto Candy así se habla, tendremos todo listo por si necesitamos salir huyendo de Chicago de urgencia – se dejó escuchar un entusiasta Anthony
Aún tenemos muchos días de viaje – continúo Rose
Y podremos planear una buena estrategia - terminaron los dos al mismo tiempo riendo abiertamente.
Los veré en el almuerzo par de tortolitos, voy a mi camarote a descansar un poco que aún es muy temprano – concluyó alejándose de ellos con una sonrisa que no llegó a sus ojos
De acuerdo Candy – contestaron al unísono tomándose de las manos y volteando a ver al inmenso mar…
Mientras caminaba sin rumbo alguno en el barco pensaba que no podía evitar sentir cierta envidia de la relación que tenían Anthony y Rose, no había duda que eran el uno para el otro, había sido realmente una suerte que ambos se conocieran desde pequeños gracias a las buenas relaciones entre sus padres.
Rose Valerie Portman era la única hija de los Marqueses de Gower, había sido amiga de Candy y Anthony desde muchos años atrás, poco a poco Rose y Anthony se fueron enamorando, al principio Rose ocultó y negó sus sentimientos puesto que pensaba que no era correcto ni correspondida, ella luchó mucho contra sus sentimientos pues no quería sufrir; Anthony por su parte sin darse cuenta un día despertó sabiéndose completamente enamorado de la mejor amiga de su pequeña hermana, el tenía sus dudas acerca de lo que Rose sentía por el así que se decidió a averiguarlo y lo consiguió exitosamente logrando que Rose aceptará ser cortejada por Anthony, pronto comenzaron una relación muy satisfactoria para ambos, su amor crecía a pasos agigantados hasta que un día decidieron comprometerse y los padres de Rose aprobaron esa unión, mientras que los padres de Anthony y Candy estaban felices porque Rose Valerie era una chica dulce, de finos modales, totalmente afín a su hijo, pero lo más importante era que se amaban; ellos habían sido siempre unos padres estrictos, dulces y cariñosos, hecho que se reflejaba en la excelente educación y en la bondad de sus dos hijos, pero también estaban conscientes de que sus hijos tendrían que cuidar los intereses familiares y mantener la noble sangre que corría por sus venas.
Candy había tenido muchos buenos pretendientes pero siempre los rechazó, así que después de mucho meditarlo sus padres decidieron que era el momento de casar a su bella y dulce hija antes de que se volviera demasiado mayor para hacerlo, hablaron mucho con Candy le pidieron que fuese ella quien escogiera su futuro esposo, pero ella nunca aceptó alegando que no estaba enamorada y mientras no lo estuviera no podría escoger a alguien, entonces sus padres le advirtieron que ellos serían quienes tomarían esa decisión por ella, Candy se sintió acorralada pero realmente no conocía a nadie que le hiciera sentir mariposas en el estómago y ella no quería escoger a su futuro esposo en base al dinero que tuviese, así que se resignó y le comunicó a sus padres que aceptaría la decisión que ellos tomaran pues comprendía que ya tenía 16 años y estaba en edad casadera.
Para sus padres tampoco fue fácil escogerle un prometido, su hija era una mujer especial, era noble, tierna, educada, una chica que siempre se preocupaba por los demás, de espíritu libre y también sumamente bella. Después de mucho buscar un esposo digno para su hija, tomaron la decisión de casarla con el hijo mayor de sus amigos los Duques de Lakewood, con quienes tenían una amistad y estaban seguros de que eran buenas personas, además de que su hija se convertiría en Duquesa, la noble sangre de los Condes de Blanchebourg se preservaría y por si fuera poco habían recibido muy buenas referencias del futuro duque, era joven, guapo, un caballero en toda la extensión de la palabra, inteligente y responsable, estaban convencidos de que habían elegido el mejor partido para su hija Candice Alexandra.
Continuará
Annalise
¡Hola a todos!
Espero que mi historia sea de su agrado; espero sus comentarios, críticas y sugerencias :P
Fic presentado en la Guerra Florida 2009
Que tengan un lindo día /noche (según la hora)
