Bueno este es mi primer fic en este fandom y con esta pareja, espero les guste.
~ o ~ o ~ o ~
The Blossom and the Weasel
¿Por qué? ¿Por qué te extraño? ¿Por qué extraño tus caricias y tus besos? ¿Qué fue lo que me hiciste? Esas preguntas rondaban por mi mente mientras lagrimas caían por mis ojos.
-Sakura- el supuesto amor de mi vida entra a la habitación y se sienta junto a mí- ¿Qué tienes?- pregunta preocupado, comienza a acariciar mis cabellos, instintivamente me alejo de sus caricias, sé que mi actitud fría le duele, mas no puedo evitarlo por ello no volteo-Vamos Sakura, Naruto está a punto de llegar y no quieres que te vea así ¿o sí? – Naruto es mi mejor amigo desde que tengo memoria, el siempre me hace sentir mejor, espero esta ocasión no sea la excepción.
-No- le respondo limpiándome las lágrimas, me siento en la cama sin verlo a la cara, me duele tanto estarle haciendo esto, sin embargo se que si lo miro a los ojos volveré a pensar en él y no quiero, ya no; después de unos minutos tomo un respiro, me armo de valor y lo veo a los ojos, en el momento en el que se encuentran nuestras miradas, lagrimas amenazan con volver a caer, mas no las dejo, estiro mi mano y le acaricio la mejilla, él se inclina para prologar la caricia.
-Te amo- susurra tiernamente, al momento que alejo mi mano de su mejilla, él la toma entre las suyas y la besa- nunca lo olvides- finjo una sonrisa y me pongo de pie.
-Sasuke- me mira- ¿me podrías preparar un té de jazmín? – se pone de pie, asiente y sale de nuestra habitación. Camino al baño, me paro junto al lavabo y abro la llave, en el momento que pongo mis manos debajo del chorro de agua, mi atención se centra en aquella pieza de oro con pequeñas incrustaciones de esmeralda ubicada en mi dedo anular izquierdo, las lágrimas que amenazaron con salir minutos atrás ahora caen por mis mejillas.
-¡Amor! Naruto y Hinata han llegado- rápidamente me enjuago el rostro, por ningún motivo Naruto puede darse cuenta que he estado llorando, antes de salir respiro profundo. Al verme Naruto corre a mi encuentro y me abraza, le devuelvo el gesto con unas palmaditas en la espalda y una sonrisa sincera.
-Me alegra mucho verte Sakura- me libera.
-A mí también me da mucho gusto verte Naruto, también a ti Hinata- la chica da una reverencia y me sonríe, Naruto camina hacia ella y la toma de la mano causando que esta se pusiera completamente roja, ante esto me rio levemente.
-¿Les ofrezco algo de tomar?- Sasuke les pregunta guiándolos a la sala de estar.
- ¿Tienes te de moras?- pregunta Hinata tímidamente, Sasuke asiente sonriente- yo quiero uno si no es mucha molestia- me ríe entre dientes de su timidez.
-Que sean dos- le pide Naruto, antes de irse a la cocina me da un beso en la frente, una vez en la sala tomamos asiento- Wow- con ese comentario Naruto capta mi atención- No puedo creer que Sasuke Uchiha haya sido domado- nuevamente finjo una sonrisa.
-Mira quién habla- Sasuke dice llegando de la cocina, una sonrisa de triunfo en su rostro, oírlos pelear así me recuerda a los viejos tiempos- aquí está el té traje el azúcar y miel para que le pusieran al gusto- se sienta junto a mí y pone una mano en mi rodilla.
-Gracias- le pongo dos cucharadas de miel para después recargarme en el sillón. Ya cada quien con su taza comenzamos a platicar, creo que la gente tiene razón cuando dice que el tiempo pasa volando cuando te diviertes. El reloj de péndulo anuncio que pasaban de la una de la mañana.
-¡Mira qué hora es!- dice Naruto alarmado- será mejor que nos vayamos- se ponen de pie, Sasuke y yo los imitamos para acompañarlos a la puerta- Gracias por todo Sakura, Sasuke- me da un beso en la mejilla.
-Fue un gusto- dice Hinata haciendo una leve reverencia, yo le sonrió, la pareja se toma de la mano y se van; ahí me quedo hasta que los pierdo de vista. Las manos de Sasuke en mi cintura me trajeron de vuelta a la realidad.
-Ya es tarde, será mejor que vayamos a dormir- me besa el hombro, en algún punto de mi vida estas atenciones que Sasuke ahora me da eran suficiente para que mi corazón palpitara a mil por hora y me sonrojara, pero ahora no causaban nada más que disgusto a mi misma- anda- me toma de la mano y me guía a la recamara, una vez ahí me pongo rápidamente la pijama que constaba de un camisón de satín blanco que me llegaba arriba de la rodilla; antes de que Sasuke intentara algo me meto a la cama.
-Buenas noches- le digo, bostezo y cierro los ojos.
-Buenas noches- me da un beso en la mejilla, lo último que recuerdo es antes de caer dormida es su mano en mi cintura y su aliento en mi cuello.
~ o ~ o ~ o ~
-Es bueno ver que ya despertaste- intento buscar a la persona que dijo esto pero es en vano ya que todo está en completa oscuridad, al intentar moverme descubro que mis manos están atadas detrás de la silla en la cual estoy sentada, intento liberar mis mano, mas lo único que logro es lastimarme la muñeca más de lo que ya estaba- tranquila Sakura no pretendo lastimarte-una luz se encendió dejando ver a mi captor.
-Itachi…- suspire sorprendida.
-Así es cuñadita- sonríe con picardía, lo miro asombrada.
- ¿Qué? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué estoy aquí? – le pregunto confundida, él se ríe.
-Es simple, tú te quedas conmigo hasta que mi hermano me pague lo que me debe- acaricia mi rostro, yo solo hago cara de disgusto.
-¿Pagar? ¿Pagar qué? – pregunto para intentar comprender lo que estaba pasando., el suspira impacientado.
-Eso…mi querida Sakura no tengo por qué decírtelo si mi hermanito no lo ha hecho- me responde sínicamente- tendrás que preguntarle cuando lo veas, si es que lo vuelves a ver- cierro los ojos esperando que así lograr contener mis lágrimas- una vez aclarada la situación creo que puedo soltarte- se pone detrás de mí- pero te lo advierto Sakura, si intentas escapar, me cobrare lo que mi hermano me debe contigo- susurra en mi oído, me estremecí de miedo- ¿entendido?- después de tragar saliva asentí- bien, ahora sígueme- nuevamente lo miro confundida.
- ¿A… a dónde?- pregunto intentando ocultar mi miedo.
-Pues a tu habitación, ¿a dónde más?- lo miro confundida- ¿o prefieres dormir aquí?-agito la cabeza; el comienza a caminar, bajo la cabeza y lo sigo en silencio- después de todo somos familia ¿no?- se burla. Toda la mansión estaba decorada de manera rustica, muebles, pisos, paredes, pinturas, todo de colores oscuros, lo único que daba luz en este lugar eran las amplias ventanas que daban a un bosque-puedes recorrer la mansión y disfrutar de todas sus comodidades, solo no puedes entrar al ático- asiento.
- ¿Qué hay en el ático?-pregunto curiosa.
-Nada que pueda interesarte-dice en tono duro- aquí es- se detiene frente a una puerta de caoba y la abre- espero que sea de tu agrado-entro en la habitación y la observo anonadada.
-Es… enorme- esta habitación podría convertirse fácilmente en un departamento.
-Me alegra que te guste ya que aquí vivirás hasta que Sasuke pague- nuevamente se burla- la cena es a las ocho en punto- cierra la puerta.
- ¡Ya verás que lo hará! –Le grito dando un pisotón-ya verás…-susurro; ahora que me encuentro sola un sentimiento de desolación me invade, las lágrimas que había luchado tanto por contener ahora caían libremente por mis mejillas- Sasuke… ayúdame- me deje caer sobre la cama queen size y lloré hasta quedarme dormida. Un leve golpeteo en la puerta me despertó.
-Con permiso- al oír una voz desconocida, abro los ojos y me siento en la cama.
-Buenas noches jovencita-una mujer de edad avanzada me saluda con una sonrisa amable- lamento haberme metido así pero como nadie contestaba me preocupe- la mujer de pelo completamente blanco, cara llenita y mejillas rosadas me explicó- pero por dios niña ¡mírate! ¡Pareces fantasma!- se sienta a mi lado y pone el dorso de su mano en mi frente- no tienes fiebre- sonrío ante la preocupación de aquella mujer.
-Gracias por su preocupación pero no es necesario- le respondo sonriente.
-Tonterías, todavía eres una niña- se pone de pie, sale del cuarto y entra nuevamente con un carrito, en el cual traía una tetera, tazas, azúcar y leche- anda tomate esta tacita de te- mientras ella servía el té yo observo detenidamente el juego de porcelana blanca decorada con ramas de cerezos de flor roja, definitivamente uno de los más bellos juegos de té que haya visto en mi vida- dime pequeña ¿Qué quieres que le ponga a tu té? ¿Azúcar? ¿Miel? ¿Leche?- me pregunta antes de darme la taza.
-Dos cucharadas de miel por favor- la amable señora me sonríe poniéndole la miel- gracias- le digo tomando la taza cuidadosamente, no quiero que Itachi le cobre más de lo que sea que le tiene que pagar. La calidez de la taza me hizo darme cuenta que moría de frio y comencé a temblar, no pasaron más de 5 segundos y ya tenía una cobija en mis hombros.
-Espero que con esto recuperes tu calor- suspiro tristemente, no creo recuperar mi calor hasta no volver con Sasuke-no estés triste mi niña, veras que el amo no es tan mala persona como lo aparenta- de nueva cuenta se sienta a mi lado me da unas palmaditas en el hombro-él…-
-Gracias- le interrumpo para agradecerle sus atenciones además de ponerle fin a una conversación que no tenía por qué haber empezado, ella me mira comprensiva y se pone de pie.
-No hay de que mi niña, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme- se pone detrás del carrito- soy la señora Hiroko- me dice antes de salir.
-Mucho gusto, yo me llamo Sakura- me sonríe y cierra la puerta. Nuevamente estoy sola en esta gran habitación, me siento en un sillón que se encontraba junto a la ventana para quedarme contemplando el paisaje mientras me tomaba mi té de tila. Al terminarlo me pongo de pie y camino al gran closet que se encontraba dentro de la habitación al abrirlo me encuentro con una gran cantidad de vestido, de todos colores y para toda ocasión posible, cierro el closet para después caminar a una puerta que se encontraba de frente a mi cama; era el baño, todo de mármol blanco en el había una gran tina con su regadera de junto y un lavabo completamente de mármol.
-Hmm- oigo a alguien carraspear y me asomó- la cena está servida- un hombre de baja estatura, complexión robusta y cabellos castaños me informa.
~ o ~ o ~ o ~
Me encuentro sentado en la mesa del comedor en donde en unos minutos seré acompañado por mi ahora cuñada cuando llega uno de mis mayordomos- ¿y bien? ¿Dónde está ella?- le pregunto a mi regordete y adulador mayordomo.
-La señorita no bajara- una gran furia me invade, me pongo de pie para dar vueltas en el comedor.
- ¡¿Quién se cree ella para rechazar mi invitación a cenar?- golpeo la mesa, la señora Hiroko me miraba consternada.
-Señor por favor intente entenderla- la miro para que continúe- la joven iba camino a su luna de miel cuando usted pidió que la trajeron- junta sus manos y pone una expresión triste en su rostro. Cierro los ojos y considero sus palabras.
-Si mi hermano hubiera pagado a tiempo esto no estaría pasando- mis ojos se volvieron rojos.
-Señor por favor cálmese- mi otro mayordomo de estatura promedio y complexión delgada me pide respetuosamente. Si las miradas pudieran matar a quien mirara en estos momentos moriría, salgo presuroso del comedor en dirección a su recamara, mis tres consejeros siguiéndome en todo momento.
-¡Sakura!- golpeo la puerta de caoba con todas mis fuerzas causando que esta se moviera cada vez- ¡te dije que bajaras a cenar! – le grito.
-No tengo hambre – me responde, exasperado voltea a ver a mis sirvientes.
-¡O bajas o rompo la puerta!- le grito nuevamente.
-No le grite amo- me dice Youta, el mayordomo de complexión delgada y cabellos color miel- perdóneme si me equivoco pero de esa manera no lograra obtener el apoyo de la joven- me dice con la mirada en sus mano, con las cuales estaba chocando sus dedos índices.
-Con amabilidad amo, con amabilidad- me pide la señora Hiroko, respiro profundo.
-¿bajarías a cenar? – le pregunto de mala gana.
-Con gentileza- me dice Tadashi, el otro mayordomo.
-Me daría mucho gusto me que me acompañaras a cenar- digo entre dientes.
-hm- Tadashi carraspea- por favor- me dice.
-Por favor- termino de decir.
-No gracias- responde rápidamente.
-¡No puedes quedarte ahí por siempre!- le grito perdiendo la paciencia.
-Si puedo- son intención de aguantar sus berrinches le respondo.
-¡Bien! ¡Entonces muérete de hambre! -me volteo para ver a mis sirvientes- si no come conmigo entonces no comerá- les ordeno y me retiro a mi habitación.
~ o ~ o ~ o ~
-¿Creen que esta jovencita pueda lograr abrir el corazón del amo?- la señora de cabellos canos le pregunto a sus dos compañeros.
-Ojala- responden ambos.
-El amo merece ser feliz- la señora dice en un suspiro, sus compañeros asienten y miran la puerta de la habitación de la joven.
-Definitivamente- voltean a donde se fue su amo.
-Bueno Youta vigila la puerta, cualquier cambio avísame - ordena Tadashi, el susodicho asiente- bueno creo es mejor que bajemos y comencemos a limpiar- le dice el mayordomo regordete a la señora Hiroko, la cual asiente y lo acompaña.
~ o ~ o ~ o ~
Jiji por ahora aquí los dejo, espero les guste y me den su opinión. Por favor díganme si continuo o ahí lo dejo ^-^
