¡AH! tiempo sin pasar por acá ._. esque no e tenido inspiracion ¬¬ ¡pero! llego, un poco...y tenia planeado subir un shot de Gumi y Gumiya, pero de plano no lo acabo...y me enoje, y vi una imagen y me inspire (?) bueno, no tanto...salio este pequeño mugroso, pero salio más largo de lo que queria u.u asi que sera de tres o dos capitulos, no me gusta escribir tanto ewe

y me están viendo o.o pero bueno ¡da igual!


Rinto, era un chico normal, que a sus 22 años, aun continuaba estudiando su carrera…no era el chico más emotivo del mundo, pero con sus palabras podía expresar, desde cariño, hasta un rotundo odio. Vivía con sus padres, y los ayudaba en el trabajo, sus mejores amigos eran Mikuo y Gumiya, el último de familia clase media, tuvo que viajar, debido a que le dieron una beca en el extranjero. Mientras que Mikuo…tenía el mundo a sus pies, ya que su familia tenía dinero a manos llenas. Rinto no se quejaba de su vida, ni de sus amigos…pero lo que odiaba era pensar en el futuro, no se veía a sí mismo en un altar, ni con hijos. Sus amigos le bromearon diciendo que era gay…y de cierta manera se lo planteo el también, pero cuando un chico mucho menor que él se le declaro, lo rechazo, dio por entendido, que no era gay. A pesar de ser un romántico empedernido, y ser atractivo, no lograba tener relaciones estables. La más larga de ellas, y como testigos tiene a sus amigos, fue de dos meses. Los tres se mataban pensando en el porqué.

-Tal vez no has encontrado a la persona indicada-. Hablaban con Gumiya, atreves del teléfono celular de Mikuo, que estaba con el altavoz. –Fíjate que yo tampoco consigo tener relaciones duraderas-.

-Pero tú has durado un año con tres meses, yo dos meses-. Replico.

-No me recuerdes esa relación…fue la peor que he tenido-.

-Pero que bien la disfrutaste-. Intervino Mikuo, haciendo reír a su interlocutor por la otra línea.

-En eso no entrare en detalles. Rinto, ¿no has intentado…no sé, ir a una fiesta?-.

-¿Y crees que encontrare ahí a la "persona indicada"?-. Dijo, haciendo al último, una imitación de la voz de su amigo.

-Yo trato de ayudar, así que si no quieres…-. Se escucho el grito de una chica llamando a Gumiya. -¡¿Qué?-. Grito, los otros dos se taparon los oídos…Gumiya era de los que primero actúan, y luego ven las consecuencias –Ya vámonos, dijiste que me llevarías a cenar-. Dijo la chica, la escucharon perfectamente, y guardaron silencio, para escuchar la conversación ajena. -¿Ya? ¿Qué hora es?... ¡¿eh?-. Se escucho como tiraban unas cosas, y como se levantaba Gumiya del piso –Chicos, los dejo, mañana seguimos hablando de esto-. –Pero dijiste que mañana me ibas a llevar al parque-. Replico la chica. –Bueno…les hablo cuando pueda-.

-Suerte-.

-Que la fuerza te acompañe-.

Se escucho un "tip", ya habían colgado.

-No ha desperdiciado su tiempo-.

-Parece que no solo estudia en el extranjero-. Permanecieron en silencio unos momentos, Mikuo miro al rubio, y este ni levanto la vista.

-¿Qué miras?-.

Mikuo se acerco a él, y lo miro a los ojos.

-Acompáñame a una fiesta-. Rinto arqueo las cejas, Mikuo nunca había invitado a alguien a una fiesta…que de lo más seguro, era de su familia. Cuando iba a contestar Mikuo lo tomo de los hombros. -¡No te niegues! ¡No quiero ir solo! ¡Me comerán vivo! ¡Di que "Si"!-.

-…Bueno-. Dijo, desviando la mirada, Mikuo sonrió. Mataría dos pájaros de un tiro; no iría solo a esa odiosa fiesta, y tal vez lograría encontrarle una chica a su amigo.

Para felicidad de Rinto, iba a ser una fiesta de disfraces; Mikuo le prestó un traje muy parecido a uno de la edad victoriana de color negro, pero modificado, y un antifaz blanco, Mikuo se coloco uno de azul marino y antifaz negro…al llegar a la fiesta, estaba a reventar la mansión. Rinto dudo en entrar, pero su amigo lo arrastro al interior.

No mostro su sorpresa al ver que todos se hablaban con naturalidad, a pesar de no conocerse.

-Actúa normal-. Al acabar esa frase, llego un señor y se llevo a Mikuo, lo seguro es que era su padre, ya que lo tomo de la oreja. Solo se escuchaban los gritos de Mikuo.

Rinto miro alrededor, y camino al centro de la pista, donde comenzó a sonar música clásica; varias parejas comenzaron a bailar…Rinto vio una chica con vestido rojo, largo cabello rubio suelto, y con un antifaz en forma de mariposa rojo. Se dijo mentalmente "¿Por qué no?" y fue a ella.

Se inclino ante ella y le pidió con un gesto bailar esa pieza. La chica acepto y se tomaron de la mano. Si bien Rinto no era de aquellos que sabían bailar esa música, el desvelarse días con películas antiguas, le ayudo hacerse una idea de ese baile. Y qué decir de la chica…era una experta en ese baile.

Al acabar se dieron una pequeña reverencia y se separaron. Rinto fue a la mesa de bocadillos y ahí literalmente se atasco; a pesar de ser delgado, comía demasiado. Mientras la chica se fue con las que parecían sus amigas, pero veía al rubio que bailo con ella, pero solo de espaldas.

Rinto miraba a los alrededores y a un sándwich le quitaba el jitomate…odiaba el jitomate. Hasta que llego alguien y le toco el hombro, del susto tiro la comida, y se giro. Era la chica con quien bailo.

-Hola-.

-Hola…-. Se irguió y cerró los ojos, tenía que fingir. -¿Se le ofrece algo señorita?-.

-¿De dónde es? Nunca lo había visto-.

-Ni yo a usted. Y no por eso le pregunto-. Se quedaron en silencio.

Aunque Rinto no veía, la chica sudaba frio, quería crear conversación, pero no se le ocurría nada, además de que se comenzaba a tensar el ambiente entre ambos. Pero su salvación fue la música. Invito al chico a bailar y este acepto.

¿Cuántas canciones llevaba? Le dolían los pies, y ya estaba mareado. Esa chica sí que era resistente. Al acabar la canción, se separo de ella.

-¿Le parece si vamos al balcón?-. La chica asintió y fueron, ahí, permanecieron en silencio.

-¿Me podría decir su nombre?-. Pregunto la chica, él la miro.

-¿Qué le parece si solo me llama Romeo?-. La chica inflo sus mejillas en forma infantil, Rinto no lo soporto y solo una risa pequeña. –Y yo le diré Julieta-.

-No me gusta Julieta-. Respondió, Rinto la miro interrogante y ella le respondió –Mejor Cenicienta-.

-Bueno, será Cenicienta-.

La plática desde ese punto fue más fluida, se hablaba por esos sobrenombres que se acababan de dar. Al cabo de un rato la música aumento de volumen y decidieron bajar a los jardines, donde hablaban mientras caminaban, hasta que la luna se posiciono en lo más alto de cielo nocturno. Se detuvieron a ver el astro. Rinto, mejor dicho "Romeo" miro a "Cenicienta" y sonrió, no tendría nada de malo, hacer una broma pequeña e inocente, después de todo, no se volverían a ver nunca más en sus vidas.

"Cenicienta" veía la hermosa luna, hasta que su acompañante la tomo del hombro y la hizo ponerse frente a él, lo miro acercarse hasta estar a escasos centímetros de ella. Puso sus manos a los lados del rostro de ella y bajo a su altura. La pobre de "Cenicienta" estaba temblando, cuando sintió los labios de "Romeo" sobre los suyos, se aferro a la ropa de él.

Al cabo de unos minutos se separaron, la chica estaba roja a más no poder, y él, solo la soltó y se alejo. Para que después sonara su celular.

-¿Diga?-.

-Rinto, ya vámonos, te espero en la entrada-. Era Mikuo.

-Está bien-. Colgó, miro a "Cenicienta", y le dio un beso en la cabeza. Y se fue. Decidió dejar esa noche, y ese beso en el pasado…lástima que la chica, no pensó lo mismo.

Llego con Mikuo y se fueron, su amigo lo dejo en su casa. Rinto al llegar a su cuarto se quito ese fastidioso disfraz y se recostó en su cama, se tapo y cerró los ojos. Suerte, que el día siguiente era sábado.

La luz del sol le dio directo en la cara, ya que se le había olvidado la noche anterior cerrar las cortinas, se levanto y miro su reloj de pared; eran las 10:47 de la mañana, se levanto y tomo su toalla. Fue al baño y se baño. Cuando acabo de arreglarse, bajo; su casa de dos pisos se dividida, abajo era la cafetería de sus padres, y arriba, era su casa.

Al bajar, vio que había mucha actividad; las parejas preferían ir a cafeterías los sábados, suspiro, tomo su delantal y se lo coloco. Tenía que trabajar.

Mientras, algo lejos de esa cafetería, iban dos rubias, una con una coleta de lado y celular en mano, y la otra con una coleta normal y viendo el piso.

-No, no es posible-.

-¿Por qué no? Neru…al menos mírame cuando te hable-. La susodicha cerró el celular y la miro.

-Bien, querida Lenka, no puedes estar enamorada de alguien que ni siquiera sabes su nombre, y tenía un antifaz-.

-¡Sí se puede!-.

-Que no-. Lenka la miro, y sus ojos se llenaron de lágrimas, esperando así, que su amiga le tuviera piedad y le diera la razón, pero Neru ya sabía que eran falsas esas lágrimas, y las ignoro, desvió la mirada y vio una cafetería modesta, pero llena.

-Vente, te invito un café-. Dijo Neru, Lenka miro a su amiga, y acepto.

Entraron y se sentaron cerca de la entrada, al cabo de unos minutos, llego el mesero.

-¿Qué desean tomar?-. Miraron el menú. Y ordenaron sin ver al chico.

-Un americano-.

-Yo solo quiero un vaso con agua-. Escucharon como apunto y se fue. –Neru… ¿En verdad no es posible?-. Su amiga suspiro.

-Lenka, solo fue un beso, simple, solo fue un juego. Olvídalo, no lo volverás a ver más. Mejor concéntrate en chicos reales-. Lenka suspiro resignada, su amiga tal vez tendría razón.

Al cabo de unos minutos llego su orden.

-Aquí tienen-. Dijo, colocando las bebidas en la mesa.

-Gracias-.

Lenka levanto la vista, y miro al mesero…y no evito tomarlo de la muñeca de la mano, asiendo que tirase el vaso con agua, y se rompiese en el piso. Ignoro el sonido del cristal romperse, y se fijo en el chico, en silencio…se le hacía raramente conocido.

-Lenka-. Parpadeo, y miro a Neru, que la veía enojada, Lenka soltó al chico, y sus mejillas se tiñeron de rojo.

-Perdón…-. El chico dejo la bandeja en la mesa y se agacho.

-No hay problema-. Recogió los cristales, y coloco en la bandeja. –Enseguida le traigo otro-. Dijo, y se fue, Lenka se sentó, y espero a que estuviera más lejos.

-¡Es él!-.

-¿Qué?-.

-Neru, es él, es "Romeo"-. Le dijo a su amiga, muy convencida, Neru arqueo una ceja.

-Lenka…-.

-Créeme, lo reconozco-.

-Traía antifaz-.

-Su voz-.

-Se puede pareces-.

-Su cabello-.

-Hay muchos rubios-.

-¡Créeme Neru!-. Se quedaron en silencio, cada quien defendiendo sus ideas con la mirada. –Te lo demostrare-.

Llego el chico y le dejo el vaso en la mesa.

-¡Romeo!-. Grito Lenka, el chico la miro.

-¿Qué?-.

-¡Romeo!-.

-¿Julieta?-. Contesto, frunciendo un poco el seño, tratando de comprender a la chica, que parecía exigirle algo.

-¡Romeo!-.

-Este… ¿William Shakespeare?...-. Contesto, Lenka se levanto y se acerco a él.

-¡Cenicienta!-. Grito, tal vez, con "Cenicienta" daría alguna señal, de ser en verdad su "Romeo".

-… ¿Charles Perrault?...-. Dijo el chico, Lenka suspiro y se sentó.

-Ya te puedes ir-. Dijo Neru, el chico se fue, y Neru miro a su amiga. –Entonces… ¿Aun insistes de que es "Romeo"?-. Pregunto con una sonrisa de victoria.

En la barra del lugar, Rinto miro a las chicas, no espero encontrarse de nuevo con "Cenicienta" o mejor dicho, con la señorita Lenka…ahora sabía su nombre y apariencia real. Si no fuera porque lo llamo así nunca se habría dado cuenta. Pero la duda le invadió, ¿Cómo ella lo reconoció, si traía antifaz? Lo bueno, es que no era muy adepto a las expresiones, si no, ya se habría delatado él solo por la sorpresa. Decidió fingir no conocerla, era mejor no meterse en problemas, quería dejar ese suceso en el olvido.

En todo el día, mientras atendía a otros clientes sentía la mirada de la chica en él, pero era un caballero y no iba a decirle nada…por el momento…unos 10 minutos…15…20…30…¿Acaso no tenían algo que hacer? ¿Ir de compras? ¿Ver a sus novios? ¿O lo que sea que hagan las chicas los sábados? Suspiro, ya estaba hasta el límite. Se acerco a las chicas.

-¿Se les ofrece algo más?-. Pregunto, colocando una mano en el cuello.

-Otro vaso con agua-. Contesto la chica. Rinto fue y regreso.

-Aquí tiene, ¿Y usted?-. Pregunto, mirando a Neru, esta lo miro.

-¿Cuál es tu nombre?-. Tenía que demostrarle a Lenka, que no podía andar diciendo que cualquier chico era ese tal "Romeo". El chico arqueo las cejas.

-Rinto-.

-Rinto ¿Qué?-.

-Kagamine-.

-¿Qué estabas haciendo ayer en la noche?-.

-Estudiaba-.

-¿En dónde?-.

-En mi casa, ¿Algo más?-.

-Una rebanada de pastel tortuga, por favor-. El chico se fue.

-¿Por qué se lo preguntaste?-.

-Dudo que haya ido a la fiesta, además, se nota que de esta cafetería subsiste él y su familia. La fiesta solo se realizo entre las familias más ricas-. Lenka bajo la mirada…ella estaba segura que eran la misma persona, sintió lo mismo que con "Romeo" cuando lo vio. –Olvídalo Lenka-.

Rinto suspiro aliviado, cuando vio a las chicas irse, pero se quedo en sorpresa, cuando las chicas le pagaron con tarjeta de crédito. Ni él, a sus 22 años tenía una de esas, y ellas tenían 7 cada una…

-Tengan cuidado y "nunca" regresen-. Dijo y pensó, cuando las despidió, se recargo en la barra. No quería encontrarse de nuevo con ellas, y menos con Lenka, se propuso a sí mismo no darle importancia a ese asunto, ¿Porque la chica se complicaba en buscarlo?...Levanto la vista.

-Si esas chicas son de clase alta…no volverán a aparecerse por aquí-. Pensó, y sonrió para sí.

Pero el mundo da muchas vueltas, unas para ayudar a algunos, y otras para perjudicar a otros y Rinto lo sabía de sobra, por vastas experiencias…pero al encontrarse que ese par de chicas, volviera el mismo día, después de tres horas, junto con otras chicas…quería golpear a alguien, les atendió, por un buen rato…esas chicas no parecían querer irse…al parecer el lugar, y cierto mesero, les atrajeron en sobre manera. Y Rinto tendría no solo que soportar a las chicas, sino también la escuela y a Lenka, mientras que la linda Lenka, tendría que luchar por las clases sociales, y por desenmascarar a su "Romeo".


¡Aviso, anuncio! ¡Que hoy renuncio!(?)~ ok eso no xD es cancion de Shakira e.e me van a denunciar D:

Anuncio que este fic tiene dedicatoria, ¿Por que y para quien?

Porque me da la gana y para una amiga; nombre Estefanía xD

P.D.: Nadie lee esto, por eso me gusta escribir tonterias xD