IMPORTANTE: ESTO TRANSCURRE ENTRE EL FINAL E INICIO DE LA SEXTA TEMPORADA. AUN ASI, CONTIENE SPOILERS DE LAS DEMAS.
REGRESE
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No es mi lugar de inicio, no lo supe en ese entonces, rodeada de mis amorosos padres y queridos hermanos. La gran revelación vino a mi, en mis veinte años, recién cumplidos. El peso de mi existencia, las numerosas vidas pasadas que tuve y no recuerdo. Estoy escrita en las historias, leyendas, mitos, representada como Fénix, Dragon Rojo, madre de los Hellhound, mayormente caminaba en la tierra como un ser caracterizado por poseer, controlar, o inmunidad al fuego. Se me explico a medias, que estoy maldita, y a la edad de veinte años, me transformaba en lo que yo creía feroz, fuerte, indomable bestia, temible por cualquier ser humano. Mi perspectiva del mundo, fue en su totalidad, desde la vista de un animal o un ser fantástico. Un método de supervivencia, para superar a mis enemigos, los héroes. Mi ciclo de vida animal cambio, con la extinción de mis seres fantásticos favoritos, y por suerte, también de héroes, tome la forma de criaturas inofensivas ante el ser humano. De un bestia majestuosa con sed de sangre y destrucción, pase a ser un caballo, perro, gato, hámster, conejo, etc. El gran salto, se dio en esta nueva celebración de mi veinteavo cumpleaños. Insólito, nací y seguido de mi nació un nuevo héroe, ¿Cómo se explica? ¿Qué significado le das a esto?. Sumado que, mis vidas, caminos, decisiones del ayer, se eliminaron de mi memoria, y solo veo imágenes de seres que antiguamente fui. Crecer junto a mi enemigo mortal, y no sentirlo como tal sino al contrario, amarlo como mi hermano mellizo, parecía un chiste, elaborado por alguien con un horrible, retorcido sentido de humor. En miles y miles de años, mi identidad jamás se había visto, nuevamente, comprometida, esta era la segunda vez, que un héroe conoce mi yo humano.
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Si tuviese que culpa a alguien en especifico, por mi existencia, seria mi madre. Es mas fácil apuntar con el dedo a otro, en vez de a uno mismo. Elijo a mi madre, no por lo obvio, sino por su equivoca decisión, hacer un trato con un demonio. Se llamaba Azazel, uno de los primeros demonios, miembros del ejercito, creados por Caín, eran príncipes inmortales, reconocidos por sus ojos color amarillo. El termino del contrato consto en, revivía a papá, si ella aceptaba darle paso libre a su casa, necesitaba permiso para ejecutar su plan, y mi adorado hermanito era su meta. Miro mi rostro en el espejo y odio el reflejo que me devuelve la mirada, y no porque digan el gran parecido que tenemos. Son las imágenes que me atormentan en las noches, visiones del pasado y futuro de esta maldita familia. Ella no me confeso lo que hizo, yo la vi sellando con beso el pacto, causante de su muerte. Azazel cumplió, mis padres vivieron un matrimonio familiar feliz, hasta que nos visito, con el permiso de mi madre, entro en la habitación de mi pequeño hermano, de tres meses, derramo en sus labios de bebe, unas gotas de su sangre demoniaca, acto que mi madre presencio y le dio una muerte espantosa a fuego vivo, pegada en el techo, gritando su nombre con desesperación. Desde que tengo memoria, he visto esta escena en bucle, sin fin, en mis sueños. Si no me hubiesen aterrado mis visiones, y ocultado en mis emociones, descargándome con ella, distanciándonos. Quizás estaría viva, quizás podría disculparme, decirle que no la odiaba, que me aborrecía a mi misma por ser tan, malditamente, cobarde, cuando ella mas me necesito.
A medida que iba creciendo, llegue a la conclusión, "soy el tipo de monstruo. que papá cazaría y asesinaría sin dudar". Lo soy porque, en visiones repetidas, vi las muertes de mis padres, y no hice nada para impedirlo. Trate y falle con Sammy, en su primer mes de nacimiento, arrastrada por la locura y desesperación, lo acomode entre mis brazos de niña y hui, en vano. Papá logro localizarnos, el mismo día al anochecer. Exigió una explicación que me negué a dar, lo ignore una semana, y jamás me disculpe. Quise, en mi versión, niña ignorante, desviarlo de su cruel destino a toda costa. Mi escape frustrado, genero que evite y mire con odio a mi madre. Comencé a pasar mis días completos con papá, que con ella en sus últimos dos meses de vida, era mi manera de restarme dolor. A la hora de su muerte, entre ellos, fui la única que no la lloro. La luna y Sammy son testigos de mis lagrimas sin fin, después de que papá nos trajera a salvo, el vacío y la desesperanza me absorbió, y la cálida mirada viva de mi madre, se desvaneció. Estúpida como soy, concluí, seria muchísimo mas llevadero despreciarla, dado el destino que marco en mis hermanos, a dejar que, el sentimiento de culpa acabara conmigo.
En los veinte años que estuve con ellos, sin bastantes problemas, pude ocultar mi gran secreto, mi poderes siticos. Acepte mi papel como oveja negra de la familia, la niña problemática que creció, y se convirtió en la adolescente rebelde, enamorada de lo extraño, oscuro, de mente abierta, ingenua, a sus ojos, por creer en monstruos profesando ser "distintos a los otros". Mis creencias se enfocaban en mi hermanito, un ángel con sangre de demonio, demostraba cada día que tenia razón, ni las personas o tu aspecto, temido por ellos, te definen, si tomas la decisión correcta. Siendo el niño tierno y adorable de la familia, Sammy se ríe en las caras de mi papá y mi hermano. Por él, mi cobardía se acrecentó. Empaque mis pertenencias, escape, corrí lo mas rápido que pude sin rumbo, por horas. Aquel día, no lo supe al principio, si fue una coincidencia, que justo mi reloj se congelara y la mierda real iniciara. Pare de correr, al escuchar la voz de un hombre en mi mente, diciendo solo una cosa, un nombre, Chuck. Me dije a mi misma que terminaría encarcelada o en un psiquiátrico, por la estupidez que pensaba, iba hacer. En efecto, parada, pisando la entrada de su casa, con sudor en mi cara por el nerviosismo, en los primeros minutos contándole mi historia, vi en sus ojos la intensión de llamar a la policía, y así, destruir mis pocas esperanzas, pero, inesperadamente, me invito a pasar y sentarme en su sofá. De verdad era él, Dios, camuflado con el traje de un profeta. Mi plan era arriesgado, consistía en, pedir su protección, hacerme invisible al radar ángel, bloquear mi mente a cualquier ser que quisiese dar un vistazo a mi poder y el final y mas difícil, borrar los recuerdos de mi familia para no interferir en su futuro. Por seguridad, me hizo aparecer en un avión de ida a Inglaterra, sabiendo que, aun sin recuerdos de mi familia, la caza corría en nuestra sangre y aposte que, permanecer en los Estados Unidos no me convenía, les daría mi paradero tarde o temprano en semanas o meses. Conocen mis gustos, que canto mientras cazo, un don que amo presumir y me dio reconocimiento en Inglaterra, fui apodada "la sirenita" por mi voz y aspecto joven e "inocente", incluso teñí mi pelo de color rojo Velvet, ajustándome a su descripción. Un dato fundamental, que casi descuide, fue la inmensa fidelidad de mi papá, hacia la familia. Él jamás renunciaría a mi, viajaría a los confines del universo si pudiera, solo para cerciorarse de que estoy a salvo. Determine que, en un sentido muy dramático, mi muerte bastaría para impedir, su incesante búsqueda sin fin. Aprobando la idea de Chuck, buscar a una recién fallecida, físicamente parecida a mi, y hacerle una asimetría facial idéntica a la mía, también darle mi copia exacta de mis huellas dactilares, dientes, sangre y ADN. Básicamente, creo un clon, mi clon. En la toma final, deposito su cuerpo en la cama del cuarto de motel, donde se supone debo estar "durmiendo". Tardo, pero siendo Dios, viajar en el espacio temporal y localizar a la candidata perfecta, no le fue un reto. Mágicamente, la vistió con la ropa que yo llevaba puesta y a mi con otra nueva, acto seguido, la recostó en la cama de motel, detrás mío invisible a mis ojos, mientras que yo salía a hurtadillas por la puerta sin despedirme. Cargado de incógnitas, nadie, ni con conocimiento espiritual o científico, pudo aclararle a mi papá, cómo su adorada y única hija, totalmente saludable, muriese de un maldito "paro cardiaco". Me cremaron al quinto día de la semana siguiente, cuando Sammy arto de la actitud de papá, le grito enfurecido que me merecía un funeral de cazador como todos, no dejarme descomponiendo en un refrigerador de la morgue, mientras que él buscaba respuestas. Chuck me enseño esa visión, convenciéndome, del éxito de su plan. Sin mas, me marche sin mirar atrás, rompiendo los corazones de mi familia.
Sin orígenes, rumbo, o un nombre propio, y mis preocupaciones sepultadas, pase años dedicándome al negocio familiar. Mi estancia en Inglaterra fue pacifica, no tenia a mi papá reiterando, en su vista de que, "los monstruos son solo monstruos, sin humanidad, bestias sedientas de sangre y destrucción". Yo declinaba cada que lo decía, y no por mi, restando mi habilidad de convertirme en un animal salvaje, un gatito grande con franjas, una hermosa tigresa de bengala que amo ser. Esa tigresa, estaba a millas, kilómetros de distancia, en confundirse como un monstruo. Se lo que soy, como se también, quién merece ser cazado y quién no. Mi papá era un hombre testarudo. Reñíamos, constantemente, sobre lo que esta bien y mal, y él me respondía eliminando a cada amigo o amiga vampira, metamorfo, hombre lobo, que hacia. Sammy era el único que creía en mi, o al menos, escuchaba mi punto de vista. Mis amigos de la niñez, se consumieron por el fuego encendido por mi papá. Sustentando mi creencia, en que "no todos son lo que parecen a simple vista", rendida, acepte que no podía cambiar a papá. Desistí en hacer amigos, ya que, quién mejor que Sammy, para desempeñar ese papel. Alguien que me reconforta, con un abrazo en mis noches de llanto, ocasionado por premoniciones, sueños, imágenes de mi papá yacido sin vida, en el piso de un hospital. No interroga, solo seca mis lagrimas y me susurra con su voz serena, "todo va a estar bien", y yo por poco me convenzo, de que él, Dean y a papá pueden protegerme. Estas acciones, evidencian su gigantesca amabilidad y ternura. Dice cosas que, se supone yo deba decir, es mi deber como hermana mayor (técnicamente soy dos minutos mas grande que Dean), prometer que siempre estaré para protegerlo, y no al revés. Sammy es la prueba viviente, de que, existe la esperanza.
Amaba a mi familia y no miento al decir, que moriría por ellos. Es por esto que mis visiones, fueron una tortura. La claridad me encandilo, me vacío, y una la terrible punzada ametrallo mi corazón. Necesitaba que alguien me diga niegue que aquello era posible o si yo era capaz de interferir en el camino de mi adorado hermanito, eludir que su cuerpo resida a Lucifer. Entonces, mi carrera en un circuito se termino, un rayo de luz se estrello en la pista, y emergió un nombre, Chuck. Previo a borrar mis memorias y lanzarme a mi nueva vida, me brindo un control total de mis poderes, además, me mostro la principal razón, por la cual, no debía obstaculizar el camino de mi pequeño hermano. Era Jack. Al pronunciar ese nombre, una historia graciosa vino a mi mente, oia a menudo a papá contarles a mis hermanos, en viajes de carretera, sobre mi primera palabra inusual, pues, no fue ni mamá, papá, Dean o una groceria, lo que dije, para su asombro, fue Jack. Raro, porque nadie conocido se llamaba así y entre tantas conjeturas, al final, dedujeron que, tal vez, lo oi en la radio o en la televisión. Cuando Chuck me declaro quién seria él, lo sentí, paz, fe, lealtad. Mi corazón hablo, dijo que él era mi respuesta, no sabia exactamente a qué, pero lo era.
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Regrese a Estados Unidos, como turista. No se si estaba escrito o Chuck estaba tras de bambalinas, burlándose de mi, atrayéndome a mi hogar, situada un año mas tarde, a la caída de Sammy dentro de la prisión de Lucifer, junto con el arcángel Miguel y mi medio hermano Adam. Soy incrédula a las coincidencias, mas al encontrarme a mi mellizo, justo en el bar que suele frecuentar. Le costo reconocerme unos segundos, me oyó cantar, y a pesar, de ambos tener la misma edad, y mi imagen sea la de una joven de veinte años, con su cabello ahora rojizo, vio a su querida hermana en mi. A sus ojos, era el retrato exacto, de la hermana que falleció a temprana edad, en su cumpleaños veinteavo. Renací de entre las cenizas, cinco meses antes de que Sammy revelara. Allí sentada, con una guitarra apoyada en mi regazo, cantando Killer queen, no advertí su mirada clavada en mi, pasmado, como si estuviese contemplando a un fantasma. Cante otras canciones, hice varios bailes sensuales con Feeling Good y Lady Marmalade, que atrajo la atención del publico. Al finalizar, sin interrupciones y con los presentes clamando por mas, guarde la guitarra en mi estuche repleto de dinero, le agradecí al dueño por permitirme entrar hacer mi numero, y salí del bar, con mi hermano siguiendo mis pasos. Cuando supe que me seguía, lo embosque apuntándolo con un arma en su estomago, le exigí que se presentara y develara sus intenciones. En un pestañeo, el rol se intercambio y él era quien me gritaba por respuestas, creía que era un monstruo, vistiendo el cuerpo de su fallecida hermana. Admito que era fuerte, mas no me supera, fácilmente lo empuje y callo de espaldas. Detuve su acción de abalanzarse contra mi de nuevo, sacando, lentamente, una cuchilla de plata. Probé, con un corte en la palma de mi mano, que era "humana". Todavía receloso, saco una petaca con agua bendita, y me arrojo una gran cantidad de ella en la cara. Su rostro turbado fue inolvidable. Sentí lastima por él, asique, le pide que me acompañase al motel donde me hospedaba, y frente suyo, me hice un test completo a prueba de monstruos cambia-forma, al verme pasar cada una, volvió a llamarme por mi antiguo nombre.
—¿Lizzy? No puede ser, te cremamos, ¿Cómo es que estas aquí?
—Te equivocas de persona, no se cuan parecida soy a tu hermana, pero no somos la misma, lo siento.
—Eres ella. —dijo firme—Con un ligero acento ingles, pelirroja, y con el rostro de una veinteañera. Lo cual, ambos sabemos, no es.—no lo negué—Te he escuchado cantar desde niños, amabas hacerlo y que papá sea tu fan numero uno. —hizo una pausa—Encima, cazas.
—No se cómo sabes lo de edad. —me callo, respiro hondo y razono muy bien, lo que voy a decirle a un absoluto desconocido que, aun así, me resulta tan, inexplicablemente, familiar—Mis memorias de la niñez, mi historia, fueron borradas. Consulte con médicos, brujas, demonios, cualquiera que pudiese darme una explicación. Nadie pudo, dijeron que era una humana, perfectamente, ordinaria y saludable. De modo que, yo misma llegue a la conclusión, de que alguien o algo, elimino mis recuerdos. —Procesar mi confesión, preguntar dónde estuve, qué hice, y contestar sus preguntas, exhibiéndome un manojo de emociones, que sin descifrar bien porqué, hincaba en mi una filosa, punzante sensación de culpabilidad. Tuve que disculparme con él y echarlo prácticamente, prometiendo que nos veríamos al día siguiente, en el mismo bar.
Mi instinto me decía a gritos que debía huir, correr y parar cuando ya este segura, en la serena Inglaterra. Desafiando a mi voz interior, me arrisque a encarar mis temores. Puntual lo espere en el bar. Se oía emocionado, triste, enojado, desconcertado y feliz, escuchando mis aventuras en toda Europa y Asia. Aminoraba la picazón en mi pecho, su prudente desconfianza hacia mi, por mi falta de información y mi aspecto joven. Esto no resto, seguir hablando de nuestras historias. Le conté cómo sin saber mi propio nombre, pude adaptarme, espléndidamente, a un país extranjero, incluso me agrado el apodo y nuevo nombre que en seguida adopte, "Dory". Confesar lo anterior, en tono indiferente, le disgusto. La familia es lo mas valioso para Dean, y aquello fue, como declarar que mi ayer, ellos, no eran importantes para mi. Concretando, proseguí con el tema de la caza, y omití por miedo de molestarlo, que, en casos justos, ayudo a monstruos, hallar una nueva vida sin preocuparse por ser cazados, conmigo entre sus contacto y en marcado rápido. Termine de hablar, entonces él discernió, ambas fechas coincidían, mi llegada a Londres y la muerte de su melliza. En un prolongado silencio, me acordé que tenia un tatuaje, pensé que tal vez, él podría responder al significado de las palabras, grabadas en el centro de mi espalda. Demoro un minuto y medio en responder, hasta que una luz en sus ojos se encendió. Años atrás, una semana mas tarde de la muerte de nuestra madre, como si estuviese sonámbula, en la noche lo desperté, y con la voz de un robot, le dije que recordase esas tres cruciales palabras, porque un día él, específicamente él, tenia que decírmelas si quería recuperarme. Fue una semana traumática para Dean, imborrable, mas cuando, su loca hermana mayor, lo obliga jurarle aquello y al minuto, automáticamente se desmaya, como si se le hubiesen agotado las baterías. En fin, probo decir las palabras, y al instante el mundo dio vueltas para mi. Antes de desfallecer, su nombre sonó con cariño de mis labios, reconociendo al hermano que adore y admire, e inicie varias peleas, por ser el niño obediente de papá.
Desperté en casa de su novia Lisa e hijo Ben. Abrí la ventana de la habitación de Ben, y el cielo anaranjado me dijo que era de tarde. Rebobine en mi mente las escenas de hace unas horas, y me di cuenta, que debía confrontar a mi hermano. Con mentiras y verdades a media, le pedí sujetar su mano por unos segundos. Dubitativo, coloco su mano sobre la mía, e instantáneamente, mis ojos brillaron de un color naranja intenso. Un torrente de imágenes, escenarios, sensaciones recorrieron mi cuerpo, y fusionaron con mi cerebro. Mientras tanto, Dean como espectador, se inquietaba por el potente brillo de mis ojos, comparables a dos bolas de fuego. Este espectáculo, recobro sus sospechas en mi, que me tomarían tres meses deshacer.
Acceder a la información su pasado en cinco segundos, internamente, parecieron años. Mi pena y la suya por la muerte de papá, se acoplaron, agregando la perdida de Sammy. Su negación a si mismo, en respetar los deseos de Sammy, tener una vida normal, familiar con Lisa, iba en contra de sus valores, y solo accedió, inconforme, por él. Esa enorme aflicción, añoranza transferida, me demolió. Responsable por su martirio, libere su mano y me tropecé caminando hacia atrás, caí, mi cabeza choco con un mueble y volví a desmayarme. Golpeada por la realidad, explote. Mi cobardía, tomo el camino de arcoíris, para no ver sus rostros colmados de decepción, traición, e ira incontrolable enteramente dirigida hacia mi. El llanto empapo mi cara sin que me percatase. Dean ingreso veloz a la habitación, al oírme gritar. Sentada en el piso, en posición fetal sujetando mis piernas, y mi cabeza baja, ocultando el rostro, se arrodillo ante mi y me rodeo con sus brazos tratando de calmarme. Su acción, hizo mas difícil calmarme, siendo el protagonista de mi angustia. Se porto lindo conmigo, verificando que este bien, dándome, junto con su novia la bienvenida a su casa. Todavía, demandaba aclaraciones de cómo hice el show de luces con mis ojos, un efecto colateral de mi poder, en su nivel máximo, gracias a Chuck. Mintiendo, conseguí reconstruir la relación que teníamos. Ben, el hijo de Lisa, se encariño tanto conmigo que, medio lo molesto, porque parecía quererme mas a mi que a él. Así, recreo nuestras disputas de niños, ya sea, por la atención, amor de papá, Sammy u otra cosa. Mis visitas se tornaron recurrentes y en pleno sosiego, como si el mundo se estuviese burlando de mi, reapareció nuestro querido hermanito. Otro misterio sin resolución, como yo, para mi mellizo.
A veces, por trabajo, transcurrían días de no visitarlo. Pese a, su ofrecimiento en coadyuvarme, y que yo denegué, por mi actual método de ejercer, con colmillos y garras, mas grandes de la rama de los mamíferos. Calle esto, aduciendo que Sammy no querría su reincorporación, si de veras, no la precisaba. Múltiples quejas, y mi pertinacia, genero discusiones que gane, con Lisa de mi lado, y aunque no se rindió, ceso de asediarme. En conclusión, concordamos vernos en su casa. No obstante, una tarde inusual, recién llegada a la ciudad de resolver un caso, él me llamo, su voz al otro lado de la línea, se oía rara. Me dio una dirección, y yo, con un mal presentimiento, conduje mi moto hacia la casa de Bobby. Abriéndome la puerta, quien me recibió fue, un hombre alto y corpulento, que sin duda, reconocí como mi pequeño hermano. Inadvertí que había una vital ausencia dentro suyo, cuando me lance a sus brazos, con un llanto desconsolador. Ignore la falta, cuando seco mis lagrimas con la yema de sus dedos, tal como lo hacia de niño. Esto, impidió atreverme a usar mis poderes con él. Me dije, ya sabia lo suficiente del pasado de Dean. Era innecesario ver el de Sammy. En cierto grado, no mentía. La vedad, mis ansias por revivir sus horribles momentos en el infierno, y torturas orquestadas por el mismísimo Lucifer, se esfumaron. Conteste sus preguntas, menos las que ni a Dean respondí. Hice que me juraran, jamás decirle a nuestro abuelo que estoy viva, ya que no me fiaba de él. Dean no objeto y Sammy protesto un poco, diciendo que él era nuestra familia. Disentí, clarificando que solo Bobby y ellos, eran mi familia.
Encargándome la tarea de cuidar de Lisa y Ben, me puse al corriente con Bobby. Faltando unas horas para el anochecer, me fui, prometiendo que regresaría. Mi hermanito renacido, basto para que instara por, encaminarme al hogar de un amigo. Uno que, en mi estado de amnesia, aparecía en sueños, relatando las aventuras de mis hermanos. En un intento errado de apaciguarme, diciendo "su destino no era mi culpa". Aun así, pudo confortarme con esos sueños cada mes o meses, hacia que despertara con una paz interna ininteligible, puesto que, olvidaba haberlos tenido. Ahora que, se "rompió el hechizo", el nombre del autor, vino a mi tan nítido que, quizás, sin recuerdos, me hubiese impresionado el hecho, que uno de mis mejores amigos, sea Dios. En el planeta entero, era el único, que realmente me entendía. A pesar de que, mayormente solía discutir con él, por su aparente indiferencia en el mundo que creo. Suertuda, no provoque su furia. Chuck, apreciaba mi personalidad valiente, brava y orgullosa, según sus palabras. Escuchaba cada una de mis quejas, callado, y me distraía con una guitarra y un micrófono. Cada que, demandaba que los auxiliara, rebatía enumerando las veces que trajo de entre los muertos a Cas, un especie de ángel guardián de mis hermanos, y muy estimado por ellos.
Luego de años y años, cara a cara con Chuck, otra vez, evadió mi pregunta—Seriamente, todavía siento curiosidad, de porqué no me ignoraste. Pudiste haber hecho que mis hermanos me tomaran por loca, o llamar a un loquero. Sin embargo, me ayudaste e incluso después. En vez de tomarme como un asunto terminado, seguiste en contacto conmigo. En serio, me es imposible descifrarte.
Dentro de su casa, sentada en un sillón, camino en dirección a mi y me ofreció un vaso de agua, que acepte con un gracias. Acercando una silla, se sentó delante mío y dijo—De nada. —sonrió, y yo voltee los ojos—Lo que yo no comprendo, es porqué siquiera te pasaste a saludar. Me ofendiste, acaso ¿soy menos importante que Sam?
—Cállate.—dije, y me levante—Primero, sí. —se coloco una mano en su corazón, actuando ofendido—Segundo, temía que me dieras razones para irme.—me mira confundido—Reconstruir mi relación con Dean, y nuestras peleas de niños, me persuadió de huir, y de veras, quería hacerlo. Pero luche contra mi instinto, y ahora mi hermanito "muerto", esta vivo y no sabemos cómo, ni quién lo hizo, y porqué incluyo a nuestro abuelo, del cual desconfió.—saque cada palabra mi boca sin respirar. Chuck me sirvió agua, yo la tome de unos tragos, y finalice—¿Vas a responderme?
Suspiro—Para ahorrarte drama contigo misma, voy a decirte que tu hermano vino sin una pieza. Su alma.
—¿Eso piensas que es "ahorrarme drama"?—vocifere.
—Te prevengo de que confíes en él. Eres demasiado "mamá osa" con tu hermano menor.—no lo desmentí.
Impasible, me revelo que el alma de Sammy, estaba aprisionada en la jaula, junto a Lucifer. Dijo que, no me angustiara, porque eventualmente, Dean, descubriría que Sammy es solo un cuerpo y mente sin alma, y como es predecible, haría lo que sea para rescatarlo. Con esa afirmación de "todo esta perfectamente bien", obvio que me enfurecí. Dando un portazo, salí de su casa. Quise arrancar mi moto pero él, mágicamente, robo mis llaves, y cuando busque otra cosa para poder encenderla, la transformo en una moto de juguete. Insistió en que lo escuchara, mientras yo trataba de birlar un auto. Dispuesto a fastidiarme, comencé a caminar con él a mi costado. Vencido, robo mi celular, guardo su numero, y me dijo, si lo rezaba antes de abrir cualquier puerta, esta me daría con su permiso, la entrada a su "lugar especial". En casos de emergencia, podía esconderme allí sola, sin su compañía. Dicho esto, regreso mi transporte a la normalidad, y se evaporo.
Regrese justo para recibir a Dean, que volvía para llevarse a Lisa y Ben a su hogar. Con verdades a medias, le conté una historia invertida, donde un amigo me llamo por ayuda, y pretermití que ellos, ya lo conocían. Lo siguiente que hice, fue inventar una gran excusa para transformarme en animal, y perdurar en esa condición, por las próximas semanas o meses. Resistiendo así, mis impulsos por escapar.
—Uno, soy inofensiva y vegetariana. —Dean soltó una carcajada sarcástica—Asique, no voy a comerlos vivos.—proseguí, ignorándolo—Dos, no te lo dije.—refiriéndome a Dean—Además de que era un tigre cuando luchaba, y aun estaba tratando de que confíes en mi, por eso omití ese hecho. Tome el pretexto de tener que irme a trabajar, para seguir así, como tigre unos días. Me hace invisible, indetectable. Puedo cubrir mi esencia. Ningún monstruo, incluido demonios, pueden localizarme. Por esto, me acostumbre a ser mas un animal que un humano. Me siento invulnerable cuando lo soy.
—¿Te acostumbraste? Dices que, ¿no indagaste mas sobre lo que eres?—pregunto Sammy.
—No existe una especie como yo. No hay registros, nada que se asemeje a mi. Y sinceramente, hoy estoy bien con lo que soy.
—Espera. Ahora entiendo, porque Cas no sabia de ti. —todos los miran sin captar lo que quiere decir—Cuando revivieron a Adam, nos preocupamos por ti. Nos preguntamos, ¿por qué él y no tú?
—Pero Cas dijo, seguro de tu inexistencia, que nuestra familia siempre estuvo compuesta por cuatro. Sumando a Adam.—concluyo Dean—Él no creía que estuvieras en el cielo. —agrego—En medio del apocalipsis, averiguamos que tampoco bajaste al infierno. Los demonios si te conocían, aunque ni ellos sabían si vivías o no. Eras un enigma para cualquiera, tal cual a la noche que moriste. —suspiro—Papá tenia razón, era el único que tenia esperanzas. Ambos asumimos que no te supero.—Sammy asintió. De pie, les di la espalda, para que no vieran mi rostro.
Retome el asunto en cuestión. Dean, alérgico a los gatos, le recordé que tenia la capacidad de cubrir mi esencia. Evidencia numero uno, estuve y estoy ahora cerca suyo, y todavía no se enfermo por mi culpa. Perjurando que era como un animal domestico, fui al grano y me transforme. Mi mellizo se exalto, a su izquierda, Sammy ni se inmuto, y el tercero, Bobby, sostenía su arma del mango con fuerza, sin sacarla. Me recosté lentamente, y bostece, aburrida por la situación. De inmediato, el anti-gatos, reclamo que volviese a transformarme, pero no le hice caso. Exhausto de tanto gritarme, se resigno y sin esperar una aprobación, le encomendó a Bobby que me vigilara, y reanudara mi investigación.
La corte ahi porque de seguro no terminaba mas. Perdon si se siente algo pobre el final. El segundo capitulo lo termine, es un resumen completo de lo que queda de la sexta temporada. Necesito retocarlo un poco antes de publicarla, y ver si cambio o no la siguiente temporada. En fin, gracias por leer. Volvere pronto, espero.
