Antes de comenzar la historia, quiero aclarar que no estoy segura si esto será un SwanQueen o un Captain Swan. Depende mucho de lo que ustedes decidan, por ente... aquí les dejo mi primera historia.
ADVERTENCIAS: Once Upon a Time no me pertenece.
Esta historia esta ambientada al final de la 5ta temporada, donde la "Reina Malvada" fue destruida y todos volvieron a Storybrooke a vivir sus vidas en "paz". Regina es la alcaldesa, Killian no tiene un trabajo estable, Emma es la sheriff y así...
Espero les guste y dejen un mensaje.
[…]
Emma cruzó el umbral de su casa y caminó hecha una furia hasta su escarabajo amarillo. El aire helado le golpeó el rostro poco antes de entrar y cerrar la puerta de un portazo mientras tiraba maldiciones y acertaba dos golpes sobre el mando.
"Imbécil"
Susurró antes colocar la frente contra el mando y sentir que los ojos se le humedecían.
Está era la tercera vez en la semana que Killian y ella discutían. El tema era lo mismo, la rubia no quería que su novio trabajase con ella en la comisaria, y aunque el pirata aun en contra de Emma había estado ocupando labores como oficial, la rubia no se sentía cómoda compartiendo con Killian cada minuto de su tiempo, era asfixiante.
En medio de la discusión, Emma se encontró saliendo por la puerta rumbo a un bar. Odiaba discutir con Killian, odiaba tener que admitir que aunque lo quería, no quería tener que verlo cada segundo de su vida.
[…]
El Rabbit Hole era un bar concurrido el fin de semana, más sin embargo, entre semana era bastante tranquilo, como para tomar una copa en soledad.
Regina lo sabía cuándo llegó.
Usualmente los días como hoy, cuando tenía ganas de beber hasta perder la conciencia, lo haría en la tranquilidad de su casa, pero había olvidado reabastecer sus reservas de alcohol desde la última vez que había decidido beber sin más. Por esa misma razón, Regina se encontraba tan tarde en este lugar, tomando su tercera copa en la soledad de la barra.
Odia admitir lo triste que era este día y lo mal que la estaba pasando.
Hoy se cumplían seis meses desde la muerte de Robin.
[…]
Emma ingresó al Rabbit Hole buscando una copa y un espacio tranquilo donde beber, donde poder aclarar sus ideas y tranquilizarse. Ese fue su pensamiento desde que bajó de su auto, más sin embargo, nunca imaginó encontrarse a la alcaldesa al final de la barra, sosteniendo una copa y mirando a la nada con el rostro abatido. La rubia de pronto se encontró con la necesidad de acompañar a la otra mujer.
"¿Puedo sentarme?" Preguntó llegando hasta su lado.
Regina alzó una ceja y volvió a su labor de consumir el resto de alcohol que quedaba en su copa.
Emma tomó asiento a su lado y el silencio se extendió por unos minutos, solo el sonido bajo de la música de fondo resonaba por todo el lugar.
"¿Estás bien?" Preguntó un poco después, con cierta inseguridad.
La morena volvió la vista al camarero y pidió dos copas más.
"¿Sabes qué día es hoy?" Respondió con otra pregunta, casi arrastrando las palabras. La rubia podía jurar que llevaba en este lugar bastante tiempo.
El tiempo era relativo, Emma estaba enojada y Regina deprimida. El sheriff y la alcaldesa. Todo era ideal para ahogarse en alcohol, ¿No era eso lo que querían?
[…]
La morena resopló con cansancio.
"Te lo he dicho antes… te lo digo ahora… personas como yo, nunca encontrarán la felicidad" Regina susurró por lo bajo, arrastrando las palabras y mirando a la rubia con tristeza, con los ojos llorosos.
"Te subestimas tu misma" Emma respondió antes de darle un sorbo a su copa.
"No es subestimarse… es darse cuenta de la realidad… somos producto de la invención de un autor… nos hacen creer que tenemos voluntad… que podemos elegir" La morena habló con falsa seguridad. "Pero todo ya está predestinado"
La rubia sonrió.
"Eso es poesía, no realidad" respondió con cierto humor.
Regina frunció las cejas con confusión antes de extender la mano y tomar a la otra mujer por la barbilla.
"Te diré desde ahora lo que sucederá… tu cederás… Killian trabajará contigo en la comisaria"
Emma sonrió sin creerle nada. "¿Está predestinado?"
Preguntó sintiendo como las uñas de la otra mujer marcaban la piel de su barbilla.
"No"
La alcaldesa la soltó.
"Yo lo nombraré oficial de Storybrooke" Susurró con humor y a Emma no le hizo gracia su chiste.
[…]
La rubia miró el reloj. Pronto serían las tres de la mañana y tenía a una Regina muy ebria frente a sí, incluso a ella misma el alcohol había comenzado a surtir efecto.
"Ya es tarde"
Emma susurró.
La morena la miraba con detenimiento.
"No voy a pedirte que te quedes"
La sheriff sonrió. "No estaba pensando en quedarme"
"Muy bien, la puerta está por ahí"
Señaló Regina mientras estiraba la mano en dirección a la puerta. Sin éxito.
Emma rió ante la condición de la otra mujer. "Mi hijo nunca me perdonaría si dejara a su madre en estas condiciones" habló.
La morena hizo una mueca de disgusto.
"Te llevaré a casa"
[…]
Regina caminaba arrastrando los pies, apoyando la mitad de su peso sobre la otra mujer y tratando de mantener el equilibrio.
"¿Sabes porque creo que todo es una mierda?..."
Emma sonrió, a pesar de que su propio equilibrio estaba a prueba, ésta situación no dejaba de ser cómica. La gran alcaldesa ebria caminando a su lado por el pasillo hacia su mansión, era digno de ser recordado para siempre.
"Porque primero era Daniel, después Robin y ahora nada… no hay nadie que me haga compañía en la cama"
Regina soltó una carcajada mientras alcanzaba el umbral de la mansión.
"Creo que estás muy ebria" la rubia susurró por lo bajo y con humor.
"No lo estoy tanto… sé que me estoy avergonzando a mí misma ahora… pero confío en tu buen juicio para que no lo cuentes por ahí"
Emma sonrió.
"Henry nunca me lo perdonaría"
"Yo tampoco"
La seriedad en la voz de la otra mujer y la mirada penetrante en su rostro, le aseguraron a Emma que no estaba bromeando.
[…]
Llegar a la habitación de la alcaldesa fue una odisea, pero sin duda la rubia se había divertido mientras la morena lanzaba una de sus zapatillas por el barandal de las escaleras, o cuando casi tropiezan y por primera vez la rubia la había escuchado tirando obscenidades. Regina era muy divertida estando ebria.
"¿Crees que ahí afuera haya alguien esperando por mí?"
Preguntó la morena mientras se adentraban en la habitación.
"Creo que siempre habrá alguien encantado de estar contigo"
La rubia susurró mientras la soltaba por completo. Regina trastabillo a lo largo de la habitación antes de llegar hasta la cama.
"No lo creo, es horrible estar caliente y tener que irse a dormir sola"
Regina confeso sin mirarla. Emma se rio.
"Siempre puedes hacer el trabajo tu misma"
La rubia habló ligeramente con humor. La otra mujer la miró con seriedad.
"Echo tanto de menos el calor de alguien más"
La mirada fija de la otra mujer sobre sí misma le ocasionó a Emma una extraña excitación. Culpó al alcohol.
"Tú no lo entiendes, no estás sola" Susurró con cierta tristeza la morena. La rubia casi podía jurar que vio la mirada de Regina perdida en sus labios.
"Hay muchas formas de soledad"
Emma habló mientras se acercaba a ayudar a la otra mujer con su ropa. Regina la miraba con intensidad cuando titubeante alcanzó los botones de su blusa y comenzó a desabrocharlos lentamente.
"¿Estás tratando de seducirme?"
Preguntó con cierto humor la morena mientras buscaba la mirada de la rubia. Emma sonrió.
"Te estoy ayudando a prepararte para dormir"
Respondió con fingida seguridad, casi podía sentir un ligero temblor en sus manos, un nerviosismo extraño en la boca del estómago, unas pocas ganas de vomitar y una cercanía con la otra mujer que le producía un suave cosquilleo en sus partes íntimas.
Emma no había desabrochado el tercer botón cuando la mano firme de la alcaldesa la detuvo.
"Quédate conmigo esta noche"
Pidió con fragilidad, con temor, con deseo. La rubia sintió que se le erizaba la piel, no sabía que responder a eso.
"Si lo hacemos… una vez… solo una vez… no creo que pueda salir algo malo de eso"
La petición era bastante clara, directa pero frágil. Emma nunca había visto a Regina así y nunca se había imaginado que tal propuesta estuviese ahí, esperando por ella.
Tal vez si no hubiese bebido tanto, tal vez si no se hubiese sentido atraída por esta faceta frágil de la otra mujer, tal vez si no hubiese discutido con Killian al salir de casa. Tal vez si ninguna de estas cosas hubiese sucedido, Emma no se hubiese inclinado, ni hubiese presionado sus labios sobre los suaves labios de Regina, tal vez si nada de lo anterior hubiese ocurrido, la rubia no hubiese encontrado tan excitante todo esto.
Si les gustó, por favor... hagan me saber para que continúe.
Por otro lado, si la historia alcanza más de 6 review, prometo sin falta una continuación en tres días.
