Hola!
Primero que nada, esta es la primera vez que publicó en esta sección; aunque siempre vengo a leerla. Esta idea surgió de una canción y una tarde deprimida. Espero les guste (aunque se que no es la gran cosa) y me dejen reviews tanto si les gustó como si no, sin más:
Palabras.
Lo habías jurado. Una y otra y otra vez. Lo juraste y yo, de tonta, te creí. ¿Cómo pudiste? ¿Es que acaso para ti, las promesas no valían nada? Sólo fueron palabras. Palabras dichas al viento, para calmar una culpa desmedida, un remordimiento, ¿y luego? Luego nada. Igual que siempre, por que nunca vas a cambiar. Será por eso que te amo.
Palabras. Sí. Y, cuando yo quería decirlas, me callabas. Un beso, una sonrisa, una mirada. Y yo…me quedaba sin palabras. Te odio. Debí decírtelo justo antes de que te marcharas. Pero no pude! Y ahora…no estas aquí.
Aquél día, cuando te vi por última vez, cuando tomaste mis manos entre las tuyas, cuando me sonreíste de aquella manera como cuando te equivocabas, lo supe. No necesite oírte para saber lo que se avecinaba. Te ibas.
Y te fuiste. Sólo unas horas después. Dejándome deshecha y empapada en mis propias lágrimas. Por no poder decirte lo que callaba. No estaba sola. Eso era. No eran palabras, no eran promesas, era un hecho. Era el inicio de algo más, de una familia. Nuestra familia.
Pero, ese sueño se rompió antes de empezar. Por tu tonta ambición. Por tus deseos de "ayudar". ¿Por qué no dejaste que fuera alguien más? No era necesaria que fueras tú. McGonagall me dijo. Te ofreciste. Sin pensar en mí. Como siempre.
Sin pensar en todo lo que ya había perdido. Sin darnos una segunda oportunidad. Primero mis padres, luego Dumbledore, Lupin…Harry. Pero aún así lo intenté. En serio lo intenté. Te apoye y me ayudaste. Me hiciste crearme castillos de cristal. Promesas. Palabras. Juraste que ya no te arriesgarías. ¿No era suficiente ya? Héroe. Así te llamaban, así te marcaban. Y lo disfrutabas, aún sabiendo que no era lo que yo quería.
Te odio. Te odio por dejarme así. Por destruir MI familia. Por romper todo por lo que luché en estos años. Por romper tú promesa y volverla solo palabras. Por no estar conmigo y por no poder conocer a tu futuro hijo. Te odio por dejarme destrozada. Y sin embargo…te amo.
Te amo tanto que sueño contigo todas las noches, tanto que jamás nadie ocupará tu lugar. Te amo, como amo a nuestro hijo, y como estoy segura que tu lo hubieras amado. Y esas no son solo palabras.
