El tablón de anuncios

Pepper estaba enfadada con Tony. El muy idiota (según Pepper) no había ido a trabajar, no sabía donde estaba y además le dejaba trabajo extra que hacer por medio del tablón de anuncios de la recepción desde hace dos días. Cosas como "Pepper, chequea los informes" o "Pepper, necesito que archivos los comprobantes de los envíos". Eso la tenía harta. Seguramente se había ido de vacaciones con otra mujer. Que esa posibilidad fuera verdad la carcomía.

Llegó a su apartamento, se duchó y se preparaba para dormir cuando la asaltó la duda de si no sería mejor romper con Tony. Descartó esa posibilidad casi de inmediato: ella no podía vivir sin él ni él sin ella.

Pensó en él hasta que se durmió.

Al día siguiente fue al trabajo en la Torre Stark, como siempre.

Estaba preparada para cualquier cosa que pudiera decir en el tablón, pero lo que decía ese día la dejó completamente desconcertada. Decía:

"Srta. Potts, tiene el día libre. Nos vemos a las 21:00 en el techo de la Torre. XOXO Tony"

Arrancó la nota del tablón y se marchó a casa. No encontró nada que hacer hasta que fue la hora de arreglarse para verse con Tony. Se puso un vestido sencillo, algo de maquillaje y fue a la Torre.

Todos se habían marchado. Entró a la recepción, se encaminó a los ascensores y en el panel de uno de ellos introdujo una llave. Era su ascensor privado.

Mientras subía pensó en todas las palabras que le diría a Tony por dejarla sola dos días, pero al abrirse el ascensor quedó desarmada por segunda vez en el día.

Tony estaba de trajey las luces de la ciudad de noche se veían hermosas desde la altura.

-Hola, señorita Potts- saludó Tony.

-Hola, señor Stark-dijo Pepper. Estaba a punto de comenzar a regañar a Tony cuando él dijo:

-Pep, deja que te explique. Estaba planeando esto, quería que fuera perfecto.

-¿Planeando qué?- musitó ella.

Tony se acercó a ella, se puso de rodillas y sacó una pequeña cajita forrada en terciopelo del bolsillo del pantalón. La abrió y dentro había un pequeño anillo de oro con pequeños zafiros. Los zafiros estaban dispuestos de forma que parecían un mini reactor ARC.

Pepper se cubrió la boca con las manos y por sus ojos asomaban lágrimas de felicidad.

-Señorita Potts,- dijo Tony- me he dado cuenta de que eres lo único que le da sentido a mi vida. ¿Quieres casarte conmigo?

Pepper lo miró un instante y dijo:

-Sí señor Stark. Quiero casarme contigo. Quiero ser tu esposa.

Tony le puso el anillo, se paró, abrazó a Pep y le dijo:

-No quiero vivir sin lo único que le da sentido a mi vida.

Luego se fundieron en un beso como la primera vez, pero ahora con una promesa en lo labios.