Título: Amortentia a través del tiempo
Rating: K+
Fandom: Fantastic Beasts and Where to Find Them
Pairing: Porpentina Goldstein/Newt Scamander
Status: En progreso
Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro.
Nota de autora: Este fic fue publicado previamente en la sección de Harry Potter. Este fic participa en el Reto #14: "Amortentia al azar" del foro Hogwarts a través de los años, en los foros de Harry Potter.
Capítulo 1: Ropa limpia
La lluvia seguía cayendo sobre la ciudad de Nueva York. El cielo gris y las densas gotas de agua habían borrado de la mente de los no magos los incidentes causados por el obscurus. Gellert Grindelwald había sido atrapada por los agentes de la MACUSA. Luego de despedirse de Jacob con tristeza; Newt, Queenie y Tina se aparecieron en el apartamento de las hermanas Goldstein. El grupo de amigos aún tenía un gusto amargo en la garganta por haber tenido que quitarle sus recuerdos al buen panadero. Queenie fue la primera en irse a dormir con una triste mirada. Newt quiso decir algo, pero Tina lo detuvo.
―Déjala que duerma, estará bien― luego se frotó el puente de la nariz ― ¿Quiere un poco de té, señor Scamander? Luego puede ir a descansar, su cama sigue preparada todavía.
―No, yo no quería molestarla más, puedo buscar otro lugar― se excusó él.
―Señor Scamander, por favor. No será una molestia después de todo lo que ocurrió―contestó Tina, poniendo agua a calentar ―Sólo espero que esta vez no se escape en medio de la noche a buscar alguna criatura.
Newt se sonrojó y se rascó detrás de la oreja, ella tenía razón.
―Debía buscar a mis animales…lo siento.
―Lo sé, señor Scamander ― la mujer asintió con una sonrisa cansada.
―Tina…llámame Newt… si no te molesta― otra vez, él no hacía contacto visual con ella.
―Newt― contestó ella.
Luego del té, ambos se sintieron un poco reconfortados. Sin embargo, estaban muy cansados. La mayor de las Goldstein le preparó el baño a Newt y este se duchó, para luego irse directo a dormir. A continuación, Tina también se bañó y se puso su camisón, aunque era poco más de medio día. Luego de una noche en vela, de casi haber sido condenada a muerte y de ver a Credence perder el control, sus ojos se caían adormilados, así que también fue a dormir.
Cuando despertó, fue a la habitación de Queenie y notó que la joven rubia no estaba. Entonces fue a buscarla al comedor. Había un ruido de agua que corría. El apartamento tenía una canilla en la cocina, pero casi nunca la usaban, solían simplemente usar el encantamiento para generar agua de sus varitas. Trató de recordar si la había dejado abierta mientras se acercaba.
Para su sorpresa, Newt estaba en la cocina lavando a mano lo que parecía ser la ropa que había usado el día anterior. Ahora llevaba una camisa blanca, con las mangas arremangadas para no mojarse y unos pantalones de color azul oscuro.
― ¿Qué haces?― preguntó ella.
Newt dio un saltito y estuvo a punto de soltar su ropa ya que no la había oído venir.
―Ah… Tina… yo… eh― carraspeó, nervioso ―Estaba lavando mi ropa, lo siento, no quise despertarte.
―No hay problema―dijo ella, acercándose ―Pero… ¿Por qué la lava así?
― ¿Así como?― preguntó él, mirando el jabón en su mano derecha y la camisa enjabonada en su mano izquierda.
―Así… cómo los no magos. Sin magia.
―Prefiero lavarla a mano, no soy muy bueno con los encantamientos de limpieza. Una vez incendié casi toda mi ropa ― contestó Newt.
―Eres un mago muy interesante, Newt ― Tina lo miró directo a los ojos y él se puso colorado.
―Sólo veo que el trabajo manual es bueno para… distraerse un poco.
― ¿Has visto a Queenie? No está en su cama.
―Dijo que iría a pasear un rato, quería relajarse. Dados los eventos de anoche y esta mañana… ― Newt continuaba fregando enérgicamente su ropa con el jabón.
―Anoche― murmuró ella ―Anoche fue de locos. Gellert Grindelwald estuvo en nuestras narices todo este tiempo. Y Credence… él era un buen muchacho, no lo merecía.
―Ningún mago merece que su poder lo transforme en eso ― el tono del hombre se ensombreció. Dejó el jabón sobre un recipiente y comenzó a enjuagar la espuma de su ropa. Cuando estuvo libre de jabón, con un movimiento de varita, la dejó seca. Por suerte, no quemó su ropa esta vez. La dobló con prolijidad, la apoyó sobre la mesada y subió la mirada. Tina lo observaba.
― ¿Qué ocurre?
― Pues pensaba en que estuve a punto de morir anoche, Newt. Y tú me salvaste ― ella dejó de tratarlo de usted sin darse cuenta.
―No es nada… Estabas ahí por mi culpa en primer lugar así que no…― la torpe disculpa del magizoólogo fue interrumpida por un impulsivo abrazo de Tina. Ella lo rodeó con sus brazos y apoyó la mejilla contra su pecho. Él se sintió sonrojado y acarició con timidez el cabello de la mujer.
―Gracias por salvarme, Newt― murmuró ella contra su pecho, llenándose del aroma de ropa limpia que envolvía al hombre ―En serio, gracias. Tenía mucho miedo.
Se separó un poco y le dio un ligero beso en la mejilla. Las pecas del señor Scamander se hicieron incluso más notorias cuando se ruborizó.
―No agradezcas, Tina… gracias a ti por ayudarme a recuperar mis criaturas.
―De nada― la mujer se mordió el labio ― ¿Cuándo vuelves a Inglaterra?
―En unos días, debo seguir con las investigaciones para mi libro.
―Te acompañaré al puerto cuando viajes― dijo ella, escondiendo la pequeña sensación de tristeza que le causaba que él se fuera tan pronto.
Y fue sí, el cabo de tres días más, Newt Scamander partió de nuevo a su país con la promesa de volver para traerle personalmente una copia de su libro. Tina Goldstein no sabía que tendría que esperar un año completo para volverlo a ver.
Continuará…
Gracias por leer, los comentarios serán apreciados. Esta historia solo tendrá tres capítulos
Cereza Queenie
