Hola a todos, esta historia que traigo es una que rondo en mi cabeza durante varias semanas XD. Y como la fui armando poco a poco, dije ¿Por que no escribirla?. Como verán es una especie de Naruto con tintes obscuros y una advertencia es que voy a usar como observarán un par de personajes OC, aunque tampoco es que quiero abusar mucho de eso, por lo que solo van a ser dos, ya que quiero experimentar y ver si puedo construir un personaje mínimamente interesante. En fin, espero que disfruten de la historia, y dejen sus comentarios, dudas, sugerencias o criticas, todas son bienvenidas...
Prologo
Encima de lo que era una inmensa estatua del primer Hokage situada en el famoso Valle del fin, se estaba llevando a cabo lo que parecía ser el final de una larga pelea que había causado estragos por todo el lugar. Quizás y para acompañar ese desenlace había una fuerte tormenta que estaba volando con la fuerza del viento y la poderosa lluvia los escombros que se produjeron como daño colateral de la violencia que se estaba desatando. Y allí en esa estatua, se encontraba un rubio enmascarado con traje de ANBU con un Kunai apuntando a una Kunoichi.
El nombre de aquella ninja era Uchiha Noa, una hermosa chica que parecía rondar los catorce años, a simple vista podía ser la envidia de la aldea entera con una piel ligeramente pálida y una figura que comenzaba a dar los primeros vestigios de la futura mujer que se formaría en ella. Pero quizás lo más llamativo de aquella Kunoichi era ese inusual rasgo característico de los Uchiha llamado Sharingan, que en lugar del rojo sangre que solían tener todos, este era de un color dorado casi destellante.
¡¿Por qué?! — exclamó con desesperación el enmascarado, su respiración era agitada y parecía que en cualquier momento se desmayaría por la hiperventilación, y por la forma en que se expresó parecía que miles de emociones pasaban por su cuerpo — se supone que el único propósito con el que nací es para esto, ¡para matar¡, tan solo tengo que destruir tu cuello con mis propias manos, entonces ¿Por qué no puedo hacerlo?
Contrario al casi destruido rubio, la Kunoichi solo se limitó a sonreír de una manera tan cálida, que el ninja que se encontraba en cima pudo jurar que la fría lluvia que caía sobre él no le afectaba en lo más mínimo, aunque este hecho solo aumento su desesperación. El ninja nunca se esperaría las palabras que salieron de la boca de aquella Kunoichi, tanto es así que por un momento casi sede en el agarre que ejercía en un inútil intento por estrangularla, ya que la fuerza que ejercía era tan mínima que la ninja podía hablar sin la menor dificultad.
Ambos lo sabemos, en lo más profundo de nosotros hay un vínculo irrompible que ni con toda tu retorcida lógica podrá separarnos — Y como movida por sus propias palabras, las heridas manos de la Uchiha lentamente se desplazaron a la máscara del rubio, revelando un rostro que solo mostraba desesperación y remordimiento. Acto seguido en un gesto casi maternal comenzó a acariciar las mejillas que mostraban unas inusuales marcas que parecían bigotes de zorro — podrás correr tan rápido como desees y podrás aplicarte todo el daño que quieras, pero nunca podrás romper esos sentimientos que nos unen, eso es porque yo…
¡Silencio! — exclamo más agitado si es que era posible el shinobi, ya que en el fondo lo sabía. Las palabras que pronunciaría esa chica eran las únicas que no quería oír, esas palabras lo volverían débil y destruirían todo el camino que el mismo se había forjado. Un camino en el que destruía sus propios sentimientos y no pasaba a ser más que un arma, porque para eso había nacido, un arma diseñada con el único propósito de matar.
Pero esto no era más que el desenlace. ¿Cómo es que comenzó todo esto? . El ninja que se hacía llamar Uzumaki Naruto, y que estaba en una encrucijada en ese momento sabía muy bien cómo comenzó todo. Y para saberlo hay que remontarse al pasado, más precisamente un tiempo luego del famoso día en el que ataco el famoso zorro de las nueve colas.
El 10 de Octubre era una fecha fatídica para la aldea oculta entre las hojas. Aquel día el poderoso Biju denominado Kyubi diezmó las fuerzas de la aldea entera y para el colmo de los colmos se llevó consigo al propio Hokage, dejando a la propia aldea de Konoha en una situación de estado crítico.
Algunas aldeas comenzaban a ver este hecho como una oportunidad, ni bien se espacio la noticia por todo el mundo shinobi, aunque todo eso no parecía afectar a los altos mandos de Konoha quienes designaron nuevamente a Sarutobi Hiruzen como Hokage, quien como primera medida promulgó varias leyes que tenían como objetivo dejar bien en claro que Konoha no había perdido ni un ápice de su fuerza. Aunque dejando el sistema burocrático a un lado, luego de unas dos semanas de ese hecho en lo que era el cuartel de Raíz sucedía algo que era bastante inusual.
Dentro de lo que parecía ser un cuarto lleno de lujos, con sillones tapizados con el cuero más caro y muchos muebles, con una cantidad casi incontable de libros y pergaminos, se estaba llevando a cabo un hecho muy importante, que estaba por cambiar poderosamente la estructura de Konoha, y del mundo shinobi por si mismo.
Muchos dirían que el proyecto "shinobi cero" fue abandonado debido a que la sobrecarga mental a la que el sujeto es sometido lo lleva a una muerte por sobrecarga en las neuronas — hablaba un shinobi con el típico traje de ANBU, lo más destacable de él era su particular mascara que no parecía tener forma, solo tenía dos aberturas en forma de circulo donde se podían ver dos ojos violetas, y un par de mechones de cabello rojo sobresalían de su capucha. El mismo parecía estar haciendo una introducción como si fuese un vendedor ofreciendo un producto a un cliente. Frente a él estaba sentado un hombre con varias vendas en su cuerpo, junto a otros dos ancianos con quienes formaban el famoso consejo de ancianos. Homura Mitokado era el hombre, y Koharu Utatane era la anciana.
Muchos solían tacharlos de "corruptos" o "momias sedientas de poder", pero para bien o para mal ellos eran una piedra angular en el sistema shinobi de la aldea, y junto al tercer Hokage eran una fuerza tan grande, que las naciones shinobi se lo pensaban dos veces antes de meterse con Konoha con la sola mención de esos nombres. Contrario a la filosofía de Sarutobi, ellos pensaban que cualquier método era válido siempre y cuando beneficiara a Konoha, y es por todo eso que los allí presentes se encontraban reunidos en frente de lo que parecía ser un ANBU entusiasta.
Todos se encontraban en un cuarto que se alojaba en lo más profundo de una institución de nombre Raíz, la cual estaba totalmente independizada del Hokage y solo respondía al hombre cubierto de vendas llamado Danzo Shimura.
Así es, hemos perdido un montón de talento por ese fracaso de proyecto — contestó Koharu recordando con fastidio los dolores de cabeza que le provocó esa locura de plan que se le ocurrió a un Nara.
Yo puedo hacer que eso sea real, y si realmente llegase a funcionar se podría conformar un escuadrón lleno de esos ninjas, básicamente les estoy ofreciendo el arma definitiva de Konoha —estas palabras dichas por el enmascarado, provocaron que los tres ancianos lo mirasen como si estuviese loco, aunque el mismo no se dejó amedrentar por este hecho, y seguía tan entusiasta como al principio.
¿Por qué piensas que esa descabellada idea podría ocurrir? — preguntó Danzo, quizás un poco decepcionado de su subordinado — he invertido mucho tiempo para que revirtiesen tu enfermedad terminal, y tú me pagas ese favor con la idea de realizar un proyecto que se sabe que fue un fracaso.
Eso es porque equivocaron su enfoque — respondió el joven ANBU, ignorando el murmullo que se estaba armando entre los tres ancianos — con lo último que ha pasado, he pensado que Konoha esconde una gran debilidad que otras naciones podrían explotar, por eso he pasado noches enteras investigando las fallas de ese proyecto, y por fin he diseñado un plan que cubre todas sus fallas con mi conocimiento sobre el Fuinjutsu (Técnicas de sellado), lo único que necesitare es al Jinchuriki.
¿Cómo harás que con el Fuinjutsu se lleve a cabo ese proyecto? — preguntó Koharu mientras más y más dudaba de lo que ese joven estaba hablando frente a el — hemos hecho demasiados sacrificios como para mantener al mocoso con vida.
Eso es cierto, además de que realmente será difícil hacer eso mientras Sarutobi este como Hokage, he oído que saco una ley que básicamente lo protege contra todo atentado físico y psicológico en su contra — apoyó la anciana quien parecía estar inmutable, a pesar de que se notaba cierta molestia en su vos.
Todavía existen dos personas para portar al Biju, para ser más precisos, mi hermana la madre del Jinchuriki y yo, por lo que si las cosas se salen de control yo mismo me encargare de sellar a la bestia en donde más prefieran — a pesar del ambiente hostil que generaban los ancianos aquel que se denominaba un Uzumaki parecía estar hablando como si tuviese todo calculado, y que las cosas estaban yendo por el lado donde él quería — por otro lado si el señor Danzo envía una unidad para secuestrar al niño y vuela el hospital en pedazos podemos apoderarnos de el sin que nadie sospeche, y de paso podríamos inculpar a los Uchiha, así estaríamos matando dos pájaros de un tiro.
Con lo que ese ANBU dijo, los tres ancianos parecieron cambiar totalmente su perspectiva, tal es así que el ambiente hostil desapareció casi por completo. A simple vista era una apuesta arriesgada, pero si lo que aquel sujeto decía era cierto Konoha podría tener un arma más letal que un Jinchuriki, y las otras naciones los podrían mirar con otros ojos, y más con un escuadrón lleno de esas armas que tanto se mencionaban.
Entonces repasemos — habló el anciano del consejo conocido como Homura, con una vos más tranquila, mientras abría una carpeta que amablemente el ANBU les ofreció, ni bien empezó la reunión — el proyecto shinobi cero establece básicamente tras pautas en las que se puede en una base teórica, crear al ninja perfecto.
-El shinobi pierde todo tipo de empatía, odio, resentimiento o temor. Lo único que queda de él son las funciones básicas para vivir como lo son el comer o respirar.
-Todo tipo de pensamiento es a través de procesos lógicos que tienen como único objetivo cumplir con el 100% de eficacia la misión.
-El objetivo final es llevar al ninja a través de la experiencia a un nivel Kage, aunque esto último no es preciso ya que no se llegó a esas instancias.
El único y mayor fallo de todo ese proyecto, es que la presión a la que se somete el shinobi es tan grande que puede morir, o terminar en un completo estado demencial en el mejor de los casos, ningún tratamiento ha servido en los pocos que sobrevivieron a eso — fue la última observación del anciano, casi con un deje de frustración.
Así es — afirmó Danzo mientras con una mirada analítica comenzaba a rememorar el proyecto que el mismo había dirigido en conjunto con Shitoku Nara — el único ninja que sobrevivió a ese proyecto vivió cerca de un año y todas sus misiones fueron un éxito hasta la última de ellas. Por otra parte, se podría decir que su fuerza parecía estar a la par de los Sannin, por lo que si hubiese llegado a tener una evolución creo que sería bastante viable que fuese de nivel Kage. Afortunadamente fue capaz de cubrir sus propias huellas y el mundo shinobi nunca fue capaz de enterarse de su existencia.
Lo único que pido es que me apoyen en todo esto, tengo un 95% del proyecto calculado, y si realmente todo avanza como creo que avanzara, tendrán en sus manos el arma definitiva que Konoha tanto necesita — detrás de su máscara aquel sujeto que era el hermano de Kushina Uzumaki sonrió al ver el silencio que se había armado, todo estaba posicionado, ahora solo restaba que esos ancianos estuviesen de acuerdo.
Muy bien, nos reuniremos dentro de poco para reiniciar ese proyecto — habló Danzo quien luego de estar más de una hora discutiendo con los otros dos ancianos, habían llegado a la decisión— aunque sea descabellado, estoy dispuesto a arriesgar al Jinchuriki por ti, solo espero que no me decepciones, ya sabes lo que eso implicaría.
Ante lo dicho por el anciano, el ANBU pelirrojo se inclinó en señal de respeto y agradecimiento, para acto seguido decir — no encuentro las palabras para expresar lo agradecido que estoy, le juro que el futuro de la aldea estará asegurado con este proyecto.
Espero que así sea — mencionó el otro anciano, a la vez que los tres se levantaban — dentro de poco nos reuniremos para ultimar todos los detalles.
Un par de semanas después de que se llevara a cabo esa charla secreta, frente al monumento de los caídos se encontraba una pelirroja de nombre Uzumaki Kushina con varias vendas cubriéndola en lugares donde parecía estar herida. Detrás de ella estaba el ninja copia quien solo se limitaba a observar el paisaje que lo rodeaba.
Minato — susurró la mujer acariciando el nombre grabado en esa piedra — haré que te sientas orgulloso de nuestro hijo, de seguro se convertirá en un gran Hokage como lo fuiste tú.
Será mejor que nos vayamos señora — dijo respetuosamente el peli plateado, luego de un largo rato en que la Uzumaki estuvo frente a esa piedra.
Si — respondió más alegre la pelirroja, a la vez que acariciaba el cabello plateado del menor, provocando que este la mirase incómodamente — hoy le dan el alta a Naruto, supongo que tendré que decirle a Mikoto que me ayude con un par de cosas.
Cuando la Uzumaki se despidió del ninja copia una vez que llegaron a la aldea, la ahora madre se encontró con su mejor amiga Mikoto, quien iba de la mano con Itachi y él bebe Sasuke entre sus brazos.
¿Qué es lo que haces por aquí? — preguntó la Uchiha. Kushina pudo jurar que su amiga la miraba con algo de preocupación, aunque era bastante razonable, ya que muchas cosas habían pasado y Mikoto no tuvo la oportunidad de contactar con su amiga.
Hoy es el primer día que salgo del hospital, y solo he ido a despedirme de alguien — Mikoto pudo por un breve momento vislumbrar una apagada mirada en su amiga, que rápidamente fue reemplazada por una brillante sonrisa — me han dicho las enfermeras que ayer Naruto salió del estado crítico, y en menos de tres horas ya es un bebe realmente enérgico, así que supongo que hoy le darán el alta, ¿Quieren acompañarme?
Íbamos a ver a Fugaku, pero supongo que estará bastante ocupado con su trabajo, así que supongo que un desvió no hará nada ¿No es cierto Itachi? — el pequeño Uchiha dio una leve sonrisa en respuesta y eso fue una señal para que ambas adultas se encaminaran al destino propuesto.
Cuando ambas madres llegaron al hospital, nada las preparo para ver el espectáculo macabro frente a sus ojos. Una llamarada gigante estaba consumiendo el hospital general de Konoha, mientras cientos de ninjas y gente común que se suponía estaban recuperando del ataque del Biju hace poco tiempo se incineraban o huían pavoridos de aquella horrenda catástrofe. Lo peor de todo fue ver como en los edificios circundantes estaban todos pintados con el símbolo del clan Uchiha y una inscripción que decía "a partir de este momento solo la sangre pura de los Uchiha gobernara aquí".
En medio de toda esa locura la mayoría de la gente pudo escuchar claramente el desgarrador grito de la madre de Naruto, mientras zafándose del agarre de su amiga, ingresaba en lo que ya eran los cimientos del derrumbado hospital, que para esas alturas las llamas que lo rodeaban se comenzaban a consumir.
En lo que parecía ser uno de los cuarteles de Raíz, había una especie de orfanato bastante lúgubre, ya que era una especie de gran cuarto con muchas camas y niños que parecían tener la mirada perdida estaban sentados en las mismas, aunque algunos rondaban a paso lento hacia otros cuartos. En lo que era la sección de bebes, se encontraba el hermano de Kushina Uzumaki sosteniendo a un bebe rubio entre sus manos, el mismo parecía descansar plácidamente.
Mucho gusto Naruto-chan, tu tío Kirei te hará el shinobi más poderoso que el mundo shinobi haya conocido, espero que te comportes correctamente y te liberes de todos esos pensamientos y sentimientos innecesarios, porque a partir de ahora no serás un humano, tú serás un arma — si alguien hubiese escuchado su melódico tono de vos, hubiese apostado a que detrás de esa mascara sonreía alegremente. Pero contrario a todo eso su expresión era más fría que hielo, y su mirada estaba vacía de toda emoción o empatía humana.
Todas las piezas comenzaban a encajarse, y los hechos que llevarían a ese desenlace comenzaban a fluir lentamente…
