Deseo aclarar que bajo ningún concepto los personajes o la trama original de RUROUNI KENSHIN me pertenecen. Todo es propiedad e idea de Nobuhiro Watsuki.
Dolor, lo único que había en la profundidad de esos inocentes ojos azules era dolor. Ni resentimiento o reproche. La explicación que le proporcionaba era simplemente una manera de convencerme a mi mismo de que lo que hacía era correcto. Su trémulo cuerpo temblaba bajo la frescura del viento nocturno. Trataba de decirme algo, pero sabía que si lo escuchaba me arrepentiría y la llevaría conmigo. Este sentimiento que surgía dentro mío me preocupaba, ya que ella podría llegar a ser blanco de mis más feroces enemigos.
Las lágrimas empezaron a enmarcar su bello rostro, pálido como la luna que brillaba sobre nosotros. Lo único que atine a hacer fue estrecharla entre mis brazos. Era tan hermosa y frágil que me daba miedo romperla si aplicaba demasiada presión.
"Pequeña, no me hagas esto" suplicaba silenciosamente, mientras la oía sollozar. Su cuerpo se amoldó inmediatamente al mío. Era una niña, solamente contaba con 17 años. Pero sin embargo en su interior demostraba ser madura, una mujer increíble surgía dentro de ella.
Cuando la solté lo hice en un movimiento brusco, y su cuerpo se tambaleo débilmente. La observe por ultima vez y decidí marcharme a un futuro incierto, lleno de recuerdos en donde había sido él asesino, el destajador.
Unas piernas chocaron contra el piso y el dolor de un grito ahogado hizo que mi piel se erizara. No tolere más el acontecimiento que sucedía a mis espaldas y me marche en la oscuridad, dejando a la mujer que amaba sola en su sufrimiento.
