El siguiente fanfic fue creado en base del videojuego Fury Survivor: Pixel Z, por Leiting Games y Evil Rabbit Games Studios. No soy creador de ninguno de los personajes.

Días y noches.

En sus manos reconocía un color muy distintivo de entre todos los demás.

Rojo.

Roja era la sangre que salpicaba en su ropa y dejaba rastros pestilentes.

Rojo era teñido el suelo con cada imbécil que se cargaba en la búsqueda de su preciosa hija y su esposa.

Rojo...

El mundo giraba alrededor de ése color.

—Señor, perdóname —Decía el superviviente cada vez que impactaba una bala en la cabeza de los malnacidos.

Se arrepentía ante Dios.

A veces se ponía a llorar porque sabía que ellos alguna vez fueron personas.

Alguna vez tuvieron un nombre, una casa, un motivo.

Tenían una vida.

Y él se las arrebató.

Por una segunda ocasión.

Buscaba con desesperación rastros de su familia.

¿Volvería acaso a escuchar un "Papá" por parte de su hija?

¿Un "cariño" por parte de su esposa?

Estaba aterrado.

En las calles resonaban los impactos de bala.

Los destellos.

Los malditos destellos iluminaban hasta la noche más oscura.

Para eso fue creado.

Para sufrir.

Días enteros sin comida ni agua.

Noches enteras en vela.

Muchas veces se puso el cañón de la escopeta en la garganta.

¿No sería mejor ser uno de ellos acaso?

A segundos.

Por poco tiempo.

A casi nada... apartó los dedos del gatillo.

Hasta entonces las encontraría.

No importaba a qué costo.

Miró hacia abajo, entre los cuerpos de esos "zombis" y los casquillos de bala.

Abrió los puños.

En sus manos reconocía un color muy distintivo de entre todos los demás.

Rojo.