Nuevos rumbos

Las clases estaban por finalizar y Sakura se tensionaba cada vez mas. Ino se hallaba unos bancos detrás observándola con una extraña mezcla de ternura, desconfianza y enfado.

En un principio todos en su división molestaban a la peli rosa por el tamaño de su frente; el acoso comenzó a ceder poco a poco a medida que las dos niñas fortalecían el lazo que las unía. Sin embargo, no muchas semanas después de que Ino había defendido por primera vez a Sakura, sucedió lo peor. O al menos desde la perspectiva de una niña enamorada.

La rubia sabía que su amiga no era culpable de nada, sin embargo sentía una fuerte desilusión desde aquella confesión por parte Sakura. Y esto, ciertamente, seguía latente a pesar de los años.

Sonó el timbre que daba por finalizada la jornada que precedió el suspiro de alivio de una Sakura mucho más madura y segura de sí misma que aquella que había sido víctima de acoso en su infancia. Esta recogió sus cuadernos y se apresuró por salir del aula.

¿Por qué rayos presiento que Kakashi-sensei está al tanto de mi atracción hacia él? Es que no debería saberlo ya que no se lo he contado a nadie. Sin embargo me mira de soslayo a cada oportunidad que se le presenta. ¡Lo peor es que cada vez que lo hace se me suben los colores! Diablos, ¿y encima de todo, a esa maldita egocéntrica, no le alcanza con sus comentarios ponzoñosos en los descansos, que también tiene que observarme de esa forma en las clases? Esa rubia, vaya si me engañó al principio, al parecer no debí haberle dicho nada de lo de Sasuke-kun, no debí confiar en otra persona…

-…Naruto… no te hagas el desentendido, sé muy bien que intentabas escabullirte. Pues lo siento. Hoy te quedas a practicar después de clases…

Oh cielos… no sonrías de esa forma Kakashi-sensei, justo que estaba por salir del salón.

-¿Sakura? ¿Necesitabas algo?

-Oh… Este, no… Esto… ¿Kakashi-sensei? Lo lamento creo que me sentaré a practicar un poco yo también.

¡Rayos, Sakura! ¿De dónde salió eso? ¡Solo debías huir! Oh dios santo, ahora sonríes más, si hasta el cuello que usas para taparte la cara se ha deslizado un poco… ¡no me digas! ¡Hoyuelos! Oh ya basta Hatake Kakashi, esto se me hace cada vez más difícil…

-Bueno Sakura, me alegra que seas tan aplicada. Sin embargo una chica como tú no necesita practicar… Aunque ya que estas aquí puedes echarle una mano a Naruto, después de todo están en el mismo grupo de estudio.

-Claro, sensei…

-Sakura-chan, esto, g-gracias.

Este chaval ya se ha emocionado…

-Antes que nada quisiera tener unas palabras contigo muchacha; Naruto, comienza resolviendo tu solo hasta el punto seis.

-Kakashi-sensei…

-Sin reproches Naruto-kun-contestó sonriendo el profesor.

-Ya, vale…

-Sakura-chan, acércate.

Una vez la peli rosa obedeció esta orden, un poco emocionada, profesor y alumna se alejaron hacia el escrito más lejano. Kakashi se acomodó en la mesa e indicó a Sakura a ocupar su respectiva silla.

-Lo siento ¿me pareció o no te sientes cómoda con que te llame Sakura-chan? Cielos, es que dado tu nivel estos últimos años, eres casi una colega… Debo agradecerte que estés haciendo la mitad de mi trabajo.

-¡Vaya! ¡No! quiero decir… para nada estoy haciendo eso, me gusta ayudar cuando se me requiere de veras… además, no estoy incomoda, es decir, no me puse nerviosa ni nada, oh cielos, l-lo lamento Kakashi… ¡sensei! Kakashi-sensei… lo siento.

-Sakura… ¿te sientes bien? Vamos, sube la cabeza. Y no necesitas ser tan formal conmigo, después de todo acabo de decirte que eres como una colega para mí- Kakashi se bajo el cuello y le sonrió tiernamente- ¿lo ves? Confía en mí, que lo que te digo es cierto.

No lo creo, no, no, no. No lo creo. Contrólate, hace tan solo una semana te rechazo Sasuke-kun, no puedes involucrarte con nadie, ¡mucho menos con tu profesor!

-G-gracias, esto… ¿Kakashi…san?

-Eso es, vamos mejorando, ahora bien, quería hablar contigo porque, como bien sabes, Konoha es una aldea pequeña y en este instituto corren todos los rumores de la misma, por ello pues, se que tienes conflictos personales y… solo acuérdate de mi ¿de acuerdo? Me preocupa un poco que no te abras conmigo, que va, con nadie. Quería decirte que puedes confiar en mí.

-No hay necesidad de que nadie se preocupe por mí, puedes estar tranquilo, Kakashi-san.

Sakura se hallaba demasiado sorprendida y avergonzada para decir más. Así que optó por esconderse tras una sonrisa mal lograda.

-Oye-dijo poniendo su mano en el brazo de su alumna- aunque no te hayas dado cuenta, te conozco, me doy cuenta de que necesitas un amigo, o algo.

Guiñándole un ojo comenzó a alejarse sin dejar de sonreírle. Debía hacerlo, ya que Naruto estaba a punto de escapar por la ventana.

-¡Oiga suélteme! ¡Quedé con Iruka-sensei! ¡Invitará el ramen!

Ambos estaban en el suelo, Kakashi le había hecho una llave rápidamente al rubio antes de que este consiguiera su libertad. Y a pesar de la incómoda situación, el profesor no se inmutó y entabló una conversación normal, como era habitual en él.

-Vale, solo por hoy pero… ¡Sakura, ven!

Ligeramente alarmada la muchacha arribo al lugar donde se hallaba esta escena tan particular para que se diese en un instituto.

-Escucha, iremos con Naruto a comer ramen, ven, yo te invito.

-Pero… bueno, de acuerdo, no tenía planes de cualquier forma… aunque tendría que ir a casa a cambiarme el uniforme.

-No hay problema, vives cerca ¿verdad?

-Sí, sí, claro… ¿Cómo lo sabe?

-Ero-sensei… apuesto a que has estado acechando a mi Sakura-chan…

Naruto protesto y se liberó de la llave al recibir un golpe algo fuerte de Kakashi.

-Ya Naruto, no seas llorica… Adelántate, yo acompañare a Sakura.

Sin embargo, Naruto ya había desaparecido, por lo que no pudo escuchar las últimas palabras. Mientras tanto Sakura lanzó una carcajada, renovado su humor por la falta de modales de su amigo.

-Si bueno… parece que nuestro amigo tiene hambre ¿no?

-Pues menos mal, me ha cambiado un poco los ánimos.

Comenzaba a pensar que este día seria un fiasco.

-Sakura-chan, espero haberte sido útil también.

No es posible que un hombre diez años mayor me atraiga tanto.

-Claro, gracias Kakashi. Deberíamos partir si queremos alcanzar a aquellos dos ¿no crees?

-Así lo creo, aunque no es obligatorio que los alcancemos, después de todo, no le he prometido nada.

-¿Estas sugiriendo un cambio de planes? Es decir, no es que me haga muchas ilusiones por cenar cerca de Naruto, pero esta vez deberíamos cumplir, solo por ser la primera.

Deja ya de coquetearle.

-Entiendo lo que dices, de acuerdo, solo por esta vez entonces.

A Kakashi demasiado complacido por la compañía con la que contaba, por lo que no le molestó que Sakura hubiera ido un poco en contra de sus deseos. Se le veía relajado y protector al lado de ella, daba la impresión de ser un cercano hermano mayor.

Habían circulado cerca de media cuadra lejos del instituto cuando llegaron al departamento de Sakura.

Mientras ella buscaba sus llaves, Kakashi rompió el silencio.

-Sabes… los ojos se ven más hermosos cuando sonríen, deberías acostumbrarte a ello.

Sakura abrió la puerta y lo invitó con una seña a que pasara.

-Eres muy amable conmigo, quizá no lo merezca Kakashi, no de una persona como tú.

-Vaya, no dejas de sorprenderme, no pensaba que me tenias en tanta estima.

-E-esto, pues si, si. Todos saben que eres un gran ser humano, lo demuestras a diario ¿sabes? Y siempre tan honesto… en fin, ponte cómodo, yo… Eeh sí, yo debo ir a cambiarme, siéntete libre, en la heladera hay unos refrescos, sírvete… Esto, ya vuelvo.

Sakura se volvió violentamente hacia su cuarto, a toda velocidad y cerró la puerta.

-¡Relájate, niña linda!- dijo él entre risitas confortadas.

Supongo que tiene razón, debo actuar como una adulta o pensara que soy una idiota. Oh dios, pero ¿Qué importa lo que Kakashi piense de mi? No debo confundirme, el es así de agradable y encantador con todo el mundo.

La peli rosa revolvió y dio vuelta todo el contenido de sus armarios hasta que dio con un top verde oscuro de cuello redondo y unos leggins negros. Decidió recogerse el pelo en un rodete muy alto y salir rápidamente de su cuarto, no quería tardar demasiado y que también él creyera que era superficial.

Apenas se abrió la puerta, Kakashi dejo su refresco en la mesa de la sala de estar y se levantó.

-No deberías sorprender tanto a un hombre Sakura.

-¿Qué? ¿Acaso voy mal?

-Por supuesto que no, déjalo no me tomes en serio. Por cierto, luces bien.

-Gracias, tu también, pero dime, ¿Por qué vives con ese cuello puesto? Hasta hoy nunca había visto tu rostro y no entiendo por qué lo escondes.

-Piensas que soy atractivo ¿verdad?

-Oye ya basta de reírte de mí.

-No me rio, sonrió. ¿Me prohíbes sonreír?

-¡Por supuesto que no! Pero no lo hagas a mi costa.

-No puedo evitarlo, cuando estoy feliz, sonrío.

-No entiendes nada ¿verdad? Ya, déjalo, llegaremos tarde.

A pesar de la apariencia irritada de Sakura, esta se hallaba muy entretenida cerca de Kakashi, y él notaba que era así.