Bueno, en primer lugar me gustaría decir que esta nota de autor va a ser más larga de lo normal. La verdad es que al principio pensé en hacer un one-shot de esto, pero al final lo voy a dividir en más partes ya que pensé en hacer un desarrollo más lento. El esquema está más o menos en mi cabeza, ahora solo me falta desarrollarlo. Sigo sin tener claro si el título o el summary están bien, si refleja lo que va a ser la historia, pero más o menos esa es la idea. En fin, esto es más introducción, de momento las cosas son relativamente normales, ya las iré enrevesando
Hinata emprendió el camino a casa poco después de dar por finalizada su última clase. Ser profesora había sido su sueño desde pequeña y ahora que lo había conseguido se sentía plenamente realizada. Concretamente había elegido ser profesora de primaria, ya que amaba a los niños. Amaba la infinita energía que parecían desprender, su manera tan inocente de contemplar el mundo, su curiosidad y sus adorables caritas. No negaba que a veces era realmente duro, después de todo mantener el control de un grupo de niños, además de intentar instruirles, era un verdadero reto día a día, pero ella daba lo mejor de sí.
No había sido nada fácil conseguir llegar donde estaba, sobre todo después de la muerte de su madre Hana. Al morir ella Hiashi Hyuuga, su padre y poseedor de una empresa bastante relevante a nivel nacional, mostró todavía más su desacuerdo con la carrera que deseaba estudiar. Él siempre manifestó su deseo de que ella estudiara empresariales para conducir el negocio en un futuro, pero para su suerte su primo -casi hermano- Neji sí que tenía dotes para manejarlo, de hecho era un genio. Así que al final sí pudo estudiar lo que deseaba, aunque sintió durante muchos años que su padre estaba decepcionado. Por lo que siempre intentó ser la mejor en sus estudios para que él estuviera orgulloso y la aceptara. Sin embargo la sensación de rechazo no desapareció hasta el día en el que consiguió su trabajo. Ese día su padre le expresó de manera parca que no lo había decepcionado, incluso le dio un abrazo y le hizo un regalo por su graduación -aún recordaba las lágrimas de felicidad-
Ese regalo fue su actual casa, que amaba con todo su ser a pesar de que al principio no estaba segura de si aceptarla. Además de que le gustaba ser independiente, la casa en sí era preciosa: constaba de dos pisos con dos cuartos, dos baños, el salón, una cocina de concepto abierto, su propia biblioteca/estudio y un jardín enorme delantero y trasero -curiosamente dentro del bario era una de las más modestas-. Pero lo que más le gustaba era que se encontraba a quince minutos caminando desde la escuela en la que impartía clases, por lo que no se veía forzada a ir en coche. Ella amaba caminar, sin mencionar que el daño que producía los gases expulsados por el coche era bastante.
Ya solo le quedaban un par de calles y al ver pasar un camión de mudanzas se acordó de pronto que un nuevo vecino se instauraría en la casa de al lado. Antes vivía allí Tsunade, una médico de prestigio mundial pero que debido a la edad ya se había jubilado para dar paso a la siguiente generación, con la que llegó a entablar una buena relación. Se había ido a vivir el resto de su vejez a Las Vegas y si no se acodaba mal antes de irse le había dicho que le dejaría la casa a su nieto Naruto, que había mencionado en algunas ocasiones, pero sobre el cual no conocía nada realmente.
Así, perdida en sus pensamientos, antes de darse cuenta estaba delante de la puerta que daba al jardín de su casa. Para poder abrir necesitaba coger las llaves de su maletín, pero en su maniobra de intentar llegar al bolsillo delantero todas las hojas del ejercicio que hizo hacer a los niños sobre qué deseaban ser de mayores -que no guardó en el maletín porque tenía la intención de corregirlas en cuanto llegara a casa- acabaron esparcidas por el suelo. Enfadada consigo misma por su torpeza se agachó para recogerlas.
Cuando iba aproximadamente acabando sintió como alguien se agachaba enfrente de ella para ayudarla y cuando levantó la vista para descubrir quién era se topó con una cabellera corta de color rubio. Después de recoger los papeles restantes el hombre extendió su brazo para entregárselos
-Aquí tienes -a continuación él le dedicó la sonrisa más deslumbrante que había visto en su vida
El mundo dejó existir a su alrededor, esa sonrisa era arrasadora, llena de vitalidad y amabilidad. Además sumando a eso sus ojos azules eléctricos que tenían un cierto toque travieso pero sincero e inocente, él había conseguido robarle el corazón sin avisar siquiera. Jamás había caído en el amor a primera vista, esa era la primera vez, y su pulso se aceleró considerablemente.
-Debes tener más cuidado, parecen importantes -su voz resonó en su cabeza interrumpiendo su embelesamiento- ¿Eres profesora, verdad? - probablemente el había echado un vistazo a las hojas que recogió para deducir eso
-Sí, lo siento... - en contra de su voluntad su rostro comenzó a arder y estaba casi segura de que se había sonrojado. No estaba muy segura de cómo actuar delante de la persona que la había flechado de tal manera. Ahora sentía vergüenza, se suponía que era una adulta, no una adolescente
-No hace falta que te disculpes conmigo -una risita escapó de sus perfectos labios- Solo ten más cuidado la próxima vez -de pronto una expresión de sorpresa apareció en su rostro y la risita pasó a ser nerviosa- Me acabo de dar cuenta de que no me presenté y ya te he sermoneado. Me llamo Naruto Namikaze y al parecer somos vecinos. Espero que nos llevemos bien -ella también lo esperaba
-Yo soy Hinata Hyuuga -se alegraba de por lo menos formar una frase coherente, aún necesitaba acostumbrarse a su deslumbrante presencia- Tsunade ya me ha comentado sobre que tu serías mi vecino desde ahora
-¿La abuela? -una expresión cariñosa se instauró en su rostro- No puedo creer que se haya ido a Las Vegas de verdad, pensaba que con los casinos de aquí bastaría, pero al parecer me equivoqué. La verdad es que esta casa esta bastante bien situada, pensaba comprarme una por aquí ya que es mejor para mí, me es más cómodo manejar mi negocio, pero la abuela se adelantó y me dijo que me podía quedar con la de ella. Aunque dijo algo de cobrarme alquiler si se queda sin fondos -una carcajada fue lo que siguió a ese comentario, él parecía bastante divertido con el asunto
-Tsunade realmente ama los juegos de suerte -a ella también se le escapó una risa, aunque sonó un poco tensa, el buen estado de ánimo de Naruto era bastante contagioso. Otra cosa que descubrió que le encantaba de él- Espera, ¿tienes un negocio? -esperaba no haber sido demasiado atrevida, pero realmente quería saber más de él
-Si -para su suerte él no parecía molesto para nada- Dirijo Hokage Corp. No es por alardear, pero debes conocernos ya que es una empresa bastante importante -realmente parecía bastante orgulloso de ello
-¿En serio? -realmente le sorprendía que alguien tan dulce fuera un supuestamente imponente ejecutivo -L-La conozco- haciendo memoria la verdad es que había oído hablar bastante de ella en los últimos tiempos, es solo que lo referente a ese mundo no era su especialidad
-Claro -le contestó a lo primero para después mirarse el reloj- Vaya, que rápido pasa el tiempo. Lo siento, me tengo que ir -empezaba a tener un mal presentimiento- La verdad es que solo fui a dar un paseo corto para ver los alrededores, aún tengo trabajo que terminar. Otro día pasaré con mi esposa para saludarte a ti y a los demás vecinos. Hasta luego -y por suerte antes de que pudiese ver el dolor que se reflejó en su rostro él emprendió rápidamente el camino hacia la casa de al lado.
Se quedó estática delante de su propia puerta. En el fondo era obvio que un hombre como él no iba a estar soltero, pero aún así tenía la esperanza de poder con el tiempo alcanzarlo. Qué estúpida había sido. Pero se sentía más estúpida por el dolor que estaba sintiendo, un enamoramiento de apenas unos minutos no debía doler de esa manera, pero el vacío de su pecho era demasiado para ser ignorado. Él tenía esposa, probablemente era preciosa y estaban muy enamorados. Ella no cabía en el esquema ni iba a intentar entrar, no podía ni quería romper una pareja feliz.
Entonces fue cuando realmente tuvo miedo. Si lo tenía que ver cómo superaría sus estúpidos sentimientos ¿Qué pasaría de ese momento en adelante?
Lalalala De verdad debería estar durmiendo a esta hora...En fin. No sé porqué pero me da a mí que algo anda mal aquí. Me pregunto si a alguien le interesará este fic.
