Renuncia: todo a Hiroyuki Yoshino y Kenetsu Sato.
Advertencias: spoilers (basado en el capítulo 76 del manga).
Hasta que se extinga el sol
Cierra los sentidos y piensa que las ventanas se abren para hacerla huí de ahí, lejos de la muerte; obligada a volver a cotidianidad.
–Bebe de mí–dice ella y el azul de los ojos de él se derrite.
Y después «Mafuyu, Mafuyu». Y luego nada; sus pieles se tocan y ella se atreve a escarbar en su sangre, sintiendo que las manos se le congelan como si todo él fuera nieve y muerte. Sasha le besa las palabras, y las graba por siempre en sus cicatrices y en la crudeza de su voz. Es que él posee ese caminar sanador y justiciero porque ella se deja derretir por él.
Entonces la oscuridad murmura «Mafuyu…estas débil».
Y la luz de la luna exclama «Ahora, por favor».
Y entonces de ella bebe, de ambos bultos y de su piel sedosa, succionando siente el fuego y el agua que se escurren por su garganta, dándole la potencia para la vida (porque él solo necesita la de ella). Sasha siente que la está vaciando, que absorbe su vida y que la está arruinando como cuando se apareció por primera vez frente a ella.
Porque entre llantos silenciosos piensa que por él Olja sigue enterrada bajo la nieve, que Agatha se pudre en su soledad eterna y que Mafuyu…
–Ah…Sasha.
…se extingue entre sus brazos hasta morir.
Mas, a pesar de que siente que puede beber incluso de su sangre, Mafuyu sostiene su cabeza al punto en que casi quiere fusionarse con él.
Que él bebe de ella, y ella se alimenta de su alma…
–Mafuyu…Mafuyu.
…hasta que él se extingue en la crudeza.
–Mafuyu–sigue llamando y ella sonríe entre el placer.
–Está bien, todo está bien–habla con la voz en alto, pero nada está bien
(«No me importa que me digan, Mafuyu, siempre serás mi María»).
–T-todo esta…bien.
(Mentira, nada lo está. Por favor, Sasha, quédate conmigo y pégate a mí).
(Siempre lo serás, Mafuyu. Pero lo siento…lo siento tanto).
Se lastiman, gritan, se quieren, se exigen. Y lloran, si; porque la ventana siempre está abierta, y se las ha robado a Tomo, a Agatha…
(Ah).
…y a ellos dos los quiere extinguir.
Sasha suelta el bulto y apoya la cabeza contra el pecho de ella, que respira aceleradamente y busca calma en el silencio y la frialdad cálida de él; aun se escuchan los gritos de ambos entre las sábanas, y los llantos de sus plegarias. Siente el corazón de Mafuyu que late con fuerza (bumbumbum) y u alegría ingenua se deshace al pensar que late tan fuerte que puede llegar a detenerse.
(Otro. Otro circuito en su corazón).
Mas ella coloca las manos en su cabeza, y lo duerme mientras lo calma con su aura y sus todo está bien.
(No, no lo está. Por favor, quiéreme).
Y mientras se hunden, sosteniéndose del otro, sienten que la ventana los succionará y se irán lejos como…como…
(Mafuyu-chan, Sasha-kun).
(Ayúdala, Sasha. Las cicatrices de Mafuyu Oribe eran las más hermosas).
…como el sol.
Se enredan entre ellos y se quieren hasta que ambos se extingan junto con el sol.
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