LA VIDA CONTINÚA
CAPITULO PRIMERO
DÉJALO AHÍ


Nota de Autor. Muy bien, aquí estoy de nuevo. Publicando esto otra vez. Admito que fue un error eliminar la historia, sobre todo considerando el gran trabajo que será volver a publicarla. Pero bueno, ¿como iba saberlo antes de cometer el error, verdad? Confieso que la intención completa era retirar tambien Amor Correspondido, siendo que quería sacarla del universo de HA, pero la verdad es que no he encontrado el tiempo para hacerlo, ni creo que lo encuentre pronto. Tendría que hacer un replanteamiento que que está a medias en mi cabeza pero poco en papel. Juntar los cuatro primeros capitulos para asentar un universo es realmente complicado.

* Para aquellos que no sepan de que se trata esto, les diré que ésta es un historia que publiqué aquí hace aproximadamente dos años. Por qué la quité, realmente no lo sé. Desperté un día sabiendo que debería retirarla y simplemente lo hice. Ahora estoy reparando el error. Es la secuela de Amor Correspondido.

Disfrútenla.


Dejó su teléfono sobre la mesa localizada en el rincón más apartado de su oficina y se dio la vuelta con decisión. Ya era hora de que lo hiciera. Tenía que empezar en algún momento. Como siempre, el primer paso era el más difícil de dar y él lo estaba dando justo ahora. Por primera vez no iba a atender su teléfono, aunque sólo fuera por el resto de la noche. Le había prometido a ella que lo haría, así que no había marcha atrás. Un suave zumbido sonó en la mesa del rincón y él se encogió, pero no se volvió. Ya había tomado la decisión.

El hombre de cabello oscuro suspiró; caminando hacia la pared de enfrente donde corrió las persianas. Vio a Robbie en el patio jugando con Sophie... Otro zumbido, sólo cerró los ojos por un momento y enseguida los volvió a abrir. La sonrisa en el rostro de su hijo era radiante. James Brighton-Lewis sonrió. No había duda de que era el hijo de su madre. Tenía apenas seis años y ya estaba enamorado. Suspiró de nuevo.

¿Cuánto tiempo le tomaría darse cuenta de que Sophie no estaba interesada en él de esa manera?

Un zumbido de nuevo.

¿Cuánto tiempo tomaría a él ignorar esos zumbidos? Maldijo por lo bajo.

Sophie tenía dieciséis años y era la hija de George, su guardaespaldas. La chica solía venir a quedarse con su padre los fines de semana. Era una chica amable que disfrutaba de jugar con Robbie y le tenía paciencia. Él estaba en el séptimo cielo cuando estaba con ella y la devoción que él le profesaba divertía a la adolescente.

Lo saludaron cuando pasaron junto a la ventana en el Ferrari montable eléctrico de Robbie. Él les devolvió el saludo y luego su vista se enfocó detrás de ellos. George estaba llamando su atención. James asintió con la cabeza para hacerle saber que no había olvidado que se encontrarían en su oficina a las seis.

Suspiró de nuevo y volvió a su escritorio, dispuesto a acabar de una vez por todas esa carta dirigida a la única persona a la que no podía obligar a obedecerle.

Tomó asiento y releyó los tres párrafos escritos hasta ahora. Estaban llenos de cifras y porcentajes; de crecimientos reales y estimados; los detalles más importantes estaban remarcados. Su padre era un hombre muy inteligente y un legislador experto, pero el ponerse al día con sus cosas le aburría a muerte.

James tomó su pluma y continuó escribiendo.

= Eso es en lo que respecta al análisis del informe financiero del conglomerado resumido para ti.

Ahora, hablemos de tu actitud,

Uno. No llegues enojado ni los agredas. Es tu culpa el no estar al tanto de las últimas decisiones.

Dos. Admite ante ellos que reconoces que están haciendo un buen trabajo, pero hay que hacerles saber que ahora estás atento y que tú eres el jefe.

Tres. No digas ni una palabra acerca de que voy a asumir la Presidencia el próximo año. Ya se enterarán en su momento"

Cuatro. Asegúrate de que no toquen DPB & L aún.

Cinco. No...

James se esforzó pero no nada vino en su ayuda. Sabía que había algo que faltaba. Algo que no era tan importante, y sin embargo...

¿Por qué estaba tratando de ignorarlo tan deliberadamente?

Se echó hacia atrás en su pesado sillón e inhaló profundamente.

El último día era siempre el más difícil. Las últimas horas eran casi una tortura; los últimos momentos, agónicos. Estaba a sólo unos minutos de perder la paciencia y enojarse. Exhaló con un gruñido.

Mientras sus manos se deslizaban a lo largo de sus piernas, alisando de la tela de sus pantalones para aliviar su necesidad, se preguntó si ella sentía lo mismo. Sabía que una vez que las dudas comenzaran a surgir él juraría que ella no los extrañaba de la manera en que ellos la extrañaban a ella. Odiaba pensar que estaba con él; pensar en la forma en que ese tipo se jactaba de ello a sus espaldas lo volvía loco. Se quejó cuando un nuevo zumbido sonó en su teléfono. Su respiración se hizo profunda y cerró los ojos. James lo maldijo en ese momento.

Entonces la vio. Muy cerca. Sus intensos ojos azules fijos en los suyos... luego bajaron hasta sus labios. Esos pecaminosos labios rojos se curvaron en una sonrisa burlona. Él se acomodó su asunto. Sabía que ella también los extrañaba: lo extrañaba. Entonces recordó que cuando estaba de vuelta ella siempre le demostraba lo mucho que lo había echado de menos cuando estaba lejos. James se deslizó en su silla mientras ella lo empujaba hacia atrás y se bajaba…

. . .


No poseo Oye Arnold!

No poseo Ferrari.

Poseo sin embargo la historia y los Personajes Originales.

Esto es sólo un corto preludio.

Este fic retoma la historia casi dos años después de los acontecimientos descritos en el Capítulo 52 de Amor Correspondido y casi nueve años considerando la trama original.

Siendo que ésta es la re publicación trataré de postear un capítulo nuevo cada pocos días. Si fallo será porque estoy editándolos un poco. La historia no cambiará nada. La edición será sólo por correcciones gramáticas.

Les recuerdo que la historia está formada por siete capítulos, más largos cada vez, alrededor de 30 mil palabras y que la clasificación cambia a MA partir del siguiente capítulo.

Publicada originalmente el 30 de Septiembre de 2013.

Republicada el 21 de Septiembre de 2015.