Aqui estoy con un nuevo trabajo, retomando mi linea de Au jajajajaj y teniendo otra diferencia en este nuevo fic... No es A/M jajajaja weno si tiene algo, pero no solo sera de esta pareja, aunque eso se vera si desiden que continue este nuevo fic.
Que puedo decir de El? Pues va sobre lo que a mi me gusta, conspiraciones, asesinatos, drogas, bandas, mafias, ETC... jajajajajaj Algo asi como el cine Negro pero pasado a Fic jajajaj, tambien algo de amor y de tragedia.
Espero que lo disfruten.
P.D.: rk no es mio, y lo demos creo haberlo dejado claro arriba jajaja.
LA TENTACION DE MENTIR
Capitulo 1
El Principio.
La noche se cerraba tras el horizonte.
Y en cuanto la noche caia sobre la ciudad de Kyoto y acababa el dia de sus habitantes... otro tipo de dia empezaba, para otro tipo de habitantes.
Bien lo sabia Sanosuke ... Desde hacia años ya no vivia de dia, si no de noche. Y aunque no era del todo reconfortante, habia algo en la noche que le tranquilizaba.
Sabia que el dia en que su vida empezara de con el Sol... ya no seria su vida.
Miro unos segundos como la luna llena que reinaria el cielo esa noche cogia mas brillo e intensidad, a medida que la oscuridad avanzaba, para luego seguir su camino hacia "El Siberian", el Pub que regentaba su amiga Kaoru, y, que siendo viernes por la noche, dentro de pocos minutos estaria lleno de sus habituales clientes de fin de semana.
Solo tenia que cruzar algunas calles desde su apartamento, ya incluso veia el cartel de Neon sobre la puerta, al que por cierto le faltaba la letra "r" desde hacia varios meses tras una pelea.
En la puerta se encontraba Kuro, el portero, de brazos cruzados y pidiendole el carnet a unos jovenes que no tendrian mas de 16 años, y que seguramente estarian dandole todo tipo de escuzas solo para poder ver a unas cuantas mujeres bailando de ... forma distinta.
Sanosuke cerro su cazadora hasta arriba del frio y sonrio al acercarse a Kuro, que mantenia su posicion de no dejar pasar a aquellos niños.
- Ey Kuro, Como esta la noche?.- Pregunto Sano alegremente, dandole una palmada en la espalda al grandullon.
- Animada, tendremos pelea lo mas seguro.- Sonrio El portero, para luego seguir negandoles la entrada a los dos adolescentes.
Sagara abrio la puerta de metal para entrar un local bastante amplio, de luces tenues y musica R&B lenta, a su frente todabia las tarimas tenian a una o dos bailarinas, era temprano, y algunos clientes ya pegamos a las mesas mas cerca de estas, muy tranquilos. Todabia apenas era medianoche.
La clientela no llegaba hasta pasadas las 12, aunque habian algunos clientes que podian estar desde las 8 de la noche.
Saludo a las chicas que bailaban en ese momento y fue directo a una puerta tras la barra, no sin antes saludar al hermano de Kaoru, Yahiko, que aunque solo tenia 17 años ya trabajaba de camarero los fines de semana, sin contrato claro.
El chico estaba en esos momentos mirandola la tele que esta clavada en la pared, emitian un partido de football entre Japon y Korea.
Sanosuke se acerco por detras en silencio, le encantaba meterse con El, y aquellas era una oportunidad de oro. Se pego a su oreja... y ...
- Yahikoooooooo!.- Grito Sano, haciendo que el Joven callera al suelo del susto.
Tardo algunos minutos en reaccionar, tras levantarse del suelo y comprobar que sus oidos aun escuchaban se decidio a lanzar sus tipicos gritos de reclamo.
- Tu estas loco o queeee!.- Grito el adolescente.- Casi me dejas sordo animal!
Sanosuke intento parar de reir.- No pude evitarlo .
- Ja! Que gracioso!.- El adolescente volvio a sentarse en su taburete.- Que quieres?
- Tu hermana?
- En su despacho.
- Gracias enano!.- Sanosuke empezo a caminar hacia una puerta tras una de las tarimas.
- No me llames enano!.- Volvio a gritar Yahiko.- Ah! Por cierto, acaba de pasar por aqui Chou, te da saludos.
Le giño un ojo y siguio su camino.
De la puerta que era su objetivo salia en esos momentos una de las bailarinas, o mas bien la bailarina mas aclamada del local, Tomoe. Vestida con un traje de lentejuelas que dejaba poco a la imaginacion, uno de los preferidos de la clientela.
- Como siempre preciosa.- Dijo Sanosuke al llegar a su altura.- Vas a trabajar ya?
- Hola Sano, pues No, ahora voy al camerino a preparar a la siguiente bailarina.- Informo Tomoe.- Y tu tan temprano aqui?
- Me aburria en casa... ademas, hoy es primero de mes, ne? Y ya me dijeron que Chou estubo por aqui.
- Ah si! Te manda saludos!.- Sonrio Tomoe.
- Ya, ya... me lo dijo el enano.- Sanosuke abrio la puerta y miro dentro, hacia el pasillo.- Kaoru esta?
- Si, en su despacho, preparando la nueva mercancia, deberias ayudarla.- Aconsejo Tomoe, volviendo a su camino.- Yo me voy.
- Nos vemos.
Entro en el corto y oscuro pasillo que daba unicamente a dos puerta, la del final era el despacho de Kaoru Kamiya, dueña del Local y hermana mayor de Yahiko, y la otra era unicamente un cuarto donde se arrinconaban las cosas de la limpieza.
La puerta del despacho estaba abierta, y se podia ver desde fuera el viejo sillon de cuero marron al fondo de este, lleno de agujeros y parches.
Sanosuke asomo la cabeza por la ventana antes de entrar.
Kaoru se encontraba hablando por telefono bastante cabreada mientras preparaba algunas bolsitas de cocaina y otros paquetes mas grandes, aprovecho ese momento para colarse en el despacho en silencio.
- Como que no llega hasta mañana?.- Pregunto Kaoru, aun hablando por el telefono.- Mañana No, esta Noche, me entiendes?
- Buenas noches!.- Saludo Sano, sentandose en una de las sillas del escritorio.
- De buenas no tienen nada.- Susurro la chica, para seguir hablando.- O esta noche lo tengo en mi Local o No hay trato.
Tras colgar con un golpe seco y salvaje se quedo mirando un buen rato a Sagara, este entendio enseguida que no era la mejor noche para haber ido a ver a Kaoru Kamiya. Lo peor de Ella es que a principios de mes, cuando llega la mercancia para vender, se pone de un humor horrible.
Sobre todo cuando las entregas son inpuntuales.
- Que demonios haces aqui tan temprano?.- Pregunto Kamiya, volviendo a trabajar con las bolsitas de droga.- Bueno, da igual, ayudame con esto.
- No te puede ayudar el canijo de tu hermano? Hace años que no me encargo de estos trabajos...- Se quejo, cogiendo un paquete grande.
- Resulta que las entregas han caido en fin de semana, No tengo a nadie que pueda hacer esto.- Se quejo Kao, resoplando.- Y encima algunas entregan no llegaran hasta mañana e incluso el lunes!
- Es lo que tiene...- Sonrio Sano, mirandola de reojo.- Relajate mujer.
- No puedo!
- Esta es la mercancia que trajo Chou?.- Sanosuke miro el emboltorio del paquete hasta encontrar el signo de la Policia de Kyoto.- Si, son de Chou.
- Por lo menos Saito si es puntual con sus entregas.- Sonrio Kaoru.- Tenia que ser Policia, parece ironico.
- Y que se cuenta.
- Chou?... No mucho, nos hecha de menos, como siempre.- Rio la chica Kamiya.- Tiene que ser jodido trabajar para Saito, lo tiene como un negro.
- El se lo busco, no debio hacer tratos con El y despues no cumplirlos..., por cierto, y Kenshin?.- Sanosuke miro hacia todos lados.- Como es que no esta aqui?
- Porque tendria que estar aqui siempre?.- Sonrio Kaoru.- Ha ido a hacer la primera entrega a uno de los barrios del este.
- No se... siempre esta alrededor tuyo.- Se encogio de hombros.- Podria ayudarnos aqui, a el le da igual que hacer.
Sanosuke no vio venir uno de los paquetes que le dio de lleno en su cabeza.
- Que has querido decir con eso?.- Reia Kaoru.- Himura no esta siempre alrededor mio.
- Claro que si!.- Sanosuke se restregaba la cabeza, dolido.- Eres una salvaje, no pareces mujer.
- Como!
El grito se oyo en todo el local.
Ya era algo normal escuchar los gritos de Kaoru.
- Nada, No he dicho nada.- Rectifico Sano, viendo como la chica apretaba entre una de sus manos un pisapapeles de marfil.
- Hare oidos sordos...- Resoplo Ella, pero poco les duro la paz.
En esos momentos se escucho lo mas parecido a dos disparos, y luego varios gritos.
Sanosuke y Kaoru se levantaron de inmediato de sus sillas. No era poco normal escuchar disparos... lo que les alerto de verdad fue oir a las bailarinas gritar como locas poco despues, y ademas de eso mucho jaleo dentro del local.
La primera en salir corriendo fue Kaoru, seguida de cerca de Sagara.
La gente del local se habia amontonado en la entrada de manera inexplicable, por lo menos parecia que los disparos habian sido en la calle.
Yahiko aparecio entre la multitud corriendo.
- Que pasa Yahiko?.- Pregunto Kao, intentando hacerse paso entre la gente hacia la salida.- Que fueron esos disparos?
- Lo sieto hermana.- Susurro el Niño, llamando la atencion de Sano y Kao.- Miralo tu misma.
Aquello no era buena señal y Kaoru se apuro aun mas para averiguar el motivo de los disparos, mientras Sanosuke optaba por el camino mas facil.
Kamiya quito de en medio a todos los curiosos casi a gritos, todos miraban a lo que parecia un cuerpo en el suelo, seguramente el pobre diablo victima de las balas de aquellos dos disparos.
Apartado el ultimo curioso pudo comprobar la identidad del muerto, en todo su esplendor.
Los azules ojos de la chica se abrieron de par en par, sorprendidos y dolidos.
Sanosuke se acerco a Yahiko, que aun se encontraban dentro del Local.
- Que paso.
- Alguien ha venido a la puerta del Local y... ha matado a Kuro a bocajarro.- Informo el pequeño, con los ojos rallados.- Hijos de puta ...
La reaccion de Sagara fue clara, un puñetazo seco en la pared y mil palabras mal sonantes que salian a empujones de su boca.
El hecho de haber matado a Kuro, que no solo era portero del "Siberian", si no tambien un vecino muy conocido del barrio, gran amigo y apoyo, no era el unico problema, el problema realmente grave era su asesino.
Quien lo habia matado lo mas seguro era que queria dar un aviso muy claro.
A unos Kilometros del "Siberian", en otro barrio conflictivo de la ciudad de Kyoto, se producia otro disparo en esos momentos.
Y este tambien habia dado en la diana.
En un oscuro y humedo callejon, con poca iluminacion y mucha basura tirada por el suelo, se encontraba el cuerpo de un hombre, cuya identidad no interesa, inerte sobre un charco de agua que poco a poco se volvia de sangre.
A su lado la figura de un hombre con gabardina negra que fumaba tranquilamente un cigarrillo mientras limpiaba su pistola con un pañuelo de tela, muy fino a simple vista y con dos iniciales: E.Y.
Tras limpiarle la polvora guardo de nuevo el arma dentro de su gabardina junto al pañuelo y le dio otra calada al cigarro, mirando a su victima con ironia.
No pudo evitar soltar una pequeña sonrisa, el trabajo de aquella noche habia sido rapido y placentero, no tenia ningun tipo de prisa.
Dio la ultima calada a su cigarro y tiro la colilla encima del cuerpo, retomando su camino fuera del callejon.
- Has sido muy descuidado Yukishiro.- Rompio el silencio del lugar, una voz femenina.
El Hombre de la gabardina se quedo inmovil en su posicion,bajo una farola de amarillenta luz casi en la entrada del callejon, dejando al descubierto sus facciones palidas, al igual que su cabello.
Sabia perfectamente de quien era aquella voz, y no tardo en adivinar de donde procedia.
Lentamente se dio la vuelta, para acabar observando como una figura salia de entre las sombras de una esquina, cogiendo forma de mujer. Una mujer de largos cabellos negros y ojos verdes, vestida de riguroso negro, al igual que El. Enishi sonrio, pero una sonrisa malevola.
- Que haces aqui makimachi?.- Pregunto Yukishiro, encendiendo un nuevo cigarrillo.- Te ha mandado Hiko a espiarme o que?
- No me han enviado a espiarte, tengo mejores cosas que hacer.- Refunfuño la joven, acercandose a El.
- Entonces...- El alvino dio su primera calada.- Que es lo que quieres?
- Aparte de que no has ocultado el trabajo esta noche.- Añadio, mirando en cadaver.- Me he enterado de algo interesante.
- Tengo cosas que hacer asi que se rapida.
- Siempre.- Sonrio ironicamente Misao Makimachi.- Ha pasado algo... en los dominios de los Narcos, algo fuerte.
- Dime por favor que han matado a ese ignorante de Sagara.- Rio Yukishiro.- No le soporto.
Misao solto una carcajada antes de seguir.- Han matado a alguien, pero no es Sagara, alguien fusilo a Kuro, el portero del "Siberian".
Enishi Yukishiro dejo una calada a medias al conocer la noticia.
Apenas sabia nada sobre los Narcotraficantes de Kyoto, pero una muerte importante en su territorio no podia ser bueno.
- Esto es un aviso.
- De que?.- Pregunto la muchacha, curiosa.
- Del principio de tiemos oscuros.- Susurro Yukishiro, tirando el cigarro al suelo.- Preparate para lo que viene.
- No creo que sean tan tontos como para acusarnos a nosotros de esa muerte!.- RIo Misao, viendo como Enishi retomaba su camino.
El alvino se dio la vuelta con una de sus sarcasticas sonrisas y miro de arriba a abajo a la Joven Makimachi, que se molesto un poco con esa mirada descarada.
- Te sorprenderas de lo que pase de ahora en adelante, preciosa.- Termino, para seguir caminando tranquilamente por las oscuras calles.
- Eres repulsivo Enishi.- Grito Misao, observando como su "agradable" compañero desaparecia entre las sombras.- Idiota ...
La ambulancia acababa de abandonar el Barrio, junto a los coches patrulla que habian ido a averiguar que habia ocurrido.
Y el cuerpo de Kuro ya habia sido desalojado de la entrada del "Siberian", eran las 4 de la mañana, y unicamente quedaba en el local algunas chicas que se habian ofrecido voluntarias para limpiar la entrada de los restos de sangre.
Kaoru permanecia en silencio, mirando a la nada con una mano en la barbilla, pensativa.
Mientras Sanosuke, Tomoe, Kenshin y Yahiko la observaban, tambien callados, esperando a que dijera algo. Sin duda a todos le dolia la muerte de Kuro, pero la que mas motivos tenia era la Jefa del "Siberian".
- Que cabrones...- Susurro la ojiazul, dandole un golpe a la mesa con el puño.- Todabia no me lo creo.
Tomoe se levanto de su asiento en el viejo sillon de cuero marron y se acerco a Kaoru, dandole un fuerte abrazo de amigas.
- Ninguno nos lo creemos todabia, pero tenemos que ser fuertes.- Alento la morena.- Ahora viene la peor parte.
- Tienes razon.- Kaoru sonrio, limpiandose una solitaria lagrima que caia por su mejilla en ese momento.- Hay muchas cosas que hacer.
- No te preocupes, nosotros nos encargamos.- Sonrio tambien Tomoe.- Si quieres Yo puedo ir a preparar todo lo del funeral.
- Muchas gracias Tomoe.
La bailarina se despidio de todo y salio del Despacho.
Si queria preparar un funeral rapido tendria que darse prisa, y aun tenia que cambiarse de ropa, ya que con la conmocion no se habia dado cuenta de que tenia puesto el "uniforme" del trabajo.
- Hay otras cosas mas serias de las que tenemos que encargarnos.- Comento un pelirrojo de ojos avioletados, tras la salida de Tomoe.- Como saber quien fue el culpable de todo esto, y que quiere dejarnos claro.
- Kenshin.- Kaoru le miro profundamente, con esperanzas.- Tienes algun sospechoso?
- La verdad es que No.- Kenshin Himura tambien se levanto del sofa de cuero, empezando a caminar por la habitacion.- No dejo muchas pistas, puede haber sido cualquiera.
- Opino que deberiamos visitar a algunas personas.- Ahora hablo Sanosuke.- Para hallar respuestas.
- Te das cuenta de que si fue simplemente un loco de la calle nos meteriamos en problemas con esas personas.- Kaoru fruncio el ceño, no le parecia una buena opcion.- Tenemos que pensar muy bien los pasos a seguir.
- No, Sano tiene razon, no hay otra forma.- El pelirrojo cogio su chaqueta del sillon y se acerco a la puerta.- Tenemos que mantener nuestra reputacion ante todo, Yo ire a ver a Hiko... No creo conveniente que Sagara hable con El.
- Eeeh, Algun problema?.- Se quejo Sano.
- Si, tienes razon.- Apoyo Kaoru, ignorando las muecas de reproche de Sanosuke.- Y quien se ocupa de ir a la casa de Te?
La Habitacion quedo en silencio.
Yahiko solo miraba de un lado a otro, esperando que alguno se presentara voluntario, pero el hecho de ir a la casa de Te Shinomori a preguntarle a la Yacuza si habian sido responsables de la muerte de Kuro... realmente no era una tarea facil, teniendo en cuenta quien es el lider de ese grupo mafioso.
Sanosuke fue el siguiente en abandonar el sofa, levantandose con la cabeza alta y el pecho inflado de orgullo y valor.
- Yo ire a hablar con ellos.
La mueca de susto de los hermanos Kamiya y de Kenshin no se hizo esperar.
Y Sanosuke se sintio avergonzado.
- Es que no confian en mi?
- No es eso!.- Intento defenderse Kenshin.- Es que .
- Eres un salvaje Sanosuke.- Dijo directamente Yahiko, sin ningun problema.
Sanosuke le miro de reojo, intentando calmarse.- Y Tu un enano.
- Como que enano!.- El adolescente se levanto de un salto del sillon, haciendo que Kaoru se levantara de su asiento y le cogiera por la camisa.
- Ya basta!.- Grito la ojiazul, empujando a su hermano de nuevo al sofa.- Seguro que quieres ir Sano?
- Seguro, ademas...- El moreno se acerco a la puerta, junto a Kenshin.- Siempre he tenido buena relacion con su lider.
De nuevo una mueca de susto aparecio en el rostro de los demas presentes, mientras Sagara salia del despacho con aires de triunfo.
Kaoru, resoplando, volvio a sentarse en su escritorio, y miro a Kenshin de soslayo.
- Me encantaria ir con ese idiota y vigilar lo que le va a decir a los de la Yacuza, pero no tengo energias.
- Tranquila, Tu vete a casa y descansa.- Sonrio Kenshin.- Nosotros nos ocupamos de todo.
- Gracias Ken.- Sonrio tambien Kamiya, viendo como el Pelirrojo salia de su despacho.
La dueña del "Siberian" suspiro, olvidandose de que su hermano pequeño la observaba divertido.
- Y todabia niegas que te gusta?.- Le pregunto el adolescente, aguantandose la risa.
Kaoru entro en contacto con la tierra, y miro a su hermano con cara de fiera.- Metete donde te llamen! Y ahora vete recogiendo la barra, nos vamos a casa.
- Ahora?.- Grito Yahiko, con impertinencia.- No puedo hacerlo mañana?
- Ahora!.- Ordeno la ojiazul, levantandose de su silla con autoridad.
Su joven hermano no tubo mas remedio que hacerle caso, si no queria que le asignara alguna tarea mas.
Sabia que a su hermana, con tal de castigarle, no le importaria llegar mas a tarde a casa.
Kenshin habia conducido cerca de media hora, hasta llegar a lo mas parecido a un poligono industrial un poco abandonado.
Desde su posicion de conductor observaba todas las naves industriales, intentando recordar cual era la que buscaba.
Y no tardo mucho en encontrarla.
Solo con ver una larga limusina negra aparcada a un lateral de Ella. Reconoceria ese coche en cualquier parte de Kyoto, aunque estubiera rodeado de miles iguales. El coche de una persona que tampoco le seria facil olvidar.
Aparco su viejo Toyota detras de unos contenedores de basura cerca de la entrada, todabia tenia la mania de no dejar rastro de su presencia a donde quiera que iba. Se bajo del coche con calma y empezo a caminar, podia divisar un guardia en la puerta principal y una ametralladora escondida tras unas cajas que muy pocos hubieran visto.
El guardia al verle hizo amago de intentar coger la ametralladora, pero cuando observo con mas claridad de quien se trataba la dejo a un lado. Todabia no habia amanecido, pero aquel rostro lo conocia perfectamente.
- Buenas noches.- Saludo Kenshin, mientras el guardia le habria la puerta con cuidado.
- Pase, ha tenido suerte, El Jefe esta aqui esta noche.
- Gracias.
El pelirrojo entro en la primera sala.
Una sala sin ningun tipo de decoracion, completamente cubierta de acero, lo unico que destacaba eran las camaras de seguridad y otro guardia que aguardaba delante de otra puerta, con un detector de metales.
Tras cachearle le dejo entrar a la siguiente Sala.
Otro mundo aparte.
Esta era mucho mas grande, y pocos adivinarian que estubiera en una nave industrial abandonada.
La decoracion ahora se veia costosa y con un toque rococo algo lugubre. Las luces estaban bajas y como carecia de ventanas habia poca visibilidad. Solo se podian observar tres puertas, una enfrente y dos a los lados, algunos muebres y cuadros costosos colgando de las paredes, y una mesa de cristal con un ramo de rosas negras decorando el centro.
Sin duda alguna una bienvenida lujosa, aunque lugubre.
El pelirrojo sabia que tenia que esperar a que alguien fuera en su busca y le dijera los pasos a seguir, antes de poder ver a el Jefe.
Se acerco a la mesa de cristal y observo el ramo de rosas negras con curiosidad, no sabia que existiera un tipo de rosas tan dramaticas como esas. Tan concentrado estaba en ellas que no pudo sentir una presencia en el cuarto, que le habia acompañado desde su entrada.
- Son bonitas, ne?
La voz femenina le alerto.
Miro hacia todas las esquinas con desesperacion, no se esperaba para nada que hubiera alguien alli, y mucho menos que no le hubiera visto.
De una de las oscuras esquinas aparecio Misao Makimachi, vestida con un traje negro con pinta de caro, y un pronunciado escote que hizo que el Pelirrojo se sonrojara nada mas verla.
- Son tenebrosas.- Comento Kenshin, intentando parecer tranquilo.
Misao sonrio, acercandose al ramo y colocando las rosas con cuidado.- Por eso son bonitas.
- Debi suponer que te gustarian.- Sonrio Himura, un poco mas confiado, aunque Makimachi no fuera persona de confianza.- Cuanto tiempo llevabas ahi?
- Desde que entraste, me informaron de que tu coche se dirigia aqui y... no se, pense en saludarte.- La sonrisa de la joven fue ironica.- Lo siento.
- Que sientes?.- Levanto una ceja Ken.
- La muerte de Kuro.- Misao levanto su vista hacia El unos instantes, sin dejar de sonreir.
- Como lo...? Ah! Ya!.- Kenshin solto una carcajada.- Ustedes lo saben todo.
- Exacto.
- Entonces sabran quien fue.- Se aventuro Kenshin, mientras la Joven dejaba a un lado las rosas y se acercaba a El.
- Has venido para saber si fuimos nosotros.- El semblante de Misao ahora era serio.- Has hecho un viaje en vano.
- Aun asi me gustaria hablar con Hiko.- Kenshin defendio su postura.
Misao solto una leve carcajada, separandose del pelirrojo y sentandose en una silla de madera tallada.
- Como quieras, aunque ahora tiene visita, tendras que esperar.
- No tengo prisa.
Una de las puertas se abrio en ese momento, llamando la atencion de ambos.
De Ella salio un Hombre joven, con cara de niño, poseedor de unos bonitos ojos y cabello castaño... ademas del uniforme de la Policia.
Misao se levanto de la silla y se acerco a la puerta al mismo tiempo que Kenshin, mientras el Joven Soujiro Seta se quedaba mirandoles intrigado, sobre todo a Himura.
- Que sorpresa.- Sonrio Seta.- Nunca me esperaria verte aqui.
- Tampoco me gustaria que esto se hiciera costumbre.- Sonrio tambien Ken y ambos se dieron la mano.- Que tal?
- Ya sabes, Negocios.- Soujiro señalo a la puerta de la que venia.- Ya me informo Hiko de la muerte de tu compañero, lo investigaremos.
- Muchas gracias, por ese motivo he venido Yo.
- Pues suerte amigo, Ya nos veremos.- El joven agente le dio una palmada en el hombro a Himura y se paro frente a Misao.- Buenas noches.
- Buenas Noches... Agente.- Rio Misao.
Ambos esperaron a que Seta Soujiro saliera de la habitacion en silencio.
- Has tenido suerte Himura, ya puedes pasar.- Misao le abrio la puerta cortesmente.- Encantada de verte de nuevo.
- Lo mismo digo, aunque esta conversacion sea ... hipocrita.- Kenshin entro por la puerta, mientras Misao reia a carcajada limpia por su comentario.
Un olor intenso a incienso de lavanda embriagaba completamente la habitacion.
Este detalle en compañia del sonido relajante de un Shimazen y una buena taza de te verde era lo mejor para ver el amanecer desde el amplio Jardin.
Aquella noche habia sido bastante ajetreada en la casa de Te Shinomori, y aquello era lo mejor para acabar bien una fiesta.
Habian celebrado el quinto aniversario de mandato de su lider, y habia sido por todo lo alto.
En la casa de Te solo quedaban los miembros mas importantes de la yacuza de Kyoto. Algunos seguian festejando, otros se habian retirado ya a sus habitaciones, y El se habia quedado a observar el amanecer como era ya costumbre suya.
El Shoji de la habitacion se abrio de par en par tranquilamente, y entro un anciano de cabellos canentos y semblante serio, aunque con un olor a Sake que delataba su verdadero estado en esos momentos.
El joven Shinomori abrio sus ojos azules en cuanto percibio el olor.
No tenia que preguntar de quien se trataba para saberlo, solo dio un suspiro y volvio a cerrar los ojos, tomando un trago de Te.
- Estas demasiado mayor para estas fiestas Okina.- Susurro Aoshi, dejando la taza de Te en el tatami de nuevo.- Deberias irte a acostar, mañana hay mucho trabajo.
- Sabes Aoshi, Tengo una pregunta para Ti.- Dijo el Anciano, acercandose y sentadose al Lado de Shinomori.
- Dime.
- De verdad no eres adoptado?.- Pregunto inocentemente Okina, mientras Aoshi le miraba de reojo bastante molesto.- No entiendo como con lo divertidos que eran tus padres Tu hayas salido tan... Tu.
- No contestare a esa estupides.- Sentencio Aoshi friamente.
- Vamos muchacho disfruta de la fiesta.- Rio el Viejo, sacando de su traje una botella de Sake.- A base de Te no se vive, toma un trago.
- Sabes de sobra que no bebo alcohol.- Se quejo Aoshi, empezando a perder la paciencia.- Ademas, apestas! Vete a dormir.
- Me rindo, eres imposible.- Okina se levanto a trompicones y camino dificultosamente hasta el Shoji.- Que tengas un buen dia.
- Me gustaria decir lo mismo, pero quien tiene buena noche, no puede tener buen dia.- Se burlo Aoshi, aunque por supuesto, seriamente.
Okina estubo apunto de abrir la boca para replicarle, pero en ese momento se abrio el Shoji con un golpe fuerte.
Los dos hombres miraron sorprendidos y curiosos a la camarera de la casa de Te causante de la interrupcion, Omasu, que parecia bastante nerviosa.
- Que quieres Omasu?.- Pregunto Aoshi.
- Lo siento Sr Shinomori, pero los guardias no han podido detenerle y quiere hablar con el Lider.- Se escuzo la muchacha con una inclinacion.
- Quien quiere ver al lider?
- Yo!
Sanosuke entro a empujones en la habitacion, con la respiracion acelerada al igual que sus latidos.
Habia tenido que hacer mucho para llegar hasta Aoshi Shinomori y Okina.
Al verle, Aoshi se levanto del suelo con serenidad, se coloco la ropa y entro en la habitacion, olvidando la puesta de Sol y todo lo demas. Ya se lo habian estropeado.
- Que quieres?.- Shinomori fue directo.
- Quiero hablar con el Lider.- Dejo aun mas claro Sanosuke.- Es urgente.
- Urgente?.- Okina le miro de arriba a abajo.- Que puede ser urgente a estas horas joven?
- Han matado a alguien de mi grupo y solo quiero hablar con el Lider de la yacuza.- Sanosuke hacia fuerzas impensables para mantener la calma.
- Y de que grupo eres Tu?.- Fruncio el ceño Okina, pero Aoshi le interrumpio.
- Es de los Narcos..., No tenemos nada que ver con eso, asi que puedes irte.
- No me ire de aqui sin hablar antes con .
- Ya estoy aqui, Que pasa?.- Dijo una voz femenina, a espaldas de Sanosuke.
Sagara se dio la vuelta lentamente para comprobar que realmente la Lider de la yacuza habia hecho acto de presencia.
Una hermosa mujer de ojos miel y cabello negro como la Noche, aunque con cara de pocos amigos.
- Me han despertado, asi que espero que sea importante.- Se cruzo de brazos Megumi Takani.- Sagara?
- Si, el mismo.
Takani puso los ojos en blanco, Sanosuke Sagara era la ultima persona que queria ver, y mucho menos a esas horas.
Fin del Capitulo 1.
Notas de la Autora
Terminadoooo.
Solo queda que dejen sus opiniones, criticas, o lo que quieran dejar. Ahora esta en vuestras manos si lo continuo o No.
Muchas gracias por leerlo de todas formas jeje besitos a todos!
Rinoa S.
