Vengo con otra historia, como una comedia o algo así xD
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Capitulo 1: La Desgracia del Estrés, ¡Explotar!
Santuario de Athena, Cámara del Patriarca, 3:05 am.
Shion dormía plácidamente en su enorme cama Matrimonial (y no tiene esposa que se sepa, ¿Para qué querría dormir en una cama Matrimonial?) Todo cómodo con su suave piyama de seda y envuelto en cobijas de color oro, disfrutando de una hermosa noche donde la tranquilidad lucía sin ningún tipo de perturbación. (Ser Patriarca tenía muchas ventajas) mientras abrazaba una almohada del mismo tono.
Y de repente, su Ilustrísima comenzó a abrir sus hermosos orbes rosados, dando un sutil bostezo y estirando las vertebras del cuerpo, Shion se levantó con toda la tranquilidad del Mundo, sin estresarse demasiado por algo que había olvidado realizar un día antes.
-Oh, por todos los Cielos, ya no tengo tiempo-Murmuró mirando la oscuridad que cernía la estancia.
Y sin abandonar su extraña relajación, el Patriarca del Santuario de Athena se dirigió a su despacho donde yacía una fila de (aproximadamente) catorce bloc… esperen un momento ¿Eran catorce? Creo que sí.
Y sin dar explicación alguna, Shion encendió levemente su Cosmos y desapareció en un destello dorado (tele transportación)
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Templo de Géminis, 3:10 am.
El Sumo Sacerdote apareció de la nada justamente en la espaciosa sala de estar que poseía el Tempo.
Con una sonrisa inocente (ajá) caminó hacia los aposentos privados. Necesitaba a Saga sí o sí, porque si no, podría ganarse una mala reputación como el Legitimo Patriarca. Y quien mejor ayudante (cofcof|esclavo|cofcof) que el siempre serio y responsable Santo de Géminis, o el Devastador de Géminis, en otro caso.
En otras palabras, Saga le serviría como anillo al dedo (literal). O podría tener la segunda opción, Kanon, si es que Saga se negaba… Ermm, ¡Dioses, él era el Patriarca, Saga no podía negarse a las ordenes de su Autoridad! Y Kanon, ahora que lo recordaba mejor, se había ido con Don Pose, ya se las cobraría después por abandonar el Santuario sin darle una explicación razonable.
-Esto es la ventaja más grande de ser el Patriarca, ninguno puede desobedecerme…
Y el Peliverde llegó hasta la hermosa puerta que imponía el paso hacia Saga. Y sintió un extraño escalofrío cuando alguien tocó suavemente su hombro derecho y ese alguien susurró a su oído un ¿Que deseas Shion?, cabe destacar que la voz sonaba suave y hermosamente macabra, como si fuera un Fantasma deseoso de llevar su alma Patriarcal.
-Hay Saga, muchacho me diste un susto-Le dijo Shion cuando se dio la vuelta con el corazón latiendo a mil por horas.
Saga simplemente parpadeó confundido, ¿Qué él lo había asustado? Pero si solo se había levantado a tomar un poco de agua y luego volvería a dormir. La verdad estaba agotado de lidiar con las estupideces que hacían sus queridísimos (y bien queridos) Camaradas, o Compañeros de Armas, como sea.
-¿Que desea?-Preguntó casi en un susurro y luchando con las ganas de volver a su cama ¿Qué demonios quería Shion a esas horas?
Si al vejete se le ocurría alguna estupidez como a los otros, definitivamente, lo mandaría a Otra Dimensión y él tomaría el cargo del Patriarca (sin que nadie se diera cuenta claro)
-Hay Saguita, yo solo te quería pedir un favorcito tan pequeñito como las partículas de polvo que hay en el Templo de Aioros-Sonrió el vejete (ahora joven) de Shion. Oh sí, el Mayor de los Geminianos no tenía idea que ese favorcito tan pequeñito fuera catorce filas de hojas de aproximadamente un metro para llenarlas y firmarlas con una pulcra caligrafía, y quien mejor de pulcra caligrafía que Saga.
El Mayor de los Gemelos solo se frotó sus hermosos ojazos tratando de disipar el sueño… parpadeó varias veces hasta que su vista captó el rostro de Shion, ¿Por qué rayos podía ver tan nítidamente en la oscuridad? Extraño pero cierto.
-¿Favor?-Preguntó-¿A esta hora?-Hizo una mueca, por supuesto que Shion no la vio, ya que el Patriarca parecía no poseer esos dotes tan sobrenaturales.
-Así es niño-Siguió Shion sin pena alguna- A no espera, no es un favor, es una orden-Añadió con un marcado tono de severidad.
Sí, Saga no podía negarse.
El Peliazul simplemente se mordió la lengua para no replicarle con un sutil ¡Largo de mi Templo ahora, ve a ordenarle al inútil de Mu que nunca tiene obligaciones, o mejor vete con los otros descerebrados que tengo como compañeros!
Pues si le respondía así, probablemente se ganaría un muy severo y nada agradable castigo que definitivamente no quería.
Tenía sueño y quería seguir durmiendo ¿Qué trauma tenia Shion con venir a molestar a esas horas de la madrugada? Simplemente gruñó disgustado, estúpido Carnero Verde y Viejo de corazón.
-¿Y por qué tendría que obedecerle?-Preguntó sarcásticamente.
-Porque soy El Patriarca y me tienes que obedecer-Ordenó Shion frunciendo el entrecejo… ¡Pero qué muchacho este! ¡¿Ese era el ejemplo que le daba a sus compañeros?!
Fijó la vista tratando de vislumbrar al Geminiano, pues solo lograba apreciar una imponente sombra parada justo en frente, como un Fantasma (¿Ya lo dije?) Dudó si realmente era Saga y no Kanon quien lo desafiaba, pues esos dos tenían la costumbre de cambiar lugares sin que los otros de dieran cuenta, a veces creía que Saga era el que se paseaba por las sombras tratando de asustarlo de algún modo, y cuál era su sorpresa cuando se enteraba de que ese era Kanon y a Saga le había impuesto un castigo injusto, y curiosamente, el Gemelo Menor lograba zafarse y desaparecer cuando él se enteraba.
-¿Cómo se que eres Saga y no Kanon?-Le preguntó sugestivamente. No caería en la misma trampa.
-Soy Saga-Respondió el Peliazul con cierto desdén.
-A la luz, Saga-Volvió a insistir Shion.
-Oh, la luz-Murmuró Saga cuando se dirigió a la pared y bajó la palanca para encender el foco. Grande fue su sorpresa cuando éste no prendió "Me lleva el Hades, ¿Qué pasa que no prende?" Pensó intentado repetidas veces "Le dije a Milo que dejara de jugar con las lámparas, ahora se quemó" Ahogó una posible grosería dirigida al bicho.
Sin dar explicaciones caminó como si nada hacia la cocina. Shion respingó confundido cuando la Sombra se fue.
"¡Skáta!, no hay luz" Pensó con frustración el Mayor de los Geminianos. ¡Ese Milo se las pagaría caro! ¡¿Qué afán de provocar cortocircuito tenía el bichejo?!
-¿Qué pasó con la luz, Saga?-Oyó a Shion desde el living.
-No hay.
-¿Qué no hay?
-¡Que no hay luz!
-¿Qué no está rosacruz?
-¡Que no tengo luz!
-¿Qué tienes un avestruz?
-Olvídelo "Viejo zángano"
-Saga, ven aquí, ya que no quieres prender la luz para tu Patriarca y andas con esa tal Rosacruz sin consultarme te va a pesar-Dijo el Sumo Pontífice con severidad-Pero qué muchacho éste, yéndose de parranda con su amigo el Avestruz y esa Rosacruz.
Saga simplemente resopló resignadamente e hizo exactamente lo que dijo Shion.
-Ah, éste muchacho. ¿Dónde está ese tal Avestruz y esa tal Rosacruz? Los quiero conocer-Dijo Shion levantándose del cómodo diván donde se había sentado hace poco-Necesito recuperar mis horas de sueño y no perder el tiempo contigo.
-Pero si usted fue el que vino-Saga lo miró fijo, frunciendo el ceño-Y aquí no hay ningún avestruz ni ninguna rosacruz que yo sepa.
-Sí lo hay-Replicó el Peliverde-Pero eso luego, te vienes al Templo Papal Ahora.
-¿El Templo Papal?-Preguntó el Griego sintiendo horribles ganas de echarlo a patadas-¿Los otros también?
-No Saga, solo tú-Dijo Shion, mirando hacia todos lados, nervioso.
-¿Y Por qué yo y no Aioros?
-Porque Aioros necesita descansar, ha hecho muchas cosas toda la semana.
-Pero si quien las hizo fui yo-Se quejó Saga, sintiendo la exasperación aflorar. Aioros no había hecho nada más que entrenar y hacer idioteces con Shura. Cada tarea que el vejete del Patriarca quería que hicieran las hacía él y nadie más… bueno, también Kanon, pero el Menor parecía que se había hartado y así como siempre, se esfumó (literal).
Aunque él también podía esfumarse, pero lo sentía demasiado drástico… como que las ganas de esfumarse no le convenía.
-Sin peros muchacho.
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Templo del Patriarca, 8:05 am
Aldebarán entraba alegremente al despacho de Shion, grande fue su sorpresa cuando vio a cierto Griego de cabello azul violáceo con la cabeza sobre el escritorio, una pluma de tinta regada a un lado y catorce filas rebosantes de papeles aquí y allá. Y el otro estaba en piyamas y parecía dormido.
Así que el Santo de Tauro se le acercó y comenzó a moverlo suavemente.
-Saaaga, Saga-Llamó Alde con una sonrisa.
El otro pareció haberlo oído y se levantó de su antigua posición y caminó arrastrando los pies hacia fuera, en piyamas.
-¿Pero qué te pasa, Saga?-Preguntó extrañado cuando el Geminiano casi se lleva por delante a Mu, éste lo miró desconcertado.
-¿Hola?-Medio saludó y medio preguntó el de Aries, pero Géminis ni se molestó en responder al saludo, solo se dedicó a caminar como si fuera un Zombi con los ojos ocultos en las sombras y prácticamente arrastrándose.
-¿Saga?-Llamó el Tibetano, pero como las otras veces, no hubo respuesta absoluta.
-Ni te dignes Mu, al Señor indiferente parece no importarle, ¿Y qué hará con piyamas aquí y a estas horas?-Se quejó y preguntó el Torito notablemente ofendido por el comportamiento de su otro compañero de armas.
-¿Y si planea algo contra Shion?-Dijo Mu repentinamente angustiado-No, Saga no lo haría-Descartó esa posibilidad.
-Quién sabe lo que podría pensar con esa retorcida mente suya-Siguió Aldebarán sin abandonar su disgusto.
-¿Sabes Aldebarán?
-¿Qué?
-Tienes razón.
De repente, va entrando Afrodita, con expresión ofendida.
-Saludé a Saga ¡Y me ignoró!-Se quejó el Pisciano mientras mecía sus manos en actitud dramática.
Había visto a Saga caminar como Zombi (y ninguno se daba cuenta de que no había dormido desde las tres de la mañana por culpa de cierto Patriarca) y la verdad no dormía desde hace días.
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Templo de Géminis, 8:16 am
Saga llegó hasta su querida Casa a duras penas, sentía todos sus músculos colapsar, sobre todo porque había soportado la mirada de extrañeza en sus compañeros cuando pasó como zombi. Y bueno, No había dormido desde hace días y el agotamiento era palpable.
No tenían por qué culparlo así.
Sin resistir más se dejó caer en su cómodo sofá, esperaba que nadie viniera a fastidiar, al menos por unas cuantas horas.
Tiempo después, alguien perturbaba la tranquilidad de Géminis.
-¡Saga! ¡Necesito que mandes a Otra Dimensión esta basura!-Llegó el buen Mascara Mortal sosteniendo bolsas de basura (sabrá Zeus qué tipo de basura era)
-¡Que me parta un rayo!
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El Mayor de los Geminianos caminaba apresurado por las escaleras de las Doce Casas, para ser mas especifico, en las escaleras de Leo hacia Virgo, esperaba no encontrarse con su guardián.
Cambió de opinión cuando vio a lo lejas a Aioria y Shaka tranquilamente sentados en las entrada, sin decir nada decidió descender, de nuevo. No quería que nadie lo molestara por un buen tiempo, ¡Y para colmo ningún lugar en el Santuario parecía ser tranquilo!
Gruñó. Quería ignorar el agotamiento.
Cuando pasó la Casa de Leo (vacía porque su guardián yacía en Virgo) se dirigió hacia Cáncer, y lo peor era que tenía que pasar por ahí si quería llegar a Géminis.
Momento, la Otra Dimensión.
Rasgó el espacio para internarse en la ruptura. Se ahorraría las estupideces de Mascara.
En Géminis.
Seiya estaba tirado en un gran hoyo del suelo, o más bien estrellado en el suelo, con espirales en los ojos y balbuceando incoherencias. Hyoga estaba a un lado, mirando el techo del cual se transportaba la luz producto de la ruptura también ahí. De arriba se podía apreciar a Dohko tratando de reparar el daño (inútilmente) y a Shiryu pasándole varias herramientas.
Mientras que venía entrando Milo con una cuchara para mezclar cemento y a un Camus sosteniendo bolsas de porla, tenían que hacer algo antes de que Saga se diera cuenta.
Y Seiya seguía tirado y a nadie parecía importarle.
-¡Chicos!-Se escuchó una voz-¿Qué hacen?-Preguntó Mascara entrando-¿Qué pasa?
-¡Mascara! ¿Qué haces aquí?-Milo lo miró, confundido.
-Les dije que no sería una buena idea lanzar a Seiya desde la Cámara del Patriarca-Declaró Camus, serio-Traté de advertirles.
-¿De qué hablas?-Mascara frunció el ceño-Yo no tuve nada que ver.
-Lo siento Macara-Soltó cerrando los ojos-Apresurémonos. Que Saga podría llegar en cualquier momento.
-Bueno-Sonrió Dohko, nervioso-No lo he visto desde esta mañana, la última vez que me lo crucé parecía un Zombi desorientado.
-¿Zombi?-Shiryu abrió sus ojos, confundido ante las palabras de su Maestro.
-Sí Zombi ¿O no me digas que no sabes lo que es un Zombi?-Mascara entrecerró sus ojos-Luego le dije que mandara mi basura a Otra Dimensión. No sé si lo habrá hecho.
-¿De veras?-Preguntó Milo-¿Y aceptó?
- No se-Se cruzó de brazos-Yo solo le dejé la basura en las escaleras de la entrada trasera.
-Pero no hay basura en la parte de atrás-Comentó Hyoga.
-Ah, entonces debió haber cumplido mi orden-Soltó Mascara, orgullo.
-Yo no creo que lo haya hecho por ti, solo digo que la basura en cualquier lugar luce desagradable, y como tú tiraste tus porquerías en su Templo, lo hizo para que no se vea mal-Dijo Camus, cruzado de brazos.
-¿Ah sí?-Rió, nervioso-Entonces me voy antes que me encuentre-Sin dar explicaciones, el Santo de Cáncer corrió a refugiarse en su Templo, pero antes de poder salir…
-¿A qué debo tu grata visita?-Preguntó el guardián de Géminis con una torcida sonrisa.
-Emm. Saga, amigo… Qué-Comenzó a retroceder-Haces… aquí?
-Pues vengo a mi Casa-Respondió Saga, dando varios pasos y sin perder su sonrisa lobuna-¿A poco puedo venir?
-Pero… por favor, toma asiento q-que… estás en tu c-casa-El Italiano se tocó la nuca con una sonrisita temerosa y sudando frío volvió a retroceder-S-Saga… q-quieres?… que te sirva algo de be-beber?
-Hay Mascara, Mascara, ¿Por qué no te pones cómodo?-Le dijo el Mayor de los Gemelos un tanto despiadado-¿O acaso hiciste algo para que estés así, estresado?
-Erm… ¿Sabes? Creo que oigo a Afro llamarme-Soltó cuando empezó una carrera por su vida-¡CHICOS! ¡SAGA ME QUIERE MATAR! ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Ante los gritos de Mascara, todos los caballeros huyeron por su vida, pero, desgraciadamente, la puerta se cerró mágicamente.
-Por los Dioses-Susurró Dohko-Olvidaba que Saga también tiene Telequinesia.
Oh, oh…
Un gran estruendo se escuchó en todo el Santuario.
-¿Qué habrá sido eso?-Se preguntó Shion en el Salón del Patriarca mientras tomaba un té en compañía de Arles y Atenea.
-Ni idea-Respondió la Diosa sin tomarle mucha importancia.
Del techo emergió un enorme agujero negro y de ahí cayeron ciertos Santos.
-Creo que Saga se volvió loco, de nuevo-Balbuceó Dohko, con pequeños tigrecitos corriendo por su cabeza y una sonrisa idiota.
-Valga la redundancia-Dijo Milo de la misma forma, nomás que él tenía pequeños escorpioncitos.
-El trasnoche es ruinoso-Sonrió Hyoga con patos aleteando a su alrededor.
-La vida es bella… ¡Fígaro!-Cantó Mascara viendo cangrejitos.
-Seiya… Tengo una sunga para prestarte-Shiryu trató de agarrar unas extrañas lagartijas en forma de Dragón que volaban de aquí y allá.
-Kardia, ¡Desgraciado!-Gritó Camus con pequeños Kardias bailando en su mente.
-Baya, Saga encontró una forma de liberar estrés-Dijo Saori cogiendo a Seiya y aventándolo a un lado.
-Tiene razón-Apoyaron Shion y Arles a la vez.
Liberar estrés de una forma un tanto peculiar.
Fin del Capítulo 1.
¿Continuara? Solo yo lo se Muajajajajajacof cof cof.
¡DEJEN REVIEWS! °W°
