Disclaimer: Los personajes no son míos, son propiedad de Masami Kurumada sensei a excepción de algunos OCS, la historia es de mi total imaginación.
PROLOGO
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Lejos de la tierra, para ser más preciso en el monte Olimpo, recinto de los dioses, en esos momentos, se llevaba a cabo una asamblea divina, donde los dioses discutían sobre el comportamiento de la diosa protectora de la tierra, Athena.
Sin embargo había alguien que ya estaba harta de toda aquella discusión, que no los estaba llevando a nada.
-¡Esto ya no puede seguir!— Dijo la diosa Afrodita montada en cólera. Sus facciones se habían arrugado al gritar, varios de los presentes asentían, otros simplemente deseaban terminar de una buena vez por todas con aquello.
—Vamos Afrodita, calma—La diosa del amor miro enojada a la persona que había dicho aquello. —Debes pensar con claridad
—No quiero oírte más Dionisio, sabes muy bien, más que nada que para todo hay un límite y el mío es este— Inhaló y exhalo en segundos —Athena ya rebaso los límites y por lo que he visto Zeus no piensa mover ni un dedo —El aludido frunció el ceño —Si no piensas hacer algo al respecto- Dijo hablándole- te pido de la manera más atenta que no intervengas en el castigo que les daremos a los blasfemos que osaron levantarse en nuestra contra—Afrodita miro a su alrededor —Sabes que se lo merecen y estoy harta de que te hagas de la vista gorda— Miro a alguien en específico — Y tu Poseidón, también atente a las consecuencias.
Dicho aquello, la diosa salió de aquel salón donde se llevaba a cabo aquella asamblea de dioses, Poseidón parpadeo asombrado, Afrodita parecía realmente molesta.
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La diosa de la belleza sintió a alguien caminar detrás suyo, no tuvo que ser adivina para darse cuenta de quién era, dio media vuelta para encararla.
Frente a ella, se encontró a Hera.
—No sé si sea intromisión —Le dijo, Afrodita no dijo nada, quería saber que quería decirle Hera— Pero... Me gustaría saber, ¿de qué forma piensas castigar a esos humanos?—La diosa sonrió.
—Ellos podrán ser guerreros, los más fuertes que he conocido desde la época mitológica, sin embargo Hera, no dejan de ser humanos, los humanos tienen debilidades— Hera la miro extrañada, Afrodita se limitó a suspirar, para después seguir hablando. —Los humanos son débiles porque fácilmente se dejan llevar por sus sentimientos, ya sean positivos o negativos—Hera alzo una ceja —Amor, desamor, lujuria, cariño, rencor, aprecio, venganza, no es difícil deducir que, si nosotros nos concentramos en aquello, podemos darles el castigo que se merecen, no pretendo herirlos físicamente, si eso es lo que piensas— La diosa de la belleza dio vuelta y comenzó a caminar nuevamente. —¿Para qué destruirlos físicamente si sabemos que volverán a reencarnar? Aquellos sentimientos que logran desarrollar con el tiempo o que ya han desarrollado, los pueden destruir, solo es cuestión de saber jugar tus cartas bien, mi querida reina de los dioses...—Hera se quedó parada mientras veía a Afrodita desaparecer.
—No entiendo lo que has querido decir con ello, pero... Te deseo suerte.
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Afrodita dio un vistazo al mundo humano, tenía que jugar bien sus cartas, tal y como se lo había dicho a Hera, sin embargo, no sería tan idiota como Hades o Poseidón de enfrentarse a Athena directamente, ella haría algo más... Más sofisticado, y para ello necesitaba a alguien que pudiera usar como contenedor, de ninguna manera, mancharía su cuerpo divino descendiendo al mundo con él.
Busco por horas, que parecieron eternidades, hasta que dio con la humana perfecta, esbozo una gran sonrisa-Tu serás quien me ayude- Dicho esto, la diosa desapareció.
Nueva propuesta!
Holis!
Espero que les guste.
D.H.
XOXO