Disclaimer: Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima.
Lo intenté. Sólo tengo dos drabbles para esta semana, pero puedo intentar traer algo tarde para los primeros días. IS THIS INTIMATE ENOUGH!?
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Intimidad
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Recostarse juntos en la cama era cualquier cosa menos algo nuevo entre ambos. Había sido desde siempre una certeza en su relación, algo que nunca había sido cuestionado, porque parecía tan natural que no había ninguna razón para cuestionarlo. Estaban acostumbrados a compartir el mismo espacio, el mismo calor y el mismo aliento, una y otra vez, cada noche, desde que eran niños solitarios buscando cualquier tipo de confort que pudieran conseguir.
Había algo familiar, algo relajante en la forma en que sus respiraciones se sincronizaban lentamente mientras sus pechos desnudos se levantaban y caían, casi tocándose pero nunca alcanzando el punto de quiebre que haría chocar su piel. Había algo agradable en cómo el mundo parecía dejar de girar, congelando el tiempo en una perezosa mirada que compartían entre adormilados pestañeos.
El escenario cambiaba de vez en cuando. A veces sus cuerpos descansaban sobre una suave cama con sábanas esponjosas, otras veces podía ser el duro suelo o la no tan agradable superficie de una cama cualquiera en una posada remota. La luz podía venir desde la luna brillando alto en el cielo, o una tenue lámpara de lacryma, o podía ser casi inexistente cuando sólo las estrellas hacían su aparición. Pocos sonidos podían escapar de sus agudos sentidos, pero, ya fuera el sutil zumbido de la ciudad o los ruidosos gritos del bosque, estaban lo bastante acostumbrados a ellos como para ignorarlos, nada más que un constante murmullo que sus respiraciones ahogaban con facilidad.
El mundo a su alrededor cambiaba y cambiaba, día tras día, año tras año, pero el espacio que creaban con sus cuerpos permanecía intocable, casi sagrado. A veces incluso se había trizado bajo el peso de la vida misma y las dificultades propias de dejar la niñez atrás, pero, al final, siempre volvían a aquel espacio. Un lugar hecho por y para ellos. Un lugar que podían llevar con ellos a cualquier lado, porque no estaba hecho de cosas, si no de sentimientos y presencias. Mientras estuvieran juntos, iría siempre con ellos.
Aún así, por mucho que estuvieran acostumbrados a compartir cada momento antes de dormir, había algo diferente esta vez. Un sentimiento suave que flotaba en el aire, algo frágil pero presente en todos sus movimientos. Un pequeño cambio que no era mal recibido ni realmente inesperado, pero un cambio al fin y al cabo. Aquella era la razón por la que ambos se sentían expuestos, en un sentido que nunca antes habían experimentado.
El peso de lo que acababa de pasar entre ambos hacía los movimientos para encontrar sus posiciones usuales, algo más difícil de lo normal. Había algo nuevo y tímido en sus ojos cuando estos se encontraron y ambos contuvieron el aliento, inseguros de cuál debía ser el siguiente paso. Un silencio extraño se extendió entre ambos, un silencio que no correspondía a aquel lugar, y que pronto se rompió con una lenta sonrisa y una risa suave.
Una mano se alzó en un movimiento lento, rompiendo aquella tácita regla que los mantenía apartados y aterrizando sobre el rostro de su compañero. Las viejas reglas ya no importaban. Ahora, había algo nuevo, extraño y desconocido entre ambos. Algo que, a pesar de todo, seguía siendo suyo y de nadie más. Una nueva región en el mundo que podían crear yaciendo lado a lado.
– ¿Está bien esto? – dijo alguien entonces, aquella mano descansando sobre la piel bajo sus dedos.
– Sí – fue la respuesta, mientras una mejilla se inclinaba hacia la caricia más que bienvenida – Perfecto.
