La oscuridad es sinónimo de miedo para mí. No puedo salir tranquila a tomar el aire sin sentirme vigilada. Noto sus ojos al acecho y me estremezco. Cada día una pregunta ronda mi cabeza. ¿Por qué? La única respuesta que encuentro es el haber estado en el lugar equivocado, el día equivocada a la hora equivocada. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera visto nada? ¿Si no hubiera visto el cuerpo caer y al hombre que sujetaba la pistola que le había matado? Tenia que haber huido pero lo único que pude hacer fue quedarme delante de el, observando su rostro hasta que el fijo su vista en mi y empecé la carrera para defender mi vida.