N/A: Aquí traigo un pequeño regalito para Orange-star-destiny. Que hoy es su cumpleaños. ¡Muchas felicidades! Espero que te lo hayas pasado bien y que te guste el regalo ^^
Disclaimer: No, todavía no he conseguido ese disclaimer rápido, eficaz e inteligente que dice que no soy Oda. ¿Alguna sugerencia?
Nami se levantó de la cama antes del amanecer.
Últimamente no ponía dormir. Su antigua vida como ladrona, estafadora al servicio de Arlong había terminado. Ahora era una pirata. Pero no tenía que ocultarlo al mundo, ni estafar ni engañar a la gente para conseguir dinero que iría directo al bolsillo de Arlong.
Si estafaba o engañaba a la gente, o les robaba sería solo en beneficio propio (y en el de la tripulación).
Después de ocho años de esclavitud, por fin era libre de hacer lo que quisiera.
No sabía muy bien cómo sentirse o qué hacer. Siempre temía que todo aquello fuese un sueño, que un de un momento a otro despertaría y tendría que volver a la vida que tanto odiaba y a la que se había visto obligada a vivir.
Pero no. Los días pasaban y ella ya no tenía nada que ver con Arlong Escualo y su banda de tritones. Ya no era parte de su banda. Eso quedaba en el pasado.
Sabía que no volvería a dormirse decidió salir fuera y relevar al que estuviera de guardia en esos momentos. Incluso podría poner el barco en marcha y así avanzarían un poco más.
Se vistió con la poca ropa que tenía en esos momentos. Hasta que no llegaran a una isla decente no iba a tener ropa nueva. La otra que tenía la había quemado, era ropa que le regalaba Arlong y que por mucho que le sentara bien, le repugnaba.
Así que se vistió por enésima vez con esa camiseta verde y su acostumbrada falta azul. Y los zapatos, esos le gustaban.
Salió intentando no hacer mucho ruido.
El mar estaba tranquilo. El barco casi parecía no moverse. El cielo empezaba a aclararse por la llegada del sol, pero éste todavía no se divisaba en el horizonte.
Caminó un poco buscando a quién estuviera de guardia en esos momentos.
En el mascarón de proa. En lo que él denominaba su "sillón" estaba el capitán del barco. Y no precisamente vigilando.
Las piernas las tenía enganchadas de tal forma que no se podía caer el mar, mientras que el resto del cuerpo caía cuan largo era dentro del barco.
Nami negó con la cabeza, ¿qué clase de capitán... No. ¿Qué clase de persona se dormía durante una guardia?
Luffy era único e incorregible. Estaba segura de que le iba a dar muchos dolores de cabeza a los largo de su travesía juntos.
Aunque también sabía que iba a tenerle ahí para lo que necesitara. Ya se lo había demostrado. Había ido a por ella y había luchado por ella incluso después de enterarse de su pasado y de la banda a la que pertenecía. La había liberado. Y todo porque ella le había dicho en una ocasión que era su navegante y que le llevaría a donde quisiera.
Luffy era demasiado inocente. Confiaba a ciegas en lo que otros decían y no hacía preguntas. Simplemente le lanzaba sin pensar, a lo loco a donde se le pidiera, sin pedir nada a cambio.
Una ligera brisa hizo que el sombrero que Luffy tenía en la cara se moviera. Nami lo cogió.
No sabía que tenía de especial ese sombrero de paja para Luffy, pero estaba claro que era importante para él.
Imaginando que el chico no tardaría mucho más en despertarse, se sentó a su lado en el suelo, sujetando el sombrero. Esperaría a que se despertara para ponerse en marcha, vigilando que el sombrero no se le escapara.
Era lo menos que podía hacer por él después de todo lo que él había hecho por ella.
¿Algún review?
Mitsuki.
