Dieciocho. Voy a cumplir dentro de poco dieciocho, ¿saben que significa eso? Este es mi último cumpleaños en la escuela, con mis amigos, mis compañeros de clase y mis compañeros de equipo. En años anteriores me había dado cuenta de las intenciones de las personas del equipo, supongo que el hecho de ser el capitán hace que todos estén más atentos y organizados para esta fecha, claramente terminaban por darme un regalo en conjunto o celebrar comiendo pastel. Lo cual me agrada.
Pero algo extraño ha pasado este año. Nadie se ha acercado a preguntarme si quiero algo para este cumpleaños, no me han preguntado cosas como "¿Cuál es tu color favorito?" "¿platillo favorito?" "¿hay algo que te guste últimamente?", años anteriores esas preguntas llegaban de forma disimulada por diferentes personas del equipo, pero este año nada. Absolutamente nada.
Entonces comencé a pensar que solo era una de esas típicas bromas donde todos fingen que de verdad se han olvidado para que luego resulte que ha sido todo lo contrario. Sonreí para mí mismo y le di paz a mi mente. Todos los años han sido cumpleaños memorables para mí, los mejores que he tenido nunca, estoy seguro que este año no será diferente.
Recuerdo claramente el cumpleaños de mi primer año en preparatoria, para ese entonces no era capitán del equipo ni nada, pero si era un miembro activo del club, ya me había ganado la simpatía de todo el equipo, incluido el entrenador. Asique, ese año si obtuve una pequeña reunión, me regalaron unas rodilleras, las cuales atesoro y, lo que más gano valor para mí, una reunión con todas las personas del equipo, recuerdo que fue dentro del gimnasio y al finalizar el entrenamiento vi como todos se organizaban y traían un pastel.
En ese momento me sentía de verdad sorprendido, no me lo esperaba, incluso, no recordaba haberle dicho a nadie sobre mi cumpleaños, y por más que lo analizaba no encontraba el momento donde revelaba tal fecha. Recuerdo claramente como manche con un poco de pastel a Yaku por accidente, también, recuerdo más que claro como el me lo devolvió al doble para luego terminar involucrado a todo el equipo.
Recuerdo que el segundo año fue incluso mejor, para ese entonces ya solíamos compartir con Fukurodani y yo ya era amigo de Bokuto, así que, ese año terminamos por hacer una reunión en conjunto con ellos. Definitivamente ese cumpleaños se lleva, hasta ahora, el premio al mejor de todos.
Kenma, extrañamente, había ofrecido su casa para esta reunión ya que, claramente éramos demasiados como para ir a comer aun local de comida rápida o algo por el estilo, terminamos por encargar pizza y pasar la noche haciendo alguna estupidez como jugar en alguna consola de Kenma.
Y, también, esa noche termine por quedarme hasta tarde ayudando a Kenma a limpiar su casa, la verdad es que eso no me importaba para nada, lo importante fue el regalo de cumpleaños que me dio él. Nos encontrábamos en la sala, yo limpiaba el piso y él devolvía los muebles a su lugar.
¿oye Kenma donde está mi regalo de cumpleaños? – termine por preguntarle más que nada con la intención de molestarlo, a mí me bastaba con la reunión que acaba de acontecer. Pero al parecer el si se lo tomo en serio, y bastante en serio, clavo su mirada en mí.
¿Qué quieres de regalo? – termino por preguntar, no pase por alto su tono monótono.
Nada demasiado complicado – dije sonriendo, me pareció excelente y bastante fuera de lo normal el hecho de que él me esté siguiendo el juego - ¿Qué te parece un beso? – termine por decir, sabía que estaba tentando mi suerte, pero nunca se sabe, tal vez si funcione.
Y entonces casi caigo de la impresión al ver como él caminaba hacia mí, se paraba de puntillas y terminaba por unir nuestros labios, es que no me lo creía. No desaprovecharía la oportunidad, para nada. De inmediato devolví el beso y lo profundicé.
Desde entonces que estoy en una relación con él, y creo que ese ha sido el mejor regalo de cumpleaños que pudo haberme dado. Sin lugar a dudas. Y es por esto que me sorprende mucho el hecho de que hasta ahora nadie me felicite ni nada por el estilo, incluso Kenma, después de todo, soy su novio, supongo que estas cosas por nada del mundo deben ser olvidadas por tu novio y mejor amigo de la infancia.
Pero ahí estaba de pie hablando con normalidad con todas las personas del equipo, la verdad es que soy buen actor y si no quiero que alguien se entere de lo que pienso entonces será así. Mentiría si dijese que no me altera para nada el hecho de que no lo mencionen ni por accidente, continuaba pensando en la sorpresiva fiesta del año pasado y me daba algo de calma mental. La cual, me abandonaba en apenas unos minutos para volver a la paranoia y desesperación.
El día se me estaba pasando de forma bastante larga, absolutamente nadie había mencionado nada sobre mi cumpleaños, ni siquiera mis compañeros de clase o algún profesor. Miraba a Kenma una y otra vez, lo analizaba de pies a cabeza, todo esto, buscando algún indicio de algo, a estas alturas cualquier cosa, pero nada. En ese minuto odie que Kenma fuese tan bueno para ocultar las cosas, al igual que yo.
Entonces decidí aceptarlo y superarlo, después de todo, solo era un cumpleaños, nada demasiado importante ni fuera de este mundo. Y junto con esto termine por decidir, también, el llegar a mi solitaria casa cuanto antes y embriagarme mientras veía la maratón de alguna serie antigua. El panorama perfecto, si claro.
se dio por terminado el entrenamiento de ese día, ordenamos el gimnasio, me cambie de ropa y analice por última vez a cada persona del equipo. Sí, no encontré absolutamente nada que los delatase. Suspire.
Kenma te espero afuera - termine por decir
Kuroo – me llamo de inmediato. yo me pare y gire a mirarlo – puedes volver solo, tengo que acompañar a mi madre a un lugar esta tarde
Bien – termine por decir – nos vemos
Y termine por despedirme de todos. Ahora sí que perdí toda esperanza, vamos, son mis dieciocho años y ni siquiera los pasare con mi novio, el cual, claramente se olvidó por completo. Se lo que piensan, Kenma no es el tipo de persona que se preocupe de este tipo de fechas, bueno, pareciese que él no se preocupase por nada, pero, déjenme aclarar, que soy yo el de la relación que no se preocupa mucho por las fechas, Kenma es el que siempre las recuerdas y termina por decírmelas a mí.
Otra razón por la cual este día me parece tan fuera de lo normal. Como sea, si llego a casa y resulta que no están dando ninguna maratón que me interese terminare por golpearme contra una pared el resto de la tarde mientras grito la canción del "cumpleaños feliz".
Mentira. En cuanto llegue encontré una maratón de House M.D. así que, decidí buscar algo para comer, subir el volumen del televisor y centrarme en los casos que me mostraban en los capítulos. Y me quede dormido, bueno, más que quedarse dormido fue como entrar en un coma, ya que, pasaron horas, incluso anocheció y yo dormía profundamente.
Pero entonces un sonido y vibración en mi pantalón me despertaron, la televisión seguía encendida y, si, aún estaban dando la preciada maratón, me enderece en el sillón y mire a mi alrededor, continuaba estando solo en casa, bostece y estire mis brazos, entonces decidí revisar mi celular, solo había llegado un mensaje, era de Kenma. "Kuroo, tengo una emergencia, te necesito" bien. Debo decir que anteriormente él me había mandado este tipo de mensajes que en realidad no eran tanto una emergencia, por lo general siempre resultaba ser algo sumamente urgente para él pero algo muy lejano a urgencia para mí.
Sin embargo, no paso por mi mente, ni por un segundo, dudar el ir en su ayuda. Subí rápidamente las escaleras y me mire al espejo, él puede ser mi amigo de la infancia y novio y todo eso, pero creo firmemente que nunca debo perder el encanto con él, por así decirlo, no me gusta que no me vea presentable ni nada de eso, pase el tiempo que pase a su lado.
Me cepillo los dientes, me lavo la cara, peino mi cabello, o hago el intento de hacerlo. Luego, bajo rápidamente las escaleras, apago la televisión y me dirijo hacia la casa continua, esta desde afuera se ve oscura, pareciese que de verdad no hay nadie adentro, bueno, no es primera vez que Kenma se pone a jugar durante la tarde y, a pesar de que ya no haya luz natural, él se niega a encender por lo menos una lámpara.
Sin más me acero a la puerta y la abro.
Kenma, te juro que si de nuevo la gran emergencia era el hecho de que se te ha perdido el cargador de alguna cosa no volveré a venir a ningún mensaje de emergencia que me envíes – dije mientras entraba a la casa ya tan conocida para mí, pero todo estaba oscuro, así que, guarde silencio y por un minuto de verdad me asuste, de verdad creí que era una emergencia - ¿kenma?
Sentí como la adrenalina comenzaba a fluir por mi cuerpo, el corazón casi salía de mi pecho y tense cada musculo de mi cuerpo, preparado para lo que sea. Y el hecho de que Kenma no me conteste solo hace que me den ganas de comenzar a gritar, lo cual, iba a hacer, pero entonces encendieron las luces.
