N/A: Esto es algo que vino a mi mente, y se me hizo super cute, imagínenlos a sus 10 años. Gracias a alucard, por darme la palabra adecuada.
Con gracia y elegancia, el joven de cabellos cual oro fundido se movía de un lado a otro, ocultándose con agilidad tras cada columna, detrás de él, como una fila india se movían dos pelinegros.
—Shhh... shhhh...¡Iglesia! —Llamó en voz baja el joven líder tratando de llamar la atención del minino no muy lejos de él, que maullaba suavemente recostado de uno de los cojínes dispuestos ordenadamente para las visitas.
—¡Oh, muévete estúpido gato! —gruñó Isabelle exasperada al ver como el perezoso animal hacía caso omiso al llamado de Jace.
El animal atendiendo el llamado se deslizó con su gracia mientras era acariciado por los niños.
—Iglesia, llévanos con la niñera —pidió, el gato maulló en respuesta, echándose a andar.
Los tres niños le siguieron por los amplios pasillos del instituto, traspasando la puerta creyéndose a salvo. Los tres se pusieron pálidos, al ver como la señora de negro cabello sostenido en un elegante moño les veía enojada.
—¿Quién dañó las plantas con una estela? —cuestionó con seriedad.
—¡Gato traidor! —chilló la niña hacia el animal.
—¡Te dije la niñera, no hacia mamá! —El niño de ojos azules replicó tembloroso.
Habían sido traicionados por su guía, y ahora recibirían su represalias.
