Bueno pues, mai me propuso un reto, lo rechace y me senti culpable asi que esta es la parte mas aceptable del two-shot que estaba haciendo para tu cumpleaños mai u_u lo siento, tampoco pude entregartelo..

advierto: no hay romance, porque como dije esta era la tercera parte... u_u

Disclaimer: todos los personajes que aparecen en este documento son propiedad de J.. Este fic NO tiene fin de lucro.

Un nargle en tus cabellos".
Era uno de esos días tristes y melancólicos donde lo más aconsejable era beber una taza de chocolate caliente e irse a la cama, quedarse leyendo un buen libro o simplemente acurrucarse en una butaca en la sala común a la que pertenezcas.

Pero Luna Lovegood, -una chica rara, excéntrica y que rompe con toda ley y norma estipulada por el creador de la realidad- no está ni bebiendo chocolate, ni leyendo un buen libro ni en su sala común. Camina con lentitud, arrastrando sus manos por la pared mientras hace ruiditos con la boca. Su rostro es inexpresivo, pero quien la conoce puede darse cuenta de que está muy preocupada por algo.

La muchacha suspira con resignación, nunca le había pasado aquello. Era algo raro y triste. su nargle preferido, Debbie se había marchado, no sabía cómo; pero lo importante es que lo había hecho, y ahora no estaba junto a ella. Salió en su busca ¿pero cómo no iba a hacerlo? –Debbie era su amiga, lo único que la unía a su padre y a su verdadero mundo.

Recorrió el castillo en su busca, hallando muchos de su especie, demasiados como ella; pero no eran iguales, nadie podía ser igual a su narggle.

-ja ja ja… mirad lo que está haciendo esta loca. –Dijo la voz de un chico al que ella conocía perfectamente. Porque cuando Draco Malfoy le dijo ese dia soleado en el tren –Nos volveremos a encontrar- era totalmente cierto. Él la había buscado, -como ella ahora buscaba a su narggle la había buscado- pero para fines distintos; Draco la humillaba cuando quería, la trataba mal… pero a la chica no le importaba, en realidad nunca le importó que se rieran de ella.

-Hola chicos. –Saludó la muchacha con algo de irritación a los tres muchachos. -¿Les parece si hablamos luego? Estoy buscando a mi narggle.

-¡oh!. ¡Somos unos seres despreciables, chicos!. –Replicó el muchacho con un tono burlón y sarcástico. –Los narggles no existen, Lunática.

Ella prefirió no contestar nada. Sabía que Malfoy no creía en eso –de hecho, al parecer nadie lo hacía- así que era mejor no perder el tiempo tratando de abrirle el entendimiento a los de mente cerrada. Siguió mirando al chico, aún sentía aquellos vichitos revoloteando por su cabeza y estómago cuando sus ojos grises se fijaban en los de ella. Además, Draco permaneció en silencio contemplándola, pero sin cambiar su jesto de asco.

Y fue allí, al Luna fijar sus plateados ojos en el pelo del rubio dragon, que la vio, a ella, a Debbie.

-Tienes mi narggle en tu cabello. –Dijo ella con una nota de emoción que apenas pudo disimular.

-¿Qué dices, Lunática?. –El muchacho no estaba sorprendido, pero si algo exasperado ante la conducta de la ravenclaw, siempre tan excéntrica.

-mi narggle… -la niña estiró su mano y le tomó un mechón de cabello. Debbie estaba allí, muy bien aferrada… pero además, ella pudo sentir una corriente agradable en sus dedos cuando el pelo de Draco hizo contacto con ellos.

-¡pero qué haces!. –Con un manotazo enérgico Draco hizo que la niña le sacara la mano del pelo. -¡no vuelvas a tocarme!.

La muchacha se encogió de hombros mientras el slytherin se perdía de vista.

-Eres hermoso, Malfoy...-

La niña caminaba alegremente por el pasillo. al menos la desaparicion de su nargle tuvo unos aspectos bastantes favorables, y casi sin darse cuenta, le estaba rogando que se perdiera otra vez.

fin.

ven