Disclaimer: Los personajes, no son míos, le pertenece a Stephanie Meyer, aunque quiera que The Cullen's boys fueran para mi xP. Lo que sí me pertenece es la trama de esta pequeña historia...
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"One shot".
Un día con mi ginecólogo...
(Rated M + 18)
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Isabella Swan, o como prefería que la llamaran Bella, (pues cuando le decían su nombre, era como si la estuviesen acusando de algo). Ese día como uno cualquiera, después de la hora de almuerzo se tendría que dirigir a la consulta médica de control con su ginecólogo, no se cambiaría su rutina diaria pues se iria nuevamente a su lugar de trabajo, como editora de un periódico muy famoso de New York, se encontraría con uno de los mejores ginecólogos del país como había sabido después de contactarlo.
Era la primera vez que se encontraría con él, ya que su antiguo médico se fue del estado, por una transferencia y él mismo médico le recomendo a este nuevo ginecólogo. No estaba muy feliz por la ida de su médico, pero ya que se le iba hacer, tenía que acostumbrar, no tenía de otra.
Ese día para Bella no había sido muy ajetreado, como era comúnmente, sin embargo el trabajo la estaba agobiando, necesitaba salirse de la rutina aunque fuera una vez esta semana, pero no sabía como hacerlo, pero ya le pediría a su amiga Alice que la ayudara, sólo en lo que podía pensar ahora en hacer su trabajo y después ir almorzar ya que luego de su consulta con nuevo médico le sería imposible tener algún momento libre.
Al terminar su trabajo en la oficina de editora se pudo tomar un receso a la hora de almuerzo, fue a un restaurant de comida rápida ya que no le gustaría estropear su minutos libres en un restaurant donde la comida se demora un poco más de 10 minutos en traerla. Apesar de todo estaba muy bien en el tiempo por lo que no se apuró en comer rápido, más bien se tomó las cosas en calma, pues el consejo de su amiga Alice era "si te estresas te saldrán arrugas antes de tiempo, y no queremos que pase eso con tu hermoso rostro, además que te saldrá un úlcera en tu estomagó que será muy difícil de curar" y tantas otras barbarides que solo Alice podía decir.
Alice la amiga de Bella ha sido su amiga desde la infancia y siempre se ha preocupado por el bienestar de su amiga, puesto que juntas se cuidan una a la otra, era una amistad envidiable, pero con la llegada de su novio y amiga Jasper y Rosalie Hale ha sido imposible que no se viera involucrada con sus nuevos amigos, ellos también han sido parte fundamental en la vida de Bella, ya que no estaban tan solas, sin embargo Alice tenia su novio, igualmente que Rosalie tenia a su novio Emmett Cullen, pero Bella se sentía sola en un mundo de parejas. Ella la única del grupo no tenía un novio, desde que la dejó su antiguo novio Jacob Black, no ha pensado en tener a nadie más, porque decia que el amor débilita, te hace vulnerable y engaña como en el caso de Bella, por lo mismo cerró su corazón para nunca sentir ese sentimiento, y se dedicó al 100% de su trabajo y nada más.
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Por otro lado estaba él ginecólogo de Bella Swan, un médico muy tranquilo y dedicado a su carrera, su título era Ginecólogo Obstetra, muchas de las mujer embarazadas lo solicitaban, tenía muy copada su agenda atendiendo pacientes (mujeres) todo el día, pero a él le apasionaba su trabajo, por lo mismo no tenía una novia que la esperaba en su departamento puesto que no tenía el tiempo suficiente para dedicarle tiempo a tener citas o algo por el estilo.
Edward Cullen un joven ginecólogo de 28 años era un prometedor médico, con sus corta edad era una de los mejores en su especialidad, todo lo que podía tener un hombre, un buen trabajo al cual amaba, buena situación económica, un hermoso departamento, una buena familia, pero lo más importante el "AMOR" no esta presente en su vida algún día tendría a la mujer de sus sueños, pero pasaban los años y no aparecia, solo esperaba que la encontrará pronto ya que los años no pasan en vano, no cuando te acercas peligrosamente a los 30, sin embargó ese tema lo tenía sanjado, si pasaba el amor de su vida no lo dejaría pasar asi como así, que lucharía o lo que fuera necesario.
Ese día como todos los otros, tenía que estar muy temprano en su consulta por las pacientes que tenía que atender, durante la mañana tuvó que revisar a muchas mujeres embarazadas, pero no le importaba mucho, ese era su trabajo traer niños al mundo aunque en estos momentos a él le gustaría traer a su propio hijo, pero para eso tenía que tener novia o estar casado para así tener una familia constituída.
Ese día a la hora de almuerzo, cuando por fin tuvo un momento para descansar de su agotada mañana se fue a la cafetería del hospital para comer algo, y lo mejor de todo es que ese día tenia dos pacientes más en la tarde y estaría libre para descansar de lo quedará de día, era lo mejor de todo, ya que no tendría que asistir ningún parto.
Al llegar a la hora de su última consulta la esperaba una hermosa mujer de 27 años, pelo marrón, ojos color chocolate, y una hermosa piel pálida, pero cuando vió a su médico Bella se sonrrojo, por él hermoso hombre que veía, su cabello bronce, ojos muy profundos de color verde, y una piel muy blanca, se quedó embobada cuando él le regaló una tierna sonrisa que hacia saltar su corazón de regocijó, Bella solo se digno a saludar a su nuevo médico, con un saludo muy formal, nunca en su vida había estado tan encantada de cambiar a su ginecólogo como lo hacia en estos momentos, algún día le agradecería a su antiguo médico el cambio, ahora solo se dedicaría de mirar al adonis que tenia en frente.
Las miradas de complicidad que se daban Bella & Edward era tan fogosas que calentarón la consulta de él DR. Cullen.
Como siempre él doctor hizo las preguntas de rigor, su estatura, peso, último periódo menstrual, si alguna vez había estado embarazada, y si usaba algún tiempo de anticonceptivo, lo común. Bella estaba un poco cohibida, pero a medida que pasaba el tiempo ya estaba tomando confianza, hasta que le pidió que se desvistiera y se pusiera la bata para hacerle el chequeo de costumbre.
Por primera vez en la vida Bella estaba tan nerviosa que su médico la viera tan ligera de ropa, pero un calor que le empezó a brotar en esos instante hizó oídos sordos a lo que le decia su consciencia, y se fue a poner su bata, no se demoró mucho en cambiarse, eso quería decir que no quería perder el tiempo con su médico, era tan guapo que dejarlo de mirar era un pecado como ella pensaba, pero no le importaba lo que pensaba o lo que no dejaba de pensar quería perderse en eso ojos color verde y ver el fuego que en ello habían, ya que el sentia lo mismo que Bella.
Él mismo fuego le comenza a tomar su cuerpo a Edward y nunca en su vida había sentido tan apretados sus pantalones como en esos momentos, por lo mismo quería terminar pronto con su paciente # 15780, Isabella Marie Swan de 27 años de edad, es así como se refería a sus pacientes, pero en este caso como ella misma lo había corregido, la trataba con Bella Swan, su paciente más hot que ha tenido.
Bella se sentó en la camilla mientras que él médico le inspeccionaba los senos, una sensación de electricidad recorrió el cuerpo de Bella, mientras que a Edward le ocurria lo mismo, nunca en su carrera le había pasado algo semejante con alguna de sus pacientes pero con Bella era muy diferente a las otras y no pasaba desapercibido, cada vez más sus pantalones se hacian apretados, pero tenia que contenerse no se podía perder su autocontrol en estos momentos en su consulta y alguien que recién conocia.
A Bella le pasaba algo semejante, tan bien con la inspección que le hacia a sus senos era indescriptible, pero no podía pensar en nada más que en su médico que la tocaba y era tocar el cielo, las sensaciones que emanaba eran placenteras queria más... más y más pero su inconsiente le decia que tenía que parar con esos pensamientos, pero ella se negaba en rechasarlos.
Edward le pidió que se pusiera en el sillón de exploración donde pusos sus muslos en las barras laterales que tenía, en esta posición Edward la podía revisar más adecuadamente, era un poco incomodaba ya que las barras estaban frías pero Bella ya no sentía nada frío, al abrir sus piernas perdió toda sensibilidad y paso a dar pasó el calor inminente que sentían los dos en esos momentos, Edward ya no era el ginecólogo reconocido, si no que era un hombre más, que caía en la tentación con una mujer que de paso era muy hermosa, y Bella ya no era más una paciente que se venia a hacer un chequeo de rutina, si no en Bella que le importaba el presente y nada más.
Edward introdujó el espéculo para ver su vagina y el cuello del útero, y Bella mientras se mordía su labio inferior para reprimir un gémido, en cambió Edward estaba tan concentrado viendo el rostro de Bella cuando le introdujo el espéculo y un gruñido casi se le salió, pero se quedó en la garganta. Cambió de parecer cuando vió el rostro de satisfacción de Bella quen cambió quitó el espéculo y lo reemplazó sus dedos, la inminente atracción de los dos, se estaba haciendo latente con cada rozé que se daban y corrientes eléctricas recorrian sus cuerpos eran tan explosivas y no podían calmarlas, solo existia una posiblidad de reprimir lo tan anhelado que sentían en esos momento.
Al introducir sus dedos Edward, sintió el placer que estaba tan escondido por mucho tiempo, sin embargo el querer sentir gemir a Bella por una caricia suya que le daba, ya no le importaba donde se encontraba y por que lo hacía, solo pensar que Bella podía gemir de esa manera era música para sus oidos, introdujo un tercer dedo, y Bella ya no podía más que cerrar los ojos de pura satisfación, entraba y salía de ella, pero cuando sintió algo húmedo moverse dentro de ella se tuvó que agarrar del sillón para no caerse de placer.
Edward disfrutaba tanto con Bella ese momento frotando su clítoris con sus dedos y saboreando su centro ya que estaba más que húmedo y ver como se movía en el sillón de placer era más que un pagó por sus acciones. A Bella le faltaba poco para que le llegará su momento, pero no quería que parará, por lo mismo los movimentos de sus lengua y sus dedos era de los más sincronisados, como si fueran uno sólo, Bella no podía creer lo que le sucedia a su cuerpo en esos instantes y un calor en su vientre la lleno por completo, en cambio Edward bebió todos los fluidos que se descargaron desde el interior de Bella, para él era el mejor néctar que había bebido en su vida, lamió todo el centro y lo saboreo todo, no quería perder nada de su sabor.
Él subió hasta los ojos de Bella y la miró con profunda admiración mientras ella trataba de normalizar su respiración que estaba muy agitada después de tanta acción, pero el deseo que emanaban los dos era más grande la tomó por la cintura y la trajó a su pecho, levantó la barbilla de ella y la comenzó a besar con pasión como que si su vida dependiera de ello, sus movimentos eran como si de siempre se conocieran, sin embargo los dos necesitaban de más... el fuego se hacia presente nuevamente Bella tomó por el cuello a Edward y él la acercó más a su cuerpo, las manos de ella se fueron a los cabellos bronces, su textura era muy suave, sedoso, y con muy buen olor, ese olor a Bella la llevaba a perder la razón, no quería saber ni su nombre estando con Edward, queria más ... más y más.
El fuego se prendió tan rápido que no se dieron tiempo para nada, el beso esta elevandose de intencidad abriendo paso a una danza de sus lenguas y se disputaban quién era el ganador, pero no impotaba quién vencia y quién no, solo importaba que siguieran y nada más.
Se tuvieron que separar por falta de aire, pero Edward de inmediato se fue al cuello de ella, dejando suaves y húmedos besos por todo su hombro y cuello, mientras ella masajeaba el cuero cabelludo de él. Bajó sus manos hasta el pecho de Edward, abriendo la bata blanca de médico, él encantado de aportar en suprimir la necesidad, se la sacó muy rápido su bata, ella le desabrocho los botones de su camisa, mostrando su duros y espectacular pectoral, ella no sabía que decir pero en esos momentos ningunos de los dos pensaba racionalmente, bajó sus manos hasta el cinturon del pantalón de él, mientras que Edward le sacaba la bata y dejaba ver todo su curvileneo cuerpo y lo encantadora que se veía con sus mejillas sonrojadas producto de la exitación.
Adoraba el sonrrojo de las mejillas de Bella, lo provocaba cada vez más esas reacciones y las disfrutaba.
Desabrochó su pantalón ya que no podía perder más tiempo, estaban tan exitados que en cualquier momento caerían presa de su exitación, con desesperación se despojo de sus pantalones Edward, mientras que Bella contemplaba el tamaño del miembro que era mucho más grande de lo que podía imaginar y estaba tan erecto que era un daño tan malo para Edward del cual no podía liberar su acción, estaba tan concentrada mirandolo que no se dió cuenta cuando Edward la llevó a su escritorio para cogerla ahi mismo, puesto que el sillón de exploración era un poco incomodo como para consumar el cometido.
Las cosas del escritorio salieron por todos lados no le impotaba si alguien escuchaba, ya no les importaba su alrededor solo el presente, y nada más.
Lentamente abrió las pierna de Bella y ella se asujetaba de los hombros de él, muy cauteloso se introdujo en su centro con un movimiento muy profundo entró en ella, la satisfacción los embargó instantaneamente, mientras él comenzaba a moverse en ella, Bella enredo sus pierna en las caderas de él para sentirlo lo más adentro posible de ella, los dos se movían a un mismo ritmo, como si fueran los más profecionales en la materia, o como si estaban hecho para encajar tan bien como en estos momentos.
Los movimientos se hicieron más rápidos y las estocadas de el eran cada vez más profundas y completas en cualquier momento les llegaría el tan anhelado órgasmo, las caricias que cada uno se daban, era para prender más el fuego que los consumian, el deseo carnal era lo más presiado en esos instantes, los movimientos de los dos eran acompasados y desesperados, en cualquier momento se les vendría su hora, pero lo maravillosamente fue que los dos al mismo tiempo llegaron al climax, y lo disfrutaron como nunca en sus vidas habían disfrutada de la vida, era la experiencia más exquisita del mundo, y la satisfacción de hacer gemir los nombres de cada uno, es sentir que son cantos de dioses.
Tardaron unos minutos para calmar sus respiraciones y ver lo que realmente habían hecho en la cosulta de ginecólogia.
Bella se fue a vestir mientras que Edward hacia lo propio también, se sentó en la silla delante del escritorio, él comenzaba a levantar las cosas tiradas del suelo, y cuando ella llegó esta todo ordenado como si no hubiese pasado nada, pero si había pasado el olor a sexo se sentía por todos lados.
-¿En que estabamos? - preguntó el médico después de unos minutos en silencio.
-En las pastillas anticonceptivas que me iba a recetar Dr. Cullen. - respondió la tímida Bella.
-Si ya me acordaba. - dijo él a rato después.
Mientras él hacia el papel de la receta, muy profecional como simpre, pero las miradas no se pasaba desapercibida.
-Está todo en orden, no tiene infección, sus senos no presentan nada fuera de lo común, por lo mismo Srta. Swan, aquí tiene la receta de sus pastilla, y de paso tomé esta "pildora del día después" por si acasó, - le menciono el DR. Cullen.- Ya que si se dió cuenta no usamos ninguna protección, acuerdese una al llegar a su casa y la otra a las 12 Hrs, ¿estamos?.
-Estamos Dr. Culle.
-¿Entonces para cuando es nuestra siguiente cita?... - dijo el médico Edward Cullen - ...Ah ya lo recuerdo, el sábado a las 8 de la noche en el restaurant Pierre.
-Si. - respondió la chica con una voz sensual.
-Te pasó a recoger a tu departamento el sábado entonces, ya tengo tu dirección y tu número. - dijo mientras le mostraba la ficha de su paciente.
-Nos vemos entonces Dr. Cullen. Ah por cierto ha sido la mejor atención que he tenido de un médico. - le dijo la "tímida" bella, y guiñandole un ojo antes de despedirse.
-Y has sido mi mejor paciente, en todos mis años de servicio.- repondió el Dr, con un suave tono ronco en su voz...
En eso salió la nueva Bella de la consulta del Dr. Cullen. Con una sonrisas que hace años no tenía, y por otra parte él Dr. Culle, se convirtió en el Edward que algunas vez fue "el sexy Edward"....
Las cosas nunca pudieron salir mejor para los dos, Bella quería salir de la rutina esta semana, y Edward quería una cita con una hermosa dama, para saber si pudiera ser la madre de sus hijos, y la mujer de su vida... Mataron dos pájaros de un tiro...
Hello...
Y les gustó la historia?... se me ocurrió en eso momento de inspiración XP....
Espero que les alla gustado mi idea loca de un Ginecólogo con Edward, mmmm so sweet... ya gente linda espero que me deje sus maravillosos RR, para saber que les pareció mi historia...
Sin más me despidó... dejen sus comentarios será muy bien recibidos por mi personas...
Se cuidan y Slds
Kises & bite...
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~Amelie 666~
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