Hace tiempo tuve un problema con cierto plagiador, que se atrevió el muy inútil a robar mi identidad y a publicar mi historia (y vaya que me engorilé en serio). Gracias a Carlos pude tirar todo lo que este sujeto estaba haciendo, eso y además darle una "advertencia". Pues bien, pasó mucho tiempo, y estuve pensándolo... siento que fue algo de lo más horrible el haber cortado así de golpe la historia y haber dejado a los poquitos lectores a los que les gustó mi trabajo con el proyecto a la mitad. Por eso quiero volver a publicarla, esta vez está ya arreglada (no le cambié mucho, pero bueno...) y actualizarla. (Lo más rápido que pueda)

El punto es que traigo de nuevo invencible, los primeros capítulos van a ser casi iguales, con algunas pequeñas modificaciones para encausar la trama. Las advertencias son las mismas que antes.

1.-Este es mi primer proyecto en el fandom de naruto (y en sí en el mundo del fanfiction.) Sean firmes conmigo... pero no muy duros TT

2.- Sasori no está muerto en mi fic. Madara saldrá sólo sobre mi cadaver ¬¬. Estos hombres (y mujer) ya tienen suficientes problemas como para tener al loco de Úchiha enredándolos más.

3.- No suelo seguir el canon de la trama del manga, qué se puede decir... sinceramente la historia de Naruto se fué por el desagüe desde el 334

4.- El lemon va a ir por el capítulo... hm... siete, probablemente

5.- No soy buena con la comedia ^^

6.- Los nuevos capítulos saldrán alrededor del miércoles. Por favor suscríbanse para tenerlos al pendiente.

En fin, son todas las aclaraciones (uf, demasiadas...), así que sin más preámbulo colgaré los capítulos que ya iban publicados antes. Les encargo los reviews...

Aclaro que Pein/Konnan no va a ser la única pareja, va a haber KisaItaKisa, SasoDeiSaso y KakuHidaKaku (sí, se van a rolar los papeles) Aunque esta historia arranca con Pein/Konnan aderezado con un poquito de KisaItaKisa.

Disclaimer: Naruto Shippuden y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia está hecha sin posibilidad alguna de lucro (al contrario, le hago más propaganda a la serie) así que no molesten con el copyright.

CAPÍTULO 1:

El Código de Pein

La única mujer del Akatsuki despertó con un pequeño malestar en el estómago ese día, presintiendo que algo malo iba a pasar. Manteniendo la calma, se duchó, vistió y alistó en unos minutos, saliendo de su habitación en el momento en el que Pein cotidianamente bajaba de las escaleras para encontrarse con ella.

Se le hizo mala señal que el mencionado no apareciera, pero no quería incomodarlo yendo a ver qué sucedía, sabía que a él no le gustaba que nadie entrara a su habitación sin una muy buena razón. Pasando del asunto y regañándose mentalmente por ponerse así por un retraso, se encaminó a la cocina, donde ya algún Akatsuki se afanaba con el desayuno. Tomó un sencillo cereal y se sentó a la mesa saludando con un suave "buenos días" a las dos personas allí presentes.

-Buenos días, Konnan-san –devolvió el tipo azul atacando un cuenco rebosante de carne. Hoshigaki Kisame tenía un aire intimidante con su par de diminutos ojos plateados, branquias en las mejillas y varias hileras de colmillos imponentes, sumándole a que consumía carne casi cruda a todas las comidas. A pesar de todo, era uno de los compañeros más amables y corteses que tenía, lo que no hablaba precisamente bien de la organización.

Por otro lado, una seca cabezada de Uchiha Itachi le indicó que había sido escuchada por él, este apuesto joven de cabello negro y grandes ojeras era todo lo contrario a Kisame: frío, silencioso y en sí muy reticente al contacto humano. No sabía mucho de él, de hecho casi no convivía propiamente con nadie salvo Pein y tal vez Deidara.

Konnan almorzó deprisa, consternada por la desaparición del siempre puntualísimo Líder, y se puso de pie con una fingida calma. No quería imponerle su presencia, pero ya iban unos días en que lo sentía distante y hasta un poco huraño con ella. Había memorizado cada estado de ánimo de él… cuando estaba feliz, triste, enojado u ofendido, todo. Con una simple mirada le bastaba para entender lo que le sucedía y actuar en consecuencia, y esto se aplicaba también a la inversa. Pero por primera vez, se sentía perdida con su actitud.

Decidida a saber qué le pasaba, preparó unas tortillas y un vaso de jugo de naranja, poniendo manzanas (la fruta favorita de Pein) en una bandeja. Subió de nuevo asegurándose de sentir alguna presencia antes de tocar a la habitación de su compañero.

¿Su compañero?

No, era más propio decir su mejor amigo, su complemento. Desde la infancia se habían apoyado mutuamente, sintiendo las inclemencias de la guerra y el dolor de perderlo todo, y hasta la fecha, entre ellos se brindaban la amistad necesaria para seguir siendo humanos a pesar de los asuntos en los que se inmiscuía esa organización criminal llamada Akatsuki, a la que ella se sentía tan ajena. La única razón de estar allí era el ser la mano derecha de Pein y cuidarlo…

… y sentirse cuidada y protegida por él.

-¿Qué sucede? –una estoica voz flotó entre las rendijas de la puerta –Ah, Konnan, adelante

Sin esperar un segundo llamado, ella giró la manilla y empujó con la cadera la puerta para cuidar que no se derramara nada de lo que llevaba.

-Te traigo el almuerzo, Nagato. Como vi que no bajabas, iba a… -se cortó al ver los brillantes ojos de Pein a pocos decímetros de ella. Éste se acercó con más cuidado y recibió la bandeja dejándola en una mesita, para luego mirarla nuevamente a los ojos. Supo que algo le preocupaba muchísimo, por lo que se armó de paciencia y suprimió con firmeza la calidez que la embargó por la simple cercanía de él. -¿Qué sucedió?

- Es más bien relacionado… bueno, ya sabes que eres como mi hermana, pero… -Nagato ¿TARTAMUDEANDO? Ay, definitivamente algo no andaba nada bien –no, nada, lo lamento. ¿Puedes bajar por favor? Necesito que atiendas al representante del sector nueve…

-Ah –susurró extrañada –entendido.

Salió como había entrado, con el plus de un vacío en el estómago por dos razones: Nagato le estaba ocultando algo muy importante, y… la consideraba su hermana.

¡Su hermana! No sabía por qué se sentía tan ridículamente contrariada por esa palabra. Creía que su relación con Nagato estaba muy clara…

Podía considerarse una exageración reaccionar así, pero algo que no le gustaba iba a pasar, su instinto se lo decía. Y desgraciadamente, su instinto ninja nunca le fallaba.


No hay mucho cambio por aquí... pero no se desesperen, aguantenme una semana XD

Siguiente capítulo: Lejanos murmullos.