Cuando todo comenzó
Lucy se encontraba tumbada en su cama, mirando lo que parecía ser un album de fotos. En aquellas fotos aparecían sus primas, sus primos, sus tíos, sus tías y en general toda su familia, aparte de algumos amigos que consideraban de la familia. A parte de todas estas personas, una de las personas que más aparecían en ese albúm era él. Lucy observaba cada foto en la que aparecía con el chico, con su chico. Nunca se cansaría de observarlo, este como este. Su pelo rubio y sus ojos claros, demasiado expresivos cuando ella estaba alrededor, la hacían pensar que era especial para ella. Cuando lo conoció, le pareció la persona más agradable y amable de todo el planeta y, después de muchos años conociéndolo, todavía lo pensaba a pesar de la opinión que muchos otros tenían en contra de él.
Observando una foto en la que aparecían los dos de pequeños le hizo recordar el día en el que lo conocio. La verdad es que lo recordaba como si hubiera pasado el día anterior.
Era una bonita tarde de primaver, cuando una Lucy de tan solo 5 años fue arrastrada por su padre al ministerio, porque no tenía con quien dejarla.
-Papi, me quiero ir a casa- decía la pequeña, cuando entraban al ministerio.
-Solo tengo que hacer unas cuantas cosas Lucy, pronto volveremos a casa- explicaba el mayor, mientras caminaba apresuradamente.
Mientras caminaban, Lucy se dedicó a mirar a su alrededor y se sorprendió muchísimo de lo que veía. Más de una vez su padre le tuvo que llamar la atención para que no se quedase atrás, por estar mirando a todos lados y pararse.
-¿Por qué no podía quedarme en casa?- preguntó la niña..
-Cariño, todavía eres muy pequeña para quedarte sola en casa-contestó su padre sin prestarle mucha atención.
Al llegar al sector donde su padre trabajaba el mayor se detuvo.
-Muy bien, Lucy, ahora te tienes que quedar aquí hasta que yo vuelva ¿Vale?
-Vale- dijo la chica, sentándose en el suelo.
Percy, comenzó a caminar hacía la puerta de entrado, cuando se volvió a girar.
-No te muevas de aquí ¿Si?- decía, serio, pero al ver la cara de tristeza que tenía su hija, sonrió- Después iremos a comer una helado.
Al escuchar eso Lucy saltó de alegría mientras veía a su padre alejarse. Después de unos treinta minutos esperando, algo que a Lucy le parecio eterno, se levantó atraída por las luces provenientes de algun lugar que se propuso encontrar. La niña estubo unos cinco minutos caminando cuando se aburrió de perseguir la luz y volver donde su padre, pero al darse la vuelta ni siquiera supo que camino tomar. Empezó a caminar por una dirección no uy segura de sí misma y con unas ganas de llorar increíbles. No pasó ni cinco minutos cuando la Lucy se detuvo para empezar a llorar.
-¿Qué te pasa?-Escuchó de repente.
La pelirroja levantó la mirada, para encontrarse con un niño de su misma edad.
-¿Te pasa algo?-preguntó nuevamente en chico.
Lucy intentó tranquilizarse, casi en vano, cuando el chico tomó su mano con una mano y poso la otra en su hombro, tranquilizandola.
-Eh, no pasa nada- decía el niño- Yo te voy a ayudar.
Lucy le miró, ya más calmada, intentando sonreirle.
-Yo...yo me he... me he perdido.- dijo, por fin.
-No pasa nada-contestó el chico, sonriéndole, para darle seguridad- ¿Dime lo que buscas? Yo te llevaré.
-Creo que mi padre es ministro- dijo la niña, todavía no muy segura.
-¿Ministro?-decía el rubio-Vamos yo te llevaré donde se encuentra tu padre.
El rubio empezó a caminar en direcció hacía el edificio del padre de Lucy, cuando se giró hacía ella.
-Por cierto, me llamo Lorcan ¿Y tu?
-Yo, yo me llamo Lucy, Lucy Weasley- contestó la niña.
-¿Weasley?-repitió el chico- ¿No serás familia de Lily Potter?
-Es mi prima- respondió Lucy- ¿La conoces?
-Claro, casi desde que nací- dijo, feliz- Lo que no entiendo es como es que no te había visto antes en la madriguera.
-Bueno, la verdad es que hasta este año hemos estado viviendo en Escocia- dijo la niña.
-Aaaa, eso esta lejos de aquí- comentó Lorcan.-Bueno,y ¿Que haces aquí? El ministerio es un lugar muy grande, y si yo no te hubiera visto puede que te hubieras perdido para siempre.
-Mi padre me ha obligado a venir, porque mi hermana y mi madre no estaban en casa y no podía quedarme sola en casa- contestó la pelirroja bajando la cabeza.- Y ¿Tu que haces aquí? Parece que te conoces esto muy bien.
-La verdad es que vengo aquí bastante, porque mi padre trabaja en el departamento de control de criaturas mágicas y me gusta acompañarlo- respondió el chico sin perderla sonrisa.
-Pero,¿no te aburres esperándolo?- quiso saber Lucy.
-La verdad es que mientras el trabaja yo me dedico a descubrir cada rincón del ministerio, así que no me aburro tanto, es como una aventura.- contestó el chico mientras dejaba de caminar- Y bueno, ya estamos aquí.
Lucy levantó la mirada y justo vio como su padre salia, así que antes de salir corriendo dijo.
-Gracias
-No, pasa nada- dijo el chico, mientras la veía correr hacía su padre y después susurró para él- Ya nos veremos.
Después de aquello, Lucy descubrió que Lorcan, no era un chico al que a sus primos les cayera especialmente bien, pero eso no impidió que se convirtiera en su mejor amigo ni que lo defendiera cuando hiciera falta, aunque el chico nunca apoyaba a la causa.
Ahora, después de diez años de haberlo conocido y después de tres años saliendo con él, Lucy todavía creía que Lorcan era un chico especial. Al ver la hora que era la chica se levantó su cama y bajo las escaleras dirigiéndose hacía la puerta.
-¿Adonde vas, cariño?- preguntó su madre, mientras salía de la cocina.
-He quedado con Lily y Hugo, para ir al cine- contestó la joven abriéndo la puerta.
-Pues, que te diviertas- dijo su madre.
Lucy se sintió culpable por la mentira que acababa de decir pero si le decía que saldría con Lorcan, jamás la hubiera dejado salir.
A pesar de que Lucy llevase tres años saliendo con Lorcan, todavía no había encontrado el momento de decirselo a su padre, o mejor dicho no tenía el valor para decirles que Lorcan era su novio.
Lorcan era una persona bastante agradable, simpático,amable, atento y divertido cuando estaba con Lucy, pero cuando estaba con otras personas era de todo menos amable. El chico podía llegar a ser despiadado, frío, competitivo, orgulloso, impulsivo, arrogante, ambicioso, misterioso y sobre todo muy borde e insensible, no por nada el chico estaba en slytherin. Por todo eso casi nadie de su familia soportaba al chico y, la verdad es que a Lucy se le hacía cada vez más dificil defender al chico, ya que siempre tenían la razón, pero lo quería mucho y no pensaba dejarlo solo.
-¿En que estas pensando Lucy?- dijo una voz destrás de ella, mientra caminaba.
La chica se giró para mirar aquella persona que tan bien conocía.
-Estaba pensando que no me gusta nada mentirle a mi madre sobre donde estoy- contestó intentando sonreirle.
-Ya sabes que podrías decirle la verdad, nadie te obliga a mentir- comentó Lorcan, acercándose con una sonrisa.
-Si, pero si le digo la verdad seguro que se enfada y me prohibe hasta verte- dijo Lucy, a la defensiva.
-Entonces no te quejes tanto, guapa- respondió el rubio, llegando a su altura- Y ahora dime ¿Donde cree tu madre que estas?
-Ella cree que estoy en el cine con Hugo y Lily- contestó la chica.
-¿Hugo y Lily?-repitió Lorcan- Esta segura de que...
-Si, Lorcan, lo tengo todo controlado no te preocupes- decía Lucy, mientras sonreía- Me costó convencerlos, pero al final me prometieron que si mi madre les llamaba dirían que estoy con ellos.
Lucy recordó como les estuvo suplicando la tarde anterior para que la ayudasen. Realmente odiaba pedirles ayuda sobre sus citas cuando sabía perfectamente que ninguno de los dos quería saber nada de su novio. La verdad era que cuando estaba con ellos nunca hablaban de Lorcan, y si alguna vez lo hacían siempre acababan discutiendo. Lucy entendía perfectamente porque no querían tener nada que ver con él ya que en Hogwarts cuando Lorcan se encontraba con Hugo o Lily por los pasillos simepre acababan con las varitas apuntandose entre ellos.
-Que bien que tus primos sirvan por lo menos para algo útil ¿No?-comentó Lorcan, llamando la atención de la chica
-Lorcan, por favor, no empieces- dijo Lucy, un poco cansada de la conversación que estaban teniendo- Por cierto, no me has dicho como has venido.
-He venido en escoba- contestó el chico.
-Pero, y si te...
-Tranquila, la he dejado a las afueras-la tranquilizó Lorcan.
-Pero entonces habrás tenido que caminar mucho- se preocupó Lucy.
-No te preocupes, si no tubiera escoba habría venido andando, solo por verte a tí- dijo el chico, mirando a lo ojos azules de la chica, para seguídamente apartar la mirada y sonreir- Y ¿A donde vamos?
-Te quiero llevar al cine- contestó la chica feliz.
-Mira Lucy, se que antes has mencionado el mismo sitio- explicaba el chico, un poco nervioso- Pero, sinceramente te digo que no tengo ni idea de lo que es.
-Ya se que no lo sabes, por eso te voy ha llevar allí- dijo la pelirroja, conriente- Quería haberlo hecho antes, pero ya sabes.
-Por mi, podríamos hacerlo otro día, yo prefiero pasar el tiempo contigo.
-Vamos Lorcan- se quejó Lucy, poniéndo cara de perro abandonado- Te encantara, además pronto empezará el curso y no tendremos tiempo.
-Esta bien- aceptó Lorcan- Pero si no me gusta, nos vamos.
-Tranquilo, yo estoy segura de que te encantara- contestó Lucy mientras le cogía de la mano y empezaba a caminar
Al llegar al cine, Lorcan se sorprendió por la cantidad de gente que se encontraba en el lugar.
-Parece que hay mucha gente, no crees que será un poco agobiante- comentó Lorcan, mirando a su alrdededor.
-Estos lugares siempre están abarrotados- comentó Lucy, apenas sin hacerle mucho caso al chico.
-No se Lucy, no me gusta mucho el sitio- dijo Lorcan, no muy convencido de lo querían después.
Lucy se giró hacía el chico, y lo notó bastante nervioso.
-Lorcan, ni siquiera hemos entrando- le dijo, pero al ver que el chico todavía no estaba muy convencindo, suspiró- Lorcan, ¿Confías en mi verdad?
-Claro que confío en ti- contestó rapidamente el chico.
-Pues, entonces tranquilizate- decía la chica mientras se giraba nuevamente, para pedir los billetes.
Los dos jóvenes entraron al lugar, y al darse cuenta que era un sitio bastante oscuro, Lorcan se tensó.
-Solo vamos a ver una película Lorcan, no hace falta que lo exageres todo- comentó Lucy, notando como Lorcan se ponía alerta por si algo pasaba y lo miraba todo con total exageración- Estas llamando demasiado la atención.
-Puede que tengas razón, pero nunca se sabe lo que puede pasar- contestó Lorcan, mirándo constantemente a su alrededor.
-Yo te aseguró que no pasará nada- dijo Lucy, mientras le miraba, sonrinte- Aunque la verdad es que resulta gracioso verte.
-¿A si?- preguntó Lorcan, mintras se giraba un poco ofendido- Para ti tiene que ser normal estar en sitios como estos, pero yo no soy un experto de estos lugares, que digamos.
-Tienes razón, lo siento- se disculpó la chica- Pero, yo ya te he dicho que no pasará nada y que estes tranquilo.
-Solo te puedo decir que lo intentaré.
Los dos llegaron a la sala que les correspondía y se sentarón esperaron a que la pelicula comenzara. Lorcan se sobresaltó un poco cuando aparecieron los primeros anuncios algo que causo risa entre las personas que estaban sentadas alrededor de él, pero el simplemente los ignoró.
-Seguró que tu familia se estaría riendo de lo lindo si me vieran aquí-comentó Lorcan.
-No digas tonterías- dijo Lucy- Y ahora ¿Quieres callarte y mirar la pantalla? Al final, provocaras que nos hechen a los dos.
-Esta bien- contestó el chico, dirijiendo su mirada hacía la pantalla.
Unas horas después los dos salían del cine.
-Tenías razón, tampoco era para tanto- dijo Lorcan, observando el cielo, notando que pronto se haría de noche- Pero quizás haya durado demasiado.
-Si estas preocupado por la vuelta, tranquilo, iremos en autobus hsata el lugar donde has dejado la escoba- explicó Lucy, mientras lo miraba.
-Gracias, Lucy, pero no me puedo aprovechar tanto de ti- replicó el chico.
-Sabes que lo voy ha hacer igual, asñiq ue no te quejes tanto y vamos- dijo la pelirroja comenzando a caminar.
Los dos cogieron el autobus hasta llegar hasta los limites de la ciudad.
-Bueno, creo que aquí se separan nuestro caminos-dijo el Lucy.
-Supongo que sí- dijo Lorcan- Gracias otra vez.
-Ya te he dicho mil veces que no tienes que agradecerme nada-insistió la chica.
-Bueno, entonces nos vemos otro día- comentó Lorcan, acercándose a ella.
-Claro, cuando quieras, ya sabes donde estoy.-contestó la chica, acercándose también a él, para besarse por unos segudos.
Cuando los dos se separarón se sonrieron.
-Entonces hasta pronto Lucy- dijo Lorcan mientras se alejaba.
-Adiós y ten cuidado por le camino- gritó la chica, viendo como el chico se alejaba.
Al desaparecer de su vista, Lucy congió el siguiente autobus hasta su casa, donde se encontró a su hermana sentada en el sofa, viendo una película.
-Hola hermanita- saludó Molly II.
-Hola Molly II- saludó de vuelta Lucy, mientras se sentaba junto a ella.-¿Qué ves?
-Nada, realmente-contestó la mayor- Dime ¿Que has estado haciendo?
-He ido al cine con Hugo y Lily- dijo Lucy, quitándole importancia.
Molly II la miró y depués sonrió.
-Lorcan no me gusta, pero tampoco hace falta que mientas a mi también-comentó Molly II, mirándo otra vez a la tele.
-¿Como sabes que he...
-Porque se te nota mucho- respondió la mayor, sin más.
.¿Crees que papa y mama lo noten?- preguntó Lucy preocupada.
-Tranquila hermanita,cada vez que estas con Lorcan, vienes con la misma cara y no lo ha notado asi que no creo que lo noten ahora- explicó Molly II, para después mirarla con preocupación- Pero Lucy, ya lleváis tres años saliendo ¿No crees que sea hora de decirselo?
-Molly II, a mi también me gustaría decirselo, pero seguro que se enfadan y no me dejan verle.-contestó Lucy.
-Lucy, al final seguro que se enfadan pero no por estar saliendo con él, sino por haber tardado tres años en contarselo- dijo Molly.
-Molly II, ya les contaré cuando este praparada, ahora no me veo muy segura- explicó la menor.
-O porque mejor no esperas hasta que Lorcan les parezca un buen chico- se burlo Molly II.
-Muy gracioso- contestó Lucy, sonriendo- Pero ¿Sabes? Me parece una gran idea.
En ese momento Audrey entró por la puerta de la casa con bolsas de la compra.
-¿Que tal el cine, cariño?- preguntó al ver a su hija en el salón.
-Ya sabes, normal- contestó ella, levantándose para ayudar a su madre con la compra- ¿Papa vendrá pronto, hoy?
-No lo se cariño- respondió su madre- Pero, mañana no trabaja así que lo tendréis todo el día para vosotras.
-Si con todo el día quieres decir, por la tarde y por la noche- comentó Molly II desde el salón.
Su madre suspiró, dejando a Lucy confundida.
-¿Que pasa mañana?-preguntó, esperando que alguien le contestase.
-¿Es que acaso no te acuerdas?- dijo Molly II, entrando en la cocina, donde su madre y su hermana estaban dejando la compra- Mañana vamos a la madriguera, ya sabes por todo eso de que se termina el verano.
-Es verdad, me había olvidado,completamente- dijo la menor- Estoy deseando estar con toda la familia.
-Si,¿verdad?, es bueno reunirse con toda la familia de vez en cuando- comentó su madre.
-Será genial- rectificó Lucy, mientras subia por las escaleras.
-Esta niña, seguro que esta deseando ver al problemático hijo de Luna- se quejó Audrey mientras guardaba las cosas.
-Vamos mama, si es amigo de Lucy, significa que algo bueno le habrá visto ¿No?- intentó defender Molly II.
-Vamos, hija, ese jovencito no tienen nada bueno- dijo la mayor- O es que me vas a decir lo contrario.
-Yo solo digo que Lucy lo conoce mejor que nadie-comentó la joven- de todos modos, no creo que Lorcan vaya, como ya sabes a todo el mundo le cae mal.
-Eso espero, cariño- contestó su madre- Si no nos destrozaría la tarde a muchos, y digo muchos, por no decir a todos.
