Ranma 1/2:
Melodías
Como siempre, los personajes no me pertenecen, son de Rumiko Takahashi y blah, blah, blah. Creo que este fanfic lo baso un poco en la película Chilena Fuga pero dándole el toque de la serie.
Capitulo 1:
10 años atrás, la tragedia.
El publico aguardaba en silencio, no había ningún sonido salvo el del silencio, unas luces tenues comenzaron a prenderse para luego dar paso a la apertura del escenario, ahí no había nada, salvo un piano y un niño de cabellos negros preparando sus dedos para introducirlos en el instrumento.
Ranma Saotome se llamaba, uno de los mejores pianistas en su categoría, considerado el segundo Mozart para algunos, para otros era ver la reencarnación de Beethoven.
Para ese entonces, el joven Saotome tenía 10 años, y hacia 8 que había comenzado a tocar, hacia 5 que se había transformado en profesional y 2 en que las revistas lo llamaban La mano de Japón
Sus discos se ubicaban entre los más vendidos, superando incluso a bandas de calibre más pesado y cantantes pop le pedían que apareciera en sus discos como músico invitado.
A sus 10 años, Ranma Saotome era una eminencia en lo que música se trataba. Si le pedías Jazz, podía tocarte las mejores melodías de Nat King Cole. Si le pedías algo de música clásica, te tocaba lo mejor de Mozart. Incluso, si le pedías algo más fuerte como Metal, Ranma en el mismo piano te mostraba su versión de Caníbal Corpse. .
Definitivamente no conocía
limites.
Pero esa noche iba a ser diferente, a sus 10 años, Ranma solo conocía de música, solo vivía para la música y su mundo era la música. No había tenido infancia, no había tenido amigos. Su padre, Genma, era su representante y, desde que su madre había muerto, él se había vuelto más duro, más severo.
¿Quién iba a pensar que esa noche, Ranma daría su ultimo concierto? Al menos por un lapso de tiempo indeterminado. Ya, horas antes, había contratado a un abogado para emanciparse de su padre. Mal que mal, era Ranma Saotome, tendría 10 años, pero era un genio y sabía que todas las firmas, todos los cheques, todas las posesiones estaban a su nombre. Su padre no sabia que Ranma conocía del mundo financiero ya que había aprendido de él.
Ranma quería ser independiente, quería tener una vida, quería poder jugar con niños, ir al cine, comer lo que quisiera. El piano le gustaba, pero necesitaba que sus dedos descansaran de tanto tocar, de tanto pensar en música.
En otras palabras: Quería libertad.
Por eso, este era su ultimo concierto antes de retirarse. Daría una conferencia de prensa después del concierto anunciando la noticia. No era fácil, incluso el haber tomado esa decisión le dolía, la música lo era todo para él.
El momento esperado comenzó, sus dedos tocaron el Piano y de inmediato comenzaron las melodías que tanto le habían echo famoso. Ranma se había propuesto dar el mejor concierto de su vida y esforzarse al máximo en esta ultima vez.
El publico estaba asombrado, su padre también a pesar de estar molesto con su hijo por lo que había pasado antes del concierto. Todos se percataban que este concierto era diferente, Ranma ponía más pasión, más sentimiento, inventaba melodías para ponerlas con las demás, tocaba dando lo mejor de él.
Y en ese momento ocurrió la desgracia. Todo fue repentino que nadie supo que hacer en ese momento.
El techo de vidrio destrozándose, los vidrios cayendo sobre el escenario pero ninguno llegándole al Pequeño Pianista, todos a sus lados, Ranma seguía tocando con tal intensidad que no se daba cuenta, estaba en su mundo.
Si mirabas desde el publico, todo parecía surrealista, como si
fuera cámara lenta.
Pero enseguida cayó un cuerpo, fue más rápido que los vidrios y dio contra el Piano, despertando a Ranma de su trance y viendo al instrumento completamente destruido. Pero había algo más, el rostro lo miraba, esos ojos completamente abiertos y sin vida lo
miraban.
Pegó un grito, su padre mandó a cerrar el telón, el publico corría a la salida, su padre corría al escenario para abrazar a su hijo, Ranma lloraba y no podía dejar de mirar al cadáver que lo observaba.
….y observaba
… y observaba.
Al día siguiente se supo que aquel hombre era un ladrón qué, escapando de la policía, había escalado al tejado para ponerse a salvo, pero se enfrentó a tiros con ellos y una bala le llego al estomago haciendo que tropezase y se diese contra el vidrio dando paso a los fatales acontecimientos.
Pero el daño estaba hecho y una tarde, Ranma Saotome desapareció. Se llevó algunas cosas de su casa y se fue sin decirle a nadie donde. Las partituras habían sido quemadas, el piano de la casa destruido a hachazos y él se había hecho humo.
Su padre lo buscó por semanas, la televisión daba informes a cada momento sin mucho resultado, Japón entero no quería perder a su pequeño músico.
Al final, después de 6 meses, todos se cansaron y por triste que sonara, daban por perdido al pequeño Ranma Saotome.
Hicieron duelo nacional por 3 días, incluso en otros países.
Ranma Saotome había muerto.
Continuará.
Aclaraciones del autor:
Esta historia la tenía guardada hace mucho, recién ahora la encontré y, tras unos arreglos espero que me la acepten.
Espero revews!
