Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Rick Riordan.
Situado Post BoO, contiene headcanons sobre la previa de Nico a la votación del motivo de la cuenta del collar del Campamento Mestizo que se hace cuando termina el verano. Feels sobre Lou Ellen, italiano y Solangelo por supuesto.
500 palabras.
Este fic participa en el reto "Nico di Angelo" del foro El Monte Olimpo.
La tercera cuenta
La reunión al final del verano tenía un único propósito, Nico lo había estado evitado como a la peste negra el año pasado y el anterior alegando que Hades lo había llamado al Inframundo para que trabajara a dos bandos: como el líder de la Cabaña 13 y como el embajador de Plutón.
Y pretendía seguir eludiéndolo muchos años.
Pero su sentido arácnido le advertía que éste año no podría escabullirse tan fácilmente.
Lou Ellen lo abdujo durante el desayuno a la Casa Grande. Will Solace se sentó entre Clovis y él para evitar que el primero se vaya de trompa contra la mesa como para agarrarlo a él por si intenta irse a la mierda vía viaje sombras pese a que se lo contraindicó cuando le dio el alta en la enfermería. Y para que no le quedaran ganas de descubrir las ventajas de ser invisible entre los veinte adolescentes alrededor de la mesa de ping pong Jason se sentó a su derecha completando la encerrona mafiosa.
Nico di Angelo no saldría de la reunión sin su collar de cuentas que lo distinga como un semidiós griego en servicio.
Porca miseria.
Él ya tenía suficiente con usar las camisetas naranjas con el logo del pegaso negro en el pecho que Cecil robo para él de la tienda del campamento dada la escases de ropa gracias al chucho de Licaón. ¿Eso no lo hacía ya parte de su hermandad?
–Ey chico muerto, tengo algo para ti. –dijo Will desanudando la pulsera de su mano izquierda.
Nico tragó saliva ahorrándose el comentario sardónico cuando se percató del collar –por ahora de dos cuentas– que Grover había tratado de entregarle luego de la Batalla de Manhattan: la primera con el dibujo del laberinto y la segunda con el edificio del Empire State con los nombres de los caídos inscritos.
Él sabe que no hay vuelta atrás, equivale al tatuaje romano, una vez que lo tuviera atado al cuello cual perro tendría que atenerse a las reglas del Campamento Mestizo sin derecho a replica. Incluye ser amedrentado por el Señor D con ser transformado en delfín con crisis convulsivas de harlem shake si no acata órdenes ¡Adiós caparazón de la oscuridad! Alecto, olvídame.
Will le señalo que se diera la vuelta.
No es como si tenga más opciones, Lou Ellen escupió algo de que no le vendría mal un mini–pig tsundere de mascota. –ignora los motivos de la obsesión compulsiva con los cerdos– Suspira.
Lo acepta asumiendo el peso en su pescuezo, mantiene una expresión neutral delante de Jason que sonríe orgulloso. ¿Y en todo caso no podían esperarse hasta que estuviera lista la tercera cuenta por la cuál estaban reunidos aquí? Nico no piensa votar por la jodida estatua, no la quiere llevar consigo al baño también gracias.
Siente los estragos de las mariposas esqueléticas en su estómago, y la corriente eléctrica que recorre su espalda causados por la respiración cálida del hijo de Apolo en su nuca mientras lo anuda.