Disclamier: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y la historia es mía, de mi cabeza.

Esta historia trata sobre Bella y Jacob, me gusta más Edward pero no pega con la historia que tenía en mente, por lo que me apañe con Jacob. Él es un licántropo

(Lo siento por si hago alguna falta de ortografía, no es mi intención.).


-Mi vida antes de él.

Bella pov

No se como llegué aquí.

Reconozco que esa noche bebí más de lo normal, tanto que no podía levantarme y rogaba por un poco de sueño, ya que estaba tan cansada que en cualquier momento me dormiría, y no sería bien visto por la gente ver a adolescentes dormir por la calle.

A todo esto, mi nombre es Isabella, pero prefiero Bella, y tengo 17 años.

Pero no era yo la única con este problema, ya que mis amigos estaban igual que yo o incluso más bebidos.

Esa noche en ese bar con identificaciones falsas, bebimos hasta que nuestros cuerpos no aguantaron. Solo cuando desperté de todo ese sopor me di cuenta de que no estaba en mi casa, estaba en un pequeño parque con mis casi todos mis amigos durmiendo, y los restantes estaban apunto de dormir.

Me levanté de donde estaba sentada, -en un pequeño columpio azul, que no me había dado cuenta de cómo llegue aquí, intenté recordar la noche, pero solo me venían imágenes de nosotros bebiendo y gritando, también corrimos porque una familia llamo a la policía, y hasta ahí llegan mis borrosos recuerdos- y sentí un dolor en mi cabeza.

Lentamente me acomode la arrugada ropa que traía puesta y me encaminé hacía casa.

Mire el cielo y vi que estaba amaneciendo, y con un poquito de suerte mis padres estarían aún durmiendo y me ahorraría una charla sobre lo irresponsable que soy, pero llegado a este punto, me importaba una mierda lo que tuvieran que decir sobre mi comportamiento. Mi madre se asustó la primera vez que no volví a casa y cuando se enteró de que había estado por la noche bebiendo con unos amigos, se enfado muchísimo, pero ahora ya era costumbre y me daba exactamente igual.

A unos metros de mi casa, vi que mi madre estaba en el portal con los brazos cruzados y con una mirada fulminadora, ignorándola pase por su lado y dirigiéndome hacia mi cuarto –no se, pero mi madre parece que tenga un radar para saber a que hora llego a casa- donde estaba mi apestoso perro babeando en mi cama.

Lo aparte de un manotazo y se fue gimiendo por lo bajo.

Cerré la puerta con pestillo para que mis padres no abrieran ya que estaba con demasiadas ganas de dormir, apenas había dormido en la noche.

Me tumbe desabrochándome los vaqueros y me los quite de un solo movimiento, también me deshice de mi brasier, moví las mantas y me metí dentro de ellas quedándome totalmente dormida al momento.

Pasaron horas cuando sentí que llamaban a la puerta de mi habitación.

-Isabella, sal de ahí. Tenemos que hablar muy seriamente –dijo la voz furiosa de mi progenitor.

Tuve una pequeña idea sobre de lo que me iban hablar, seguramente de mi rebeldía. Pero dijera lo que dijera no cambiaria mi comportamiento, me gustaba demasiado estar así, sin reglas y divirtiéndome hasta el cansancio y sin nadie que te mande hacer cosas de las que no quieres.

Con un gruñido me levante y conteste de mala forma:

-Ya salgo papa – le dije de mal humor. Odiaba que me despertaran y más cuando tenía resaca, con un dolor de cabeza me fui al baño y me tome unos analgésicos.

-Te espero en el despacho –dicho esto se fue. Solté un pequeño grito de rabia, odio cuando me ponen entre la espada y la pared.

Me vestí con un viejo chándal y una camiseta de tirantes y salí de habitación y me encamine hacia el despacho de papa. No llame, entre directamente como últimamente hacía.

Papa bufo y miro hacía mi dirección.

-Bien cariño, ahora esperaremos hasta que tu madre venga –dijo más tranquilo de lo que esperaba.

Me senté en un sillón y espere en silencio, a los minutos mama llego con una taza de café para papa y otra para mi.

-Bien, ahora que estamos los tres aquí, podemos empezar. Bella, tu madre y yo hemos tomado una decisión y es esta, dentro de una semana te vas con tu tío y tu primo a la Push –dijo firmemente y con voz autoritaria que no quería replicas –estamos cansados de tu comportamiento rebelde, de que llegues a casa a altas horas de la mañana borracha y hoy a sido la gota que derramo el baso –explico con voz contenida.

Estaba realmente enfadado por lo que no dije nada, cuando estuviera más calmado replicaría, no quería que ahora en un ataque de rabia me enviara a un internado privado y me jodiera de por vida.

Les mire sin decir nada y me fui, cerré la puerta de un portazo y me dirigí hacia mi habitación para después darme una relajante, calientey deliciosa ducha.

O - O - O - O - O - O - O

Era la hora de cenar, por una parte quería bajar, quería gritarles que no quería ir, pero por otra parte no quería bajar y encontrarme con las personas que decían ser mis padres. ¿Como sentiría al ver que mis padres no daban el brazo a torcer?

Respire profundamente y baje a encontrarme con mi destino. Aunque suene muy exagerado DESTINO, así era. Según mi capacidad de convicción para que cambiaran la decisión y no irme a la Push. De esa noche dependía y no quería perder los estribos.

Entre en el comedor donde estaba mis padres esperándome con la cena en la mesa. Me senté silenciosamente y empecé a comer sin participar en la conversación, aunque eso era normal, ya que siempre los ignoraba. No me importaba a decir verdad de lo que hablaran, como toda las parejas seguramente de cotilleos de quien han visto en el día y que han hecho.

Cuando terminamos la cena y servimos el postre decidí que era hora de hablar y expresarme.

-Mama, papa, no quiero ir a la Push –declaré- quiero quedarme aquí y estar con mis amigos-.

-Lo siento cariño, pero no podrá ser. Tu tío ya esta avisado y queremos que empieces a madurar lejos de aquí –dijo mama en tono serio.

En pocas palabras, querían que dejara la diversión. Eso me enfureció un poco, pero intente de disimularlo un poco para que no viera lo que me afectara esta decisión.

-Pues me gustaría decirlos que no voy a cambiar porque me mandéis a un pueblucho lleno de mugre. ¿Por qué siempre queréis lo que yo no quiero? –pregunté

-Nosotros lo hacemos por tu bien –replicó mi padre cabreado por mi tono.

-¿Por mi bien? –Grité escandalizada - ¡una mierda! ¿Nunca os preguntasteis porque cambie tan radicalmente? Pase de ser la niña obediente y educada a lo que soy ahora, maleducada y sin estudios. Pues dejarme deciros que vuestro intento de ser perfecta y una estupenda estudiante ¡me hartó! No podía soportar toda esa presión, estudiar cosas que iban más allá de cualquier niña de 12 años. ¿Quién en su sano juicio haría que su hija estudiara lo que iban dos cursos por delante? ¡Nadie! –Les recriminé sobre mi falta de infancia – Me obligasteis a hacer todo perfecto, mis notas no podían bajar de nueve –les sonreí sarcásticamente –os salio todo al revés-.

-ISABELLA MARIE SWAN, VAS A IR Y PUNTO, ESTAMOS CANSADOS DE TI –gritó enfurecido mi padre golpeando fuertemente la mesa.

Me levante mirándoles a los ojos.

-Solo queréis perderme de vista y dejar de fingir otra cosa que no es –les dije fríamente y viendo como las lagrimas de mi madre se derramaban por su cara.

Oculté todo rastro de sentimiento y me levante.

Pero antes de dar dos pasos siquiera mi padre me dijo:

-Estas castigada hasta el día que te vayas-.

Me fui a mi habitación cuando mi padre fue a consolar a su mujer. No me importaba lo que me ordenara mi padre, me escaparía como lo he hecho antes. Quería decirles a mis amigos que me iba, que me vinieran a visitar y que me hicieran una despedida a lo grande, me reí solo al imaginármelo.

Cogí mi teléfono-móvil para llamarlos. Un toque, dos, tres, cuatro, cinco, seis… iba a colgar cuando la voz de mi amiga retumbo.

-¿Quién? –pregunto con la voz ronca.

-Ya ni miras quien te llama –bromee con una sonrisa, aunque seguramente no me vería.

-Aah, Bella, eres tu –contesto medio aburrida.

-Si, soy yo –dije con sarcasmo –me voy la semana que vine y esta es tu manera de tratarme-.

-Ooh, lo siento tia, pensé en que mis padres me llamarían –se detuvo un momento -¿Cómo que te vas? ¿A dónde? Y ¿Por qué? –comento histérica.

-No se, a un lugar llamada la Push y porque mis padres se ha n hartado de mi- conteste indiferente mientras me tumbaba en la cama.

-¡No puede ser! –Exclamó – aunque me da pena, y no quiero que te vayas, tenemos que montarla antes de que te pires, como una despedida. ¿Te parece bien? –me cuestionó.

-Me han castigado –le avise y sentí una carcajada al otro lado de la línea.

-Ya… Como si eso te importara –dijo divertida.

-Esta bien, tienes razón, dentro de cinco días a la noche en el bar de al lado de tu casa, ¿vale? Mientras haré como que me he deprimido y esas cosas, un beso amiga –me despedí.

-Ciao Bella –colgamos y me dedique a pensar sobre mi nueva vida.

O - O - O - O - O - O - O

Hoy era mi noche especial, me había pasado la semana ignorándolos y sin salir para saber que estaba muy enfadada, aunque en realidad era por mi última noche aquí, no quería levantar sospechas.

Mis padres ya estaban dormidos, me ajuste la ropa y salí por la ventana silenciosamente, asegurándome haber dejado la maleta preparada. Me escabullí por el jardín de casa y cruce la puerta cuando estuve segura de que no me verán. Fui andando hasta el bar y allí se encontraban todos mis amigos.

-¡Amiga! –gritó Jessica con entusiasmo cuando me vio aparecer por ahí.

-Jessica –le salude con un efusivo movimiento de mano.

-Me quedé con ganas desde que me llamaste –me replicó molesta.

-Lo siento, pero hoy es mi último día y no quería que me encerraran –me defendí sonriendo, dándole un beso en la mejilla.

-¡Pequeña! –gritó mi amigo Andrew desde lejos.

-Cariño- le dije y nos dimos un abrazo cuando llego hasta mí con una sonrisa de afecto.

Él era como mi hermano mayor y le quería mucho por eso le decía cariño. Era una muestra de afecto hacia él.

Nos fuimos dentro del bar, claro, con identificaciones falsas ya que Jessica y yo éramos menores.

Jess y yo teníamos los diecisiete recién cumplidos. Y no nos iban a dejar pasar por nuestra cara bonita, por lo que un día a Andrew se le ocurrió que podíamos hacernos un carnet de identificación falso y así entrar a todos los locales que queríamos. Nos costó los suyo, pero un unas semanas ya estábamos por todos los bares con bebidas alcohólicas.

-Bella, Jessica, ¿una ronda de chupitos? –Nos preguntó Andrew con una sonrisa de 'aquí va haber fiesta'.

-Te voy a destrozar –le aseguré con otra sonrisa.

-Seré yo quien podrá –comento Jessica mirándolo desafiante.

Andrew le devolvió la mirada y se fue a por los chupitos y una botella de whisky.

-¿Preparadas pequeñas? – nos dijo y nosotras asentimos.

-Si –afirmamos Jessica y yo al unísono.

-Tus padres te van a matar lo sabes ¿no? –comento Andrew mientras ponía el ardiente liquido en los vasos.

-Lo sé –aseguré encogiéndome de hombros –pero como no se van a enterar –repliqué segura.

Él hizo un gesto en la mano, dándome entender que tenía razón.

-Uno, dos y tres –dijo Jess y los tres bebimos.

Sentí como el ardiente líquido se deslizaba furiosamente por mi garganta, dañándomela. Andrew gano la primera ronda, seguimos así, bebiendo hasta que la botella se terminó. Mi garganta se había acostumbrado al líquido y hizo que se deslizara más rápido y con más ganas.

Al final, gané yo, nadie me ganaba a este juego, y ellos lo sabían pero aun así intentaban vencerme. Yo tenía práctica desde hacía unos meses, al principio me costaba, hasta que le cogí el gusto.

Salimos del local y nos fuimos como podíamos a otro bar, donde nos esperaban los amigos de Andrew y ahora los míos también, le quite el cigarro a Andrew y me lo fumé.

-¡Mierda!, Swan ese era mío –dijo el sin vocalizar. Le ignoré completamente.

-No me im…por…ta –dije algo parecido a eso y creo que él no me escucho o bien no me entendió porque hizo un gesto restándole importancia.

Llegamos y nos sentamos con ellos y pedimos nuestro bebida. Andrew me dio un cigarro ya que me vio con intención de quitárselo otra vez. Y acertó porque realmente tenía ganas de fumar, normalmente pasaba cuando bebía, me descontrolaba y siempre fumaba, pero cuando estaba sobria, apenas fumaba, ya que eso haría que mi padre le diera un ataque o algo. ''Mi hija es una borracha y encima fuma'' seguro que se expresaría así de mi.

Estuvimos a nuestro royo, al final acabamos con otra botella de ron en nuestro cuerpo. Eran las cinco de la mañana y íbamos gritando por la calle, y burlándonos de la gente que dormía placidamente en sus casas. Despertándoles y dándole la lata.

Me sonó la alarme del móvil, avisándome que eran las seis de la mañana, recordándome que en mediadora mis padres se despertaban y me irían a buscar.

Con mucho pesar me despedí de mis amigos, pero no me acuerdo mucha, ya que íbamos muy bebidos. Llegué a la calle de mi casa y entre por las vergas deslizándome con mucho cuidado, entrando por la ventana de mi habitación.

Me metí un porrazo, me había tropezado con mis propios pies, me metí en la cama y me dormí, ya que era tan grande la cantidad en mi cuerpo de alcohol que no aguante.

Media hora después mis padres me llamaban fuertemente a la puerta de mi cuarto.

-Bella, sal ya de ahí, que se hará tarde –dijo mi padre de mal humor.

Estaba muerta, literalmente ya que dormí tan poco y la resaca que llevaba era muy notable.

¿Pero a quien se le ocurre despertarme a las 7 de la mañana para ir a casa de su tío? Yo os lo diré a mis padres, no se me había pasado del todo la borrachera, por lo que minutos después me metía a bañar.

Me deje abandonar por el chorro de agua que relajaba mi piel al instante, deleitándome con el calor y me ayudó a despejar mi mente, pero mi aspecto estaba igual de ojeroso y los ojos un poco inflamados. Me lave el pelo con mi champú de fresas y lo aclare con agua tibia. Al igual que mi cuerpo, lo lave y frote con una esponja para que el olor de la noche anterior se fuera de mi.

Salí media hora después, limpia y fresca, me puse unos vaqueros desgastados, una camiseta corta y por encima una sudadera. Llevaba puestas las gafas de sol que cubrían mis desastrosos ojos.

Luego de negarme al desayuno, cosa habitual nos dirigimos a la Push.

Me subí en el coche, se me había pasado la borrachera, pero ahora tenía dolor de cabeza, algo común, que no me importaba nada, ya que con unos analgésicos se me iba. Me acomode las gafas para que no viera mis ojos irritados y dejándome caer hacia atrás me dormí escuchando Evanescence en mi mp3.

No se cuanto tiempo paso, solo note como el coche paraba y las puertas delanteras se abrían y salían mis padres. Salí segundos después con el pelo desecho por el aire, parecía que acababa de tener una sesión de sexo.

Me ajuste las gafas y me fui donde estaban mis padres hablando con mi tío y su hijo.

Me miraron los dos a la vez, cuando aparecí a su vista, Lian mi primo con el seño fruncido. Él era alto, tez morena, musculoso y ojos negros, mi tío Adam tenía los ojos marrones, igual que mi padre y yo, era alto también, no tenía tantos músculos como su hijo, pero se veía que en su tiempo estaba igual de fornido que Lian y era de la misma tez morena.

-Hola ¿como vas cariño? –me pregunto mi tío, le mire por arriba de mis gafas.

-Bien –respondí seca y ronca.

Me sonrió, pero vi un rastro de tristeza en sus ojos. No se, pero me sentí mal cuando vi tristeza, no podía ser yo la culpable, ya que apenas hablábamos durante estos años, cuando era pequeña prácticamente vivía aquí y lloraba cuando mis padres me llevaban a la fuerza a casa. Siempre quería estar con Adam mi tío y eso a él le alegraba mucho.

-Bella –me limito a decir mi primo.

-Lian –le devolví el gesto. Con mi primo éramos inseparables, era muy protector, si alguien se me acercaba me ponía detrás de él y lo ahuyentaba con palabras hirientes, por eso siempre quería estar cerca de él, para que me protegiera.

Salí de mis recuerdos cuando mi madre me habló.

-Bella, como te hemos dicho que saludes –me regaño mi madre.

¿Acaso siempre me hablaba para regañarme o castigarme? Parecía eso, siempre Bella esto, Bella lo otro, ya me tenían un poco harta todos. Bufe por lo bajo sin que nadie me escuchará, pero parece que Lian si me escucho, ya que me miro de reojo.

Me limite solo a encogerme de hombros y entrar dentro de la casa sin permiso, cosa que me miraron mal mis padres, pensando que como había acabado así ¿tan mal me habían educado?

Me tumbé en el sofá y saque mi móvil y vi que tenía un mensaje.

''Como vas nena, ¿ya estas en casa de tu tío? Tu Andrew''

Sonreí inconcientemente y conteste rápidamente.

''Si, aquí estoy cariño, pudriéndome, tu Bella''

Entraron todos y me vieron de forma rara, seguro que ya habían estado hablando de mí. Suspire incomoda por las miradas y me mordí inconsciente el labio inferior. Los ignore, era lo mejor que podía hacer en estos momentos, y volví mi atención hacia el móvil que estaba entre mi manos que me alerto con otro mensaje.

''Que penita cariño, yo que tenía una sorpresita para ti, pero no pasa nada, porque la sorpresa se puede trasladar, un beso, nos vemos esta noche a la 1 de la noche en la entrada de la Push, tu Andrew''

Perfecto, esta noche tendría diversión, sonreí de manera macabra y me levante del sofá.

-Donde esta mi habitación –pregunte a los presentes, mis padres me miraron de mala forma, pero me dio absolutamente igual.

Mi tío me dijo la habitación donde me hospedaba hasta que mis padres se dignaran a devolverme a mi lugar de nacimiento y asentí dándoles las gracias, cosa que le puso contento.

Entre dentro y acomode mis cosas, bueno o mejor dicho las deje tiradas por ahí, me preparé para después.

Cogí una falda corta por arriba del muslo y una camiseta con escote, me fui a la ducha y al acabar me vestí y de complementos me puse un cinturón que me quedaba suelto en las caderas. Me deje el pelo suelto cayendo por mi espalda y me puse unos tacones de aguja altos.

Salí al cabo de dos horas y media y me fui a la cocinada donde se encontraba mi prima y mi tío. Mis padres ya se habían marchado hace una hora y no les había dicho ni adiós, no se lo merecían después de encerrarme en esta casa y llevarme lejos de mis amigos, pero menos mal que estos eran muy agradables y venían aquí, para seguir la fiesta conmigo.

Me miraron sorprendidos, pero no comentaron nada. Cualquier persona que no me viera desde años, reaccionarían igual, cambiada y con una actitud tan rebelde que daba asco.

-Me voy no me esperéis despiertos –les avise y no les deje tiempo para quejarse

Salí por la puerta y me fui a la entrada de la Push, donde encontré a Andrew y a Jessica esperándome con una sonrisa, y a los demás chicos en el auto.

-Hola nena, te echado de menos –me dijo Andrew dándome un beso en la boca, para nada apto para niños de 13 años. Como he dicho antes era todo amor de hermanos.

-Si, por fin llego la perra –comento Jessica llegando a mi lado. Sonreí y le bese en la boca como saludo al igual que había hecho con Andrew. Me devolvió el beso entusiasmada.

-Veo que me echaste de menos, zorra –comente mientras me dirigía al coche donde estaban las otras personas. Cogí una botella de vodka blanco y me reuní con ellos.

-Ooh, mis amores trajisteis a mi mejor amigo –comenté señalándoles la botella.

Ellos rieron y Andrew se quejo, porque tenía un mejor amigo que no era él. Un chico puso la música del coche a muy exagerado volumen, retumbaba por el bosque y eso nos ponía. No tardamos en ponernos a beber y a bailar como locos.

Tercera persona.

Mientras ellos bailaban, Lian se reunió con sus amigos y les comentó sobre su prima y que estaba seguro de que necesitaría ayuda, pero mucha ayuda para su comportamiento se entablara de manera normal. También les hablo sobre la conversación que tuvieron con sus padres, Lian necesitaba desahogarse y se lo contó todo Sam.

-Sam, hay un grupo de chavales en la entrada de la Push borrachos –un chico entro corriendo diciendo la noticia a toda prisa.

Lian, que tenía un presentimiento de que esto no acabaría bien, que seguro que tenía que ve con su prima, pero se negó rotundamente a creer eso, ella no haría eso, cree.

-Seth, Collin y Paul ir vosotros a solucionar eso, si se os ponen difícil llamarnos –él líder Sam hablo con voz de alfa.

Los tres chicos asintieron y se fueron hasta el bosque convirtiéndose en grandes animales peludos. Lobos.

Mientras corrían hacia el lugar pensaban en como detener esa fiesta.

Llegaron y se convirtieron en hombres otra vez, Seth l más pequeño y con más ganas de demostrar que era grande se paro ante el gentío, pero lo que le llamo la atención fue una chica del pelo castaño y unos grandes ojos expresivos que bailaba arriba de un coche, pasada de copas moviéndose con mucha gracia. De pronto un chico y una chica se subieron con ella, reclamando su atención y lo que paso a continuación lo desconcertó. El chico grito 'arriba esa música' y le arranco la camiseta a la morena dejándola con un brasier que resaltaba sus pechos, pronto e sumergieron en un beso que fue interrumpido por la otra chica que agarro a la castaña por los hombros y la beso profundo mostrándoles a los demás como su lengua se adentraba en la boca de su amiga. La castaña arranco la camisa a su compañera y todos de lugar gritaron como locos, esperando más.

El chico resignado al dejarlo apartado agarro a la otra chica y la beso, Jessica, ese era su nombre, mientras la castaña le quitaba la camiseta a su amigo y se la quedaba ella.

Un chico del grupo se acerco al pequeño Seth y le dio de beber el consternado y sin saber que hacia tomo sin saber que tomaba lo que le subiera enseguida, ya que era un bebida fuerte para que alguien la tomara sin estar acostumbrado.

Collin y Paul que no pudieron detenerlo a tiempo y que vieron lo mismo que

É, e pusieron en marcha Paul obligo a Collin a advertirle a Sam lo que ocurría en ese lugar, porque era peor de lo que se imaginaban.

Mientras Paul se las apañaba como podía, Collin les avisaba a Sam y a Lian que era un caos, se pusieron en marcha, convertidos les enseño por la mente todo lo que ocurría en ese lugar y Lian al ver a su prima encima del coche bailando y bebiendo acelero más la carrera.

Bella bajo del coche y se puso a bailar bajo ya que se sentía insegura con esos zapatos de tacón de aguja aunque en ese momento no le importara demasiado.

Bailo y se refregó contra un chico que apenas conocía, ella provocándole sin camisa y él aceptando el juego hasta que vio a su primo entrar en escena, entonces pensó que estaba acabada, pero como él chico con el que bailaba no noto nada, la agarro del trasero y la beso con pasión

De un momento a otro estaba en brazos de Lian, que la miraba de una forma nada agradable y le susurro 'ya hablaremos en casa' pero con la borrachera que llevaba ignoro el tono y se puso a buscar con la mirada a sus dos fieles amigos que aun se estaban besando.

Sin vacilar, se soltó de Lian y fue donde estaban ellos, quien la recibieron con una sonrisa. Bella les devolvió la sonrisa y fue donde estaba Andrew y le cogió la camiseta que aún tenía puesta. Con una mirada mala de Lian, se puso la camiseta y se despidió de ellos con besos en la boca subidos de tono, cosa que le desagrado a su primo. Pero ella aún con los cinco sentidos de vacaciones se subió al coche poniendo hasta el máximo volumen la música y cogiendo una botella de alcohol gritó:

-¡Para que nunca acabe esto! – y seguidamente bebiendo de la fuerte bebida unos tragos grandes. Los chicos que la vieron la siguieron con un 'salud'.

Siguió bebiendo, ya que después de un momento se había acostumbrado al ardor, pero la fiesta fue interrumpida cuando Lian apago la música ignorando las protestas y fue hasta donde estaba Bella subida al coche.

-Todo el mundo fuera de aquí –grito furioso y la gente empezó a marcharse incluso Andrew y Jessica.

Antes de irse Jessica le paso a Bella una pastilla, cosa que no le paso desapercibida a Lian.

Entre Paul, Sam y Collin se llevaron a Seth y dejaron a los primos solos.

Bella se puso la camiseta de Andrew y se la ató dificultadamente ayudada por Lian. Luego Lian tubo que llevarla en brazos porque la bebida la dejo inconsciente, se preocupo cuando no respondía y llamo a Sam. Este le dijo que era normal y que la dejara dormir que mañana tendría un día pésimo.

Al entrar a casa, su padre vio preocupado como su hijo llevaba en brazos a su sobrina. Él le tranquilizo diciéndole que fue una noche ajeteadra, miro el reloj y se dio cuenta de que eran las seis y media de la mañana. Dejó a Bella en su cama y se fue directamente a la suya.

Bella Pov

Sentí como mis músculos estaban agarrotados y adoloridos efecto de una noche de fiesta total. Miré el reloj despertador y vi que eran las diez y diez de la noche del día siguiente, respire aliviada al no ver la luz del día.

Necesitaba salir de aquí, salir a pasear para que me diera el aire y no oler a comida. Baje a la cocina, allí estaba mi tío, me miro y me saludo con una sonrisa seria.

Deje pasar ese gesto y me dirigí a donde estaba mi primo en el sofá. Este se volvió hacia mí con un gesto serio.

-Nos tenias preocupados –me comentó y me sentí un poco culpable.

-yo… yo no se que decir –dije al fin, sin saber como excusarme, aunque no tenía nada para excusarme lo había hecho y ya estaba.

-No digas nasa –me contesto - ¿quieres algo de comer?- preguntó. Yo puse cara de asco y negó con una sonrisa- me lo imaginaba –susurró.

-Quiero ir a tomar un paseo –le dije y me miró con una cara de ni loco vuelvo a dejarte salir sola. –Tomaré una ducha- le dije y me fui a mi habitación cogiendo una camisa ancha corta y unos pantalones vaqueros de pitillo largos.

Me metí en la ducha y a la media hora salí vestida y con el pelo desecho mojado. Respiré, cogí el móvil y baje las escaleras, mi primo y me tío estaban hablando en voz baja. Carraspeé un poco para que me notaran.

-Me boy a dar un vuelta por ahí fuera -les dije.

-Te acompaño –dijo Lian. Asentí y salimos nos dirigimos por el bosque.

Nos mantuvimos callados por un largo tiempo hasta que él se animo a conversar conmigo con la típica pregunta.

-¿Cómo era tu vida por allí? –me preguntó curioso.

-De verdad quieres saberlo-reapliqué a lo que él asintió –pues era como anoche pero todos los días-me limite a contestar con un encogimientos de hombros, ante su mirada de reprobación. Le sonreí inocentemente –pero cabe mencionar que cada mañana que llegaba mis padres se encargaban de decírmelo muy irresponsable que había sida hasta que llego un día que se hartaron y me mandaron aquí –dije y fui interrumpida por el sonido de mi móvil.

Lian me hizo una seña para que lo cogiera.

-¿Si? –pregunté entretenida con la mano de mi primo alrededor de la mía.

-Pequeña zorra, te llevaste mi camiseta –se oyó a la otra línea del teléfono.

-Me rompiste la mía y me dices pequeña zorra a mi= -levante una ceja, un gesto gracioso a mi parecer ya que no me vería.

Lian me miraba con una cara de 'porque mierda os insultáis' me encogí de hombros restándole importancia.

-Me la regalo mi novia y le tenía mucho aprecio a la prenda- me explicó.

-De la zorra de tu ex y lo sé, menos recuerdos de ella, pero si quieres que te la devuelva esta bien, pero he vomitado encima espero que no te importe-le contesté con una sonrisa triunfadora al sentir el ruido de asco.

-No quédatela – me contesto al fin.

-Menos mal, porque la he tirado –le replique y escuche un 'puta'- lo he oído-.

-Bueno me voy que llaman a la puerta y mi amiguito pequeño tiene ganas de acción -.

-No me interesa tu vida sexual Andrew, deberías buscarte una novia y ahorrarle la desilusión a las otras –le dije – nos vemos –me despedí y colgué.

Lian me miraba con una cara rara.

-Supongo que es cosa de adolescente y ya sabes Bella… que… que si lo haces –parecía nervioso –tienes que tener protección-dijo de un tirón, me reí.

-No lo sabía, tendré que apuntármela para la próxima –le dije y me fui corriendo al ver la cara de incredulidad que se le quedo.

Era virgen, aunque hiciera toda la mierda esta, y todo, no me entregaba a los chicos así porque así.

Momentos después empezó a grítame y me siguió corriendo y muy pronto me pillo y me enterró en sus brazos. Me gruño al oído y no pude evitar reírme.

Me fije que estábamos en una playa y había gente, pronto sentí como los amigos o eso suponía yo de Lian venían hacia nosotros. Me soltó y me dio una mirada de 'haces algo malo y te mato', le saque la lengua por aguafiestas. Llegaron sus amigos y nos presentó a todos.

Sam, Embry, Paul, Jared, Jacob, Quil, Seth… este ultimo llevaba una cara de muerto.

-Hola- me saludaron, asentí, devolviéndole los saludos.

-Chica no se como aguantas toda una noche de alcohol y luego estas como si nada –me dijo el chico que correspondía al nombre de Seth.

-Costumbre –me limite a decir, todos estaban sorprendidos de mi sinceridad excepto Lian. Le sonreí con sinceridad, el que correspondía por el nombre de Jacob se me quedo viendo con un odio alarmante. Le devolví la mirada indignada a que me odiara sin conocerme.

Me sonó el móvil. Mensaje.

''Esta noche a las 2 en el mismo sitio. Jess''

Genial, noche animada. Reprimí una sonrisa segura de que me miraban.

''Perfecto, hay una playa aquí, maravillosa'' fue mi respuesta y se me escapó la sonrisa. Levante la mirada y vi que me miraban. Estaba tan segura de que me tendría que escapar como de que me castigarían al volver o mejor dicho al no volver.

Otra sonrisa se me escapó y ahora me miraba desconfiados.

Lian permaneció todo el tiempo a mi lado como si temiera que me escapara, estaba segura que le contaría a su padre que algo me tramaba, tendría que estar alerta y que se prepararan porque sería todas las noche así.

Paseamos por la playa un rato, hasta que se hizo las 12 de la noche, y yo ya tenía mi plan para reunirme con mis amigos.


Holaaaaaaaaaaaa, ¿Cómo estáis? Pues anda aquí os dejo el primer capitulo de mi primer historia, decirme que tal, ¿vale?

No seáis crueles en los comentarios, os lo agradecería…

Esta historia tendra pocos capítulos, será una historia pequeña, ya que al principio iba hacerlo un one-shoot, pero al ver lo largo que era pues decidí esta, ya que ¿quien leera un capitulo interminable?

Aquí me encanto la forma que los primos se llevan, me parece adorable,¿y esa mirada de odio de Jacob? Ya veremos que pasa…

Un besoo…

Marinna! (: